Capítulo nuevo de YOU are mine. Espero que les guste :D El capítulo es cortito, pero esta semana estoy a full, así que sólo les traeré uno, tendrán que esperar hasta el domingo para el próximo :)

Lo primero que recuerdo después de una noche de desenfreno, follándome a unas y a otras, borracho de placer... fue el amanecer de un nuevo día colándose por los ventanales de mi habitación, aunque no fue eso lo que me despertó, si no el insistente sonido del teléfono.

- Buenos días – dijo la voz de un hombre mayor, lo reconocí en seguida era Fonsecas, el secretario personal de Lewis, ¿qué querría tan temprano? – debido a situaciones familiares, la reunión de este medio día con el señor Lewis se cancela. Le llamaremos nuevamente para acordar un nuevo encuentro.

Acepté, despreocupado, dejando el teléfono sobre la mesa, caminando hacia la cocina, abriendo el frigorífico, para beber un poco de agua de la jarra, a morro. Agarré el mando a distancia y prendí la tele, sin prestarle mucha atención, tenía ganas de escuchar algo más que el sonido de las olas en aquella silenciosa mansión.

"Fuentes cercanas a la familia aseguran que la pelea tuvo lugar a eso de las tres de la mañana" – aseguraba la periodista, con una mansión a la que ni siquiera presté atención, de fondo – "Verónica Lewis, hija del famoso dueño de los casinos Leónidas, ha sido internada esta mañana en el hospital..." – mi mente se marchó lejos, escupí el agua al suelo, y comencé a toser, sofocado.

Corrí hacia el sofá, buscando el móvil, descubriéndolo sobre la mesita, lo cogí, y marqué el teléfono de Carlos, necesitaba respuestas a la mayor brevedad posible.

- Averigua que ha sucedido con Verónica Lewis – rogué, tan serio que parecía irreal.

- ¿Otra vez obsesionado con esa niña?

- No tengo tiempo para tus sermones, tío, averíguame ahora mismo... - un sonido empezó a escucharse en medio de la llamada – tengo una llamada en espera, averigua eso ya – colgué el teléfono y acepté la llamada en espera, era Iván.

- Nate, ha pasado algo en la casa de los Lewis, acabo de ver las noticias, ¿lo has visto?

- Sí. ¿sabes algo?

- Por lo que dicen en la televisión, hubo una pelea en la mansión, y sobre las tres de la mañana sus padres llamaron una ambulancia. No se sabe nada más.

- Averíguame qué ha sucedido – rogué, colgando el teléfono, dándome un par de vueltas por la habitación. ¡Dios! Estaba tan preocupado que no sabía qué hacer.

Marqué el teléfono de Barbs Lewis, porque necesitaba información, y me daba igual rebajarme con tal de conseguirla de primera mano.

- ¿ya te has enterado? – preguntó ella, nada más que respondió al teléfono – esos carroñeros de la prensa...

- Lo siento muchísimo, Barbs, acabo de enterarme. Por supuesto, no pasa nada con nuestra próxima reunión, podemos pausar nuestros negocios hasta que todo se solucione – la calmé – pero ... ¿qué ha sucedido?

- Mi hija... - su voz se quebró antes de haber podido decir una palabra más, sus sollozos aparecieron en la escena, y fue imposible que dijese nada más, así que colgó el teléfono.

Debía haber sido algo grave para que Barbs estuviese en aquel estado.