La feria (Sabriel)
-Gabriel, ¿estás seguro de esto?
-Claro que sí Moose, esto será muy divertido
Mi novio y yo estabamos en una feria a las afueras del pueblo. Al principio no estaba tan animado de venir, pero Gabe suele ser muy...insistente.
Hemos jugado en casi todos los puestos que hay esparcidos en la feria. Algunas fueron muy divertidas en especial la piscina de manzanas, ver a Gabriel tratando de capturar una de las manzanas con la boca fue una de las escena más graciosa de la noche.
Ahora estabamos en un juego llamado "¿Esa persona confía en ti?" , me parecía un nombre raro y de falta de imaginación pero Gabe lo vio divertido. Presiento que esto no va a salir bien.
-Amor, no pienso que sea seguro...
-No digas tonterías, ahora ve al centro para que pueda lanzar los cuchillos
El juego es como una prueba de confianza, pero llevado a otro nivel. Una persona se coloca en el centro de un tablero con los ojos vendados mientras que otro lanza los cuchillos ...o por lo menos eso es lo que dice en el tablero de instrucciones. Si quieren saber mi opinión, es algo suicida...
-¿Qué pasa joven? ¿No confía en su pareja? .- cuestionó el dueño del juego.
Noté como Gabriel se sobresaltó con la pregunta del señor y fruncí el ceño.
Claro que confío en Gabe, hemos pasado por mucho para que esta relación funcione y no permitiré que un tonto juego haga que las dudas de mi amante de los dulces revivan.
-Le confiaría mi vida a mi pareja .- respondí con convicción.
El señor sonrió y antes de retirarse nos dijo que iba a buscar los cuchillos.
-¿En serio me confiarías tu vida Sam?.- me preguntó Gabe con un brillo en sus ojos color whisky.
-Ya sabes la respuesta cariño .- respondí sonriéndole.
Él me miró con una expresión seria para luego sorprenderme abrazándome del cuello. Nuestros labios juntos es la sensación más increíble que no me canso de sentir. El sabor dulce de los labios de Gabriel es tan embriagante que podría pasar horas besándolo, pero lamentablemente tuvimos que separarnos al escuchar la voz del señor.
-Que adorable pareja son ustedes chicos.- nos dijo sonriéndonos a lo que me sonroje.
-Sammy, estás color manzana acaramelada .- dijo todo burlón mi novio.
-¡N-no es verdad! ¿No había unos cuchillos que ibas a lanzar?
-¡Oh cierto!
Mientras el señor le entregaba los cuchillos a Gabe, que por cierto se veían muy filosas, yo me vendaba los ojos y le rezaba a cualquier santo que me esté escuchando salir vivo de esto. No me malentiendan, yo confío en mi novio pero una ayuda santa no viene mal en momentos como este.
-¿Estás listo Samquatch? .- vociferó
Yo solo asentí tratando de no mover ningún músculo de mi cuerpo.
Escuché el sonido de un silbato para segundos después sentir algo impactar en mi hombro derecho.
Sobresaltado llevé mi mano izquierda al hombro golpeado. La zona afectada estaba húmeda pero...¿por qué no hay dolor?
Escuché la risa de Gabriel y me quité la venda de los ojos para saber qué estaba pasando.
-¿Q-qué? ¿Agua?
En el piso solo quedaban los restos de lo que una vez fue un globo...pero...
-No entiendo...¿no eran cuchillos lo que tenías que lanzar? .- pregunté todo confundido.
-A-ay m-mi e-estómago .- Gabriel se seguía riendo por lo que no obtendría respuestas de él, así que miré al señor en busca de respuestas.
-Los "cuchillos" en realidad son globos de agua.- dijo aún sonriendo.
-¿¡Qué!? P-pero...yo vi cuando le entregó los cuchillos a Gabriel...
-Oh sí, tenía que mantener el show. ¿A poco no fue divertido?
-Este señor tiene una idea retorcida de diversión.- pensé en estado de shock.
Gabriel ya más calmado se acercó a mí y me quitó los restos del globo de mi hombro.
-Mi valiente Moose, ese globo no tenía oportunidad contra un alce como tú.- lo dijo con esa sonrisa burlona en su rostro.
-Me hubieras avisado.- murmuré mirándolo con el ceño fruncido.
-No le quites lo divertido a la vida Sammy~
Suspiré pues es lo único que podía hacer en un momento así.
-Sam...
Ese suave tono de voz me hizo mirarlo a los ojos y me quedé hipnotizado por el brillo en ellos.
-¿Sí?
Él me dio un beso rápido y me abrazó apoyando su frente en mi pecho.
-Gracias... por confiar en mí.
-Siempre.
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