Capítulo Único
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ArsIA Day
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—A-Akira... —susurró con suavidad la chica al sentir los besos de su novio recorrer el costado de cuello con suavidad. Sentía su piel erizarse ante cada beso y su respiración se volvía irregular ante cada caricia. Eran demasiadas sensaciones juntas.
Él, deseoso de poder explorar con sus labios cada parte del cuerpo de su novia, empezó a desabotonar su camisa hasta abrirla por completo dejando expuesto su pecho cubierto solamente por el sujetador. La chica avergonzada apartó la mirada y cubrió sus ojos con una de sus manos. Este gesto lo preocupó.
—¿Te sientes incómoda?
La chica respiró profundo y apartó su mano encontrándose con la profunda mirada de su novio.
—No es eso... es mi primera vez y... me apena que me vayas a ver desnuda.
—Entiendo.
Volvió a besarla en el cuello, está vez llegando hasta sus clavículas y volviendo a subir.
La chica jadeaba con suavidad en respuesta.
Él puso la mano en el vientre de ella, acariciando su piel, y empezó a subir por los costados causando pequeñas cosquillas hasta llegar donde empezaba el sostén de ella. Puso la mano con suavidad sobre uno de sus pechos -aún cubierto- y lo acarició, haciendo a IA volver a cubrirse la cara con pena, esta vez con ambas manos.
Akira bajó esta vez un poco más sus besos hasta llegar al comienzo de sus pechos. Eran grandes y suaves, le encantaban. Empezó a besar el contorno de sus pechos, y adentrándose hasta donde el sostén se lo permitía.
—¿Puedo quitarlo?
La cara de IA se volvió más roja que de costumbre y trató de pensar en una forma de evitarlo.
—N-no es justo que yo esté así y tú estés aún con ropa dijo —dijo cubriéndose de forma sutil sus pechos.
Akira se vio a sí mismo y vio que su novia tenía razón. Estaba tan concentrado en ella que ni siquiera notó que él no estaba por lo menos un poco desvestido. Dándole la razón, empezó a desabotonar su camisa poco a poco hasta que quedó con una camiseta, esta también la quitó, quedando, finalmente, descubierto ante los ojos curiosos de IA. No era que jamás lo hubiese visto sin camisa -muchas veces que iban a la playa lograba verlo- pero ahora sería diferente, podría tocarlo como quería. Y quería hacerlo, pero se avergonzaba.
—¿Ahora sí puedo?
La chica volvió a la realidad de un golpe. Debía dejar su timidez de lado y acceder que la petición de Akira. No por obligación, si no porque había esperado tanto ese momento como para que un complejo la hiciese interrumpirlo. Sabía lo comprensible que era su novio, y si la miraba vacilar, él mismo le diría que lo dejaran para otro día.
—Sí, hazlo —le dijo, con su voz un poco temblorosa.
Se levantó y se sentó sobre la cama dándole la espalda, y apartó su gran cabellera para darle espacio.
Akira la observó durante un momento. La espalda de IA era hermosa, tan blanca. Tenía una emoción enorme por apartar ese sostén y poder observar al fin su cuerpo sin ninguna obstrucción. Y haciendo caso a su deseo, se acercó a ella decidido a quitar el sostén y provocando en IA un pequeño jadeo al sentir sus manos. Pero hubo un problema, por más que lo intentó, Akira no pudo quitar el sostén y su novia terminó por notarlo.
—¿Te ayudo? —le preguntó soportando las ganas de reír.
Akira se sintió derrotado y accedió por lo que solo se dedicó a observar como IA desabrochaba, con mucha pena, su sostén. Con movimientos certeros logró desprensarlo, pero fue Akira quien terminó por quitárselo. Su emoción era tal que no podía esperar a que IA lo hiciera. Su espalda ahora estaba totalmente descubierta, sin obstáculo. Era hermosa.
Se acercó a ella y dejó un beso en su cuello y a lo largo de sus hombros, haciendo a IA soltar suaves jadeos. Era una sensación rara y nueva, pero bastante placentera para ella.
IA se giró, y pronto quedó frente a frente con él. Unieron sus labios con deseo y se abrazaron sintiendo el cuerpo del otro. Era muy agradable ese tacto, sentir el cuerpo el cuerpo de su amado sin obstrucciones. El calor de ambos mezclándose como si fueran uno.
Él al sentir ya su cuerpo subir bastante de temperatura, hizo a IA recostarse sobre su cama, introduciéndose entre sus piernas. Volvió a besar el cuello de ella, esta vez con más deseo. Llegó hasta sus clavículas y bajó un poco más hasta llegar al comienzo de sus senos.
Esta vez no habría nada que lo detuviera para besarlos en su totalidad.
Y así siguió, dando besos a lo largo de su pecho derecho, hasta por fin llegar a donde más quería. Con suavidad atrapó uno de los pezones de IA, y empezó a succionarlo con delicadeza haciéndola gemir de forma vergonzosa. Ella quería evitar hacerlo, pero las acciones de él le gustaban. Entonces él empezó a acariciar el otro pecho y a jugar con él, mientras con su lengua jugaba con el otro. IA se sentía extraña, muy caliente, y un cosquilleo entre sus piernas no la dejaba tranquila. Deseaba que él le diera atención a su parte más íntima como lo hacía con sus pechos.
Akira, como si leyera su mente, abandonó sus pechos y empezó a dejar besos a lo largo de su vientre hasta llegar donde empezaba su falda. Para él no fue demasiado tedioso apartar la falta de paletones para llegar a la parte más íntima de su novia, pero esta de inmediato lo detuvo.
—E-espera, me... me da pena —le suplicó, y él obedeció.
Subió y volvió a besarla, siendo correspondido. Pero aprovechando el descuido de ella, deslizó su mano hasta quedar sobre su parte. IA emitió un suave gemido provocado por las caricias de él, y Akira supo que le gustaba escucharla, por lo que dejó de acariciarla y se adentró por dentro de sus bragas hasta estar en contacto con su vagina. El lugar estaba muy caliente y húmedo, pero era agradable la sensación. IA por su parte no tuvo tiempo ni de avergonzarse, los dedos de él empezaron a tocar su clitoris y a lo largo de su parte hasta rozar y acariciar su pequeña entrada. Se sentía enloquecer. Era muy diferente a cuando ella misma lo hacía.
Akira sumergió un dedo en ella, no todo, porque temía lastimarla, pero eso fue suficiente ya que sintió como ella se aferró a él, gimiendo sin parar. Él siguió, mentiendolo y sacándolo, y acariciando sus paredes de vez en cuando, hasta que, por petición de ella, se adentró un poco más. La sensación de sentir el dedo de su novio abrirse paso en su interior era exquisita, sentía como si miles de pequeños sensores se presionaban con cada caricia. No podía pensar ni razonar, ni le importaba que ahora estuviese gimiendo muy fuerte, solo se centraba en el placer que él le daba.
Akira ya se sentía en su límite, su miembro también quería atención. Sacó el dedo del interior de IA -causando en ella una sensación insoportable de abandono- y volvió a la posición que estaba antes. Desabrochó su pantalón y lo quitó quedándose en bóxer. IA apartó la mirada tímida al ver que también lo quitaría, pero tenía mucha curiosidad. Akira siguió, removió su bóxer y por fin quedó totalmente desnudo, dándole una vista bastante agradable a ella.
—¿Puedo? —preguntó refiriéndose a sus bragas, y ella asintió sin dudar.
Él iba a penetrarla, y ella lo deseaba con todas sus fuerzas.
Akira removió la ropa interior de su novia y pronto la tuvo sólo con una largas medias de color negro -que prefirió no quitar- y sin ninguna obstrucción más. La tenía completamente para él solo.
Bajó un poco sus caderas, y con ayuda de IA que subió las suyas con una almohada, empezó a rozar su miembro con su entrada. Esto hacía a IA gemir, expectante a cuando empezaría a penetrarla. Ambos lo deseaban más que a nada. Empezó a hacer pequeños movimientos como si estuviese acariciando su entrada, lo presionaba suavemente sobre ella y luego de alejaba. De cierta forma estaba jugando con ella, le gustaba verla jadear. IA un poco molesta al ver que tardaba mucho en penetrarla, rodeó la cintura de él con sus piernas e hizo un puchero al que Akira no pudo resistirse.
—Eres tan linda.
Él sintiendo que no podía más, empezó a presionar un poco en su entrada, haciendo a IA suspirar. Fue entonces cuando su glande entró. IA se retorció un poco. No le había dolido tanto, pero la sensación fue increíblemente placentera. Era como si un millón de ondas de placer la hubiesen recorrido. Definitivamente era mejor que cuando ella misma lo hacía.
Akira jadeó. El sentir como el interior de su novia apretaba su miembro era muy excitante y placentero. Deseaba entrar más y así lo hizo. Con mucho esfuerzo y delicadeza fue adentrándose poco a poco hasta que pudo meterlo todo. Exhaló con fuerza al lograrlo. IA por su parte gimió, esta vez con un poco de dolor, pero le gustaba.
Ese era un momento mágico, ahora ambos eran uno solo y se pertenecían mutuamente.
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¡VIVA ArsIA!
Sí, sí, el ArsIA Day fue ayer, y sí sí, no fue tan marrano como dije que sería :(
Se supone que quería hacer un one-shot lemon ArsIA por mi cumpleaños y ponerle "+18" porque tengo 18 jiji, pero es que lo dejé así por dos razones; los veo muy tiernos como para eso, y no tengo mucho tiempo.
De hecho me disculpo si leen alguna falta de ortografía, alguna incoherencia horrosa o algo porque me duele mucho la cabeza :'v ando así desde ayer, creo que me voy a enfermar <\3
De hecho me pasó algo curioso porque como no tenía tiempo, ayer me puse a escribirlo en la U, y una chica casi lee lo que hacía. Casi me da algo alfkjsfj
Pero bueno, no está tan bueno pero ese es mi aporte al ArsIA Day ;u;
Gracias por leer <3
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