Lebanon, Kansas...

Dean Winchester se asomó por la puerta de la habitación de su hermano y lo observó unos minutos descansar, lo malo es que él venía para despertarlo pues había surgido una emergencia.
Tomó su celular y rápidamente tecleo I feel good de James Brown en youtube y le dio play asustando a su hermano con el grito del inicio, sonrió al ver la cara de sorpresa de Sam.

—¡Dean! ¿Pero que demonios...?

—vistete —le lanzó sus zapatos los cuales logró atajar a pesar de estar somnoliento —tenemos un caso.

—el caso puede esperar, ahora dejame dormir —se hecho de espaldas.

—es una emergencia, no puede esperar —al ver la cara de conternación de su hermano decidió contarle todo —Alex, al parecer tuvo un pequeño accidente, nada grave pero aún así es una emergencia.

—¿Derek te llamó? —se sentó en la cama con rapidez.

—En realidad fue un tal... Stiles —alzó las cejas —y em...dijo que teníamos que ir.

—vamos —terminó de ponerse los zapatos y se acercó a su hermano, a medio camino tuvo un mareo que Dean no pasó por alto.

—¿Sammy te encuentras bien?

—si, si...creo que me levanté demasiado rápido.

—Sam si esto es por las pruebas, necesitas decírmelo —dijo el mayor preocupado.

—debemos cerrar las puertas del infierno y no voy a parar hasta completar las pruebas.

—no arriesgaremos tu vida.

—no es tu decisión —tomó su chaqueta y salió dejando a su hermano con la palabra en la boca.

Un buen rato mas tarde mientras iban por la carretera el celular de Sam sonó, el menor atendió rápidamente.

—¿Todo en orden? —preguntó Dean cuando Sam terminó la llamada.

—suspiró —era Derek —el mayor se tenso notablemente —Alex está mas delicada de lo que creímos.

—¿A qué te refieres?

—bueno, está grave y...

—¡¡¡Hijo de Perra!!! —golpeó con fuerza el volante —yo sabía que ese perro sarnoso no era de confiar pero ¿Ella me escuchó? ¡No!

—Dean tienes que calmarte —dijo intentando evitar que el otro se aleterara más y causara un accidente.

—no me voy a calmar Sam, mi hermana está como está por culpa de esa copia barata de Jacob.

—genial, empezó con las referencias de crepúsculo y todavía no hemos cruzado el estado. —murmuró el menor.

—lo voy a matar, ahora así, lo dejé vivir una vez, y tú sabes bien que no doy segundas oportunidades.

—Dean, no sabemos que le pasó, no podemos culpar a Derek. —opinó Sam.

—claro que puedo, se supone que él debía cuidarla.

—ese es nuestro deber como hermanos y fallamos —murmuró mirando por la ventanilla.

—te lo juro Sam, lo voy a cazar.

—Alex no te lo perdonaría y lo sabes —comentó mirándolo de reojo.

—¿Cómo puedes estar así de tranquilo? ¿Acaso no estás enojado?

—claro que lo estoy, es más, estoy furioso pero no hay nada que pueda hacer por el momento. —admitió.

—a veces no te entiendo —negó acelerando.

Tras unas cuantas horas lograron llegar, Dean bajó del auto sin siquiera molestarse en dejar bien aparcado el Impala y salió disparado dentro del hospital, Sam no tuvo problema en seguirle el paso.

—vengo a ver a mi hermana —dijo el mayor —venimos —se corrigió cuando su hermano llegó a su lado.

—¿Nombre?

—¿Son Dean y Sam? —preguntó una enfermera de cabello negro enrulado.

—¿Quién pregunta?

—Melissa McCall —ambos se relajaron —siganme por favor.

Ambos fueron detrás de la enfermera quién los guió hacia la habitación.

🐺🌑🌘🌗🌖

Unos minutos antes de la llegada de los Winchester...

Pov Alex:

Abrí apenas mis ojos, me sentía muy mal como si un camión me hubiese pasado por encima, lo primero que vi fueron esos ojos verdes que tanto creía amar, tomando mi mano y dejando un beso en ella sin desconectar nuestras miradas.

—¿Derek? —no estúpida, Superman —dijo mi conciencia.

Se paró —oye, oye aquí estoy —apoyó tiernamente una mano en mi cabeza.

—¿Qué está pasandome? —admito que estaba asustada.

—no lo sé —respondió con un semblante de pura preocupación, eso no me tranquilizaba. —pero no me iré de aquí, no lo haré —bajó la vista a mis labios y luego la subió a mis ojos como pidiendo permiso, asentí levemente, si estos eran mis últimos momentos quería un último beso del amor de mi vida. Sin esperarlo sus labios se unieron a los míos en un tierno beso.

—no quiero morir —confesé sintiendo como una lágrima resbalaba por mi mejilla, la cual fue limpiada por el hombre junto a mi. —no quiero dejar a mis hijos, no quiero...no quiero repetir la historia familiar.

—Lexy no dejaré que nada te pase, no vas a morir, haré lo que sea para salvarte. —prometió tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos.

—¿Alguna vez podremos vivir con tranquilidad? ¿Tener una vida normal?

—somos lobos, nuestra vida de por sí es anormal —soltó una pequeña risa.

—si —musite bajando la mirada a mi regazo. —¿Recuerdas nuestro primer beso?

—sonrió con nostalgia —en los casilleros en el baile de fin de año.

—fue todo por un arranque de celos ¿Verdad? Porque fui con Peter.

—lo haya sido o no, lo amé —acarició mi mejilla —será siempre mi favorito.

—sí, estabas celoso —sonreí como pude.

En eso la puerta se abre y por ella pasan mis hermanos, Derek se pone en pie y antes de que el lobo pueda reaccionar, Dean arremete contra él tomando por el cuello y estrellandolo contra la pared.

—¡Dean! —exclamé sorprendida —¡dejalo!

Sam intento separarlos pero se llevó un golpe por parte del mayor.

—tú grandísimo hijo de perra, vas a arrepentirte de haberle hecho esto a mi hermanita —sacó un arma que estaba segura de que tenía balas con wolfsbane.

—¡¡¡Nooo!!! —grité cuando le apuntó la cabeza —por favor, por favor, dejalo.

—Dean esto ya pasó un límite, así no se resuelven las cosas —Sam tomó el brazo que tenía el arma para bajarlo.

Derek aprovechó la distracción y lo apartó de un golpe, a medio convertir —yo no fui el que le hizo esto.

—¿Y entonces quién fue?

—no lo sé —dijo estando completamente humano —pero lo voy a averiguar.

—Alex —ambos hermanos se acercaron y me envolvieron en un abrazo con mucho cuidado.  —¿Cómo te sientes, pulga? —preguntó Sam acariciando mi cabello con dulzura.

—como si me hubiese pisado un camión —dije intentando sonar divertida.

—la próxima vez que nos quieras reunir, que sea en tu cumpleaños —bromeó Dean tratando de alivianar el ambiente.

—lo tendré en cuenta para la próxima vez.

—¿Quién sabe? Quizás la próxima vez que nos veamos sea en su casamiento —dijo Sam como quién no quiere la cosa.

—mientras no sea con el perro pulgoso —miró de reojo a Derek —no confió en ti,   y para que sepas he torturado demonios en el mismísimo infierno, no me molestaría hacer lo mismo contigo.

—¿Podrías dejar de amenazar al padre de mis hijos, por favor? No es buen momento.

—¿Acaso no es tu novio?

Ambos nos miramos —mm...no, nos tomamos un tiempo. —mentí.

—bueno, en ese caso podemos buscar a otro...

—¡No! No quiero a otro, mi corazón le pertenece a Derek —gruñí.

—¿Qué está mal contigo? —preguntó el mayor confuso.

—mejor ni te contes...—fui interrumpida por Castiel apareciendo a mitad de la habitación.

—lamento la tardanza —se acercó a mi —hola pequeña —sonrió paternalmente mientras apoyaba una mano en mi frente.

—¿Qué es él? —preguntó Derek.

—ángel —respondí.

—no puedo curarte, es algo muy fuerte que está bloqueando mis poderes —dijo el hombre de gabardina dando un paso atrás.

—descuida, encontraremos la cura —comentó Sam.

Holí! Como están? Dejó capitulo de fin de semana, espero que les haya gustado! 😊

¡Nos leemos!