Capítulo nueve "Dolor"
—verás, el único problema de controlar un grupo alfa es que todos quieren tomar las decisiones, pero yo, yo quiero descubrir nuevos talentos —lo "miró" —como tú.
—no estoy interesado —dijo como pudo
—ni siquiera oíste mi propuesta.
—quieres que mate a mi manada —adivinó.
—no, solo a uno de ellos —nos miraron de reojo —haz eso y no tendré que decirte que mates a los otros, lo harás tu solo, yo lo hice, Anis lo hizo, Kali lo hizo —"alzó" la mirada hacia la loba —dile como es Kali, asesinar a uno de los tuyos.
—mm...liberador. —respondió feliz.
—escuchala Derek, ¿En serio quieres estar encadenado a un par de adolescentes inadaptados que se convertirán en una molestia y creeme se convertirán en una molestia o la chica y tu hija las cuales podrían dejarte en tan solo un segundo?
—jamás lo dejaría —gruñí.
—es más tengo el presentimiento de que unos de tus betas está en problemas en este instante.
—Isaac —murmuré preocupada.
—escucha, la razón por la que he invertido en nuevos talentos,es simple —siguió Deucalion —todos sabemos que una manada es mas fuerte como partes individuales, entre mas fuerte sea la parte individual más fuerte es la manada —hizo una pequeña pausa —cuando perdí la vista uno de mis betas asumió que no podía conservar mi posición, el trato de quitarmela. Al matarlo descubrí algo que los alfas no podían saber, su poder se sumo al mío, me volví mas fuerte, rápido y poderoso ,como nunca imaginé, probé esta nueva habilidad para consumir el poder de otros al matarlo, de hecho los maté a todos.
Apreté a mi hija contra mí, este tipo ya me estaba asustando, temía que pudiera lavarle el cerebro a Derek.
—tomé las partes individuales y me convertí en una poderosa manada unida —se agachó frente a Derek y lo tomó del cabello alzando su cabeza y tanteo su rostro —cierto Kali, es igual a su madre —crucé miradas con Cora —llegaras a conocerme Derek, tal como dijo ella.
—te conozco, sé lo que eres —con dificultad alzó la cabeza para verlo,sus labios estaban llenos de sangre y temí que no resistiera mucho más —eres sólo un demente.
Deucalion dejó su bastón sobre la mesa y volteó hacía el —¿Conocerme? Nunca has visto algo como yo en tu vida, Soy el alfa de los alfas, soy el máximo depredador de depredadores, soy la muerte, destructor de los mundos, soy ¡¡¡EL DEMONIO LOBO!!! —gritó provocando que anteojos se quiebren
Kali le quitó el tubo que atravesaba a Derek, pude respirar un poco mas tranquila, aunque a juzgar por el charco debajo de él había perdido una cantidad considerable de sangre.
—odio cuando eso pasa —murmuró Deucalion quitándose los anteojos.
En cuanto los tres se alejaron a la salida Cora corrió hacia Derek.
Bajé a la pequeña e hice que me mirara,solo a mi.
—Lía escucha a mamá —ella asintió —cierra los ojos y no los abras hasta que te diga ¿sí?
—si —musitó.
En cuanto cerró los ojos me acerqué a los hermanos y tomé el rostro de Derek con mis manos.
—Derek —dije con lágrimas en los ojos —creí que te perdería.
—soy un hueso difícil de roer —murmuró.
—Cora ve por el botiquín, por favor.—le pedí a mi cuñada.
—sanaré, solo dame unos minutos.
—voy a tener que romper tu remera —avisé viendo la cantidad de sangre en su abdomen.
—hazlo.
Saqué mis garras y desgarre la remera con mucho cuidado.
En cuanto Cora regresó,me ocupé de curarlo, aunque el proceso de curación ya estaba haciendo lo suyo.
Luego de limpiar la sangre del piso me dirigí hacia mi pequeña, que aún esperaba paciente con los ojitos cerrados.
—ya está cariño —acaricié su cabello.
en cuanto abrió sus ojos buscó a su padre con la mirada y corrió a abrazarlo.
—estoy bien, lobita —sonrió apenas.
—papi...tú no vas a matarnos ¿O sí?
—no cariño, jamás les haría daño. —la tranquilizó.
Mas tarde cuando Cora y Lía dormían bajé para ver como se encontraba Derek.
Lo encontré frente a la ventana contemplando la lluvia.
—¿Cómo te encuentras? —apoyé una mano en su brazo para llamar su atención.
—ya sane —respondió absorto en el paisaje oscuro que le proporcionaba la ventana.
—¿Qué piensas hacer con Deucalion?
—acabaré con él, lo mataré de ser necesario —musitó.
—cariño, no te manches las manos por alguien que no vale la pena.
—creeme lo vale.
La puerta de entrada se desliza dejando ver a Isaac, respiré aliviada al verlo sano y salvo.
—¡Oh Isaac! —lo abracé sintiendo como correspondía —me alegra que estes bien —lo revise rápidamente con la mirada.
—por poco —murmuró, miró a Derek h luego a mi —no lo entiendo...que, ¿Pasó algo?
Noté que Cora estaba tras una columna escuchando todo.
—no va a funcionar con ustedes aquí —admitió.—tengo a Alex, Lía y Cora, es demasiado. —explicó —te necesito fuera esta noche.
—¿A dónde se supone que vaya?
—Derek no puedes echarlo con esta lluvia —dije indignada.
—a otro lugar —hizo oídos sordos.
—¿Hice algo mal, Derek?
—volteó a verlo —lo harás sino te vas ahora.
—oh vamos...
—solo vete —ordenó
—Derek, por favor
—largo —dio un paso adelante
—por favor —suplicó
—¡Fuera! —tomó un vaso de la mesa y se lo arrojo, gracias a dios le dio a la columna y no a él.
—¡Derek! —exclamé indignada.Isaac no tuvo mas remedio que irse. —intenta no cometer alguna estupidez, tienes un par de mellizos que te necesitan.
—solo quiero acabar con Deucalion.
—no quiero perderte —me puse frente a él —y siento que algo muy malo va a pasar.
—nada pasará.
[...]
Tapé mi boca mientras sentía las lágrimas resbalar por mis mejillas, mordía mi lengua para no dejar escapar ninguna sonido, Lía dormía y no quería despertarla para decirle que su padre ya no estaba.
Sabía que era una mala idea que fuera a enfrentarse a la manada de alfas, pero su terquedad no le permitió ser mas inteligente.
Escuchó la puerta deslizarse en el piso de abajo, por lo que salgo del baño y bajo inmediatamente.
Peter me vio e instantáneamente abrió sus brazos, corrí y me refugie en ellos, soltando todo lo que aun tenía guardado.
—cuanto lo siento cachorrita —murmuró abrazandome con fuerza.
—¿Cómo se lo diré a Lía? ¿Cómo haré para vivir sin él? Es mi ancla, siempre lo fue.
—tus hijos tendrán que serlo ahora —opinó. —además, tu eres fuerte, estoy seguro de que podrás vivir con ello.
—debí evitar que fuera pero...no pude, él estaba recio y no había forma de hacerlo cambiar de opinión.
—culpandote de esa manera no llegaras a nada —comentó.
—¿Y Cora? ¿Isaac, Boyd, Erika?
—Isaac y Boyd se fueron a una reunión de Lacrosse y Cora...no tengo idea de donde está.
—¿Mami? —al pie de las escaleras estaba Lía rascándose un ojito.
—buenos días, cariño —puse mi mejor sonrisa.
—buenos días —se acercó a mi —¿Y Papi? Me prometió que me llevaría por un helado.
—am...él...
—salió a hacer unas cosas...¿Qué tal si yo te llevó por ese helado? —propuso Peter.
—¡esta bien! —sonrió.
—gracias —murmuré, él solo asintió.
En cuanto ambos se fueron, tomé las llaves del Camaro de Derek y salí a dar un paseo para despejarme.
Fue cuando llegué al colegio, no sé porque pero algo me había traído hasta aquí.
Estaba absorta en mis pensamientos, llorando para desahogarme y recordando viejos momentos con el que fue el amor de mi vida, cuando siento un golpe en la ventanilla, voltee vi una mano con sangre.Abrí inmediatamente la puerta.
—¿Derek?
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