—no llamen hasta que esten a sesenta kilómetros —dijo Peter observando nos atreves de la ventanilla del Camaro. Al final Derek cedió al plan de escape y claro que nosotros, los niños y yo íbamos con él. —¡¡¡Largo!!!

—¿A dónde vamos, mamá? —preguntó Lía.

—a...pues...—voltee hacia Derek, quién me miró de vuelta.

—de paseo —respondió rápidamente por mi.

—¿Y por qué no vino el tío Peter?

—¿Querías que ese vejestorio viniera? —el castaño la observó a través del espejo retrovisor.

—la pequeña río —no se ve tan viejo.

—tuvo que quedarse, tenía cosas que hacer, pero la próxima lo invitaremos —sonreí.

—increíble que a mi hija le caiga bien Peter.

—el primer día, no le cayó bien —admití. —actuó como tú.

—esa es mi lobita.

—Derek, ¿Crees que esto funcione?, ¿esto de huir?

—no, tendremos que volver y pelear, eso es seguro pero por el momento...nos alejaremos un poco —comentó.

—quizás podemos pasar un momento bien merecido en familia.

—Derek apoyó su mano en mi pierna —si, eso estaría bien.

—no se ponga románticos, acuerdensen que también estoy yo —habló Cora desde el asiento de atrás.

—amor, ¿me das un beso? —pregunté bromeando para molestar a mi cuñada.

—los que quieras —me guiñó un ojo. —es hora de regresar.

Nos regresamos, aprovechando que Kali e Ethan se hubiesen ido del loft.
Pero al regresar encontramos todo hecho un lío, mis hermanos desmayados, los gemelos tirados en el suelo y Lydia asustada y en el medio la maldita zorra de Jennifer o como se llame.

—¡Lydia! —la abracé —¿Qué pasó?

—ella...ella...los mató —miró a los gemelos.

—nos haremos cargo de ellos, no creo que este muertos.

—¿Por qué hiciste esto por mi? —preguntó Derek.

—cuidado con lo que respondes —gruñí mostrando los verdaderos ojos por unos segundos.

—Por nosotros, por todos los que han sido sus víctimas. —admitió.

—¡Deja de hablar como política! —el castaño se acercó a ella

—¡deja de Intentar convencerlo de apoyar tu causa! —seguí yo.

—¡Bien! Te convencere de la de alguien más...Scott, puedes salvar a su madre y al padre de Stiles.

—¿Cómo?

—niños, vayan arriba —les indiqué a lo que ellos obedecieron al instante.

—necesito un guardián, es un papel que puede ser cumplido por los tres padres que tuve que llevarme o por ti. —se acercó a él.

—Derek no —lo miré suplicante.

—¿Puedo ayudarte? Ya ni siquiera soy un alfa.

—solo necesito que me ayudes a llevar a Deucalion al lugar correcto en el momento que te lo pida —comentó

—acabas de matar a tres tu sola —le recordé. —¿Para qué lo necesitas?

—tranquila loba, guarda tus garras, no haré nada inapropiado con tu lobo —miró al castaño —no lo has visto cuando es mas fuerte, yo si lo he visto, si está con Scott no tengo oportunidad a menos que te tenga.

—¡Derek no confíes en ella! —dijimos Cora y yo al unísono.

—tenemos el eclipse a nuestro favor pero la luna solo estará bajo la sombra de la tierra por quince minutos esta es nuestra oportunidad, no tienes que luchar por decidir, ayudame a matarlo y los demás irán, solo ayudame.

En ese momento escuchamos gritos de dolor de Lía, Derek y yo corrimos a la planta de arriba.

—lo voy a hacer, iré con ella —murmuró el lobo.

—¿Estás loco?

—tengo un plan, confía en mi —besó mis labios antes de entrar a la habitación. —¿Qué tienes lobita?

—me duele —gimoteo, sus ojos se pusieron dorados.

—se está convirtiendo en loba —explicó el castaño abrazandola para contenerla.

—quiero que paré —lloró.

—piensa en algo lindo —murmuré sentándome junto a Derek.

—¿algo como...qué? —sus colmillos se hicieron paso en su boca.

—como una canción de One Direction o como Harry Styles.

—no, no pienses en hombres —negó Derek. —eres pequeña aún.

—piensa en la familia —Eli tomó su mano, extrañamente él no presentaba signos de conversión.

Se empezó a relajar hasta que volvió a ser humana.

—usa eso que te relajo para estos momentos ¿Sí? —aconsejó su padre.

—si me convierto en loba, ¿puedo ayudarte a derrotar al malo, papi?

—no cariño, el malo es muy fuerte para ti —besó su cabe cita —pero me parece muy tierno que lo hayas considerado.

—eres pequeña aún para pelear, bebé —acaricié su cabello.

—pero yo quiero ser como ustedes —nos miró.

—no, no quieres, creeme —negué.

—Derek, es hora de irnos —Jennifer entró a la habitación.

Dejó a la pequeña con cuidado en mis brazos y se fue.

—¿a dónde fue papi? —preguntó Eli.

—a terminar con el malo.

Una vez Lía estuvo mejor, baje con las chicas.

—tenemos que irnos Lydia, podemos pedir ayuda —Cora ayudo a la pelifresa a ponerse en pie.

—ustedes vayan, yo me quedo.

—Alex...no están seguros aquí —dijo mi cuñada.

—¿A dónde iremos?

—no lo sé pero no podemos quedarnos aquí. —respondió muy segura.

Los gemelos se separaron por lo que las tres corrimos hacia ellos.

—estan vivos —dijo la Hale sorprendida.

—podemos llevarlos con Deaton —propuse, ellas estuvieron de acuerdo por lo que con algo de dificultad los subimos al auto de Lydia, también a los niños y nos fuimos a la veterinaria.

Obviamente me quedé en la sala de espera con los mellizos, pues entrar ahi con ellos no era opción si quería que no quedaran traumatizados.

—mami, ¿Papi va estar bien?

—si nena, él es fuerte —sonreí.

—es como Superman —rió.

—si pero peludo —bromeó Eli.

Lydia salió del consultorio —están bien.

—¡Que bueno! —me alegré.

—gracias por quedarte acompañandome.

—no es nada Lyds —sonreí.

—debes estar muy preocupada por Derek.

—lo estoy, pero sé que estará bien —aseguré.

—seguro que sí —asintió. —voy a regresar por si acaso.

—claro.

Después de que los gemelos se curaron del todo Lydia nos llevó al loft donde nos encontramos a Derek sano y salvo.

—¿Lo hiciste?

—ella ya no está —sonrió. —pero lo hizo Deucalion.

—supongo que eso esta bien —nos abrazamos.

—tengo una novedad, Scott es un alfa verdadero ahora.

—tendré que felicitarlo, ¡eso es mas que genial! —dije muy contenta.

—tendrá que ser cuando regresemos, ahora nos iremos a dejar a Cora en un lugar seguro y de paso podemos tomarnos unos días de vacaciones ¿Qué dices?

—me parece perfecto —besé sus labios.