—Recuerdame por qué me trajiste aquí, Cora —hablé mientras caminábamos rápidamente a través de los pasillos de la escuela, lugar que me traía muchos recuerdos por cierto.
Miré los casilleros y sonreí al verme hace unos cuantos años dar mi primer beso con Derek.

—venganza —gruñó para luego dirigirse hacia una de las puerta y con su garra formar en el vidrio una espiral.

—si sirve de algo, la venganza nunca es una solución, no una buena al menos.

—pues me canse de pasar todo por alto, no entiendo como puedes estar en desacuerdo, tu relación con mi hermano se esta yendo en picada gracias a esto. —opinó.

—Cora, ¿Crees que...crees que la culpa es mía?

—¿Del engaño? No, mi hermano tiene la culpa. —respondió por mi sorpresa. —él no supo ver lo especial que eres.

—gracias —pasé mi brazo por sus hombros y la atraje a mi en un abrazo

—no tienes que agradecer, eres como una hermana para mi.

—¿Derek? —oímos a Aidan —Aquí estoy Derek.

—nos llaman —dijo la castaña tras separarnos.

—¿Quieres pelear, Derek? Ven por mi.

Corrimos y saltamos sobre él tomandolo por sorpresa.

—lo siento cariño, Derek no está disponible por el momento —sonreí sintiendo ,por primera vez en años, florecer mi lado lobuno.

Cora lo tiró contra los casilleros y araño su pecho.

—Alex ¿Por qué lo están haciendo? —preguntó Lydia.

—esto es por Boyd, por Derek...por nuestra manada. —voltee hacia mi cuñada —no lo mates, Cora.

Aidan agarro a Cora de los brazos parando su accionar y la lanzó, luego me volteó a ver. —tu sigues.

—saqué mi arma con balas de wolfsbane —tranquilo perro —dije aun media transformada —o una bala decorará tu pecho.

—¿una loba cazadora? Eso es nuevo.

—Cora ¿Estas bien? —pregunté sin despegar mi vista del lobo

—s-sí.

Aidan me empujo y fue por las pesas y tomó una para luego acercarse a mi cuñada.

—¿Acaso estoy hablando en chino? —gruñí bajando el arma para acercarme a él y así poder detenerlo.

—¡Aidan! ¡Basta! —exclamó Lydia.

Le pegó con la pesa y luego a mi —mierda, creo que me aflojó una muela —gruñí poniéndome de pie mas que furiosa, pegué un fuerte rugido.
En el momento aparecieron los chicos, Scott, Stiles, Ethan para parar a Aidan.

—¡Aidan, no puedes hacer esto! —le dijo su gemelo.

—ellas me atacaron —no dejaba de mirarnos.

—no importa, Kali le dio a Derek hasta la siguiente luna llena, no puedes tocarlo —nos miró —ni a ellas.

—¿Estas bien? —preguntó Stiles

—si cariño —sonreí volteando hacia el chico de lunares, mientras limpiaba un hilo de sangre que salía de mi boca —no te preocupes. —miré a la chica en el piso —Cora, te dije que esto era mala...—de repente sentí un mareo.

—cuidado —Scott me sujeto por detrás —creo que ese golpe fue fuerte.

—si...—respondí no muy segura.

—creo que están mal heridas —murmuró Stiles.

Y entonces todo se volvió oscuro para mi,  quedé completamente inconsciente. El último pensamiento fue "Derek va a matarme".

Abrí los ojos y me encontré en el baño junto con los chicos, me paré con ayuda de Scott.

—¿Qué pasó?

—te desmayaste —explicó Cora.

—soy una floja —solté una pequeña risa —¡Auch! —paré al sentir el dolor punzante en mi cara, cuando me acerqué al espejo junto a la chica Hale, vi el golpe junto a mi labio.

—¿Están bien?

—eso no se ve bien —respondió Lydia por nosotras.

—estamos bien —dijo Cora pero tuvo un mareo y Stiles fue el primero en querer ayudarla pero no se dejo —dije, que estoy bien.

—¿se dan cuenta de lo loco y suicida que fue eso?

—somos conscientes de eso —suspiré

—¿En qué pensaban al atacarlo?

—¡Lo hicimos por Boyd! —habló Cora. —y...ninguno de ustedes lo hizo.

—lo intentamos —dijo Scott.

—y fracasan —llamé su atención. —son un montón de estúpidos corriendo de un lado a otro creyendo que pueden evitar que mueran mas, pero solo llegan tarde.

—y lo único que hacen es encontrar cadáveres.

Ambas salimos de allí, supongo que tendríamos que regresar al edificio aunque luego tendría que volver por mis hijos.
En el estacionamiento Stiles nos alcanzó para llevarnos en su jeep, durante el viaje Allison lo llamó para informarle sobre lo que había investigado.

—¿Filósofos? —preguntó Stiles mirando su celular

—y guardianes —respondió Allison — después de anoche debe significar algo como oficiales de la ley ¿cierto? —los tres nos miramos, eso tenía sentido para mi —Stiles tienes que decirle a tu papá, dile lo que sea necesario pero haz que te crea pero adviertele.

—sí, sí, lo sé.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Cora.

—voy a decirle la verdad y necesitaré su ayuda.

—la mía, llevemos a Cora al departamento. —hablé entonces.

—no, yo voy con ustedes.

—no y no se discute —gruñí —soy cazadora antes que loba, sé como manejar estas cosas, sabré como hablar con el padre de Stiles para que nos crea.

—está bien —aceptó Stiles.

—Cora necesito un favor, ¿Podrías ir por los niños a la escuela?

—claro.

—gracias —sonreí.

Una media hora mas tarde nos encontrábamos en la habitación de Stiles con su padre intentando explicar, yo me había sentado en su cama y él no paraba de ir y venir.

—Stiles me estas mareando —comenté divertida.

—¡Si! —miró al sheriff —no —siguió moviéndose.

—Stiles...

—papá lo lamento, solo intento...intento pensar por donde empezar —admitió.

—oye, no tengo tiempo para esto.

—el año pasado tuviste estos casos que no podías entender, los homicidios relacionados con la familia Argent y luego Matt mató a las personas que lo ahogaron y ahora, estas muertes es como si jugaras un juego perdido.

—Stiles, no necesito que mi propio hijo me de una evolución de mi trabajo, ahora—comentó un poco molesto.

—lo sé, lo vez —miró hacia un rincón y se acercó por un juego de ajedrez . —esto es lo que pasa, estas perdiendo el juego porque nunca has podido ver todo el tablero —abrió la caja del juego —y quiero que veas todo el tablero.

Luego se un buen rato, Stiles terminó de explicarle.

—Scott y Derek ¿Son hombres lobo?

—sí —afirmó el castaño.

—y Kate Argent ¿Era un hombre lobo?

—cazadora, los morados son cazadores —señaló los papeles.

—como Allison y su padre —expliqué.

—y Deaton, el veterinario, es un ¿Kanima?

—¿Qué? No,no,no, es un druida. —dijo Stiles. —o bueno, eso creemos —asentí.

—¿Quien es el kanima?

—Jackson —respondió

—no, Jackson es el hombre lobo.

—Jackson fue kanima primero y Peter y Derek lo mataron y volvió a la vida como hombre lobo, ahora está en Londres. —siguió el castaño.

—¿Quién es el darach?

—no lo sabemos —hablé.

—no lo sabemos —señaló el chico de lunares.

—pero, lo mataron los hombres lobo.

—lo cortaron y lo dieron por muerto —afirmó.

—creemos —aporté

—creemos —me apuntó.

—¿Y por qué Jackson era un kanima?

—porque a veces la forma que adoptas, es la clase de persona que eres.

—¿Y que forma adoptaría un padre muy confundido y enojado con cada segundo que pasa? —preguntó, quise reír pero me abstuve.

—creo que adoptaría una expresión como la que tienes ahora.

—sí —se puso en pie.

—papá, papá —lo detuvo —espera, puedo probarlo —me miró —ella es uno de ellos.

—¡Stiles! Ya basta —caminó hacia la puerta.

—oye, no te vayas, creeme. —volteó —¿Lista? —me puse en pie, pero comencé a sentirme pésimo —ahora mira esto, lista.

No pude mantenerme en pie y caí al piso quedando inconsciente al segundo.