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De Libros & Dedicatorias

—¿Sigues estudiando? —la irritante voz de su compañero de cuarto resonó a sus espaldas, el pelirosa viró los ojos.

—Sí y también deberías hacerlo tú.

—Neh, estoy en mi último año.

—Con más razón deberías estudiar, pronto entrarás a la universidad.

—Cierra la boca, me aburres.

Yoongi pasó directamente hasta la cocina y Jimin resopló fastidiado.

Yoongi no era mal tipo, sólo era fastidioso de vez en cuando. Bastante hablador y no media el tamaño de sus palabras. A veces llegaba a ser molesto o incluso hiriente, pero Jimin sabía, con el tiempo que llevaba de conocer a su amigo, que no lo hacía con verdadera intención de lastimar. Sólo no pensaba correctamente antes de hablar y eso a veces, traía problemas entre ambos.

Jimin optó por darse un descanso y dejó la libreta de apuntes sobre la mesita ratonera que estaba a su lado. Fue por uno de sus libros de lectura favoritos y regresó al sillón de la sala, donde terminó por acostarse y recargar la cabeza en el brazo del sillón.

Abrió el libro, pasando las hojas en busca de la página exacta en la que se había quedado. El sonido de una puerta abriéndose le indicó que Yoongi había regresado. Se preparó para uno más de sus comentarios estúpidos.

—¿Dejaste de estudiar para ponerte a leer? De verdad que eres un ñoño, Jimin.

Yoongi traía en su mano derecha una barrita de fibra, de esas que tanto le gustan, con pedacitos de fruta seca.
Se acercó a Jimin dándole una mordida más a su bocadillo antes de arrancarle el libro de las manos.

—¡Yoongi! —se quejó el menor.

—Vamos a ver, ¿qué mierda lees?

—¡Devuélveme eso!

—¡Espera! Quiero ver.

—¡Dámelo!

Jimin se levantó y se le fue encima a Yoongi. Yoongi tenía alzado el libro lo más que podía y con su otro brazo empujaba a Jimin lejos, embarrando la barrita en la ropa de Jimin.

Las pequeñas manos de Jimin muy apenas rozaban la cabellera de Yoongi, quien reía triunfante al molestar a su compañero.

—Que aburrido está esto, ¿por qué lo lees?

—Porque quiero, dámelo.

—Deberías dejar esto y salir, te haría bien un poco de aire.

—¡Ya basta! —Jimin se impulsó y alcanzó a tomar el libro, jalando de él para quitárselo a Yoongi.

—¡Espera no hagas eso!

—¡Dámelo!

Ambos forcejearon un poco más hasta que pasó lo inevitable.

Un rasgueo los hizo detenerse y admirar la gran estupidez que habían hecho.

Una gran cantidad de páginas estaban siendo sujetas por Jimin y el resto del libro seguía en la mano de Yoongi, quien se había quedado con los ojos abiertos de sorpresa.

Jimin parecía perdido. Su cuerpo estático y su mirada perdida. Yoongi pasó saliva.

—J-Jimin... Lo siento, ¿sí? N-no creí que... No creí que tú lo jalarías... Yo...

Jimin lanzó las hojas al suelo con fuerza, demostrando lo enojado y herido que estaba y sin decir nada se fue a su habitación, cerrando la puerta de un portazo y no volviendo a salir en lo que restaba de día.

Pasaron al rededor de dos días para que Yoongi tomara valor y fuera donde Jimin. Tocó a su puerta y la abrió lentamente luego de escuchar un "Pasa" de Jimin.

—Hola, ¿puedo entrar?

—Ya lo has hecho.

Yoongi apretó los labios. Se merecía ese trato.

—¿Quieres comer? Traje un poco de carne.

—No.

—Anda, no has salido en todo el día.

—Lo haré cuando no estés.

No hubo nada más que a Yoongi se le ocurriera decir mas que "De acuerdo" y salió de la habitación. Fue por su chaqueta, las llaves y su billetera a su habitación. Se colocó los zapatos en la entrada y salió del departamento sin avisar.

En cuestión de tres cuartos de hora el pelinegro estaba de vuelta en casa. Jimin estaba en el sillón y cuando lo vio entrar se fue a la cocina. Yoongi aprovechó el momento y corrió hasta la mesa ratonera y dejó ahí lo que compró, huyendo a su habitación antes de que Jimin lo viera.

Cuando el pelirosa regresó, se detuvo frente a la mesita, observando a detalle lo que estaba ahí. ¿De dónde había salido?

Tomó entre ambas manos aquel libro idéntico al que hace días habían roto y lo hojeó hasta llegar al final, donde en su viejo libro había una dedicación por parte del autor que fue sin dudas lo que más le dolió perder. Sin embargo, en esta nueva copia había también un mensaje escrito pero está vez de una persona distinta al autor.

Querido Jiminie:

Lamento haber roto tu libro. Sé lo importante que era para ti pero en verdad no creí que lo jalarías:(
He salido a buscar una copia del libro al ver lo enojado que estabas que ni siquiera querías salir de tu habitación. Tardé un poco en encontrarlo porque no recordaba el nombre pero ¡lo logré!
También le he puesto un mensaje como el que estaba en el otro, sólo que no soy tu autor favorito pero si me lo permites, seré el mejor compañero de cuarto:D menos molesto y más estudioso.

Espero logres perdonarme.

Con mucho mucho mucho sentimiento, Min Yoongi.

Jimin terminó leyendo aquel mensaje con una enorme sonrisa en el rostro y se tiró en el sillón para leer el libro, esperando que Yoongi saliera y lo viera. Cosa que sucedió casi diez minutos después.

—¿Has comido, Yoongi? —preguntó sin levantar la vista del libro.

Cuando Yoongi notó lo que hacía, una sonrisa de calma se le dibujo en los labios.

—¿Qué lees, Jiminie?

—Un libro, uno muy especial.

—¿Me lo prestas?

Yoongi se ha tirado encima de Jimin, recargando su mentón en el estómago del pelirosa.

—No, capaz y lo rompes —Yoongi puchereo.

—Entonces léelo para mí.

—¿Quieres que lo lea?

Yoongi asintió mientras bostezaba.

—De acuerdo.

Jimin regresó al inicio y comenzó la lectura en voz semi alta, colocando el libro entre el rostro de Yoongi y el suyo. Cuando terminó el segundo capítulo a Jimin se le hizo extraño no haber escuchado si quiera un comentario del mayor, por lo que alzó el libro para mirarlo y llevándose la no tan increíble sorpresa de que Yoongi se había quedado dormido encima suyo.

Su mejilla pegada en pecho de Jimin y uno de sus brazos colgando hasta el suelo. Su respiración calmada y su rostro sereno. Lucía tan tranquilo y desprotegido que a Jimin le dio ternura.

—Yoongi, ¿me escuchas?

El silencio permaneció intacto luego de eso, confirmándole a Jimin que el pelinegro estaba profundamente dormido.

—Gracias por el libro —le susurra, antes de estirarse lo más que pudo y besarle la cabellera.

Dejó el libro en la mesa ratonera y pasó sus brazos por encima del mayor, rodeándolo en un abrazo y acompañándolo en su descanso, Jimin decidió dormir también.

~•~

FanArt de inspiración uwu

Creditos a quien corresponda.

Aquí está el O.S que debí haber subido ayer. Perdón por mi incumplimiento u.u

Espero les guste❤

#YoonMinWeek_d7

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