Yoongi observaba desde la lejanía la mueca en el rostro de Jungkook. Recorrió su cuerpo con la mirada, gruñendo al ver como Hoseok tenía tomado su brazo con brusquedad.

Hoseok parecía fúrico, le gritaba algo a Jungkook al fondo del pasillo, donde sólo habían salones abandonados.

Era ya común que aquellos dos discutieran, Jung era un tipo demasiado celoso y superficial. Los demás se aprovechaban de eso y creaban rumores horribles sobre Jungkook.

Yoongi retrocedió un poco al ver como Hoseok finalmente se retiraba, dejando a Jungkook sollozando en una esquina.

Una vez se aseguró que Jung se había retirado, se apresuró a ir hacia Jungkook. El menor alzó su rostro, mostrándole esos ojitos llorosos.

—Ya sé lo que dirás, hyung.

—Yo no voy a mentirte —afirma de esa forma la suposición del menor, mientras toma su brazo marcado y lo acaricia con suavidad. —Sé que él no es bueno para ti.

Sacó del bolsillo de su chaqueta la crema que guardaba y comenzó a aplicarla en su moretón.

—Y sabes que yo puedo tratarte mejor —Jungkook comienza a negar con lágrimas en los ojos. —Solo debes decirme que tú también sientes lo mismo —tomó sus mejillas encharcadas y se inclinó a besar su frente.

—No es tan sencillo...

—Lo sé, lo sé —lo abraza contra su cuerpo, dejando que este solloce contra su pecho. —Pero debes saber que puedes confiar en mí. Gastas tu tiempo cuando deberías estar conmigo —bromea, sonriendo al haberlo hecho reír.

—Sí te quiero, Yoongi hyung —murmuró luego de un silencio, acurrucándose aún más en su pecho.

Eso era suficiente para Yoongi.