Surgery. [one shot]
Jungkook mordisqueaba la punta de su pulgar mientras esperaba en el sofá de su casa, su pierna dando pequeños rebotes en señal de ansiedad.
Los demás lo observaban con preocupación, al mismo tiempo en que estaban pendientes de los seis celulares colocados en la mesa de centro, a la espera de alguna noticia.
Jungkook sabía desde hace unos días que Yoongi iba a someterse a cirugía, sin embargo, nada lo había preparado para la terrible ansiedad que sentiría una vez se despidiera de él en la puerta del departamento con un beso, dejándolo en manos de su mánager.
Podía parecer paranoico para cualquiera que lo mirara, una simple cirugía de hombro para ayudarlo a sentirse mejor. Pero quien estaba sobre aquella mesa era al único hombre que había amado en su vida. Y de seguro el único que podría amar.
Parpadeó varias veces cuando sintió las lágrimas inundar sus ojos, Taehyung y Hoseok, cada uno a un lado suyo, lo abrazaban con fuerza.
Jungkook sabía que todos estaban angustiados, así que agradecía el apoyo.
'Moon' comenzó a sonar como ringtone, haciéndole saber a Jungkook que era su celular. Unas pequeñas risas se escucharon por unos segundo ante el sonrojo de Seokjin.
El menor del grupo se apresuró a contestar la llamada, sin siquiera prestar atención al contacto.
—¿Sí?
—Jungkook, llamaba para avisar que Yoongi ya está en su habitación. La cirugía fue un éxito.
Fue en ese momento que pudo finalmente soltar un suspiro aliviado, asintió, mordiendo su labio al darse cuenta que no era visto por su mánager.
—Muchas gracias, hyung. ¿Podremos ir a verlo?
—Claro, pueden venir junto ahora. Me dijeron que seguramente no tarda en despertar. Aunque es posible que ande un poco atontado por la anestesia.
—Bien, hyung. Gracias de nuevo, iremos de inmediato.
—Los espero.
Los seis adultos jóvenes se apresuraron a llegar a la habitación, llamando y pasando sin esperar respuesta. Yoongi estaba despierto, hablando con Sejin, por lo que les dedicó una sonrisa agotada.
Jungkook fue el primero en correr hacia él, abrazándolo con delicadeza y evitando su hombro. Un pequeño beso fue depositado en la frente de Yoongi antes de que los demás pudiesen acercarse a saludarlo.
Se notaba bastante cansado, pero verlo sonreír era suficiente para que los demás pudieran sentirse aliviados. Sejin se retiró poco después, para dejar que los siete conversaran en privado.
—¿Cómo te sientes, hyung? —preguntó el menor de todos, mientras tomaba asiento a un lado de Yoongi, en la camilla.
—Estoy bien. Un poco mareado por la anestesia pero, por ahora, la cirugía no duele.
Un suspiro de alivio se hizo notar de parte de los demás miembros, por lo que Yoongi rió mientras los observaba con diversión.
—¿Se preocuparon? —balbuceo, tan divertido como conmovido. Ellos realmente eran como una familia.
—Por supuesto —responde Seokjin al instante, viéndolo con el ceño fruncido. —Somos familia. Además, Jungkook no dejó de rebotar de un lado a otro hasta que obtuvimos noticias.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Yoongi, viendo amorosamente a su novio con mejillas rosas y la mirada gacha.
Y así pasó la tarde. Los siete hermanos conversando y riendo, usualmente haciendo comentarios que avergonzaban a Jungkook. Sintiéndose cómo una familia.
Eso, claro, hasta que llegó la hora de irse.
—Me quiero quedar, hyung —lloriqueó una vez más, un puchero dibujado en sus labios mientras veía a su novio desde la puerta.
—Mañana hay trabajo desde las cuatro, Gguk. Prefiero que descanses bien. Sejin hyung se quedará conmigo.
Aquellos ojitos brillantes y el suspiro lastimero de su novio casi lo convencen de dejarlo quedarse. Pero no podía ceder a algo que no iba a ser saludable para él. Yoongi negó una vez más, lanzando un beso a su novio como despedida para finalmente verlo partir.
A partir de entonces, Jungkook no faltó ni un día en el hospital, al menos hasta que Yoongi salió de este y fue enviado a Daegu.
Incluso con los apretados horarios del grupo, el menor en ningún momento dejó de estar al pendiente de su novio.
Viajaba cada día después de trabajar a Daegu, hablaban por unas dos horas y luego él regresaba a casa a dormir por dos o tres horas, hasta comenzar nuevamente su jornada de trabajo.
Se había vuelto la nueva rutina para Jungkook, y de cierta forma le funcionaba; el ver a Yoongi parecía recargarle las energías así que en las prácticas y sesiones de producción nunca fallaba.
Incluso si Jeon no se alimentaba bien, se veía radiante; sin embargo, al mismo tiempo en que Yoongi se curaba, el cansancio le cobraba factura.
Y un día Jungkook no llegó. Yoongi creyó que era simplemente que había tenido mucha inspiración para escribir o había tomado horas extra para ensayar junto a Jimin.
Pero al día siguiente tampoco llegó. Y luego el que le siguió, y el que vino después de ese. Por un tiempo, Yoongi se preguntó si es que lo habían castigado por ir a verlo tan seguido.
Pero luego de varios días de incertidumbre, no pudo más y, con su hombro en medio de una recuperación, partió de vuelta a Seúl.
Al llegar a la casa que compartían todos, frunció el ceño al hallarse a Hoseok dormido en el sofá, su rostro cansado y cabello alborotado.
Sin poder calmar más su preocupación, comenzó a sacudirlo hasta hacerlo despertar.
—¿Yoongi Hyung? —preguntó con el rostro adormilado, rascando uno de sus ojos y enderezándose en el asiento.
—¿Y Jungkook? —preguntó de golpe, las lágrimas de preocupación y frustración agolpándose en sus ojos, tambaleándose con desconcierto.
Hoseok lo observó con preocupación, ayudándolo a sentarse en el sofá.
—¿Por qué la pregunta?
—Dime, Hoseok. Por favor. No ha ido a verme en días, no contesta llamadas y tampoco mensajes. Estoy sufriendo.
Un suspiro del menor le predijo que lo que venía seguramente no sería nada bueno.
—Está con Jimin, en el estudio. Hace unos días se quedan ahí hasta bien tarde, nos turnamos a esperarlos. No tardan en venir.
Yoongi suspiró con alivio y secó apenado sus lágrimas, viendo sus zapatos en un intento de calmar su llanto.
La puerta sonó de pronto y por ella entraron los dos chicos antes mencionados, discutiendo algo mientras Jungkook se notaba feliz.
Yoongi alzó su rostro con alivio, causando sorpresa en Jungkook, quien corrió a abrazarlo.
—¡Hyung, ¿qué haces aquí?!
Yoongi aprovechó y hundió el rostro en el cuello de Jungkook, olfateando su aroma a bebé.
—No habías ido a verme, ingrato.
Jungkook rió encantado, sin ofenderse ni un poco. Enredó sus dedos en el cabello de su hyung y besó su frente.
—Estuve cubriendo horas extra. A partir de mañana tengo vacaciones y planeaba ir a Daegu a cuidarte. Decidí eso porque la rutina diaria estaba desgastándome —explica, su voz siempre con tono suave, mientras tomaba las mejillas del mayor entre sus manos.
Jimin y Hoseok ya se habían retirado hace algunos minutos, en silencio.
—Mocoso tonto.
—También te amo, hyung.
Y unieron sus labios en un beso suave, Yoongi deshaciéndose de aquella inquietud y Jungkook sin otro pensamiento que no fuera Yoongi.
Porque Jungkook lo cuidaría de todo, por siempre.
Hola😼
No suelo escribir cosas aquí pero, visto que ya tengo un número considerable de contenido publicado aquí (tratándose de mí) quería agradecer por las personas que leen esto uwu lo comencé por puro amor al Yoonkook, sin pensar que alguien lo llegaría a leer, así que les agradezco.
Por otro lado, tengo varios os en proceso. Sin embargo, si alguna persona tiene alguna sugerencia, es bienvenida.
Muchas gracias por leer. ❤️
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