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🥉Spiderkoo. [one shot]

Marvel AU.

Bien, Yoongi no sabía cómo diablos había llegado a esa situación. En un momento estaba camino a su casa en bicicleta y, a la siguiente, estaba colgando envuelto es una especie de hilo super resistente. O eso esperaba, porque si no, caería de unos treinta pisos y claramente se aplastaría la cabeza contra el pavimento.

¿Por qué la vida lo odiaba tanto?

A lo lejos (y con dificultad por su miopía), veía un puntito moviéndose de un lado a otro, siguiendo a un sujeto con una especie de tentáculos mecánicos en la espalda. El imbécil que lo había sacado de su bicicleta y usado como carnada.

Estaba agradecido con el chico ese, claro que sí, pero ¿no podía llevarlo volando como lo hubiese hecho Iron Man? Yoongi estaba seguro que ese supuesto súper héroe era un wannabe.

Se mecía levemente, debido al viento que azotaba la ciudad para ese instante. Incluso podía apreciar como el sol comenzaba a descender cuando, finalmente, aquel chiquillo (porque era más bajo que él) llegó hacia él. Lo tomó con un solo brazo y por un momento Yoongi entró en pánico ¿simplemente le había atrasado la muerte?

Pero no fue así. Pronto pisó el pavimento y suspiró, removiendosé para soltarse de esas cosas extrañas que gracias al cielo eran resistentes. Estaba al lado de su bicicleta tirada y aquel chico, que al parecer estaba a punto de retirarse.

-¡Eh, baboso. Líberame! -exclamó, removiéndose aún sin poder reventar ese material. El chico volvió a verlo y finalmente apreció su traje.

Era del estilo de Iron Man, ya saben, de acero o algo así. Solo que este tenía azul y rojo, una araña en el pecho y una especie de casco que se veía adorable a los ojos de Yoongi.

Escuchó un pequeño bufido de parte del pseudohéroe y en un abrir y cerrar de ojos, sacó una especie de pata arácnida y corto con precisión la gran capa de -lo que ahora sabía- tela de araña.

Los ojitos del traje se cerraron un poco y, en segundos, desapareció por el aire. A Yoongi le pareció bonito y se preguntó cuando podría volver a verlo.

Al día siguiente, toda la escuela sabía que Yoongi había sido rescatado por Spiderman. Y todos le preguntaban qué se sentía ser tan afortunado. Vamos, que él nisiquiera sabía de su existencia hasta el día anterior. No estaba en esa onda de los súper héroes. Al único que conocía era a Iron Man, por eso era su constante punto de comparación.

Sin embargo, no podía evitar sonrojarse un poco al pensar que aquel tal Spiderman sería un chiquillo bonito, atractivo.

Yoongi era abiertamente gay, así que no tenía problema alguno en decir cuando algún chico le parecía atractivo. Y hasta ese momento de su vida, a sus cortos diecisiete, solo había hallado atractivos a dos chicos: Jeon Jungkook y ese tal Spiderman.

Ah, Jeon Jungkook. Su amor platónico desde hace unos tres o cuatro años. Era de su salón, de su edad, pero era como un nivel superior a todos los demás; era precioso.

Él sí era un fanático de los súper héroes, completamente fan. Era muy inteligente, especialmente en lo que las ciencias concierne. Incluso Yoongi había escuchado que el año anterior hizo una pasantía con Stark.

Además, era atlético. A Yoongi le encantaba su cuerpo delgado y fuerte. Corría muy rápido y era el mejor en casi todos los deportes. Casi.

Yoongi era el mejor en basketball. Lastimosamente, eso no era suficiente para sorprender a Jungkook.

Yoongi constantemente se preguntaba ¿qué había hecho bien en su vida pasada, para tener la suerte de que Jungkook y él se transfirieran a la misma bendita escuela?

Ambos eran coreanos, los únicos de su escuela entera. Y se llevaban bien, más o menos. Ambos eran bastante introvertidos así que no solían hablarse. Pero, cuando lo hacían congeniaban bien.

A Yoongi le gustaba esa conexión que parecían tener. Como si estuvieran hechos el uno para el otro.

-¡Yoongi, mi amigo famoso! -exclamaron a sus espaldas y solo pudo rodar los ojos.

-Nicholas -respondió simplemente, gruñendo cuando este le rodeó por lo hombros.

-No puedo creer que seas famoso -rió mientras caminaban juntos hacia la cafetería. Era la hora del almuerzo y Yoongi tenía tanta hambre que ya ni ganas de pelear tenía.

-Pues, ni te creas. Solo estuve colgando como por dos horas.

-En la tela de araña del súper héroe juvenil más atractivo del estado, sí.

Yoongi rodó los ojos, totalmente desinteresado. Nadie era tan bonito como Jungkook. Aunque, ese chico misterioso también le pareciera atractivo.

Nicholas alzó una ceja, interesado en su reacción y, como si no fuera un tema importante, añadió: -Incluso Jeon Jungkook habla de ti.

Eso si que sorprendió a Yoongi.

-¿Qué dice? -pregunta entonces, repentinamente ansioso. Sus mejillas se calientan sólo de imaginar que su crush ha puesto su atención en él. Ah, bendito spiderman, le debía una grande.

-Que eres genial. Que quisiera preguntarte como había sido todo, qué opinaba y eso. ¿Quieres saber lo que yo opino? -Yoongi negó de inmediato, riendo cuando su amigo bufó. -De todos modos lo diré, le gustas a Jeon Jungkook.

-Ojalá -murmuró mientras a los lejos veía al menor, sonriéndole al grupo de chicas del equipo de debate que parecían enamoradas de él.

De pronto, su mundo se detuvo. ¡Jungkook se estaba acercando a él! Con una sonrisa deslumbrante y las mejillas rojas, se detuvo justo frente a él.

-Yoongi hyung -le llamó. Min sonrió, porque era el único hyung de Jungkook y adoraba que tuvieran esa confidencialidad entre tantos estadounidenses.

-¿Sí?

-Y-yo, uhm.. -dudó un poco, rascando su nuca con su mano izquierda mientras que en la derecha sostenía una cajita pequeña, un poco ancha y alargada. -Escuché que conoció a Spiderman y todo eso. Y, b-bueno, hoy está sin lentes y sé que los necesita y supuse que los perdió ayer en su encuentro con él y estuve en lo correcto y encontré sus lentes y por suerte no sufrieron daño y están aquí -dice todo con prisa, mareando levemente a Yoongi.

Pero entiende lo importante. Jungkook rescató sus lentes.

Los toma y observa cómo el chico se va, sonrojado. Y Yoongi no nota nada extraño en ese momento, mientras se coloca los lentes.

Tampoco mientras almuerza o en las clases siguientes.

Él llega a notarlo hasta que se encuentra en su cama, quitándose los lentes para finalmente dormir. ¿Cómo demonios Jungkook consiguió sus lentes?

La semana pasa con normalidad, Yoongi escucha los rumores de cada día respecto al súper héroe del vecindario. Intercambia palabras con Jungkook de tanto en tanto, así que su fin de semana llega con tranquilidad.

Además de sus típicas obligaciones estudiantiles (ya saben, lo académico), también tenía sus obligaciones extracurriculares. El basketball, para ser más precisos. A su edad y altura, era el mejor jugador de su escuela, el capitán del equipo y pez gordo de muchas universidades.

Sin embargo, Yoongi no sentía que su sueño fuese llegar a la NBA o algo así. Lo más lejos que se veía en ese momento, era ir al baile de final de curso con Jungkook. Claro que para eso debía invitarlo.

Pero ya tenía un plan, lo haría una vez obtuviera la victoria para su escuela. Jungkook lo besaría y felicitaría, luego mostraría un cartel pobretón que preguntara un simple "prom?" y cuando Jungkook le dijera que sí, se volverían a besar, se casarían y tendrían dos hijos.

Claro, eso en su futuro utópico.

Así que ese sábado, había despertado con los ánimos y la valentía bien puestos. Era su noche y nada iba a arruinarlo.

Con un pantalón de mezclilla, una camiseta blanca, una cuadriculada de botones sobre esta y sus amadas Vans blancas, se encaminó fuera de su casa junto a la maleta que contenía su uniforme. Era un día normal, común y corriente; todo parecía ir a su favor.

Iría a comprar un ramo de flores blancas antes de ir finalmente al gimnasio de su escuela. Así que debía apresurarse si no quería ser reprendido por su entrenador.

Cuando llegó a la floristería, el olor dulce de las flores le hizo sonreír. Se dirigió con prisa a la señora amable en el recibidor e hizo su pedido.

-¿Vas a declararte hoy? -preguntó la amable mujer, haciendo a Yoongi sonrojar muchísimo. Él simplemente asintió, causando ternura en la vendedora.

Una vez pagada, corrió apresurado a su escuela, tenía sólo cinco minutos para llegar a tiempo y varias cuadras por recorrer.

Llegó, cuatro minutos después, sudado y cansado. Pero aliviado también, porque sus rosas estaban en perfecto estado.

En poco tiempo, estaba ya vestido y listo para comenzar el calentamiento antes del partido. Incluso si él, luego de correr lo más rápido que pudo, sentía que ya no lo necesitaba.

Mientras corrían alrededor de la cancha, el gimnasio comenzó a llenarse. Entre todos los estudiantes, pudo divisar a Jungkook acompañado de Luke, un chico de su salón que se autoproclamaba el mejor amigo de Jeon.

Ambos tomaron asiento juntos y un sonrojo invadió las mejillas de Yoongi cuando Jungkook lo encontró observándolo. Después de perderse en la dulce sonrisa de Jungkook, se decidió a entrenar concentrado. Quería ganar y así ser digno de un beso de su chico. O bueno, su futuro chico.

Pronto, el gimnasio estaba totalmente lleno. La escuela visitante estaba ya lista, ambos equipos con sus porristas y banda que animarían en el entretiempo.

Yoongi estaba un poco nervioso, solo un poco, solo lo normal. Y entonces el juego comenzó.

Min pudo ver a Jungkook muchas veces entre el público, los gritos cada vez que echaban una canasta, las quejas cuando hacían una falta contra él. Era como si para Yoongi sólo existiese Jungkook.

El verlo a él ahí, animándolo, le subía la estamina, por lo que no sé hallaba ni un poco cansado. Se lucía cada que podía e incluso se atrevió a dedicar algunos puntos al menor por algunos meses.

Todo iba bien, completamente perfecto. Al menos hasta que un sonido sordo irrumpió todo el juego. Todos callaron, temerosos de lo que eso pudiese ser. Y unos segundos después, un agujero se abrió en el techo, cayendo escombros.

Todos comenzaron a correr y Yoongi sólo estaba ahí, petrificado. No sabe ni cuantos segundos o minutos pasaron, pero de pronto una fuerza lo jaloneo hacia un lado, salvandolo de un trozo algo grande de techo. Por aquel agujero se veía como alguna criatura extraña peleaba contra Iron Man, pudo reconocer.

Pronto se vio unas cuadras alejado de ahí, en la azotea de un edificio. Y el chico araña se había ido. Yoongi observaba desde ahí como aquellos puntitos se movían de un lado a otro. Rayos de luz viajaban de uno a otro y varias personas intentaban contener a esa gran cosa extraña.

Yoongi no era creyente de la existencia de monstruos, marcianos y esas cosas. Y no sabía si eso era una de ambas, pero tenía claro que eso venía de fuera de la atmósfera.

Y sabía que había un vasto espacio por conocer para ellos como raza humana.

Se sentó contra la pared debajo de un pequeño techo, un puchero dibujándose en sus labios al darse cuenta que su plan se había ido totalmente a la basura.

Probablemente un idiota como Ashton invite a Jungkook al baile, se besen, se casen, tengan hijos y Yoongi quede siempre soltero, con muchos conejitos que le recuerden a lo mucho que Jeon luce como uno.

Tan sumido estaba en sus desgracias amorosas, que no notó cuando el alboroto se detuvo.

Solo reaccionó y dejó de lamentarse cuando el chico araña llegó a su lado y le extendió la mano. En silencio la tomó, no tenía nada que perder ese día. Lo había perdido ya todo.

Con algo de temor por parte de Yoongi, viajaron colgándose de edificio en edificio hasta volver a la escuela, un poco destrozada.

El chico lo dejó en el vestidor de hombres y Yoongi vio ahí su maleta, al lado de esta lo restante de su ramo, que había sido medio aplastado por unos casilleros.

Jadeó, corriendo hasta esta y con toda su fuerza movió aquel objeto, tomando luego las pobre flores destruidas.

Se dejó caer en la banca y un puchero más pronunciado se dibujó en sus labios.

De pronto, pudo nuevamente divisar al chico araña, que colgaba desde el techo cabeza hacia abajo. El susodicho ladeó un poco la cabeza, haciendo a Yoongi bufar.

-Tonto niño araña. ¡¿No pudiste jugar con tu amigo alien luego de mi partido?! ¡Tenía cosas importantes que hacer! -se quejó, cruzándose de brazos. El chico no le respondió.

Yoongi lo observó durante varios segundo, molesto. Finalmente, dejó todo de lado con un suspiro.

-Iba a declararme hoy -le cuenta, bajando la mirada a las flores que seguían perdiendo pétalos. -al chico que me ha gustado por años. Estaba listo, y casi seguro de que yo le gustaba de vuelta -llevo su mano a su nuca y rascó ahí, nervioso. -Jungkook es demasiado lindo, ¿sabes? Me lleva gustando tanto y... -suspira, negando. -seguramente el destino no quería que nos casáramos y tuviéramos dos hijos.

Escuchó entonces una pequeña risita. Muy suave, casi imperceptible, pero que retumbó en el silencio de Yoongi.

El mayor alzó su mirada y vio como aquella especie de casco se iba por sí mismo, descubriendo los rizos alborotados de Jungkook, sus ojos llenos de estrellas y una sonrisa tímida.

-También me gustas, hyung.

¿Ah?

Oh...

OH.

Bien, Yoongi no esperaba eso. Definitivamente no.

Jungkook rió al ver su expresión sorprendida.

-Lamento haber arruinado tu adorable declaración, hyung. Pero aún así fuiste lindo -Min observó en primera plana como las mejillas de su chico araña tomaban color.

Ah, su chico.

Yoongi sonrió, totalmente embobado. Entonces, para sorpresa de Jungkook, tomó sus mejillas y se inclinó a besar sus labios con suavidad, aún si el menor estaba de cabeza.

Después de todo, había sido un buen día para Yoongi.

Fua, no hago yoonkook week porque le temo al éxito😎

Iba a subir otro que venía escribiendo de varios días, pero vi Far From Home y no pude no hacerlo.

Me declaro culpable de amar con mi vida el MCU. Y a Jungkook como Spiderman.

Vi que ya hay 1k de leídas🥺 gracias a las personitas que publicación a publicación me van leyendo.

¡Se les aprecia! 💜

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