ONE. [one shot]
Yoongi observaba desde el otro lado de la sala a Jungkook, quien era arreglado por las noonas para su presentación individual. Sus ojos escaneaban por completo el cuerpo del joven, pasando de su cabello a su pecho descubierto.
Relamió sus labios, con sus mejillas adquiriendo un tono rosa suave. ¿Cómo podía lucir tan atractivo? Se suponía que seguía siendo un niño, el pequeño maknae de BTS.
Desde que el mocoso se había decidido a tatuar, solo se había estado volviendo más y más atractivo. Yoongi no creía que eso fuera, desde ningún punto de vista, justo.
Se sentía culpable, muy culpable. ¿Cómo tenía el descaro de desear a quien alguna vez cuidó como su hermano pequeño? Su vida parecía un chiste.
Se obligó a apartar la mirada cuando el joven se puso en pie, no queriendo comenzar a babear por aquellos muslos cubiertos en aquel pantalón ajustado. Demasiado ajustado.
Taehyung, que estaba al lado de él, fue el siguiente en sentarse en la silla para los retoques de su cabello y maquillaje.
—Yoongi-hyung —se sonrojó cuando frente a sus ojos se aparecieron esos muslos del pecado, alzando la mirada para verlo con aquella adorable sonrisa decorando su rostro.
Mocoso. Pensó Yoongi, sonrojado y consternado por el contraste entre su atractivo cuerpo y su cara de bebé.
—Yoongi-hyung, le estoy hablando —escuchó su queja y finalmente enfocó la mirada en sus ojos, encogiéndose de hombros de forma desinteresada.
—Tengo cosas mejores que hacer, Kook —bufó con diversión.
—Verme el cuerpo, por ejemplo —acotó el menor, provocando que aquel sonrojo que había estado disipándose en sus mejillas volviera y llegara a sus orejas. Lo dijo en un tono tan burlón que Yoongi no pudo hacer más que huir.
Todos llegaron finalmente a la sala de espera; había sido un segundo día exitoso, tanto que casi no sentían el cansancio. Casi.
Jungkook fue el primero en arrojarse al sofá, quejándose cuando Jimin y Taehyung se arrojaron sobre él, mientras sus hyungs reían.
—¿Cuál fue la mejor presentación hoy? —preguntó Namjoon una vez se acomodaron todos alrededor del lugar.
—Jin-hyung se vió adorable abrazando la luna —habló Jungkook, riendo al ver las mejillas rojas de su hyung—, aunque también Yoongi-hyung, Hobi-hyung y tú se veían muy atractivos en Ugh!
—Yo digo que fuiste tú el más atractivo —murmuró Yoongi, sin la intención que alguien más lo escuchara mientras suspiraba profundamente. Todos alzaron sus cejas, algunos divertidos y otros cuantos sorprendidos. Yoongi no era la clase de persona que hablaba de esa forma de los demás.
Un sonrojo se esparció por las mejillas de Jungkook, quien bajó el rostro abrumado por la sensación del cumplido.
—Yo también pienso que My Time fue una buena presentación —apoyó Jin, provocando ahora la sorpresa de Yoongi. Lo habían escuchado.
Tanto Jungkook como Yoongi se mantuvieron en silencio el resto de la plática, sonrojados y apenados.
Pronto, los demás fueron saliendo uno a uno hasta dejarlos solos. Jungkook fue el primero en darse cuenta, relamiendo sus labios nervioso.
—Yoongi-hyung —balbuceó, viéndolo sentado justo frente a él. El mayor estaba con la mirada gacha, jugando con sus manos nerviosamente.
—Lo siento —escuchó Jungkook, casi como un soplido del viento. El menor decidió dirigirse hacia él, negando.
—Está bien, hyung —hablaba mientras se sentaba a su lado, abrazándolo por los hombros—, yo también pienso que te viste atractivo en Shadow.
—No lo entiendes, Kook —cubrió su rostro con ambas manos, quejándose por su vergüenza. Diablos, se suponía que era el mayor.
—¿qué cosa, hyung? —cuestionó, intentando descubrirle el rostro. Le costó un poco, pero se sorprendió al ver las mejillas sonrojadas de su hyung.
—Que me gustas, mocoso tonto —se quejó, empujandolo levemente.
—Ahh, hyung. Me habías preocupado, pensé que me odiabas o algo.
—¿Estás tonto, sordo o algo? —su tono de sorpresa fue muy obvio. Y también sonaba frustrado.
—Claramente no, hyung. Me dijiste que te gusto. Tú también me gustas.
—¡No en ese sentido!
Jungkook dibujó un puchero, levemente decepcionado. —¿Entonces no quieres que sea tu novio?
—Obviamente q-... Espera, ¿qué dijiste?
—Qué si no me vas a pedir que sea tu novio. ¡Pensé que a ese gustar te referías! No soy tonto, pero quedé como tonto, hyung —enfurruñado, se cruzó de brazos.
La sorpresa en la cara de Yoongi era graciosa. Miraba al maknae con los ojos tan abiertos como podía.
—Pero... P-pero —balbuceó, aún desconcertado por lo dicho por el menor—, sí quiero que seas mi novio.
—¿En serio? —preguntó el joven, borrando el puchero de sus labios. Sonrió cuando su hyung asintió—, ah, hyung. Entonces ¿por qué dijiste que no en ese sentido?
—Pensé que lo decías en el sentido amistoso —aclaró, riendo al ver como el menor negaba varias veces. Su mano fue a parar finalmente a su mejilla, acariciando su piel.
—No me toques hyung —apartó su mano, riendo al ver la mirada consternada del mayor—, no me has pedido ser tu novio —aclara, cruzándose de nuevo de brazos. El bufido de Yoongi le parece tan gracioso que no puede evitar reír.
—¿Quieres ser mi novio, Koo? —su sonrisa no planea desaparecer. Al verlo asentir efusivamente, ríe.
Solo que su risa es ahogada en los labios del menor, quien se arroja a sus brazos y le besa.
—Te prometo que seré el mejor activo del mundo, Yoonie —el mayor frunce el ceño, pellizcándole el brazo.
—Antes muerto que dejarte hacer eso, Jungkook. Ahora quítate, pesas mucho —dejó un último beso en sus labios y lo bajó de su regazo.
Tanto Yoongi como ARMY dormirían felices esa noche. Yoongi obtuvo el novio de sus sueños y ARMY la presentación más atractiva de Jungkook. Todos ganaron algo esa noche.
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