My Hufflepuff. [one shot]
Wizarding World AU.
Segunda parte.
Inspirado en este audio:
“Hola, bienvenido a Hufflepuff. Regla número uno, no escuches a los gryffindors, no todos somos débiles fáciles de convencer. Regla número dos, no escuches a los ravenclaws, no somos todos tontos. Regla número tres, mantente cerca de los slytherins, porque nos aman y harán lo que sea que queramos”.
Había pasado una semana desde que Yoongi había salvado a Jungkook. No habían recibido castigo alguno y, en cambio, slytherin tenía veinte puntos para la copa de las casas. Además, la historia seguía siendo un tema del cual hablar en todo Hogwarts.
Lo más interesante de todo era que algo habían cambiado entre Yoongi y Jungkook. Ya no peleaban como antes. Tampoco es como si hablaran entre ellos abiertamente, pero Yoongi había dejado de molestarlo y, de vez en cuando, Jungkook atrapaba a Yoongi viéndolo y le sonreía.
—Así que, nuestro Jungkook está enamorado —afirmó Seokmin un día, mientras veía como el hufflepuff compartía miradas furtivas con el slytherin que se encontraba al otro lado de la biblioteca. Las mejillas de Jungkook adquirieron un fuerte tono rosa, mientras negaba y, por el resto de la tarde, hacía caso omiso a los lindos ojos de Yoongi.
En otra ocasión, Jungkook se encontraba caminando solo por el pasillo que conducía a su casa cuando un búho vuela sobre él y deja caer en sus manos una pequeña notita. El joven la abre con curiosidad y al instante se sonroja.
Pensándolo de forma detenida, decide cambiar de dirección hacia el Lago Negro.
Eran alrededor de las seis treinta, por lo que el sol comenzaba a ponerse. Todo estaba silencioso cuando llegó al Lago y sólo podía ver la leve perturbación que causaban las criaturas que ahí habitaban.
Desde lejos, pudo divisar la espalda del mayor, por lo que se apresuró a llegar a su lado.
—No sé si me parece adorable o cobarde que hayas usado una lechuza—es lo primero que le dice, mientras observa lo mismo que él.
—Adorable me viene bien —bromea el chico y dirige su mirada hacia Jungkook. —Soy un slytherin, no un gryffindor —comentó con diversión, defendiendo su "cobardía".
—Tienes razón. Eres adorable —finalmente ambos se vieron a los ojos y ninguno pudo evitar el sonrojo que les cubrió las mejillas.
Yoongi de repente alzó su mano y Jungkook lo observó sin comprender. Así, el mayor reunió el valor suficiente y tomó la mano de Jungkook, entrelazando sus dedos.
Ambos apartaron la mirada con timidez y se mantuvieron así, sus manos tomadas con la vista en el lago.
—Me gustas —dijo Yoongi después de mucho. El sonrojo del que Jungkook se estaba despidiendo hizo nuevamente aparición. —Lo pensé mucho y enserio me gustas.
—Vaya, yo... No sé qué decir.
—Sé que también te gusto —el ceño fruncido de Jungkook le indicó que tenía un momento para explicarse antes de arruinarlo. —Hice investigaciones. Tu amigo Dongmin me ha dicho que tu amortentia huele a mí.
Jungkook abrió y cerró la boca varias veces, avergonzado.
—Me gustas —acabó por admitir, soltando también lentamente la mano de Yoongi. —Pero que me hayas salvado vale solo por la mitad de todo lo que me hiciste.
Yoongi suspira, decaído cuando escucha eso. Sí, había sido bastante malo con Jungkook, pero esperaba ser aceptado de inmediato.
—Sé que cometí muchos errores, pero voy a remediar cada uno de ellos —promete, quedándose a su lado hasta que el sol se pone y deben regresar para la cena.
Los próximos tres días fueron como en un principio, Yoongi no lo veía. La única diferencia era que tampoco lo molestaba, era como si Yoongi hubiese olvidado que él existe.
Jungkook intentó ignorar aquella angustia que se asentaba por la repentina indiferencia, de todas formas debía estudiar para los TIMO's y sabía también que Yoongi se preparaba para los EXTASIS. Quiso atribuir su comportamiento a los exámenes e ignorarlo también.
Pero no podía. Parecía que Yoongi quería torturarlo y se le aparecía en todas partes. Jungkook ya estaba desesperado, aún si solo fueron tres días.
Para el cuarto día, mientras salía de su casa para ir al Gran Comedor en busca del desayuno, algo extraño pasó. Todos, por algún motivo, lo observaban. Al principio no lo había notado, pues luchaba contra su corbata como cada día.
Pero definitivamente lo observaban. Y luego murmuraban.
Sus mejillas se habían puesto rojas de la vergüenza, pensando que seguirían hablando del increíble rescate que realizó Yoongi.
Un suspiro escapó de sus labios al pensar nuevamente en Yoongi.
Escuchó un carraspeo a su lado y se sobresaltó cuando el rostro sonriente de Yoongi se colocó en su campo de visión. El sonrojo que expandió aún más mientras Yoongi tomaba su corbata y hacía el nudo por él.
—Cinco años aquí y sigues sin poder hacerlo bien —murmuró divertido, alisando la túnica en los hombros del menor. Una de sus manos se deslizó hasta la de él y, con las manos entrelazadas, se dirigieron al Gran Comedor.
En este, los recibieron numerosos murmuros. Jeon creyó que se separarían en la entrada, pero Yoongi jaló con fuerza de su mano y lo llevo a la mesa de slytherin, donde estaba Jimin junto a Yeonjun, su novio.
Ambos se sentaron, uno al lado del otro y Jungkook solo pudo bajar la mirada, sonrojado y apenado por toda la atención que estaba recibiendo de los demás.
Su plato se vio lleno de comida de repente, hecho de parte de Yoongi. Cuando volvió a observarlo, notó un adorable sonrojo en sus mejillas, por lo que sonrió y agradeciendo en voz baja, aceptó la comida.
—Eh, Jungkook —llamó Jimin, sonriendo burlón hacia Yoongi. —¿Cómo dormiste?
—Oh, muy bien —mencionó una vez acabó de masticar su beicon. —Aunque dormí poco, he estado estudiado duro para los TIMO's.
—Genial —mencionó Yeonjun en esa ocasión, un chico de su mismo año con quien había hablado en varias ocasiones. —¿Ya sabes que exámenes quieres pasar? Yo aún no.
Jungkook rió por la forma en que Yeonjun habló, causando que los ojos de Yoongi brillaran.
—¿Te refieres a cuáles materias quiero cursar en sexto? —Yeonjun acabó por asentir, algo sonrojado —pues, quiero mantenerme en herbología y en cuidado de las criaturas mágicas.
—¿Y cuál es la razón? —se animó a preguntar Yoongi.
—Son mis materias favoritas. Mi sueño es volverme otro Newt Scammander —admite con las mejillas aún más rojas. —Aunque también debo trabajar mucho para las demás materias. Mi madre insiste en que me esfuerce para pociones y mi padre, que es auror, quiere que sea un experto en defensa y en encantamientos.
—Vaya, suena pesado —comenta Jimin, dibujando una mueca.
Jungkook asiente, un poco desanimado. —Lo es; especialmente porque soy un desastre en esas tres. Pero debo trabajar duro.
Yoongi toma el atrevimiento de acercar su mano a la de él, acariciándola. —¿Por qué? —pregunta con voz suave, acariciando su cabello.
—Porque ya decepcioné a mis padres por el simple hecho de ser hufflepuff —admite, viendo con ojos lagrimosos al mayor. —Mi madre es una ravenclaw y mi padre un gryffindor. Fue una total conmoción que yo fuera huffle.
Los tres slytherins se observaron entre sí con una mueca.
—Oye, ser hufflepuff no es malo —comenta Jimin.
—Cierto. Yo los adoro, Soobin y Hyuka son mis mejores amigos y soy básicamente su esclavo —bromea Yeonjun —con una sonrisa me ganan.
—Soy igual con Hoseok, el golpeador de tu casa —menciona Jimin.
—Y yo contigo —añade Yoongi, acariciando la suave piel de las mejillas de su huffie.
Un sonrojo se expande por las mejillas de Jungkook y se permite buscar más de aquella caricia.
—Gracias, chicos.
—Yo puedo ayudarte —menciona Min, ganándose una mirada confundida. —A estudiar para esas tres materias. Obtuve extraordinario.
Yoongi se mantuvo cerca de Jungkook lo que restaba del día. Había ganado su licencia de aparición hace poco, por lo que se aparecía siempre al finalizar cada clase de Jeon y lo acompañaba a la siguiente.
Para el momento en que las clases acabaron, ambos se dirigieron juntos a la biblioteca, conversando como confidentes al mismo tiempo en que estudiaban; Yoongi siendo de ayuda para Jungkook.
—Eres un mago extraordinario —mencionaba Jungkook, sus mejillas sonrojadas por la vergüenza de sus palabras, luego de que Yoongi le contara que ya era un animago oficial y tenía también licencia de aparición.
Yoongi lo miró un poco avergonzado y rascó su nuca con algo de timidez.
—Gracias —murmuró, mostrando aquella sonrisa bonita que aceleró el corazón de Jungkook.
Y así fue como pasaron las semanas, poco a poco. Hasta que dos meses en los que sólo habían pasado al lado del otro sucedieron.
Ya era bastante normal verlos melosos por los pasillos del castillo, muchos incluso llegaron a pensar que se habían dado amortentia entre ellos, pero no le hallaban el sentido a todo eso. Se veían demasiado auténticos.
La relación entre ambos había florecido y avanzado a pasos lentos, principalmente porque Yoongi ya iba a graduarse y probablemente no viese más a Jungkook.
Ese día estaba programado ir a Hogsmade, ambos jóvenes tendrían una cita más.
Así que, entre sonrojos y sonrisas, ambos se arreglaron y se encontraron fuera de la escuela, listos para partir.
Caminaron todo el trayecto hasta aquel pequeño pueblo con las manos entrelazadas, haciendo pequeñas conversaciones y, por momentos, acurrucándose contra el otro en busca de un poco de calor.
El pueblo estaba bastante animado cuando finalmente llegaron, principalmente por todos los estudiantes de Hogwarts que estaban de visita.
—¡Vamos por unos dulces! —pidió Jungkook, jaloneando al mayor hacia Honeydukes. Yoongi se deja llevar sin tener siquiera intención de protestar.
Ambos entran en el lugar lleno de estudiantes y comienzan a explorar y probar diferentes dulces, eligiendo sólo aquellos que a ambos les gustaban.
—Debemos llevar muchas ranas de chocolate —anuncia Jungkook, echando al menos unas diez en la canasta que Yoongi cargaba.
—¿Grageas?
—No, me dan miedo. Una vez probé una sabor leche cortada —se estremeció, haciendo un puchero cuando Yoongi comenzó a reírse. —Llevemos plumas de azúcar.
Ambos siguieron así por varios minutos más, llenando aquella canasta de dulces que Yoongi terminó pagando. Claramente, Jungkook se negó al principio pero no pudo hacer nada contra aquel terco slytherin.
Ambis salieron, el hufflepuff comiendo una rana de chocolate y tomando con su mano libre la de Yoongi, quien cargaba el resto de dulces.
—¿Vamos a tres escobas? —preguntó ahora Yoongi. —Tengo unas ganas inmensas de cerveza de mantequilla.
Jungkook le sonríe y asiente, ambos caminando con tranquilidad hacia el bar medio abarrotado. La mayoría de personas eran estudiantes charlando, por lo que resultó más cómodo para ambos; de sentaron en una esquina, uno al lado del otro.
—¿Cerveza?
Jungkook solo asintió y observó como Yoongi iba a pedirlas, regresando luego de unos minutos con las grandes jarras a la mesa.
Ambos comenzaron, una vez más, pláticas de todo y nada mientras disfrutaban de la compañía del otro.
—Gracias por esta cita, Yoongi —soltó de pronto el menor, haciendo que aquel slytherin se sonrojara. Para terminar con el mayor, Jungkook depositó un suave beso en su mejilla.
—Como me gustas —expresó el mayor en un susurro, tomando la mejilla del otro con una de sus manos, inclinando su rostro hacia él.
El sonrojo no se hizo esperar, pero aquellos ojitos expectantes mantuvieron la resolución de Yoongi firme.
—¿Puedo besarte?
Y ese asentimiento bastó para que ambos encontrarán finalmente sus labios. Ambos sabían a cerveza de mantequilla, Jungkook con un toque de chocolate. El contacto fue suave, tranquilo y delicado.
La lengua de Yoongi se encargó de embriagarse de la dulzura del menor, mientras Jungkook sentía su mundo dar vueltas a cada segundo que pasaba.
Se gustaban tanto. Y luego de un tiempo, se dieron cuenta de que estaba bien gustarse de ese modos.
Al separarse, Jungkook de prisa abrazó su torso. Yoongi sólo pudo reír y besar su sien.
—Me gustas, Jungkook —anunció, está vez sintiendo más confianza, sabiendo que todo iba a estar bien. —Hazme el honor de ser tu novio, ¿sí?
Y, una vez más, un solo asentimiento bastó para que ambos revelarán, finalmente, sus sentimientos.
Esa noche Yoongi, como el rebelde que es, apareció en la sala común de hufflepuff sin mucho problema. Jungkook lo esperaba en el sofá, con una manta sobre sus hombros y la bolsa de dulces en su regazo.
Se saludaron con un beso y pronto se acurrucaron juntos, comiendo dulces y hablando hasta bien entrada la madrugada.
Y fueron los amigos hufflepuff de Jungkook los que hallaron a la pareja durmiendo apoyando contra el otro en el sofá a la mañana siguiente.
Así que el yoonkook se consolidó en esta historia 😭 quería desde hace tiempo subir la segunda parte de eso pero no me convencía mdnfksk igual espero que les guste 😩
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