Yoongi tomó entre sus manos uno de los tantos dientes de león que tenía a su alrededor. Una sonrisa dibujándose en sus labios mientras pensaba en el deseo que pediría.

Pequeños recuerdos cruzaron su mente en ese momento.

Los pequeños y dulces Yoongi-hyung, con los que Jungkook le llamaba. Sus sonrisitas cada vez que hacía una travesura en medio de un almuerzo. Todo aquello se sentía tan bien, tan correcto, nunca había conocido a alguien como el joven y revoltoso Jeon. Ni siquiera se había atrevido a imaginar a alguien como él, a soñar con alguien como él.

Yoongi recuerda también vagamente conversaciones de mujeres que había escuchado por ahí; cosas como el amor que llega una vez en la vida. Nunca lo había entendido, incluso le era risible ese tema. Hasta que conoció a Jungkook.

Estaba seguro que Jungkook era ese amor suyo. Fervientemente creía que Jungkook era la persona hecha para él, su único. La forma en que su pulso se aceleraba, en que su respiración se detenía cuando conectaban miradas.

Jamás se había sentido tan libre, tan vivo como cuando estaba cerca del menor. Ser el objetivo de aquella dulce mirada brillante y brillosa lo hacía demasiado feliz.

Aquellos ojos parecidos a obsidianas, que brillaban con universos en su interior y le mostraba un para siempre.

Sopló entonces suavemente el diente de león, viendo los pequeños fragmentos irse con el viento, mientras repetía con fervor su único deseo: que Jungkook fuese suyo.

Observó los demás dientes de león a su alrededor, haciendo que varios volarán al mismo tiempo al golpearlos con sus brazos. Sus ojos lagrimeando finalmente, cayendo de rodillas.

No era creyente, pero le rezaba a Dios que un día Jungkook fuese suyo.

Quizás no en esa vida, pero ojalá fuese en la siguiente.

La sangre en su uniforme verduzco le produjo náuseas de repente, la única memoria que se repetía ahora era el cuerpo de su amor prohibido siendo atravesado por varias balas, con el único fin de protegerlo.

No se habían podido amar correctamente, porque dos hombres juntos no estaba bien. Pero quizás, en otra vida, serían una pareja feliz.

Arrasaría con aquel campo de dientes de león, deseando en cada uno de ellos que Jungkook fuese suyo. Hasta que el destino le concediera reencontrarse con su único amor.

Skdkska ando en modo angst🥺 dandelions es una canción cute pero dkdks no me pude resistir :')