Jungkook reía de manera histérica mientras su pie se presionaba contra el rostro maltratado de aquel chico ya muerto. Su máscara estaba rota, dejando a la vista su ojo color azul.

El cuchillo que cargaba en su mano derecha goteaba sangre y el rostro de horror del hombre frente a él le causaba tanta satisfacción y tanto placer que sus mejillas estaban demasiado sonrojadas, su entrepierna dura y sus ojos brillando.

Le encantaba tanto esa adrenalina.

—Eres el siguiente, Yoongi —exclamó con su típica voz dulce, lanzándose hacia su novio con el cuchillo alzando. —Me rompiste el corazón, Gigi. Ahora yo te romperé por completo —su risa enloquecida y sus ojos llenos de lágrimas fueron el último recuerdo de Min sobre la tierra.

Y al día siguiente, el oficial Kim encontró una masacre en aquel cuarto de hotel. Salpicaduras de sangre por todos lados y un trozo de máscara de conejo en medio del lugar.

¿Las víctimas? Min Yoongi y su amante, Jung Hoseok.

Inspiración en multimedia. Créditos al artista.