YeonJun lo señaló temblando y cuando JungKook dio un paso en su dirección se escabulló para correr tras la espalda de YoonGi, como si el pelinegro pudiese servir de escudo.

—¡Eres estúpido! ¡Nunca haría eso! —Rugió el rubio. Sus ojos recorrieron de arriba abajo al chico estudiándolo— Quiero decir, ¿quién rayos eres tú de todos modos?

YeonJun salió de su escondite, con una expresión confusa.

—¿Y-yo?—Su dedo índice fue sobre sí mismo— Soy uno de tus mejores rivales de tu época de Junior, ¡Choi YeonJun!

JungKook lo miró por un segundo y él únicamente dijo:

—Ah.

—Ah, él definitivamente no lo recuerda. —Dijo Hobi, sonriendo un poco con lástima.

YeonJun se tapó su boca mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—¡Qué cruel!

YoonGi ladeó la boca, pasando un brazo por el cuerpo del chico y dándole unas palmaditas. Aprovecharía que no estaba JiMin o le diría "YoonGi, si deseas tener un pupilo no puedes ser blando con él. ¡Suelta a YeonJun! Anda quita tus manos, bien." Casi podía escucharlo fuera de su cabeza.

—¡YoonGi! ¡Tenemos un problema!

NamJoon apareció por la puerta trasera del hotel. La reseca no le sentaba para nada bien pero a su alrededor tenía la misma energía rejuvenecida.

—Huh, ¿cuál es el problema, NamJoon? —Le interrogó YoonGi sin dejar de analizarlo. Porque, vamos, él odiaba los días en la mañana con todas sus labores de padre y de mantener la pista.

De pronto, algo en su mente hizo click. ¿Se trataba de Jin, no es cierto?

—Recibí un mensaje de JungWoong. ¡Los fans del patinaje están listos para hacer un aborto! —Eso hizo que YoonGi dejara para otro momento sus sospechas.

—¿Qué? —Se preguntaron todos los presentes al unísono.

—¿Cómo puede el show llamarse "JiMin y sus amigos si JiMin no está ahí"?— Repitió inquietamente—Ellos vinieron todo el camino hasta aquí para ver a JiMin, es un ultraje que solo vean a "los amigos". ¡Todo están violentos agitando sus banderas a la pista y pretenden empezar un motín!

—Espera un momento —lo detuvo TaeHyung— ¿Cómo saben ellos que JiMin no está?

—Eh, parece ser que... Nuestras fotos se filtraron a las redes sociales.

Confesó NamJoon con una sonrisa entre nerviosa y apenada.

—¿Qué? —Volvieron a preguntarse todos. Entonces YoonGi se lamió sus labios y las piezas se acomodaron en su cabeza.

Se volvió hacia el culpable.

—¡Hobi!

HoSeok sonrió, formando el signo de amor y paz con sus dedos.

—Lo siento, es solo que no pude resistirme.

¡Ni si quiera parecía sentir una pizca de remordimiento! Conservaba su sonrisa cuando inclinó su teléfono para que los demás patinadores pudiesen verlo. TaeHyung se acercó, YeonJun, JungKook y YoonGi temiendo lo peor también lo hicieron.

—Oh no, las fotos de anoche están todas ahí. —YoonGi tuvo muchas ganas de lloriquear y luego darle un par de palmadas toscas en la cabeza a su mejor amigo. Ojalá pudiera ser una persona violenta solo cuando estuviese enojado.

—Tú sabes lo rápido que se dispersan las cosas en internet. —Le explicó a YoonGi calmadamente como si fuese la respuesta que esperaba.

—Está bien —aceptó con un resoplido— ¿pero tenías que usar la etiqueta #JiminEstáPerdido?

—¡No, ahora todos van a culparnos por esto! —YeonJun gimoteó y moqueó hasta que encontró algo que lo hizo abrir los ojos y olvidarse de su tristeza— Esperen... ¿No son YoonGi Hyung y JiMin en el fondo de esta imagen?

—¡Tienes razón! Déjame agrandarla. —Le aplaudió HoSeok, haciendo un acercamiento con sus dedos— ¡Oh! ¡JiMin está estirando a YoonGi en la posición del camarón inverso!

YoonGi abrió la boca, asintiendo.

—Ahora entiendo porque me duele todo...

—Ah, casi pierdo el brillo en las aguas termales justo ahora...—Los interrumpió un canadiense con el cabello mojado y gotas de agua entre su camiseta, sonreía tan grande y tenía los ojos puestos sobre alguien en específico. YoonGi notó que su mirada iba a su mejor amigo de la infancia y sonrió levemente. No era tan bobo como para no darse cuenta de lo que estaba allí— ¡No entren a las aguas termales después de beber! Es un consejo del brillante Jin.

Hobi se inclinó para ver a quien había entrado.

—Oh, Jin.

—Es una lástima, debiste ahogarte. —Comentó JungKook casualmente, logrando que el canadiense formará una sonrisa más grande.

—Todos, es casi la hora de ir a deslumbrarse en la pista de hielo. —Alzó su pulgar.

—Pero JiMin se fue. —Se quejó TaeHyung, separándose de los demás que seguían husmeando en las fotografías de la noche pasada.

—¿Qué? —Se lamentó fingidamente Jin— ¿Significa que tendré tendrá que salvar el show con mi mejorado Jin Style...?

—¡No lo harás! —Le corrigió Nochu, dando una patada al suelo.

—Oh, hablando de eso, anoche JiMin y YoonGi tuvieron una pelea.

Los patinadores retuvieron el aliento en coro. JungKook se dirigió al pelinegro inmediatamente.

—¡Entonces si fue culpa del gato de mierda!

—¡Yo no he hecho nada, lo juro! —Exclamó YoonGi apartándose del ruso por su seguridad. Si le preguntaban era muy joven para morir lentamente y tampoco quería ser pateado de nuevo.

—¿Por qué estaban peleando? —Le preguntó Hobi, muy preocupado.

YoonGi arrugó el entrecejo, intentando recordar pero lo único que venía a su mente era JiMin dejando besitos por encima de su ombligo y nada más.

—No lo recuerdo, para nada.

¿Y si había dicho algo hiriente? ¿Al final era igual que su padre por unas cosas de alcohol? Él no debió tomar para nada. ¡JiMin jamás se molestaba con él! Es decir, si lo hacía, pero era tan raro que podría contarlo con los dedos de una sola mano y una de ellas fue cuando vio una película sola que él quería ver entre sus brazos. Hizo un berrinche tan largo que duró treinta minutos durmiendo en el sofá.

—Yo pienso que la razón de la pelea fue...—Jin se echó el pelo hacia atrás, intentando rememorar cual era la palabra— Ummm, Shh... Sh... Chinchin... (Pene).

—¿Cómo dices? —Le preguntó Yuzuru levantando mínimamente una ceja. El único que probablemente entendería con su dominio de japonés.

—¡Shi-chichin chihoko! —Exclamó muy seguro.

—¿Te sientes mejor ahora? —Jin lo miró extrañado y Yuzuru se apartó negando— No hay manera de que ellos estuvieran peleando por eso.

—¡Uh, uh! ¡Tal vez tiene algo que ver con lo que está escrito en mi espalda! ¿Esa cosa de "Superar a Chihoko"?

—¡Ah, Chihoko! ¡Eso es! —Jin suspiró— Un misterio más resuelto por el mundialmente guapo Jin.

—Entonces, ¿quién escribió eso?—Insistió YoonGi, preguntándole a Jin— ¿No fue el aprendiz de SiHyuk?

—Él no estuvo con nosotros anoche. —El canadiense agitó la mano en el aire, como si no importase.

—Está bien, ¿pero quién demonios es esa Chihoko? —Inquirió JungKook comenzando a irritarse.

—¿La chica de YoonGi? —Propuso Tae.

YoonGi sacudió la cabeza hacia los lados, ni si quiera recordaba el nombre de su única y corta relación. Pero definitivamente no se llamaba así y como si pudiese comparar la intensidad de sus sentimientos de JiMin con un amor pasajero, era ridículo.

—¡De ninguna manera! —Gritó Hobi tocándose el corazón. Su mejor amigo pensó que iba decir que aquello no podía ser e iba a romper esa loca teoría— ¿JiMin y YoonGi... Se están divorciando?

Bueno, no. Su mejor amigo también pensaba que Chihoko era su primer noviazgo que alguna vez le contó.

—Si ni el estudiante de SiHyuk, ni Nochu escribieron esto, entonces la única persona que pudo escribir en mi espalda es... —Murmuró YoonGi. Era evidente quien era el causante de su tatuaje temporal.

—¿Por qué todos siguen aquí? —Los más asustadizos pegaron un pequeño brinco, como Hobi, YoonGi y YeonJun ante la voz de SungWoon. A diferencia de ellos, ese patinador estaba bastante impecable, con sus lentes de sol en la cabeza y sus prendas rudas.

—Ah, SungWoon, ¿dónde estabas? —Le preguntó JungKook chasqueando la lengua. El hombre simplemente alzó el pulgar en si dirección como si fuese algún gesto secreto entre los dos— Ya casi tenemos que ir a la pista.

SungWoon preguntó.

—Por cierto, ¿por qué JiMin está haciendo eso allá? ¿Está practicando un nuevo movimiento para su regreso al patinaje?

YoonGi caminó hasta su lado, mirándolo con sorpresa.

—¿Viste a JiMin? ¡¿Dónde?!

—En el techo —Alzó su dedo índice —. Del castillo de Taebong.

—¡¿El castillo de Taebong?! —Medio gritaron, medio preguntaron todos los patinadores juntos.

[5 Horas antes]

YoonGi gimió, bajo el peso de las manos firmes de JiMin en sus piernas. La madera del piso estaba algo fría bajo su pecho desnudo y su mejilla descansando sobre ella también, soltó otro quejido bajo cuando el mayor aplicó más fuerza.

—YoonGi. —Le susurró el hombre mayor.

—A-ay.

—Tu estómago podrá ser apachurrable pero el resto de tu cuerpo debe ser suave también. ¡Empuja! —Le ordenó antes de levantar sus talones tan alto que YoonGi juró que se había roto dos o seis tendones, quién sabe, estaba demasiado ebrio para contarlos.

—¡Ouch! ¡D-detente! ¡Es suficiente de la posición del camarón inverso!

JiMin negó, sin aflojar ni un poco su agarre.

—Si te hacemos más flexible serás capaz de resistiré más poses hermosas ¡por más tiempoo!

—N-no. Bueno, comparado contigo obviamente mi cuerpo es rígido —se quejó su estudiante, JiMin sonrió dejando que el chico acariciara su para nada pequeño ego. Hasta que una expresión de iluminación cruzó en el rostro bajo su cuerpo. Como si hubiese recordado algo muy importante, YoonGi intentó levantarse, sin lograrlo dobló el cuello de una forma en que pudiese ver un poco el cuerpo sobre de él— ¡Ah! ¡Pero ella tiene una espalda aún más suave que tú, JiMin!

Luego rió, en su mente sonaba como el mejor chiste. JiMin contra el pez de decoración. Sí, desgraciadamente el pececito podría mantener más tiempo su curva.

JiMin soltó sus pantorrillas casi de golpe.

—¿Ella?— Preguntó, su estudiante respondió con un sonidito de afirmación feliz al tiempo que se levantaba del suelo— ¿Quién es ella?

—Bueeeno, ella es... ¡Shaaa Chihoko! —Exclamó abriendo los brazos.

—Sha... ¿Chihoko? —Repitió lentamente JiMin.

YoonGi volvió a hacer otra sílaba de afirmación con una sonrisa.

—Nadie brilla más que ella cuando se trata de fuerza en la parte baja.

JiMin arrugó el entrecejo y sostuvo entre sus manos los brazos de YoonGi antes de preguntarle con la voz temblorosa.

—¿Esa Chihoko es así de brillante?

—¡Sí! en su dorado esplendor.

Su entrenador empuñó sus manos, observándolo fijamente.

—¿Tanto que nunca la olvidarás?

—Mmm... Sí, no puedes olvidarla si la miras una vez. —Respondió tranquilamente— ¡Ella se siente ahí en el castillo en su posición de camarón invertido que nunca termina! ¡Bastante impresionante! ¿Verdad? —Sus ojos buscaron los de JiMin destellando de felicidad mientras reía más y más.

Eso a vista de JiMin, era igual a alguien añorando un amor.

Intentó sonreír, pero lo único que logró fue una sonrisa torcida y un sonido que no fue un sí.

—Huh.

—¿Eh? —YoonGi dejó de carcajearse volviéndose serio y preocupado al notar la expresión de su entrenador— ¿Estás molesto o algo?

—¿Yo? —Se señaló, dejando escapar una risa adolorida— No. No lo estoy.

—¡Pero si lo estás!

Lo acusó YoonGi porque por supuesto, podría tener los calzoncillos de JiMin sobre su cabeza pero podía reconocer cuando su mirada de volvía turbia, además sonaba triste.

JiMin no le respondió, lo empujó un poco para dejar su espalda expuesta y con un plumón que estaba en la mesa comenzó a escribir, con letras temblorosas y muy grandes.

"S-U-P-E-R-A-R A C-H-I-H-O-K-O"

—¡Ay! ¿Huh? ¿Qué estás escribiendo en mi espalda? ¡Hey, JiMinnn!

JiMin estaba tan molesto en ese momento. Pero no con YoonGi. Solo consigo mismo por pensar que sabía todo sobre su estudiante y que casi él era todo lo que se debía saber.

Sha... Chihoko... Repitió en su cabeza, observando a YoonGi comenzar dormirse sobre él. Un poco de baba mojando su hombro.

Chihoko ¡¿Quién demonios es ella?!

—Ah, no, no importa quién sea. —Se dijo acariciando los cabellos alborotados de su estudiante.

Es su pasado, la razón por la que YoonGi es quién es.

YoonGi que lo sorprendió tantas veces, yendo más allá de sus expectativas, hizo sus ojos brillar en cada ocasión que buscaba una respuesta. Añadió nuevos colores a su mundo, así que se dijo firmemente que ese era su turno.

[...]

—¡¿Quééé?! ¡JiMiiinnnn! —Gritó YoonGi tan fuerte como pudo, apenas podía observar la figura de su entrenador en la punta del castillo por los rayos del sol y la altura. Entró al castillo de Taebong y comenzó a subir las escaleras para llegar hasta el piso más alto. ¿Cómo calabazas JiMin había llegado ahí? ¡Ni si quiera un gato suicida haría eso! ¿Y por qué seguía gritando algo de sus expectativas?

—¿Qué es lo que opinas, YoonGi? —Le respondió JiMin en el mismo volumen para que desde su lugar pudiese escucharlo.

YoonGi rió, negando con la cabeza. Prefería reírse antes de arrancarse todos los cabellos del estrés. Se detuvo en el piso más cercano y en la primera ventana que encontró se impulsó para poder responderle.

—¿Qué es lo que opino? ¡¿Qué estás haciendo?!—Le cuestionó— ¡¿Una posición de camarón invertido desnudo en el techo del castillo de Taebong?! ¡Definitivamente saliste de mis expectativas!

Se apartó de la ventana y corrió escaleras arriba. Dioses, él sin duda debía amar locamente a ese hombre para a seguirlo a la punta del castillo. A este paso regresaría al piso sin un poco de grasa adicional.

—¿Quién es más increíble? ¿Chihoko o yo, eh? —Demandó saber JiMin sin dejar su posición tan extravagante.

—¡¿Quién rayos es Chihoko?! —YoonGi se empujó al siguiente ventanal y sacó la cabeza— ¡Nunca encontraría a nadie más increíble que tú aunque buscara en todo el mundo!

Y ni si quiera tenía idea de quien era Chihoko.

—¡¿Estoy brillando?!

—¡Eres demasiado brillante! —Le respondió en el último, suspirando cuando encontró una compuerta con dirección al tejado— ¡Así que ponte algo de ropa ya!

Ni si quiera podía creer que JiMin estaba totalmente desnudo. Si no estuviera tan sorprendido y asustado estaría sonrojado hasta las orejas.

Apenas pudo subir, se mantuvo lo más cerca de la entrada y evitó mirar hacia abajo. Confirmado, sin duda había perdido la cabeza por ese patinador.

JiMin se recompuso, sonriendo.

—Apuesta a qué te sorprendí.

—Oh sí, tenlo por seguro. —Dijo después de tomar una bocanada de aire —Enserio, JiMin, es peligroso aquí arriba, ¡vamos a bajar!

Intentó tomarlo de la mano y arrastrarlo consigo de vuelta una altura normal, pero su entrenador entrelazó sus dedos.

—Ahora hazlo conmigo, YoonGi.

—¿Qué? ¿Qué tal que no?

—¡Pero mira la vista desde aquí! —Dijo JiMin inclinándose un poco al frente parecía genuinamente fascinado. YoonGi tragó el seco observando los pisos de diferencia de altura.

—B-bueno, n-no tenemos tiempo —Tartamudeó apartando la sensación del vértigo— ¡Si no nos apuramos el show va a empezar si nosotros!

—YoonGi, nuestro show comenzó hace mucho.

YoonGi parpadeó mirándolo confuso. No podía decir que JiMin estaba cayendo en la locura, para nada, su entrenador era así todo el tiempo.

—¿Qué?

—¡Date prisa! —Le pidió JiMin riendo.

—Ah, entonces así es como es— Mejor evitarse un berrinche, se convenció y se contagió de la risita divertida de su amor— ¡Bieeeennn!

—¡Amazing!

—¡Oh, Ahora YoonGi Hyung también está haciendo la pose del camarón inverso! —YeonJun dijo mirando hacia arriba. Él, justo con el resto de los patinadores prefirieron mantenerse al ras del piso y mirar como YoonGi bajaba a JiMin— ¡YoonGi Hyung, fighting!

—Bueno, no puedo mostrarle esto a JungWoong.

Comentó NamJoon, haciendo que Jin a su lado riera eso.

—Nah, he hecho cosas más brillantes. —Presumió dándole un golpecito en la cadera. NamJoon lo apartó abochornado asegurándose que no lo mirase nadie antes de devolverlo con más fuerza.

TaeHyung posó una mano sobre su cadera.

—¿Perversión de Shachihoko? Huh, el hielo definitivamente va a derretirse ahora.

—Ese es el siguiente nivel. —Dijo SungWoon. Yuzuru negó, observando bien.

—Se ve peligroso.

—¡Felicidades por volverse a casar! —Clamó Hobi, girándose hacia la gente que miraba extrañada les dijo en un grito— ¡Todos, mi mejor amigo se casó de nuevo!

—¡Estos idiotas! —Gruñó JungKook — ¡Vámonos a la exhibición de Taebong, aguas termales sobre hielo! 

Gracias por todo el apoyo que le regalaron a este pequeño bebé.  No se olviden se seguirme, probablemente cuando se estrene la película del anime me anime a adaptarla también y tengo otros proyectos que probablemente podrían gustarles, uwu. 

Con todo el cariño, nunca dejen de soñar. 🧡