
26 ❄︎
Nadie pudo descifrar la expresión de aceptación que colocó SiHyuk. A excepción de JiMin, el saltó a darle un abrazo y mientras murmuraba palabras rusas que YoonGi apenas entendía, lo sujetó de la mano.
Hizo una presentación exprés en inglés entre ambos, bajo la atención de JungKook. Después en un santiamén estaba corriendo sujetando sus dedos, hacia la salida del estadio.
JiMin tironeaba de sus dedos, hablando con velocidad y YoonGi se sintió mareado.
Como si estuviese medio dormido y todo eso sucediera lentamente.
La presión en su pecho le volvía todo más difícil de procesar.
—JiMin, lo entiendo —Le murmuró aflojado sus manos unidas—. Puedes soltarme.
El ruso retuvo el aliento.
Claro.
Obedeció, dejándolo ir.
—Iré al hotel a recoger mis maletas. —Farfulló, buscando sus guantes en los bolsillos de su traje. Por alguna razón, tenía las manos demasiadas frías—. Pregúntale a SiHyuk lo que no entiendas —repitió mirándole con preocupación. La idea de dejar a su pequeño estudiante enfrentándose solo le inquietaba. Aún más la sonrisa tensa e inquieta que le regaló para tranquilizarlo y luego desvío el rostro, parecía que le era imposible mirarle a los ojos. Era evidente que estaba herido y no lo esperaba, pero JiMin también lo estaba—. Si estás en aprietos, dale un abrazo y te ayudará.
—Sí...
Siendo incapaz de contener sus impulsos, JiMin se abalanzó hacia adelante atrapando a YoonGi entre sus brazos. Lo sintió tensarse y únicamente cerró sus brazos.
Si no podía abrazarlo antes de su programa libre, lo haría ahora.
Incluso si YoonGi no se lo permitía hacerlo nunca más.
—Lo siento, YoonGi... Esto no debía suceder —Ambos sabían que aquellas palabras iban mucho más a allá del viaje—. Aunque no esté contigo te acompañaré en espíritu.
A YoonGi le brillaron los ojos, quizás era por las lágrimas que querían escapar o porqué JiMin seguía demostrándole cuánto le quería incluso después de divertirse con Nina.
Se sintió patético por aferrarse un poco más al saco de JiMin y respirar la ginebra salpicada de rosas y duraznos como si fuese el único aire que pudiera respirar.
JiMin le había hecho una herida y después de eso. Sin embargo, parecía que era él el único que lograba que dejase de doler.
El mayor se apartó y YoonGi dejó de sujetarlo, sonriendo y enviando mirarlo.
Y así, JiMin partió a Taebong.
YoonGi le llamó a NamJoon antes de dormir y escuchó la voz de JiMin a través de la línea. Su respiración se atascó, no tenía pensando hablar con él o podría acabar peor.
El corazón le tembló junto con la voz, pero le prometió que daría cada pedazo de su alma sobre la pista.
JiMin le dijo "Lo sé." Con la misma seguridad que él le gritó en la Copa de China.
Justo cuando su entrenador quiso tocar el tema de Nina, le pidió que le devolviera el teléfono a NamJoon, que era tarde y lo único que quería era dormir.
Se recostó dándole la espalda a la cama vacía de JiMin y tomó de las cobijas para taparse hasta las orejas.
Estos días, ha estado vacía. Pensó y se adormeció. Estaba tan agotado mentalmente que al despertador le costó trabajo hacerlo levantarse, bueno, más de lo normal.
Por la mañana no se sintió extraño, tomó el desayuno, su ducha matutina y esperó viendo el televisor. A medida que se acercaba la hora, cogió su ropa deportiva junto con el traje y se encerró en el baño.
Cuando salió, tenía las mejillas rojas y su vista se posó sobre el colchón izquierdo.
Entonces el color desapareció y pudo sentirse extraño.
JiMin no estaba sentado ahí con una sonrisa juguetona ni sus frases coquetas "Me gusta el traje, pero seguro me gusta más lo que hay debajo."
Ni se tomaría el atrevimiento de tomarle en una mano su trasero dándole un pequeño apretón, para marcharse con brincos como si no hubiese hecho nada malo.
Definitivamente se sentía vacío.
YoonGi evitó pensar en eso. Abandonando su habitación se encontró a SiHyuk y se tensó. Intentó formar una sonrisa y se inclinó en una reverencia corta.
—Buen día, SiHyuk-ssi.
El hombre apenas se detuvo a mirarlo y siguió su camino.
YoonGi hizo un puchero y dudó si debía seguirlo. Honestamente no esperaba palmaditas en la espalda pero unas palabras de aliento no le vendrían mal o al menos alguna indicación concreta.
Luego bufó, ¿desde cuándo recogía migajas de cariño? Él no era de esos, no al menos a propósito.
Aunque sin darse cuenta lo ha hecho, desde que le gusta JiMin.
De camino al estadio, YoonGi accidentalmente tomó un coche apartado de SiHyuk. Miró la nieve en las calles por ventanilla y llevó una mano a su boca. No pasaría nada si llegaban separados, ¿verdad?
Se detuvo, alejando los dedos y observando sus uñas. Solo el pulgar estaba un poco mordisqueado y el índice, las demás lucían bastante bien e incluso estaba ligeramente largas.
La mano faltante tenía las mismas condiciones. Sonrió, jugando con ellas sobre su regazo sobre su bolso negro.
No sabía cuándo dejó de hacerlo, ni si quiera lo había notado. La sorpresa de saber que su ansiedad disminuía le hizo sentirse feliz por ese instante. Hasta que la puerta del autobús vehículo se abrió.
Nina entró por la compuerta trasera y aunque aún quedaban dos espacios antes de llegar al asiento de YoonGi. Pese a que ambos evitaban tener contacto alguien la empujó y ella no tuvo más remedio que tomar sitio junto al chico.
Por reacción, retuvo el aire, tragando saliva espesa. Estuvo tentando a bajar la ventanilla para que recibir un poco de aire.
Jugó con el botón de le ventana y pasados un par de minutos de caminos y finalmente decidió que podía hacerlo.
Le bajó solo unos centímetros, pero fue lo suficiente para que pudiera tomar una bocanada de aire totalmente helada.
Entonces Nina estornudó.
YoonGi la miró por el rabillo del ojo. Pensó que podía estar burlándose de él, pero ella volvió a hacerlo cubriendo su boca con su antebrazo.
No parecía fingido.
Observó sus piernas desnudas y se preguntó cómo es que no cogía un resfriado. Él estaba temblando de frío bajo el traje y la ropa.
Ellos eran tan distintos.
Suspiró profundamente, regresando la ventanilla hasta el tope. Pero Nina no detuvo sus estornudos.
Esto es mi culpa. Se dijo mordiéndose los labios.
Abrió su mochila, buscó el paquete de pañuelos que siempre estaba dentro del peluche de Holly pero que YoonGi dejó en el Motel. Con un nudo en el estómago, tímidamente se los tendió.
Si hubiera sido alguien malvado, habría tirado de toda la ventana. Pero era YoonGi.
No odiaba a Nina, ni a JiMin. Aunque el labio le temblaba hacia abajo cada vez que recordaba la boca de su entrenador tintada de roja, lo entendía.
Nina le miró como si hubiese enloquecido y YoonGi se señaló la nariz, igual a la vez que JiMin lo hizo con él.
Ella finalmente cedió, tomando un pañuelo mientras le decía con voz lineal:
—Gracias.
Durante el camino, ninguno volvió a mirarse y apenas llegaron al estadio ella salió disparada por la puerta. YoonGi pensó que debía ser cosa del trabajo del staff, porque era extraño pensar que ella huía de él y no viceversa.
Después no pudo pensar más en ello, había trabajo que hacer.
[⛸️...]
—No intercambiaste palabra alguna con SiHyuk en el ensayo público de esta mañana —Dijo ChanYeol con el ceño fruncido y su micrófono a una distancia de sus labios. Los camarógrafos le tomaron un par fotografías.
Inclinó el micrófono hacia él.
—E-estaré bien. —Tartamudeó YoonGi con una sonrisa inestable y una ceja alzada— Haré lo q-que he ensayado con JiMin.
JungKook chasqueó la lengua con pena. ¿Por qué SiHyuk también acogió al gato gordo?
Debía ser por pena, todos sentían pena por YoonGi. Hasta JiMin.
—JungKook —SiHyuk que también miraba la entrevista de YoonGi, señaló con su pulgar la parte trasera del estadio—. Tu abuelo vino a verte.
JungKook volvió a imitar un chasquido, está vez de alivio. Su abuelo vendría a verlo y se moría de ganas de darle un largo abrazo con cuidado de no romperle la espalda.
Sin JiMin aquí, soy el único que puede ganar. Todo está a mi favor. Nochu tenía un presentimiento.
YoonGi calentó, usando sus lentillas y con su frente descubierta. No encontraba sus tapones para oído por lo que tuvo que estirar con los gritos del público.
—Mis tapones... —Murmuró buscando en los bolsillos de su pantalón.
—Están por comenzar los programas sencillos —ChanYeol comenzó a narrar y eso hizo que se le herizara la piel a YoonGi— del segundo grupo de la Copa Rostelecom. En este evento de determinará quiénes avanzarán al Grand Prix Final.
—¿Mis tapones? —YoonGi volvió a murmurar. Y si JiMin estuviera allí le habría colocado las manos en las orejas de forma cariñosa con una sonrisa.
El inconveniente, era que no estaba.
Decidió alejarse para poder tener un calentamiento tranquilo y accidentalmente tiró la botella de Yuzuru. El chico japonés no reparó en ello, intentaba colocarse los guantes con sus manos temblando. Era su turno.
"¡Estoy siendo profesional cómo debimos de serlo desde un inicio!"
YoonGi pensó que aquello sonaba apropiado en ese momento, sin embargo cuando se apoyó contra una pared cualquiera para calentar supo que le faltaba algo.
Las manos de JiMin sobre sus hombros, su perfume levitando a su alrededor para hacerle saber que aunque tuviera sus ojos cerrados seguía a su alrededor. En sí, toda su presencia que rozaba entre la línea de trabajo y lo personal, rozaba, regresaba y lo bloqueaba.
Estiró sus brazos mientras haciendo círculos con ellos.
Observó a Yuzuru pasar por el pasillo acompañado de lo que parecía ser su entrenadora y se cuestionó su habría terminado ya. Caminaba con su expresión neutra hasta que una gota salda escurrió por su mejilla.
Inclinó la cabeza. Con la rabia apoderándose de él, lloró.
Perdió. Y YoonGi sintió pánico. Así que apartó los ojos.
Fue el turno de JungKook, YoonGi caminó en dirección a la pista estirándose sobre la punta de los pies, porque él era el siguiente después del programa libre de Nochu. Lo observó espléndido con su traje de matices negros con tirantes rojizos.
—Sigue el quinceañero JungKook Plisetsky en su propia tierra, tercero tras el programa corto —El público le gritó mientras entraba a la pista— ¡Escuchen esos vítores!
JungKook inició un santiamén después de la música, justo como estaba planeado.
—Patina al son de Allegro Appassionato en Si menor. Coreografía de JiSoo Balanovskaya exdirectora del Ballet Bolshoi —Los cabellos de JungKook se veían preciosos con el tocado en que iban recogidos y contrastaba de maravilla con la manera violenta en que se sacudían—. Para el debut de Plisetsky eligieron una pieza conocida por su dificultad e intensidad.
El primer cuádruple fue demasiado alto, JungKook estaba muy entusiasmado.
—¡Primer cuádruple! Saltó confiado, como en el programa corto.
El segundo, fue igual de pretencioso y seguro. Bailaba con belleza, como le habían enseñado.
La belleza es una fuerza arrolladora.
YoonGi levantó las cejas, sin dejar de estirar en su lugar. Esa fue una secuencia infernal... ¿Cómo puede estar tan calmado?
Un cambio en la tonalidad anunció la segunda mitad. JungKook planeaba tener seis en ella, una completa locura que no estaba seguro de lograr aunque debía arriesgar si no quería perder contra Jin y YoonGi.
—Un Lutz triple —Con una expresión firme, JungKook continuó—. Un flip triple.
Si quiero derrotarlos no puedo cometer errores. Se convenció JungKooK acomodándose para saltar nuevamente.
—Un toe-loop cuádruple.
Chasqueó la lengua. Recordando como Jin descaradamente le enseñaba su medalla de primer lugar en Canadá y le decía "Volvamos al podio en la Copa Rostelecom, ¿bien? Pequeño JungKooook."
¡Infeliz!
—Un salchow cuádruple y un toe-loop triple —Respiró con la furia de un tigre, si no la tenía se desplomaría. Faltaba poco—. Fue un bello salto de gran altura. Demuestra mucho espíritu en la segunda mitad.
El ruso joven lo hizo de nuevo con la última gota de vitalidad que guardaba.
—Un loop triple y un toe-loop doble.
Solo quedaba su última combinación de saltos, tenía que lograrlo.
—¿De verdad es Nochu? —Preguntó YoonGi al aire lleno de sorpresa.
—Un Axel triple —JungKook saltó tan rápido que el público apenas pudo distinguir cuando tocó el piso y cuando no lo hizo—, un loop sencillo y un salchow triple.
YoonGi sintió de pronto que la pista se volvía inmensa y lejana
—¡Clavó todos sus saltos! Se sacudió la presión, cumplió con los fanáticos rusos y presentó un programa su sublime.
JungKook terminó en una posición de gloria y cayó de rodillas para intentar respirar con la garganta seca.
Superó todos sus límites. Reconoció YoonGi totalmente sorprendido. Eso fue lo que hizo.
—YoonGi, tu turno.
Le mencionó alguien del staff, tomándole del hombro.
YoonGi brincó y asintió, perdiendo color. Con las manos torpes intentó bajarse la chaqueta mostrando su traje purpura levemente mal acomodado, al tiempo que intentaba quitarse la funda de las cuchillas.
JungKook mientras tanto entró al kiss and cry, esperando su resultado junto con la exesposa de SiHyuk. Todavía le costaba mantener el aliento.
—Su puntuación de programa libre es de 199.87, una marca personal. Su total es de 286.96 -JungKook brincó del asiento a la par que el público gritaba y las cámaras sonaban—. Irá al Grand Prix Final.
—¡¿Qué tal mi programa, gato gordo?! —Gritó con una sonrisa enorme buscándolo entre la muralla.
Su entusiasmo se desvaneció al encontrar a YoonGi al centro de la pista con su traje, con una expresión muerta. Los labios resecos, tensos, su cabello no estaba bien sujetado y bajo sus ojos parecían aparecer dos bolsas que en la mañana no estaban ahí.
YoonGi estaba sordo, no podía escuchar el bullicio del público. Ni si quiera podía ver sus pies guardados en sus patines, estaban borrosos.
Se sentía mareado, distintito.
Como si estuviera dentro de una piscina y no pudiera ver con claridad.
Cerró los ojos, e intentó respirar por la nariz. Fue el único tiempo que tuvo, su pista comenzó a sonar y él automáticamente se movió.
—El coreano Min YoonGi quedó en segundo tras el programa corto —Con lentitud sus manos hicieron el recorrido hacia su rostro—. Su canción es YoonGi on Ice.
No quiero que piensen que todo lo que JiMin me ha enseñado ha sido en vano.
Patinó hacia atrás, su cuerpo se volvía ligero. Lo demostraré ganando.
Si fallo aquí, todo habrá acabado.
A la pauta leve del piano que YoonGi editó, realizó su cuádruple.
—Un toe-loop cuádruple... —Se impulsó para saltar, sin esperar que antes de estar elevado sus piernas se enredaran y no pudiera girar lo suficientemente.
¡Me trabé!
—¿Qué cree que hace? —JungKook lo miró con confusión. SiHyuk abrió los ojos y agachó la cabeza negando.
—Su segundo salto acabó como un sencillo.
Rayos, rayos.
YoonGi respiró, diciéndose Cálmate, cálmate. Con la mente en blanco, siguió la secuencia de pasos.
¿Cómo soluciono esto?
"Tiendes a fallar en los saltos cuando tienes algo en mente."
"A partir de ahora seré tu entrenador."
"Y haré que ganes el Grand Prix Final."
¿Cómo supo lo que sentía? Se preguntó cerrando los ojos, si se esforzaba más la voz de JiMin dentro de su mente sonaba con total claridad.
Hasta que JiMin llegó nunca pude decir que iba por el oro. Recordó la competencia pasada y sus patéticas caídas de costado, de frente, sentones. SungDeuk consolándolo frente a las cámaras. Llorando a escondidas en el baño.
Pero nunca patiné pensando que iba a perder.
YoonGi brincó por los aires, flojo. Dudó un poco si logró cumplir con los puntos hasta que ChanYeol habló.
—Su salto apenas tuvo la rotación suficiente.
JungKook apretó el puño de rabia.
A decir verdad, también quería el oro en el Grand Prix Final del año pasado.
"No eres débil. Y nadie lo piensa."
"Ahora que sé qué es el amor y he crecido gracias a él, ¡lo demostraré consiguiendo el oro en el Grand Prix Final!
También aprendí que el amor puede doler... Reconoció, empuñando las manos.
Pero... Llegué han lejos porque JiMin creyó en mí y me amó.
—Un toe-loop triple. —Aterrizó perfectamente, con ambos pies.
Si no alcanzo el Grand Prix Final... ¡No!
Abrió extendió los brazos a cada lado, cerrando de los ojos y disfrutando la brisa, justo en la mitad de su programa.
—¡Idiota! —Gritó JungKook, despertándose. Juntó las manos cerca de su boca— ¡Fightin...!
Jin silbó sorprendido, deteniéndolo.
—JungKook. Estás muy amable ahora que aseguraste un puesto. —Le guiñó un ojo, golpeando con un dedo su frente— Yo también espero tu apoyo.
JungKook alzó su pie frunciendo el ceño. El trasero de Jin estaba invitándolo a darle un bonito beso con sus patines aún puestos.
—JungKook, vámonos.
La exesposa de SiHyuk le llamó, deteniendo su rabieta.
YoonGi estiró el brazo al cielo bajo la luz de los reflectores. Nochu parecía al borde de la muerte cuando realizó sus últimos tres saltos.
Yo tengo mucha más resistencia que él. Seré idiota...
Tomó altura y consiguió un triple axel. Abrió los ojos cuándo sus cuchillas estuvieron firmes sobre el hielo e imaginó que alguien que quería lo esperaba detrás de la valla.
Recordó a JiMin con su abrigo café siempre mirándole desde la muralla, como si él fuera lo más precioso en el universo o un elefante torpe. Furioso, contento, exasperado, esperando sus abrazos.
JiMin no lo quería como él y lo amaba tanto. Sin embargo... Con o sin JiMin a mi lado, competir sigue siendo difícil.
Bailando hacia atrás, volvió a elevarse con los espectadores vitoreando su triunfo.
—Un flip triple.
No te compliques. Nadie más puede realizar este programa con el mismo encanto.
—Un Axtel triple, un loop sencillo y un salchow triple —La secuencia estuvo bien ejecutada, fue rápida y no mostró cansancio excesivo. Incluso sorprendió a SiHyuk. YoonGi no podía permitirse que alguien le quitase la mirada y desafiando las creencias de todos otra secuencia de saltos de gacela le siguió—. Un Lutz triple y un toe-loop triple.
Nadie el mundo ama más que yo este programa que hice con JiMin.
La música anunció su salida y eso se coló en el corazón a YoonGi.
¡Este no es el fin! Todo acabará cuando obtenga el oro con JiMin.
Se sentía tan imparable, melancólico y feliz.
—En esta secuencia puede sentirse el amor que Min YoonGi solo puede expresar sobre el hielo.
Mi amor puede que esté algo roto, puede que no sea correspondido. ¡Pero sigue vivo!
Un salto tras otro y en el final su mano tuvo que tocar el hielo.
Rayos, con lo bien que le estaba yendo. Brillando tan maravillosamente como sabía hacerlo y tan sólo la idea de imaginar al pelinegro brillando con JiMin a su lado deslumbró al público.
Eso es, YoonGi, nunca habrá más obscuridad mientras creas en ti mismo.
El piano tintineó una última vez antes de que la melodía desapareciera por completo y al patinador dentro del hielo se le escapó una gota salda del rabillo del ojo.
YoonGi terminó, apuntando con su brazo a un lugar vacío entre las muralla
Después, se derrumbó sobre el hielo internado cobrar aliento. Tosió con esfuerzo intentando recuperarse. Ha sido mi programa más duro hasta la fecha.
En el kiss and cry, el staff le ofreció una botella de agua y él la aceptó feliz caminando detrás de SiHyuk.
El hombre se sentó a su lado con los brazos y YoonGi se dedicó a tomar, recuperando fuerzas.
—Oye. —Le llamó por primera vez el hombre. YoonGi dejó la botella para prestarle total atención— ¡No supiste aprovechar el programa que te hizo JiMinie! ¿Por qué no ensayaste en el caso de que arruinaras el salto? JiMin tampoco lo hacía. —YoonGi apenas parpadeó, divagando. Es como JiMin, da sermones en el kiss and cry— Sigue siendo igual como tu entrenador y...
—Tenemos el resultado de Min YoonGi, es un 172.87. Su total es de 282.84. Se encuentra en tercero —SiHyuk por fin dejó de hablar, observando el marcador en las pantallas—. Aún puede avanzar al Grand Prix Final, pero habrá que esperar.
SiHyuk hizo un chasquido.
—Te fue mejor de lo que pensé. Uh, ¿qué pasa? —YoonGi se lanzó a abrazarlo, dando las gracias en ruso.
JiMin volverá pronto a Rusia.
Jin entró a la pista, sonriendo después de recibir un beso corto de su bonita prometida. Gritó "It's Jin Jin Style!"
[⛸️...]
Jin quedó en primero, JungKook en segundo y YoonGi...
—¡YoonGi, felicidades por calificar al Grand Prix Final! —Le felicitó una chica del staff, abriendo los brazos en su dirección. Sin esperar que YoonGi se lanzara a ellos apretándola con fuerza y haciéndola sonrojar.
—Gracias. —Murmuró con voz ronca.
El competidor Checo apareció por el gritito de sorpresa de la chica y al instante YoonGi se abalanzó sobre él.
—Ah. ¿Es una competencia de abrazos? —Preguntó sonriendo y correspondiendo con la misma fuerza.
Yuzuru caminaba rumbo a la salida con su mochila, sobre sus hombros y un aura decaída. Definitivamente entró en el momento equivocado porque YoonGi salvaje con los brazos abiertos lo apretó.
Por poco vomita, sin exagerar.
—Jin Is... —Decía Jin pero fue interrumpido porque YoonGi lo rodeó o colgó sus piernas a un lado de su cintura.
Entonces vio a JungKook. Y él se lanzó a correr lejos, aunque YoonGi le siguió.
—¡Jááááá! ¡No te me acerques!
Y cuando se cansó de perseguirlo, YoonGi caminó hacia donde guardaba su maleta con los brazos extendidos.
Aterrador...
Aún como pasos cortos, avanzó hasta su maleta y la colgó sobre su brazo.
Buscó su teléfono y mientras lo encendía, se encontró con la figura de Nina guardando unos papeles caminando a un par de grupos de personas.
Volvió la vista a la pantalla, presionando la notificación de la llamada en buzón sin pensarlo.
—Hi, YoonGi —YoonGi tensó su cuerpo, al escuchar la voz de su entrenador al otro lado de la línea. Sus mejillas de volvieron rosadas y no supo la razón—. ¿A esta hora despertarás? No sueles encender tu teléfono hasta que la competencia termine —dijo una palabrota (Calabazas) intentando que el calor no le invadiera más la cara. ¿Por qué JiMin recordaba siempre los detalles?—. Yo... Hay alguien quiere saludarte... —Un crujido débil y luego un tenue gruñido hizo que YoonGi respirara aliviado— Holly, todavía esta anestesiado... Pero, él se moría por saludarte... Y, también yo. Veré tu competencia lo más pronto que pueda... —Suspiró.
El mensaje se cortó y YoonGi rápidamente corrió al historial para encontrar otro igual. Sólo que aquí le daba la bienvenida la risa melodiosa de JiMin.
—Detesto esto... Detesto querer decirlo por persona —YoonGi apretó el teléfono contra su oreja—. Mis ojos siempre están puestos en ti. No quiero decir que lo que sucedió... Es justamente eso, no hay justificación —El azabache sonrió lastimado—. Quiero mirarte al rostro mientras te digo esto, pero no pudo respirar sabiendo que piensas que hay alguien que tiene el mismo toque que tú... Sólo... Espérame... Charlaremos y... Decidirás. Y justo ahora pienso que —imaginó a JiMin sonreír al otro lado— el sabor de tus labios es lo que mejor he probado y amo que no sepas cómo besarme... Espérame, YoonGi.
YoonGi se relamió los labios, escuchando el pitido de la telefonía.
Tenía tantas cosas que quería decirle. Y algo que entendió, era que JiMin era un alma libre.
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