11 ❄︎
—Estamos en la pista de patinaje de Taebong donde es el Aguas termales sobre hielo. Aquí tenemos a los patinadores, Plisetsky JungKook y Min YoonGi —ChanYeol era un conocido narrador de patinaje artístico de pelo negro alborotado, orejas sobresalientes y una habilidad increíble para hablar a aceleradamente, en su época de decadencia apoyó a YoonGi con comentarios de ánimo y opiniones favorables a su trabajo. En esa ocasión fue el encargado de entrevistar a los competidores antes de su duelo. YoonGi y JungKook se mantenían firmes, cada uno a su manera, mientras un equipo de camarógrafos les apuntaba—. Ambos programas cortos los coreografió Park JiMin. Hoy los presentarán en una competencia. Díganos cómo se sienten.
Extendió su micrófono de mano hacia el mayor.
—Me gustaría que probaran las aguas termales de aquí al terminar. —Pidió tímidamente.
YoonGi que lo había dejado desde hace un año evitó los focos de atención y se ocultó en la penumbra de la incertidumbre, se sentía más tenso de lo normal.
—No promociones el turismo —Le reprendió ChanYeol, sorprendiéndolo— Promociónate a ti.
—No necesitamos un gato sin talento. Lo machacaré.
Respondió JungKook con naturalidad. La cámara le enfocó.
—Esa era la respuesta que queríamos, gracias, gracias —Le agradeció ChanYeol apasionado—. Por último, oigamos a Park JiMin quien cambio de carrera para entrenar.
ChanYeol se apartó, dejando ver atrás sí a un JiMin usando un hanbok* de tela azul obscura con cintillos en el tono más claro y una banda blanca con el mensaje "Embajador del turismo de Taebong", como accesorio sostenía un abanico blanco que agitaba en todas las direcciones feliz.
— Hi! Taebong es un gran lugar, vengan a visitarlo.
— ¿Qué haces, JiMin? —Preguntó YoonGi, nervioso.
JiMin le miró consternado, si entender que hacía algo malo.
—¡No lo hagas! —Exigió JungKook, apuntándole con su dedo índice. JiMin tapó su boca con el abanico cerrado— ¡Devaluarás la competencia! Prepárate para evaluar nuestra batalla.
—Concederás el deseo del ganador, ¿no? —JiMin permaneció en silencio un instante ante el recordatorio de YoonGi y luego asintió seguro.
—Ah... ¡Claro! —Extendió el abanico.
JungKook preguntó enojado seguro de la respuesta:
—Lo olvidaste, ¿verdad?
[⛸️...]
En el reducido vestíbulo lejos del gentío emocionado se escuchan los trotes de calentamiento de Nochu y el sonido de la respiración descompensada de YoonGi estirándose hacia los lados. Ambos portaban audífonos y escuchaban por última vez su canción; YoonGi usaba unos que pasaban desapercibidos entre su chaqueta negra que le cubre el traje y tiene la bandera de Sur Corea bordada, JungKook unos de casco inalámbricos que reproducían Agape tan fuerte que podía escucharse fuera de ellos.
JiMin observó los movimientos inquietos de JungKook, sosteniéndose la barbilla.
—Nochu —Inmediatamente quitó los audífonos al oír su nombre sobre el alto volumen y sin motivo alguno sus pómulos se tiñeron de rosado sigiloso. NamJoon le llamaba por el marco de la puerta con una cortina negra en vez de puerta—. Ya casi es hora.
—Bien.
Bajó el cierre con la cabeza sumida en otro lado y se deshizo de su chaquetón para darle paso al conjunto blanco sumamente cuidado y pulcro. Con plumillas sobre los hombros, las mangas, las incrustaciones de piedras discretas entre las rejillas de la tela, parecía la piel arrancada de un arcángel.
—Impresionante, es el legendario traje de rejilla de JiMin de cuando era junior —murmuró asombrado NamJoon y JungKook le dirigió una mala mirada, en el fondo se sintió avergonzado— Es precioso. Te ves muy bien con él, buena suerte.
—Gracias.
—Ya tienes que salir, ¡vamos, muévete!— Le empujó suavemente y el cisne blanco, JungKook, fue tragado por la tela negra que anunciaba su salida y entrada al ojo público.
—Aquí llega el varias veces ganador del Grand Prix Final en categoría junior. —Narró ChanYeol con profesionalidad. El público que sostenía una bandera rusa se entusiasmó al ver al rubio vestido por los cielos con su conjunto brillante a la pista. Las luces le apuntaron e inmediatamente JungKook se apoderó ellas con movimientos seguros— Espera tener un debut brillante como senior con el programa de Park JiMin. ¡Plisetsky JungKook!
Sus fanáticos vitorearon con entusiasmo, JungWoong se unió al festejo a un lado de su padre que no le quitaba la vista al chico de cabellos dorados.
—Vamos...— NamJoon dijo en voz baja.
YoonGi le observó tomar su posición inicial con la mano sosteniendo del telón de entrada apretando sus dejos más de lo que debería.
JiMin que sostenía su mentón jadeó levemente sorprendido ante la esencia extraña que desprendió su estudiante más joven.
—Realizará el ejercicio con Ai ni tsuite, Agape— Al mismo tiempo, las luces traseras se encendieron y la música sonó. El inicio de la canción flotó en el aire hasta crear una atmósfera divina que JungKook aprovechó para iniciar la coreografía como le enseñó JiMin. Suavemente, alzar brazo, girar sobre sus puntas, obtener un par de alas y comenzar a moverse sobre el hielo. Los movimientos eran limpios, no existía fallo en alguno de ellos— Su primer salto es un triple axel*.
JungKook acomodó los pies sin problemas y brincó con gracia, aterrizando en la posición y tiempo con correcto. El color del traje chocó contra los faroles que iluminaba el escenario y un destello de colores chocó contra las personas que tenían la boca abierta y los ojos fijos.
El Agape de Nochu los tiene fascinados. No se parece en nada a lo que vi mientras practicaba. Reconoció YoonGi que se encontraba tan sorprendido como cada persona allí.
Recordó a JungWoong y sus lágrimas, la mirada de JungKook perdida en el infinito del vacío. Ahí fue cuando cambio la actuación de Nochu. Tragó dificultosamente la saliva espesa que se juntó por el peso de la impresión. JungKook tomó su pierna izquierda elevándola a la altura de su cabeza mientras rotaba y luego deshizo la postura con gracia. No se puede perder de vista a este monstruo hermoso y en constante cambio.
—Vienen los cuádruples que le prohibieron en las competencias. Y está en la segunda mitad—explicó el compañero de narración de ChanYeol, BaekHyun, con la voz embelesada por el espectáculo. Tomó el inicio y con buena fuerza brincó doblando sus patines para enterrar con más fuerza sus filos contra el hielo, en el vuelo su pierna izquierda se alzó hacia adelante dándole más impulso y una altura increíble. A la sorpresa de todos, JungKook lo acompañó lo con un Toe-loop triple— Un salchow cuádruple seguido por un Toe-loop triple.
Bailó de esquina a esquina, mientras las personas se exaltaban.
—Aquí viene el salto final, un Toe-loop cuádruple —El público contuvo el aliento al ver al chico que desde esa perspectiva se miraba pequeño pegar un brinco sin problemas y destacar. ¡Lo clavó! ¡Qué quinceañero tan asombroso!
JungKook dejó caer su cabeza y su melena hecha de hilos del sol goteó agua cristalina del esfuerzo.
—¡Clavó todos sus saltos! —Agregó BaekHyun.
JiMin le observó sin siquiera atreverse parpadear.
Lo siento, Abuelo. Pensó JungKook evitando que el sentimiento se filtrara en su rostro y sus pasos se vieran afectados. Estoy muy ocupado siguiendo el programa y no puedo pensar en Agape.
—El último elemento es su tradicional Combination Spin. —En una postura baja, casi sentado, JungKook giró en sus cuchillas sosteniendo su rostro con desesperación. Maldición. ¡Ácabete ya!
Entre un ahogamiento de ansiedad la música llegó a su fin y él concluyó con las manos empuñadas hacia el cielo.
—¡Impresionante! ¡Qué actuación tan soberbia! —Aplausos y gritos no se hicieron esperar. JungKook se mantuvo en su posición respirando irregularmente— ¡La próxima temporada será digna de atención!
Soy mejor que esto. Intentó convencerse con la voz rota dentro de su cabeza, JungKook supo que ni ello le arrebataría ese sentimiento y por un santiamén odio a JiMin por hacerle sentir vulnerable y extrañar el cariño de su abuelo.
— Nochu. —Le nombró JiMin, haciéndose notar entre el bullicio— Ha sido la mejor actuación que te he visto hasta la fecha. Vamos, saluda al público.
—Este es Plisetsky JungKook quien ha obnubilado al público.
Lo hizo con una sonrisa llena de confianza y carisma. YoonGi juntó sus palmas sin dejar su asombro.
Es impresionante. Quedará clasificado entre los mejores patinadores senior.
La pista volvió a obscurecerse y YoonGi se mareó de pronto. Sí. Si pierdo, JiMin volverá a Rusia. ¡No quiero! Enfocó la vista a sus pies y una neblina borrosa le impidió verlos con claridad.
Tengo que ganar. ¡Quiero ganar!
La bruma lo embulló y con la respiración atascada su visión quedó en la negrura.
— YoonGi—Cuando regreso en sí, JiMin estaba frente a él con una sonrisa casi imperceptible—. Es tu turno.
—¡Ah! —El corazón de YoonGi retumba con tanta fuerza que taladró sus oídos, marcando un ritmo rápido fuerte contra su pecho. Las manos iniciaron un temblor que quiso pero no pudo controlar y prefirió sostener ente ellas su boca para que un grito de la ansiedad no se le escapara— Bueno, yo... Voy a ser un katsudon súper delicioso, así que no te lo pierdas— Imploró con vergüenza. Quizás fue el sentimiento de ansiedad que le estaba haciendo sudar frío o qué YoonGi necesitaba un poco del calor y licor de JiMin para aferrarse, pero con la sorpresa de ambos se lanzó hacia su cuerpo para robarle un abrazo, cerrando sus codos sobre los anchos hombros de JiMin perplejo— Promételo.
Rogó, sin soltarse. JiMin le rodó y sostuvo su delgado cuerpo que era similar a una hoja de papel inestable.
—Claro. Me encantan los katsudon.
YoonGi asintió en su nuevo refugio.
—Nos complace presentarles a un patinador coreano —Su madre, su amigo con su hijo, su maestra y entrenador contuvieron el aliento en el instante en que YoonGi con su traje ya listo entró a la pista. Sin los lentes de marco grueso, podía apreciarse el nacimiento de su cabello gracias a que su flequillo generalmente largo se encontraba peinado (A sugerencia de JiMin) y el traje negro, igual a una segunda piel que se enmarcaba con sutileza a las zonas adecuadas de su cuerpo y remarcando su tez pálida. YoonGi proyectó un aura distinta— un retoño tardío que se hizo una estrella emergente, ¡Min YoonGi! Realizará el ejercicio con Ai ni tsuite, Eros. Aunque le ha costado expresar su Eros, dice que lo hará pensando en cómo se comería su amado katsudon.
La gente murmuró extrañada, ente ella, ByulYi sonrió orgullosa al ver la figura derecha de YoonGi.
Pasé la noche sin dormir ayudándolo. No es un katsudon corriente.
El reflector se iluminó y la pista comenzó con el ya conocido acordeón de guitarra.
Mecánicamente YoonGi deslizó sus brazos hasta su pelvis, después los uso para envolverse, ¿Por quién estoy bailando? Giró y plantó su pie con seguridad.
Ya lo sé.
Enseguida, dobló la cabeza y encontró a JiMin entre las vallas, le guiño un ojo y río brevemente de lo travieso que se volvía. JiMin silbó corto, sonriendo.
El ritmo rápido y el conjunto de instrumentos le erizaron la piel a cada persona que apreciaba con sus ojos la secuencia de pasos enérgica pero delicada que hacía el pelinegro sobre la pista. La metamorfosis de Min YoonGi se daba sin precedentes antes ellos. Era casi igual que ver bailar a una doncella que no era tan pulcra como se creía y entre los pliegues de su enorme vestido ocultaba unas atrevidas verdades.
YoonGi se sacudió al ritmo de las castañuelas totalmente optimistas siguiendo la coreografía de JiMin al pie de cada indicación, sin pensar del todo en ello. Haciendo que los cristales tejidos a la vestidura obscura se iluminaran en cada sacudida, al igual que la falda en la parte trasera al incio de su cadera.
—Qué secuencia de pasos tan seductora. Cuesta creer que esté pensando en un katsudon.
Cuando ChanYeol terminó de hablar, YoonGi inició con sus piruetas en niveles intermedios. Acordó hacer dos, una baja, parecida a la de JungKook pero de un nivel de dificultad menor y una con posición de pie, era algo que sabía hacer de costumbres y le colocaba su nombre en tinta negra al programa.
ByulYi sonrió al mirarlo, YoonGi. Eres famoso por tus de ciencias de pasos y piruetas.
—Enséñame a moverme de forma más femenina. —Le pidió YoonGi con fuerza, ignorando el pequeño rubor.
Su maestra lo miró extrañada.
—¿Ah? —Murmuró a modo de pregunta, pasando una mano por sus cabellos rebeldes—. ¿Por qué quieres que te enseñe eso?
Sonrió de forma malvada, haciéndose a un lado e inclinando la cabeza a un lado para indicarle que entrara.
—En vez de ser un galán —detalló al tiempo que entraba—, quiero ser la mujer más hermosa de la ciudad que seduce al galán. No cambiaré drásticamente los movimientos, pero creo que esto se acerca más a lo que siento.
Al principio no sabía por qué estaba tan serio. Pero integró sus emociones en el ejercicio
Sin dudarlo, podía afirmar que la interpretación apasionada de YoonGi se debía a su decisión del ligero cambio de rol y se sintió feliz de ello. ¿A dónde había ido el niño que terminaba sus programas con una expresión muerta? Ha cambiado. Reconoció y sonrió mucho más.
El bailarín dueño de la atención se deslizó hacia el frente con las piernas abiertas, rápidamente tomó la posición de despegue y se elevó con la ayuda de su pierna izquierda que dio la impresión de patear una pelota y seguidamente enrollarse junto a la otra en el aire.
—Pasó de un águila a un triple axel.
Qué programa tan duro. NamJoon se secó una gota en su frente que apareció gracias a la tensión a pesar de que él se mantenía quieto, sostuvo con fuerza la mano de su hijo. Programar los saltos en la segunda mitad solo por su aguante es espartano.
YoonGi alzó su cuerpo los aires pero la posición fue mala y antes de aterrizar supo que lo haría mal tendría un resbalón inevitable donde seguro tropezaría por todo rink, automáticamente su pierna asistió el salto y tuvo que apoyar la mano en el hielo para no caer, al final su salchow únicamente tuvo un tropiezo.
—Vaya, salió mal su salchow cuádruple —Sin detenerse ni dudarlo, se levantó a la velocidad sorprendentemente y siguió con los trazos que tenía mentalmente—. Consiguió tenerse en pie apoyando la mano.
Era lógico. Pensó JungKook, que tampoco dejaba de observar con total atención a su contrincante.
No te asustes. Se dijo YoonGi, respirando profundamente para apartar los pensamientos obscuros que amenazaban con opacarlo, sin embargo, retomó el rumbo de su propósito y junto con la adrenalina los alejó rápidamente. Un error como este no podrá anular mis encantos.
Patinó con la vista al frente, usando solo un patín para deslizarse y el otro estirarlo con firmeza sobre el hielo.
Soy mejor que cualquier otra mujer. ¿Que por qué lo digo? Sólo mírame... JiMin.
Río entre dientes lascivo, brincando y levantándose casi medio metro del suelo y clavándolo con fineza.
—¡Un toe-loop cuádruple —No le dio un poco de tiempo a la audiencia r hizo otro de tres giros con la misma fuerza— seguido de uno triple! ¡Lo clavó!
NamJoon soltó a su hijo de la impresión. ¿Un cuatro-tres justo al final? Y logró clavarlo.
El característico Combination Spin, de YoonGi junto con los últimos arreglos de la melodía anunció el final del programa. Así entre el clímax que se extinguía de Eros, JungKook abandonó la pista y el éxtasis del público.
El azabache realizó un par de movimiento coreográficos (Sin valor o puntaje ante el jurado pero que lo cerraban bastante bien), abrazó su torso, deteniéndose y terminando al mismo tiempo que la pista.
La muchedumbre explotó de entusiasmó y la ola de aplausos en masa no se hicieron esperar.
—¡Bienvenido, YoonGi!
—¡Bienvenido! —Gritaron varios espectadores.
—No digan "bienvenido" —dijo NamJoon hacia su pequeño JungWoong, risueño—. Ese fue un YoonGi que no habían visto antes.
Si JiMin le hace este tipo de bien, está bien que se relacionen. Sólo espero, que no crucen esa línea. Suspiró ante lo blando que se escuchó.
No pudo evitarlo, YoonGi lucía demasiado bien esa temporada y eso sólo se debía a alguien.
— ¡YoonGi!—Gritó JiMin, enseñándole todos sus dientes y su ojos achicados. YoonGi avanzó hacia él e inmediatamente su entrenador lo atrapó entre sus brazos para abrazarlo fuertemente— Ese fue el tazón de cerdo más delicioso que he visto. Fue maravilloso.
—Gracias.
—Pero —El tono amable abandonó su voz dándole pasó a uno más firme y lo apartó de su pecho para mirarle de frente— ¿me dejas decirte algo?
YoonGi asintió varias veces.
—Sí, claro.
—¿Qué fue ese triple Axel desde el águila? Fue lamentable. Nochu te ayudó con el salchow, pero ¿y lo otro? —Bombardeó, YoonGi dejó de pestañear y se dejó caer al suelo sin vida— ¿YoonGi?
— ¡Vamos a felicitar a YoonGi Hyung y a Nochu Hyung! —Le pidió JungWoong con entusiasmo su padre y él asintió feliz. Buscó a su diestra el lugar donde vislumbró a duras penas a JungKook entre el cambio de presentaciones y se extrañó de no mirarle ahí.
Sujetando su niño, avanzó hacia los vestidores. La rareza aumentó en el momento en que observó cómo las cosas de JungKook que debían estar en su lugar, desaparecieron, desde sus indiscretos tenis estampados. Era poco probable que alguien más los hubiera tomado pues las cosas de YoonGi permanecían intactas, justo como las había dejado.
—Se marcha... —Murmuró al aire. Sin dudarlo ni un poco, avanzó hacia la salida al ritmo más rápido que le permitían los pasos de JungWoong. Por suerte apenas salió de la pista que encontró su figura avanzar a un ritmo lento cargando con su equpaje— ¡Nochu, espera!— JungKook se detuvo, pero no se volvió hacia él— ¿Vas a irte sin oír el resultado?
—Ya lo conozco —aceptó con los ojos cristalinos y un diminuto rojizo en su rostro—. Esa actuación... Seguiré con SiHyuk. Nos vemos.
Extendió su mano en señal de despedida.
—Ya veo.
—No te confudas— Giró el rostro y NamJoon le observó la expresión de fiera, igual a la que tenía normalmente—. Yo seré el ganador del Grand Prix Final. Dile eso, hasta nunca.
Comenzó a avanzar de mala gana.
—Seguro que nos volveremos a encontrar. —Respondió NamJoon, sonriéndole suavemente a su espalda enojada. JungKook dejó de caminar para tocarse justo donde se situaba su corazón.
—¡Hasta pronto, Nochu Hyung! —Se despidió JungWoong, NamJoon le miró con aprobación.
—Tsk, qué remedio. —Murmuró JungKook, alejándose de prisa antes de que la voz del niño le causara más estragos extraños en su interior.
El padre le sonrió a su hijo y él le respondió la sonrisa. Ambos entraron al recinto, haciéndose paso entre el conjunto de admiradores y periodistas para buscar al pelinegro y felicitarle.
— ¡Ah, ahí está! —Señaló JungWoong, hacia la pista. Entre el centro de ella, sobre un podium improvisado con el segundo lugar vacío, YoonGi sujetaba un premio brilloso de un samurái de armadura roja junto con un ramo enorme de peonías, JiMin estaba a su costado— ¡Por tu culpa no pude despedirme, papá!
Se quejó JungWoong. Antes de que comenzara a patalear, NamJoon lo alzó entre sus brazos para que pudiese mirar.
—Min YoonGi gana el Aguas termales sobre hielo —anunció ChanYeol observando el micrófono hacia él—. ¿Podrías comentar algo?
—Bueno, verán... —Balbuceó inseguro. Como si hubiera notado su atascamiento, JiMin le sujetó apretando sus dedos contra su hombro sin importarle el leve sudor en él y YoonGi gracias al traje delgado sintió con claridad su toque caliente sobre su piel acalorada. Sonrió y se tomó una pausa. Prosiguió— Intentaré ganar el próximo Grand Prix Final junto a JiMin. Gracias por todo su apoyo.
ByulYi contuvo las ganas de llorar, llevando su antebrazo a sus ojos para impedir el paso de las lágrimas de orgullo acumuladas. Sonaba demasiado cliché, pero su niño inseguro dejaba las sombras para impregnarse del sol.
YoonGi la distinguió entre las gradas y levantó el brazo.
La batalla de mi última temporada como patinador acaba de comenzar.
*Hanbok: Vestido tradicional coreano.
*Axel: Es un salto en el patinaje artístico con un avance de despegar en aire, la mayoría de los patinador realiza el salto con giro a la izquierda despegando desde el borde exterior hacia adelante y el aterrizaje en el borde exterior derecho.
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