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°•☆Vacaciones

El auto de la familia Min se detuvo frente a la casa Park. Por el rabillo del ojo Jimin pudo  ver la silueta de la señora Park —Su madre— verlo  salir de casa.

Ya no le importaba, nada de ella le importaba más.

La puerta del auto se abrió y pudo ver  a HyunJin sacar la mano para saludarlo y Jimin le devolvió el saludo y luego vio a Yoongi bajar para acercarse a él.

Sonrió cuando estuvo frente a él a corta distancia.

     —Hola bonito, dame tu equipaje lo pondré atrás. —Habló Taehyung señalando la maleta del castaño.

Jimin sonrió  tendiendo la maleta a Yoongi mientras sostenía el bolso de mano, ese lo llevaría él en todo el trayecto ya que tenía su pasaporte y sus audífonos y esas cosas.

     —Listo. —Yoongi se volteó para tomarlo de las mejillas y plantarle un beso rápido en los labios.  Jimin juró que podía sentir sus mejillas arder porquesus padres los veian desde el auto.

     —Hola Yoonie.

La puerta del maletero del auto se cerró y luego ambos entraron en la gran  y espaciosa camioneta de la Familia de Yoongi la cual era conducida por el chofér.

     —Hola a todos buen día. —Saludó tímido a los presentes.

Para Jimin era nuevo el compartir con el padre de Yoongi ese actor famoso pero carismático Min Goong Yo.

     —Hola muchacho bienvenido al viaje familiar,  cada año al acabar con mi apretada agenda hacemos espacio cada quien para tomar unas vacaciones así que este año te has sumado espero que lo disfrutes.

Jimin le sonrió, agradeció e hizo una pequeña reverencia al padre de Yoongi. El señor Min sonrió, tenía exactamente la misma sonrisa de goma que Yoongi.

     —De verdad muchas gracias por la invitación.  —Respondió amable.

     —Es un placer Jimin cariño.  —Jisso le sonrió con un aire bastante maternal que se instaló rápido en el pecho de Jimin.

     —Iremos a Egipto. —Bailó con emoción el hermano menor de Yoongi.

     —Ya lo sabe, cara de mono. —Le regañó Yoongi con un gesto reprobable en su rostro.

Jimin sonrió viendo la pelea entre hermanos. Se recordó que Tae y él eran así aunque no fueran hermanos de sangre.

     —Ya basta niños dejen de pelear o los enviaré en un vuelo directo a Corea del Norte. 

Yoongi de pronto dejó de pelear con HyunJin y se acercó más a Jimin para abrazarlo y acomodarse a su lado.

Jimin entrelazó sus dedos y así fueron el resto del camino hasta el aeropuerto internacional de Incheon.

Ya que para viajar a Egipto era necesario  solicitar un visado para entrar al país, se demoraron un poco más ya que Jimin no tenia el permiso aun así lograron conseguirle, gracias a la influencia de Min Jisso fue rápido  así que ya con el visado esperándolo en Egipto y  de tener listo el pasaporte pudieron esperar en tranquilidad el vuelo.

El vuelo directo transcurrió con total normalidad, desde Incheon  hasta el aeropuerto Borg El Arab en  18 horas  47 minutos, tiempo en el cual Yoongi y Jimin hablaron mucho y también durmieron abrazados cubiertos por una delicada frazada que les proporcionó una de las sobrecargos del avión.  También jugaron videojuegos con  HyunJin y compartieron comida.

A la llegar al aeropuerto  los señores Min se encargaron de ir a pedir  el visado para cinco personas  los cuales ya habían pagado desde Corea así que se detuvieron  en una  de las ventanillas que había  antes de pasar el control de pasaportes, y después de  rellenar un formulario estaban listos para disfrutar sus vacaciones. 

Jimin no sabía que era un visado y se sorprendió al ver que solo era una pegatina que la señorita pegó en una hoja de su pasaporte.

     —¿Quién es él? —Preguntó Jimin susurrando a Yoongi. 

Un hombre ataviado con un shenti, una especie de faldón blanco hasta los tobillos y una camisa blanca a juego con un sombrero y un pañuelo a lo largo de su cabeza  los esperaba a unos metros.

     —Es  el guía que contrató papá. —Repuso tomándolo por la cintura. Jimin aún sentía nervios por estar en presencia del señor Min pero a él parecía no molestarle en lo absoluto si Yoongi lo abrazaba o tenia alguna muestra de afecto con él.

El guía los  estaba  esperando antes de los controles de pasaporte y como Jimin vio como los Min le mostraban el pasaporte con el visado en línea y él hombre asentía, Jimin los imitó a lo cual el hombre le sonrió y asintió también. 

     —Hola a todus soy Manu su guía turusticus de esta semanas. —Habló Manu en un intento por camuflar su acento árabe. —Bienvenidos a todus a Egiptus heemanus Sur asiatucus.

Jimin apretó los labios para no reír de lo gracioso que se oía el acento de Manu y Yoongi le guiñó un ojo.

     —Esperus que no taiga una bombas. —Susurró Yoongi en el oído a Jimin y éste no soportó más así que soltó la risotada. 

Se puso colorado cuando notó la mirada curiosa de Manu sobre él. Yoongi carraspeó poniéndose serio.

     —Shukran manu. —Respondió el señor Min.

     —'ant tayib jidana Manu. —Añadió la señora Min.

     —shukran.—Añadieron Yoongi y HyunJin al mismo tiempo haciendo una reverencia.

Jimin se había quedado paralizado mirando a Yoongi. ¡Claro, ellos hablaban árabe, debió suponerlo! El pequeño detalle es que Yoongi no le había dicho eso.

     —¿Shukran? —Susurró a Yoongi cuando todos iban ya en en Jeep de Manu.

     —Gracias en Árabe, bebé. —Respondió Yoongi. 

     —¿Sabes árabe? —Preguntó algo indignado.

Yoongi negó y luego asintió sonriendo.

      —Lo básico Jiminie, te ayudaré no te preocupes.

     —Sabe árabe,  Ruso,  inglés, español, alemán, Japonés  y francés.  —Interrumpió HyunJin a su lado contando con los dedos.

Yoongi lo fulminó con sus gatunos ojos y HyunJin se encogió de hombros. 

     —¿Es cierto? —Preguntó Jimin con asombro mirando a su novio.

     —No, falto el Italiano.  —Sonrió con suficiencia.

Jimin resopló,  ahora resultaba que Yoongi sabía idiomas y él apenas y sabía Coreano y eso que era su idioma natal.

      —Bueno cada vez que vamos a viajar papá nos obliga a estudiar algo del idioma a donde vamos a ir.

Jimin se sentía indignado, le hubieran dicho así también estudiaba.

     —Necesito que me enseñes Yoongi no seas egoísta. —Le riñó picando sus costillas.

     —Lo haré bebé... te enseñaré a gemir mi nombre en cada idioma. —Yoongi Susurró guiñandole un ojo.

Jimin se atragantó con su propia saliva que debió toser para recuperarse mientras Yoongi se reía de él.

El camino hasta el Triumph Luxury Hotel del Cairo duro aproximadamente una hora debido al tráfico pesado que se hace en la cuidad.

En el camino pudieron ver mucha gente, muchos vendedores. 

     —Oh Jimin cariño aqui es de armarse  paciencia con los vendedores, te quieren vender todo y son muy careros. —Comentó la señora Min.

Uno de los vendedores se había acercado a la ventanilla a ofrecer pañuelos de seda a 20 libras Egipcias.

A Jimin le parecieron  los vendedores más agresivos y pesados de todo el mundo.

     —Gritan. —Añadió Jimin mirando hacia afuera.

     —Oh si mucho Pero no puedes en ningún caso perder la paciencia. —Explicó el señor Min.

     —¿Por qué? —Preguntó con curioso.

     —Almal lileayilat wal'atfal. —Habló Manu gritando haciéndose oír por encima de las voces de los vendedores.

     —Es su trabajo y lo único que quieren es dar de comer a su familia. Si no te interesa comprar, simplemente ignóralos amablemente. Muchos turistas se desesperan y acaban tratándolos mal. —Explicó Jisso lo que Manu trató de decir.

     —Ohh. —Respondió Jimin observando por la ventana. A lo lejos se podía apreciar el desierto. 

El sol se veía muy muy caliente.

      —Eadam qabul alhadaya min 'ayi shakhsin, wala tabadul al'amwal 'aw al'ashya' althaminati. Volvió a hablar Manu. —Tramposus.

     —Dice que no aceptes regalos, no preguntes precios si no estás realmente interesado en comprar algo, no les digas que a la vuelta les comprarás o los veras hasta en tu plato de comida… —Dijo Yoongi.

Jimin asintió con una sonrisa mientras observaba aún por la ventana.  HyunJin se había quedado dormido. Habían muchos vendedores tanto en la entrada de los templos como cerca de las atracciones turísticas y en la entrada de los  cruceros.

Observando bien Jimin pudo ver que  vendían cualquier tipo de recuerdo desde pañuelos a figuritas, pero también tabaco, agua o postales, y aceptaban   tanto  euros o dólares, como libras egipcias. 

     —Venden de todo. —Observó mirando a Yoongi.

     —¿Tendan condones? Quiero comprar. —Susurró cerca.

Jimin sintió que sus entrañas se removian en su estómago ante la vergüenza y sus mejillas bastante rojas.

     —¡Yoongi! —Susurró de regreso pegandole con una mano en el muslo.

Yoongi solo río mientras se acercaba para darle un beso de piquito.

     —Llegamos al hotel Señores Min. Nos veremos a las cuatrus para iniciar el recorridus, por favor en la calle por ningún motivos beban aguas del grifos. O si no... «La maldición de iishal« —Habló Manu con la voz grave.

Jimin se asustó al escuchar eso, en Egipto decían que si sustraías algo de los templos o pirámides te ganabas una maldición.  Pero no sabía que al beber agua también.

     —¿Al beber agua? —Preguntó temeroso. —¿Solo botella? —Señaló su botella de agua.

     —Así es, solo botella de agua sellada Jimin querido. —Respondió Jisso. 

     —¿Qué es la maldición de usha... eso que dijo Manu? —Preguntó con duda.

Todos rieron, también Manu mientras bajaban el  equipaje.

     —alkathir min al'iishal aladhi yajealuk mtslban. —Habló el guía.

     —«La maldición de Tutankagón«, o como se conoce a la diarrea que te deja tieso, es algo muy común en Egipto. —Respondió Yoongi tomando su maleta y la de Jimin.

     —Ohh. —Jimin ahora si entendía. Entonces por nada del mundo bebería agua. No quería andar con el "grifo suelto por ahí" — Ohh  Iishal...

      —Sii Ishal, muchos iishal. —Añadió Manu haciendo un gesto con sus manos.

Todos rieron de nuevo hasta Jimin.

Manu entregó a Jimin su bolso que se había quedado dentro del Jeep, los Min habían comenzado a entrar al hotel.

     —Shukran.  —Dijo Jimin haciendo una reverencia y Manu sonrió.

Yoongi tomó a Jimin de la mano para subir con él hasta sus habitaciones. 

     —Te oyes tan sexy hablando árabe mi  bonito. —Le habló al oído. —Di otra vez diarrea.

Jimin lo alejó mientras  echaba su cabeza hacia atrás riendo como loco sosteniendo su estómago. 

Las vacaciones iban a ser divertidas por lo visto.



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