Los besos que la pareja se compartía poco a poco subían de intensidad.  Eran las ocho de la mañana y habían pasado una noche ardiente. Yoongi le había hecho el amor a Jimin tres veces seguidas y finalmente habían quedado rendidos y se habían dormido casi al instante de haber terminado la última ronda.

En ese momento quien había despertado antes fue Jimin y se había subido al regazo de Yoongi buscando el contacto. Lo había despertado con sus suaves besos y caricias. 

Yoongi había abierto sus ojos y lo primero que hizo cuando vio el cuerpo desnudo encima suyo fue gruñir despertando su pene y dándole vuelta a Jimin sobre la cama dejandolo abajo de él.

Besaba con desesperación su boca y su cuello.

Jimin se había vuelto adicto a las ardientes caricias de Yoongi y estaba ansioso por volverlo a tener dentro de él.

Yoongi restregaba sus cuerpos provocando que ambas pollas se chocaran entre sí.

     —Mmm

Yoongi bajó despacio por su cuerpo chupando cada espacio de piel, no estaba tan seguro si anoche había probado lo suficiente.  Jimin jadeo en grande cuando la boca caliente de Yoongi succionó por completo su polla dura.

     —Oh Yoongi.  —Jadeo pesado. 

El rubio movía con ritmo su cabeza chupando y succionando,  ahuecando sus mejillas para una mejor succión y enterrando la polla de Jimin hasta lo profundo de su garganta mientras que una de sus manos bombeaba su propia polla ya dura y caliente.

     —Yoongi por favor.  —Gimió duro retorciéndose. Estaba a punto de venirse pero él quería otra cosa.

Quería correrse mientras Yoongi se enterraba duro en él.

     —¿Quieres venirte mientras de jodo duro pequeño? —Preguntó soltando la polla de Jimin. Adivinando lo que  su  novio quería.

Jimin simplemente asintió demasiado excitado como para poder hablar.

Yoongi alargó una mano buscando otra caja de condones.  Jimin estaba decidido a agradecerle a Taehyung cuando lo viera.

Observó impaciente como Yoongi se colocaba el condon y abrió más sus piernas pero Yoongi fue rápido en darle la vuelta y elevar su trasero al aire.

     —Así cariño, quiero ver como mi polla se entierra en tu hermoso culo. —Diciendo eso le dio una dura palmada.

Jimin asintió desesperado soltando un grito y  acomodándose para recibir bien a Yoongi.

De inmediato sintió como el rubio se alineaba bien para poder entrar. Yoongi se introdujo despacio como cada vez durante la noche pero esta vez sus movimientos no comenzaron  lentos más bien comenzó a llevar un ritmo bastante rápido.

Yoongi era fuego y Jimin amaba quemarse,  amaba como su rubio lo hacia sentir, tan duro a veces y tan suave al mismo tiempo.

Todo el cuerpo se Jimin rebotaba con cada estocada.

     —¡Oh D-dios Y-yoongi, ahh ahh Yoongi!

     —¿Te gusta así mi bonito? —Preguntó apretando sus dientes.

Jimin jadeo, Yoongi estocaba duro y certero contra su próstata sin parar. Su polla era muy grande que Jimin sentía cada centímetro muy bien dentro de él y hasta podía sentía que le arrinconaba los intestinos, pero lo estaba amando totalmente.

     —Y-yoongi más por favor,  más duro. —Pidió yendo al encuentro de las embestidas.

Yoongi lo hizo ponerse de rodillas mientras le tomaba de las manos  hacia atrás de su espalda y volvió a arremeterlo con fuerza y frenesí mordía sus hombros y su cuello dejandole muchas marcas por toda su piel.

La cama chocaba contra la pared y sus cuerpos producían un chapoteo al golpear los testículos de Yoongi contra las nalgas de Jimin.

     —Joder si, tan rico Jimin. —Soltó Yoongi empujando duro una y otra vez.

Jimin sentía que lo molia pero no quería que parase quería más y más duro cada vez.

     —¡Yoongi joder si!

El interior de Jimin comenzó a senrir espasmos y Yoongi también lo sintió así que aumento los movimientos mientras con una mano le masturbaba a Jimin.

El castaño no pudo más, solo una estocada bastó para que se corriera y con él Yoongi. 

Ambos cuerpos cayeron desparramados en la cama.

Jimin tenía la respiración entrecortada pero sonreía.

     —Woow Yoonie creo que... creo que me gusta mucho.  —Habló enredando sus piernas al rededor de las caderas de Yoongi.

El rubio sonrió satisfecho y luego se acercó para besar a Jimin. 

Había sido fantástico.

     —Fue uno de los mejores bonito. —Respondió.

Jimin asintió respirando cada vez más tranquilo recibiendo caricias de parte de Yoongi.

     —Te amo Jiminie.  —Suspiró en su cuello.

La noche anterior se habían confesado que sentían ambos algo más  que un cariño especial, se amaban. El amor les había golpeado y duro a los dos.

Después de una buena sesión de besos matutinos ambos se habían levantado y habían bajado a darse un delicioso baño en la tina. Yoongi se encargó de limpiar cuidadosamente el cuerpo de Jimin y Jimin el de Yoongi. 

Al acabar fueron por comida a una tienda de convivencia que estaba a media hora de carretera que daba hacia la cabaña y desayunaron en medio de besos y sonrisas.

Amaban estar así en esa tranquilidad e intimidad, era su propia burbuja y no la querían romper.

Después del desayuno Yoongi tomó la mano de Jimin y salieron a dar una caminata por los alrededores.

El lugar estaba rodeado de mucha vegetación,  altos árboles y muchas flores coloridas varios senderos por los cuales podían caminar tranquilamente tomados de la mano se toparon quizá con una o dos personas que también iban de paseo o de caminata, algunos iban con sus mascotas otros iban solo corriendo con sus auriculares puestos, todo fue tan agradable. 

Luego de una caminata de por lo menos unos 15 minutos llegaron a un claro muy bonito en donde había un pequeño parque muy acogedor se sentaron a platicar y luego jimin decidió que quería subirse a uno de los columpios,  así lo hizo y yongi lo empujaba mientras jimin sonreía feliz.  El día estaba siendo  una completa maravilla. 

Tiempo después Yoongi lo hizo que se bajara del columpio ya que jimin no quería y sentándolo en sus piernas sacó el regalo que tenía para él desde hacía mucho tiempo.  Aquel brazalete con el símbolo de infinito que había comprado y no había tenido una oportunidad especial para dárselo y claro ahora la tenía se lo entregó a jimín y este con ojos curiosos y brillantes lo abrió haciendo cara de sorpresa cuando descubrió el hermoso brazalete de oro en la caja.

La diferencia de cuando lo compró era que Yoongi le había enviado a hacer modificación con la fecha del día en que se hicieron novios y sus iniciales grabadas.

     —Wow Yoonie es muy hermoso. —Sonrió abrazando a su novio y regando besos por todo su rostro.

     —Lo tenía hace tiempo bonito pero quería una ocasión especial para dártelo.

     —¿Hace tiempo cuanto? —Preguntó curioso.

Yoongi sonrió agachado la cabeza algo apenado.

      —Desde antes que te pidiera que fueras mi novio.

Los ojos de Jimin se agrandaron por la sorpresa. 

     —¿En serio? ¿Si quiera antes de eso ya pensabas que seríamos novios? —Preguntó emocionado con sus mejillas carmesí.

Yoongi asintió tomando el brazalete y colocándoselo en la muñeca.

     —Desde el primer momento que te vi en la Universidad me atrajo tu sonrisa Jiminie,  y el día que te atreviste a pedirme matrimonio frente a todos estaba decidido. Tenia la oportunidad perfecta para acercarme a ti y poder conquistarte. Por eso te pedí que fingieramos. Resultó más que bien, logré que te enamoraras de mi y yo terminé más loco por ti.

Jimin tenía sus ojos cristalizados, jamás se imaginó que alguien lo veía de lejos y suspiraba por él.

La tonta broma del Yoongi marry, me también debía agradecerle a Taehyung. 

     —Te amo Yoongi, hacer esa ridícula broma con Tae fue lo mejor.

Yoongi asintió acercándose más al castaño para robarle otro de aquellos besos suaves llenos de ternura.

     —Te amo tanto Jiminie te amo con cada partícula de mi ser, te amo sin control y sin miedo. —Susurró entre cada beso.

     —Yoongi Dios también te amo tanto tanto gracias por hacerme tan feliz.  —Sonrió con sus ojitos  llenos de lagrimas.

Yoongi las limpio delicadamente y lo aferró contra si.

Ninguno de los dos podía imaginarse su vida sin el otro,  de ahora en adelante sentían que estarían más unidos por ese sentimiento tan fuerte que los invadía y los dominaba se amaban con locura y con pasión y eso era lo único que estaba bien,  solo eso estaba bien.

Luego de su increíble fin de semana en la cabaña de los Park ambos volvieron a sus hogares jimin estaba listo para alistar su equipaje e irse de viaje, sería su primer viaje con la familia de su novio y esperaba disfrutarla de verdad.  Estaba ansioso y muy contento porque aparte iría a conocer un país con demasiada cultura e historia eran cosas que él amaba. Así que sabía que definitivamente lo iba a pasar muy bien.

El día había llegado la familia de yoongi le dijo qué pasaría por él así que se había levantado temprano y se había vestido cómodamente para el largo viaje que iba a tener por  adelante, su padre estaba en el comedor a punto de desayunar.

     —Hola papá. —Sonrió al verlo.

     —¿Listo jovencito? ¿Llevas todo?

     —Si papá todo, te extrañare mucho.

Su padre lo abrazó fraternalmente un momento.

     —Sólo serán tres semanas hijo disfrútalas.

Jimin asintió feliz.

Así  se despidió con un beso de su padre y le prometió que volvería para contarle su increíble aventura.  Y mientras que jimin viajaba su padre se aseguraría de tenerle su regalo cuando volviera que era su apartamento listo  para que por fin pudiera ir a vivirse solo.

A partir de aquí la vida de jimin iba a cambiar para bien porque ya había tenido suficiente con una madre que lo despreciaba y con algunas fans locas que al final se habían calmado y a las cuales había perdonado.  Pero en fin a partir de ahora su vida iba a cambiar,  muchas increíbles vivencias eran las que esperaban por él.

Y ya no tenía miedos ni tenía complejos se amaba tal como era porque Yoongi así lo amaba también y los temores que lo embargaban al principio también lo habían abandonado porque aprendió que no tenía nada que temer, porque él era fuerte y era muy valiente y cada paso que daba ahora era firme y cada decisión que tomaba ahora era certera, era un Jimin nuevo y brillante que irradiaba luz con cada paso que daba.