Un año había pasado y Yoongi estaba por graduarse de la Universidad,  iba a recibir su título de Grado en Criminalistica después de 4 años en la universidad y Jimin estaba ansioso por celebrar su gran logro. A él aún le faltaba un año en la Universidad. 

Había solicitado la ayuda de sus amigos y la madre de Yoongi para realizar una cena especial para los chicos.

Así que justo ahora andaban de compras junto a Jin, Taehyung y  Jungkook.

Estos dos últimos estaban parados a medio pasillo peleando por las chocolatinas que Taehyung quería meter al carrito de las compras.

Jimin los veía a ambos con sus brazos cruzados y una ceja alzada. Tenía un gran trabajo por delante para la cena sorpresa y encima tenía que cuidar  a dos adultos que parecían tener la mentalidad de unos niños de 5 años.

     —¡Quiero llevar eso Kook!

     —No los llevarás ya metiste una bolsa de gomitas Tae y que yo sepa venimos por comida.

Taehyung hizo un puchero con su boca y señaló a Jungkook con un dedo de manera amenazadora.

     —¿Y qué? Lo pagaré yo idiota, deja mis chocolatinas en el carrito o ya veras Kukencio.

Eso fue suficiente para caldear la animosidad de los chicos. Jungkook odiaba que Taehyung le llamas "kukencio" así que el pelinegro azabache caminó directo hacia el castaño.

     —¿O qué? —Retó  Jungkook con la mirada.

Taehyung no perdió tiempo para ir a escondese detrás de Jimin. 

     —Claro, ¿quien dijo miedo detrás de Jimin? —Se burló Jungkook.

Jimin resopló ya cansado tomando a Taehyung del brazo y empujó a Jungkook hacia atrás.

     —Obvio,  con Jimin nadie se mete y sale ileso. —Respondió Taehyung saltándose de Jimin. —Es enano pero pega duro.

     —Así es y ahora mismo voy a pegarles a los dos si no dejan de discutir por unas tontas chocolatinas y se ponen a ayudarme. Aún no llevamos ni la mitad de las cosas para la cena. ¡Tae deberías colaborar más, la cena también es para tu peor es nada!

Taehyung ya no siguió con su alegata después de que Jimin le recalco que su ahora si novio Hoseok también iría a esa cena sorpresa.

No era que Taehyung y Jungkook no se quisiéran al contrario, cuando Jimin se alejó de Tae por pasar más tiempo con Yoongi ellos dos se habían hecho muy buenos amigos pero discutían todo el tiempo aun así se querían.

     —Está bien ¿Qué más hay que comprar? —Preguntó tomando la lista de las manos de Jimin. —Mmm ¿Vino tinto?

     —¡Ya lo traigo!

Todos voltearon al escuchar a un jadeante Jin con una caja de botellas de vino.

     —Una botella no es ninguna asi que llevare una caja. —Dijo poniéndola en el carrito. —¿Y esas chocolatinas?

     —De Tae. ¿Seguimos?

Todos asintieron así que continuaron con sus compras.

Al llegar a la casa de los Min todo el lugar estaba bellamente decorado con globos negros y dorados junto a unas serpentinas y flores.

     —Que bien que vienen a tiempo los chicos vendrán en dos horas  así que tendremos todo listo a tiempo.  Mi esposo dice que ya no haya con qué más distraerlos.

Después de haber salido del acto de graduación de los chicos todos se habian retirado con una excusa. Yoongi parecía decepcionado cuando Jimin le dijo que debía ir a hacer un trabajo en casa de Taehyung y que lo  vería al día siguiente. 

Aun así se despidió con un beso y Jimin le entregó un ramo de flores que llevaba para él.

Después de casi hora y media de cocinar y preparar aquí y allá la cena estaba lista.

Apagaron las luces de la casa mientras esperaban al señor Min, HyunJin y los chicos. En ese lapso de tiempo llegó el señor Park con Suji una amiga  que había estudiado junto a Jisso y él en la universidad y que se habían vuelto a encontrar y reanudaron  su vieja amistad. 

Para Jimin era más que una amistad porque había visto sonreír a su padre más de lo que recordaba. Y eso estaba bien para él.

De pronto el reflejo de las luces de un auto iluminaron las ventanas de la casa.

     —Shh ahí vienen.  —Susurró Jin.

     —Cállate Jin...

     —A mi no me callas Tae.

     —¿Podrían los dos callarse de una vez? —Chilló Jimin en un susurro algo alto.

     —¡Shhhhh! —Sisearon Jungkook y Tae al mismo tiempo.  —¡Jimin Cállate!

     —No me calles Tae o veras que...

     —Ya niños no peleen hagan silencio. —Susurró la señora Min escondiendo una sonrisa.

     —Es que mamá Jisso ellos me callaron. —Puchereo Jimin.

     —O se callan o arruinaremos la sorpresa. —Intervino Park Chanyeol.

Todos se callaron de inmediato así que pudieron oír claramente la voz del señor Min y los chicos.

     —¿No está mamá en casa? —Preguntó Yoongi.

     —No se no me dijo que saldría hoy. —Se oyó la voz del señor Min.

     —Creí que iríamos a celebrar y Jin no responde mis llamadas y mensajes.  —Se quejó Namjoon y eso hizo que Jin pusiera sus ojos en blanco en su escondite. Su voz parecía algo indignada.

Seguramente Yoongi se sentía igual, Jimin sonrió recordando el puchero de Yoongi cuando le dijo que no podría ir a cenar con él después de haber recibido su diploma. 

     —¿Por qué rayos está todo oscuro? —Preguntó HyunJin.

     —HyunJin deja de maldecir. —Lo riñó el señor Min.

En la entrada del recibidor solo se oían las pisadas de todos.

     —¿Si nos va a dar la botella de whisky que nos prometió verdad señor Min? Porque esto me parece sospechoso ¿Y si nos quiere secuestrar o algo así? —Se pudo apreciar con claridad la voz de Hoseok.

     —¿Y papá para que querría unos idiotas como ustedes? —Habló Yoongi.

El interruptor de la luz hizo un "chick" y la luces de colores  iluminaron todo el lugar al mismo tiempo que todos saltaban de sus escondites y gritaban "Sorpresa"

Una gran cantidad de globos comenzó a caer del techo junto a una lluvia de confeti.

Jimin salió corriendo y saltó sobre Yoongi y éste lo tomó de las caderas para no dejarlo caer.

     —¡Sorpresa Yoonie! Esto es para ti y para ellos pero más para ti.

Yoongi sonrió y acto seguido plantó sus labios en los de su novio. Por un momento el alboroto a su alrededor se esfumó y solo eran ellos dos mirándose con intensidad y sonriendose con cariño y complicidad, hasta que la madre de Yoongi se acercó para abrazar a su hijo.

     —Felicidades cariño, estoy tan orgullosa de ti, de todos ustedes. —Sonrió mirando a Namjoon y a Hoseok. 

La cena fue muy alegre y amena entre todos ya que después se habian sumado los padres de los demás chicos.

Al final quedaban las botellas de vino que Jin compró y todos brindaron por los chicos.

     —A por sus maestrías en investigación criminal chicos sigan adelante.  —Celebró el señor Min. Y todos levantaron también sus copas.

Después de pasar un  buen rato en la cálida compañía de todos Jimin se robó a Yoongi, necesitaba un momento a solas con él. Debía darle su regalo.

Ya en la intimidad y privacidad de ambos Jimin se permitió desvestirse lento bajo la mirada de Yoongi con sus ojos grises dilatados. Jimin estaba de espalda hacia  él y primero desnudó uno de sus hombros dejando ver su fina y blanca piel, sonrió al escuchar un suave gruñido escaparse de los labios de Yoongi quien permanecía sentado a la orilla de la cama quieto solo observando.

     —¿Quieres ver más? —Preguntó con una voz de terciopelo mirando sobre su hombro a Yoongi. 

Yoongi esbozo una sonrisa de lado sin apartar sus ojos de él y asintió.

     —Bien aquí voy.

Jimin dejó caer su prenda por completo dejando toda su espalda descubierta mostrando orgulloso un tatuaje hecho hacia unas semanas en el otro hombro justo sobre su omóplato. Eran unas alas de ángel junto a las iniciales Y&J ya fecha en que se habían hecho novios.

La expresión de Yoongi era de admiración, se puso de pie de inmediato y camino hasta Jimin para tocar el Tatuaje.

     —¿De verdad lo hiciste? —Murmuró.

     —Si, sorpresa Yoonie ¿Te gusta?

     —Es hermoso,  ¿Puedo besarlo?

Por qué si, ahora Yoongi se moría por besar ese Tatuaje sobre la hermosa piel de su chico  y así lo hizo, humedeció  sus labios y luego los pasó lentamente sobre el Tatuaje que simbolizaba a ambos, lo besó por un buen tiempo hasta que sus labios comenzaron a subir hasta la nuca y el cuello del castaño.

     —Jiminie quiero hacerte el amor. —Le habló dulcemente entre jadeos.

     —Mmmhum  Si Yoonie p-por favor...

Aquello fue una súplica directa la cual Yoongi acató rápido, volvió a besar sobre ese tatuaje que era ahora una adicción para él y lo desnudó por completo llevándolos a ambos a la cama donde lo volvió a besar como si nunca en la vida lo hubiese hecho.  Lo preparó con tanto fervor y lo penetró para hacerlo suyo una vez más como tantas.

Se bebió su aroma y se fundió en su piel como siempre anhelaba cuando lo tenía para él, le dejó saber que siempre sería solo suyo y Yoongi de él. Le tatuó con besos la pasión tan grande con la que lo amaba y juntos llegaron hasta el mismo cielo.

     —Te amo Jiminie eres lo más hermoso que puede existir en este mundo tan simple tú haces que todo sea maravilloso mi bonito.

Jimin sonrió recostado a su lado después de él desfogue que habían tenido, sus cuerpos estaban sudados y sus respiraciónes agitadas pero ambos con sus ojos brillantes y unas grandes sonrisas.

     —También te amo muchísimo Yoongi, gracias por ser parte de mi vida y por haber aceptado casarte conmigo aquella vez en la cafetería de la universidad. 

Yoongi soltó un largo suspiro aferrando más el cuerpo de Jimin cerca suyo rodeándolo por la cintura.

     —Te voy a confesar que acepte esa única  vez lo de Yoongi Marry Me pero no fue por la razón que te dije.

     —¿A no? —Preguntó curioso Jimin. ¿Entonces?

     —Fue una excelente excusa para mi para poder acercarme a ti porque no sabía como hacerlo y me gustabas tanto que fue la única manera. Fui tan afortunado de que Taehyung te haya hecho hacer esa apuesta.

Jimin se acomodó con sus brazos  debajo de su barbilla para ver mejor a Yoongi.

     —¿O sea que yo te gustaba desde antes?

Yoongi asintió y le guiñó un ojo.

     —Tonto,  me hubieras dicho  quizá nos ahorrabamos aquellos berrinches y celos tontos.

     —Así como pasó todo fue perfecto amor mio, solo así me di cuenta lo mucho que valías tú para mi. ¿Y sabes algo? Me encantaba hacerte enfadar. Aún lo hace.

Jimin solamente se acercó más para poder encontrar sus labios con los de Yoongi en un beso tierno y delicado.

     —Te amo tanto Yoonie

     —Te amo tanto Jiminie

Yoongi era muy afortunado y Jimin estaba seguro de que había hecho la mejor apuesta de su vida porque aquellas apuestas en las que te juegas el amor son las que realmente valen la pena.

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  𝖄𝖔𝖔𝖓𝖌𝖎 𝖒𝖆𝖗𝖗𝖞 𝖒𝖊
    𝕱𝖎𝖓

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