Su casa no era una casa era una Mansión,  grande y colorida por los gustos excéntricos de su  amada madre Min Ji-soo.

Su auto definitivamente lo tuvo que llevar una grúa porque no encendía y Namjoon tuvo que llevarlo a su casa. 

Había ofrecido al chico Jimin llevarlo a su casa pero se había negado así que sólo se despidieron en la heladería. Yoongi sonrió recordando la pequeña charla que habían tenido, Jimin era más lindo viéndolo de cerca y tenía una mirada que hechizaba Yoongi lo había comprobado ya que se había perdido muchas veces en ella mientras el castaño de mejillas redonditas hablaba.

El menor había aceptado por dos semanas más seguir con aquella ridícula broma del "Yoongi marry me" y para Yoongi esas dos semanas serian suficientes para conquistar al castañito.

Dejó sus cosas en la encimera de la cocina y sacó del refrigerador una Mandarina, Jimin había pedido helado de Mandarina y a Yoongi le gustaban las mandarinas, no, no le gustaban amaba las Mandarinas y ver a Jimin comer aquel helado de Mandarina le hizo querer saborear ese exquisito sabor combinado con los labios de Jimin. Volvió a sonreír como tonto.

     —¿Uh y esa sonrisa boba y cara  de borrego degollado? —Preguntó su hermano menor

Yoongi se volteó y le tiró la cáscara de la fruta en el rostro.

     —¡Mamá Yongo bongo me está molestando! —Gritó el jovenzuelo llamando la atención de su madre que estaba por algún lugar de la casa.

     —Cállate rata mentirosa, ¿No tienes nada mejor que hacer?

El chico asintió,  llevaba en sus manos un equipo para practicar Hokey.

     —¿Iras o ya vienes?

     —Voy, ¿Me llevas? —El menor hizo ojitos de cachorrito.

Yoongi negó tomando sus cosas de la encimera nuevamente.

     —¡Mamá Yoongi no me quiere llevar a la práctica de Hokey! —Volvió a chillar por lo alto.

Yoongi bufó.

     —No idiota no te llevo porque mi auto se descompuso.

     —¿Y no hay más autos en el garaje? —El menor lo miró con una ceja alzada.

Yoongi detuvo su caminar a medias escaleras y echó su cabeza hacia atrás.

     —Aish eres tan fastidioso mono adoptado. —Riñó. —Bien bajo en 10 solo déjame cambiarme.

El menor sonrió satisfecho,  solía convencer fácilmente a su hermano.

Yoongi volvió a caminar hacia su habitación y busco ropa limpia,  tenía intenciones de darse una ducha fresca pero no le daría tiempo así que solo se cambió.

Miro el anillo de nuevo en su dedo y no evitó sonreír otra vez. Nadie conocía los verdaderos encantos de Yoongi a la hora de coquetear y enamorar a alguien porque realmente nunca lo había necesitado pero ahora debía.

Se colocó fragancia y salió de nuevo en busca de su hermano menor.

     —Ah Hijo ¿Cómo te fue?

Su madre se acercó a él y le dejó un beso a un costado de la cabeza a Yoongi,  llevaba varios libros gruesos de maquillajes y catálogos.

     —Bien madre fue un día como cualquier otro. Clases de ciencias forenses, números, balística, Yoongi marry me por todos lados.

Su madre sonrió haciendo que sus encías se notaran y sus ojos desaparecieran. Todo lo había causado ella sin duda al llevarlo a modelar para sus cosméticos. 

     —¿Que te da gracia mujer?

     —Nada cielo, no te quejes eres la viva imagen de tu padre guapo y con una presencia fuerte tal y como lo es él así que no es novedad que seas tan perseguido yo misma perseguía a tu padre por toda la universidad con la esperanza de que me aceptara un café.

Yoongi arrugó la nariz.

     —¡Qué! Yo sólo quería créditos extras y él era difícil que accediera a hablar con cualquiera. Fue una fortuna para mí.  Acepto ese café y me ayudó.

     —¿No entiendo si él era así de hermético como acepto salir contigo? Dices que rechazaba a todo el mundo.

La mujer sonrió desordenado el cabello de su hijo mayor.

     —Pues la diferencia fue que yo me acerqué a él por estudios y no con otros intereses, fue él quien se interesó en mi al ver que no era una fan más del montón. 

Yoongi se mordió el labio, ¿Era algo similar con cierto castaño? Le había pedido matrimonio pero en la misma se había retractado y le dijo que era solo una apuesta. Jimin sin duda no era uno más  del montón.

     —Algún día encontraras a tu media naranja cielo y ese dia conocerás que el verdadero amor está más allá de lo físico, de la fama y del dinero, ahora se que muchas se acercan a ti por tu fama (que en realidad es la fama de tu padre y mía) , el dinero (que en realidad es nuestro) y tu belleza (que en realidad la sacaste de nosotros) —Sonrió la mujer al ver la expresión indignada de Yoongi. 

     —¡Madre! Soy famoso por tus tontas sesiones de modelaje conmigo como conejillo de indias, Soy capitán del equipo de Baloncesto, el mejor equipo que ha tenido la universidad en los últimos 10 años por cierto, Soy el capitán de los Mateatletas y el número 1 del salón y  soy guapo porque si. —Se defendió.

La mujer volvió a sonreír y le dejó otro beso ahora en la mejilla.

     —Lo se cariño, eres tan inteligente y guapo tienes tus propias cualidades y la más importante es que eres mi hijo.

Yoongi se sonrojó, aunque no lo dijera le gustaba que su madre le dijera esos cumplidos.

     —¿Ya dejaron de hablar de relaciones interpersonales y conquistas, fama dinero y esas cosas? ¡Se me están acalambrando las patas de estar aquí esperando! —Se quejó cierto chico parado en el marco de la puerta.

     —¡Son Pies Hyungjin!

     —¡Patas!

La mujer rodó los ojos indignada.

Yoongi tomó las llaves del auto de servicio para ir a dejar a su hermano.

     —Madre mi auto se averió. ¿Podrías llamar al mecánico para que lo revise?

     —Ujumm, por cierto amor mañana tengo una sesión de fotos con el nuevo labial  y hemos probado con varios modelos pero ninguno da la talla ¿Podrías tú  aceptar una nueva sesión?

Yoongi negó, no lo volvería a hacer.

     —Pero Yoon, es que necesito a alguien con presencia escenica, lindo y apuesto y que se vea bien con maquillaje de labios, que tenga labios hermosos. Será la portada de la nueva campaña.

     —Madre mis labios son comunes y corrientes si quieres alguien con labios así sólo...

Se quedó a medias,  el conocía a alguien con unos labios así de hermosos. Sonrió.

     —Claro madre ¿A que hora es?

La mujer sonrió satisfecha.

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     —¿A que hora acaba tu practica de Hokey enano? —Preguntó mirando a su hermano bajar del auto y tomar sus cosas.

     —A las 7 ven puntual ¿Y podemos pasar por Pizza?

Yoongi asintió.

     —¡Genial! Te veo luego Yongo bongo. 

     —Piérdete adoptado. 

Sonrio y encendió de nuevo el auto, la cancha donde practicaba Hokey Hyungjin era grande y estaba al lado del centro comercial.

Se estacionó y subió a un local de joyería, quería obsequiarle algo a Jimin pero no sabía qué,  ni tenía idea de que cosas le gustaban al castaño. 

Miró por varios minutos el aparador en busca de algo bonito y encontró una pulsera de oro que tenía el símbolo del infinito en pedrería. Era magnífica. 

Se llevaría esa, la pidió y la mujer amablemente se la empaco y Yoongi la pagó.

Caminó de regreso al auto y entonces se dio de golpes mentales, jamás le pidió su número. ¿Cómo iba a hacer para lo que estaba planeando?

Se subió y comenzó a manejar lento por la cuidad, Jimin debía de estar cansado ya que no paraba de dar vueltas en su cabeza.

Un enorme letrero Led en un edificio presentaba el nuevo K drama y el actor Min Gong-yoo era el personaje principal.  Su padre.

El semáforo en rojo lo hizo detenerse y miró hacia la calle, del cine venían saliendo muchas personas, se imaginó a él saliendo de ahí con Jimin de la mano. Sonrió de nueva cuenta hasta que sus ojos lo vieron ahí  entre la multitud caminando alegremente con una chica de su brazo.

Una leve punzada se le alojó en su interior.

Sacudió la cabeza,  quizá de tanto pensar en él ahora lo veía en todos lados.

Volvió a conducir mientras veía como la pareja se alejaba por la calle, y justo se pararon en la esquina, condujo despacio para ver mejor y vio como la chica se despedía de Jimin y este caminaba sólo.

Era su oportunidad, manejo hasta darle alcance y le bocinó un par de veces.

El castaño levantó el rostro buscando el auto que lo llamaba y cuando lo vio se acercó. Reaccionó cuando se dio cuenta de quien se trataba.

     —Hola Yoongi ¿Que haces por acá? ¿Me estas acosando?

Yoongi sonrió mostrando las encías.

     —Sólo vine a ver que hacía mi prometido.  —Bromeó alzando una ceja.

Jimin se puso colorado y sonrió agachando la mirada.

     —¿Te llevo a tu casa? Esta vez no será en el auto de Namjoon. 

Jimin lo pensó un momento pero luego accedió, y Yoongi quitó el seguro para abrirle la puerta.

     —Gracias no deberías molestarte. 

Yoongi le dedico una larga mirada mientras Jimin se colocaba el cinturón de seguridad.

     —No es ningúna molestia Jimin. ¿Y que hacías por aquí? —Preguntó omitiendo decirle que lo había visto salir del cine.

     —Oh Umm vine al cine con mi mejor amiga, esta depresiva porque rompió con su novio por eso la invité. 

Yoongi asintió.

     —¿Y tú?

     —Yo traje a mi hermano a su practica de Hokey.

Jimin miraba la carretera y por fracciones de segundos miraba a Yoongi, El apuesto Yoongi. No podía creer que ahora eran amigos.

     —Debe ser genial que sea tu padre. —Dijo Jimin mirando una nueva pantalla Led con el anuncio del K drama. 

Yoongi sonrió, a Jimin le estaba gustando esa sonrisa se hacía adicto a ella cada vez.

     —Mmm lo es  aunque casi no lo vemos, solo por la pantalla. Trabaja mucho. Sólo pasamos tiempo con nuestra madre ya que sus horarios son más flexibles incluso nos lleva a su trabajo. 

     —¿La cosmetóloga cierto? Ella es increíble, mi madre mira todos sus videos en YouTube. Y sus productos son los mejores. —Habló Jimin emocionado.

La madre de Yoongi era todo una eminencia en el ámbito cosmetológico y de belleza.

     —Si, ella. Se apasiona en lo que hace. Aunque ahora anda como loca,  Mañana habrán sesiones de fotos para una nueva campaña y tiene mucho trabajo. Me pidió que le ayude en la sesión,  es algo que no me agrada tanto pero es mi madre.

Jimin hizo una expresión de "o" con sus labios.

     —Eso significa que volverás locas nuevamente a tu club de fans.  —Jimin no le había comentado a Yoongi que se las había topado en el baño de la universidad y no pensaba hacerlo era una tontería. 

Yoongi bufó exasperado.

     —Eso significa que las tendré encima mio hasta en mis pesadillas Jimin, no es tan bonito.

Jimin soltó una risita la cual se tapó con una mano, le daba vergüenza reír a veces porque su diente chueco le causaba inseguridad por eso se ponía la mano en la boca.

     —No es gracioso. ¿No te gustaría venir a verme? —Preguntó.

Jimin dejó de reír.  ¿Ir a la Empresa de cosméticos a ver a Yoongi modelar para unas fotos? ¡Dios era algo que no se perdería! Sería la envidia de todas las "Marry me" pero no podía había quedado con Taehyung y Jin.

     —Oh gracias por la invitación pero ya tengo planes, pero si otro día hay oportunidad claro que acepto. 

Yoongi asintió y cuando Jimin le indicó que casi estaba cerca de su casa sintió otra punzada en el estómago.  Le habría gustado seguir hablando así con él sin interrupciones. Sólo ellos dos.

     —¿Me dejas tu número preciosura? —Le tendió el celular, Jimin rió bajito y lo tomó para apuntar el número y luego se marcó así mismo para guardar el de Yoongi.

     —Gracias Yoongi por traerme.

Jimin no sabía que hacer, como despedirse de su nuevo  amigo, dudó un poco y extendió la mano pero Yoongi se acercó a él y le dejó un besito en la mejilla.

Jimin sentía su rostro caliente y rió nervioso quitando el cinturón de seguridad y bajando torpemente bajo la profunda mirada de Yoongi. 

Cuándo Jimin hubo entrado a su casa Yoongi se fue, sonrió pues si bien Jimin no podría ir mañana con él al menos esta noche le había robado un beso en la mejilla. Esperaba y el próximo fuera en los labios de muñeco que tenía.