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°•☆Cena sorpresa


El lugar estaba bellamente decorado por Jimin,  todo su esfuerzo lo puso ahí en el pequeño pero lindo espacio que había arreglado en la cabaña de su padre. Se había llevado varios días en limpiar y ordenar un poco y sacudir el polvo pero el resultado final era todo lo que quería.

El lugar era bastante acogedor, toda hecha de madera de cedro curado con bellas flores afuera y por dentro era el doble de acogedor. En el centro de la sala de la cabaña de solamente dos piezas había un agran alfombra persa y sobre ella estaba la mesa cuidadosamente arreglada.

Las altas ventanas de vidrio reluciente y marcos se madera cubiertas por cortinas color perla  dejaban entrar un poco la luz de la tarde y Jimin se había tomado el tiempo de encender la chimenea. Había encontrado en el cobertizo de la cabaña en la parte de atrás un gran bulto de madera que le sirvió perfectamente para la ocasión. 

Sobre la  mesa había un  bello arreglo de flores blancas y rosadas con largas ramas de hoja de eucalipto que le daba un toque fresco y elegante a la mesa y varias velas blancas encendidas tanto en la mesa como en varios puntos de la cabaña,  las dos sillas también de madera y dos copas de vidrio con agua fresca  más dos platos con sus respectivos utensilios y  en un plato de barro había colocado unos pastelitos que había horneado con ayuda de Taehyung en la mañana.

Faltaban 5 para las 7 y ese día era perfecto era viernes y podían tomarse todo el fin de semana si querían.

A la semana siguiente sería el viaje familiar de Yoongi con sus padres y hermanos y Jimin ya tenía permiso de su padre para ir. 

Le había enviado la ubicación a Yoongi por medio de un mensaje y no tardaría en llegar.

Recorrió una última vez la cabaña. Tenía un baño con tina en la parte de atrás que era espacioso y bonito, una pequeña y reducida cocina pero lo suficiente equipada para poder cocinar bien, aún tenía el pollo en el horno. 

Unas no tan largas escaleras hacia el siguiente nivel de la cabaña lo llevaba a la habitación principal la que usaban sus padres cuando se quedaban ahí,  tenía una gran cama tamaño Queen con sábanas blancas y  al fondo una ventana grande con cortinas tambien color perla, una bonita alfombra también y dos mesitas de noche a cada lado. Al frente un armario de madera negra donde usualmente su madre colocaba ropa de viaje y finalmente una pequeña puerta que guiaba al baño de  la habitación. Éste era pequeño y solo tenía el retrete, lavamanos y la ducha.

En la habitación contigua que era un poco más pequeña era la que usaba Jimin con una cama más pequeña pero igual de cómoda y al igual que la otra una mesa de noche y ventanas altas y su armario. 

En esa cabaña Jimin tenía sus mejores recuerdos de niño y eso lo llenaba de poco de nostalgia pero sabía que ahí podía crear nuevos recuerdos de ahora en adelante.

Las siete en punto dieron, luego las siete y cinco y decidió bajar justo a tiempo al escuchar el ruido del motor de un auto afuera. Él había llegado en el auto de la madre de Taehyung quien se había encargado en llevar a su mejor amigo junto a Jin con todas las cosas que Jimin iba a usar.

Se miró una última vez en el espejo de la sala y se areeglo su castaña mata de cabello que estaba un poco más larga. Sonrió para si emocionado.

Estaba feliz de poder compartir con Yoongi un momento de paz y tranquilidad solos en su burbuja de amor.

Los toques en la puerta lo hicieron dar largas zancadas algo nervioso.  Yoongi estaba ahí tan guapo tan apuesto como siempre, con su cabello rubio también ligeramente largo peinado hacia atrás, recortado de los lados y un mechón rebelde cayendo por su frente, sus típicos Jeasn de mezclilla negros rasgados y una polera también negra, no importaba si Yoongi decidía vestir todo de negro a criterio de Jimin lucia perfecto ese color en él. 

Su sonrisa se ensancho cuando lo vio parado ahí bajo el dintel de la puerta.

     —Hola bonito, espero no ser demasiado  puntual. —Sonrió estrechando  entre sus brazos a Jimin. 

El chico con su sonrisa puesta en sus labios lo recibió dejando que lo envolviera en su familiar abrazo.

     —No demasiado.  —Respondió aspirando el aroma familiar de Yoongi.  —Adelante.  ¿No te ha costado venir?

Negó.

     —No, con la ubicación fue fácil.

Yoongi terminó de entrar y recorrió con la mirada la hermosa cabaña. Jimin de inmediato lo tomó de la mano para guiarlo hasta la salita y Yoongi se maravillo ante la vista.

     —Wow Jiminie es muy lindo, ¿Hiciste todo esto para mi?

     —Sip, lo hice especialmente para ti por nuestros seis meses juntos. —Susurró y mejillas se habían coloreado de rojo y se veía adorable.

Yoongi no perdió tiempo y lo busco de nuevo con sus brazos para sostenerlo y besarlo apasionadamente. 

Cuando se separaron Jimin tímidamente lo jaló para que se sentara en la silla frente a la mesa.

     —Está todo muy bonito, precioso. Gracias.

     —Tengo la comida en el horno la serviré.

Yoongi hizo el amago de levantarse pero Jimin con la mano le detuvo.

     —Déjame a mi hacer esto Yoonie ¿Si? Quiero agradarte por hoy.

Yoongi asintió y volvió a sentarse mientras Jimin iba a la cocina y sacaba el pollo que había estado horneando.

El platillo contenía patatas que acompañaban el pollo a los lados con nueces y tunas verdes. Y un aderezo Cesar, pan horneado y de postre mousse de fresa rociado con chispas de chocolate.

Sacó la bandeja con cuidado con unos guantes  especiales para cocina y colocó la bandeja sobre la mesa para después ponerlo en un porta bandejas y así con cuidado lo llevó hasta la sala en donde lo esperaba su novio,  era la primera vez que hacía algo así y se sentía feliz porque sabía que estaba haciendo algo bonito por primera vez con su novio jamás antes se había imaginado que iría a hacer algo especial para alguien había tenido novios antes pero nunca algo tan serio como iba con el rubio.

Por eso prácticamente todo era nuevo con él y le gustaba explorar cada una de todas las facetas que iba descubriendo con Yoongi.

El rubio le miró entrar a la pequeña sala y sonrió cuando lo vio llevando la bandeja de comida en las manos, cuando llegó hasta la mesa colocó la comida y comenzó a servir de manera cuidadosa las porciones tanto para él como para su novio.

     —¿Tú concinaste Jiminie? —Se asombró Yoongi observando la deliciosa comida y es que desprendía un olor fabuloso que despertaba el apetito.

Jimin vio el brillo en los ojos de su novio y sonrió porque bien dicen que al hombre se le conquista primero por el estómago y parecía que la comida que había hecho a Yoongi le llamaba mucho la atención.

     —Si Yoonie lo cociné para ti. ¿Te gusta?

     —Se ve apetitoso. —Respondió el rubio con una enorme sonrisa y olfateando la comida de verdad que olía delicioso. —Gracias mi bonito.

El castaño se sonrojó nuevamente porque los halagos de su novio le causaban miles de mariposas en el estómago.

     —Que lo disfrutes Yoonie espero que de verdad te guste porque lo hice con todo mi cariño y mucho esfuerzo para ti, es la primera vez que hago algo así para alguien y espero realmente haberlo hecho bien. Espero no decepcionarte.

Jimin jugueteó con sus dedos nervioso. 

     — Jamás lo haces precioso nunca me decepcionas cada cosa que haces es excepcional además si es preparado con tus propias manos y con tu amor yo lo aprecio muchísimo más así que buen apetito mi bonito que yo disfrutaré esta cena contigo, ya me dio hambre.

Ambos sonrieron mientras comenzaban a degustar el pollo con patatas horneadas sabía exquisito la receta que había conseguido la había seguido al pie de la letra y había puesto cada esfuerzo y cada gramo de dedicación para que todo saliera a la perfección y al parecer lo había logrado porque su novio disfrutaba cada bocado que se llevaba a la boca.

Mientras comían hablaban sobre trivialidades como que debían ir de compras para tener todo listo para su viaje a Egipto jimin dijo que debía comprar ropa ligera y cálida y zapatos cómodos y un montón de cosas más para preparar su equipaje pues el lunes temprano partirían a su viaje de vacaciones.

     —También hice un postre ¿quieres Yoonie?

     —Oh si algo dulce no vendría mal en este momento.

El castaño se levantó de inmediato para ir hacia la cocina y sacar el mousse de fresa con chispas de chocolate que estaba guardado en la pequeña nevera que había en la cabaña.

     —Esto está exquisito mi bonito gracias otra vez. —Añadió Yoongi al probar el postre.

Ambos degustaron el postre helado mientras compartían miradas y sonrisas a este punto de la noche Jimin ya se sentía algo ansioso y nervioso pues sabía lo que se venía después ya que también era parte de su noche especial con su novio.

Así que cuando acabaron Jimin apagó las velas de la mesa y le tendió una mano la cual el rubio no dudó en tomar y se levantaron para dejarse caer en los cojines frente a la cálida chimenea.

     —¿Qué pasa bonito? ¿Algo que me quieras decir? Te noto ansioso.

Jimin apresó su labio inferior entre sus dientes y suspiro.

     —Si, yo...Yoongi yo estoy listo.

La boca de Yoongi se abrió ligeramente sin comprender al inicio pero después de unos instantes la claridad de las palabras de Jimin le cayó encima tomándolo por sorpresa.

     —¿H-hablas de mmm de eso? Jiminie ¿En serio?

El castaño asintió convencido tomando las manos de Yoongi para así demostrarle que estaba bien.

     —Jimin... yo quiero lo sabes pero quiero que estés completamente seguro.  ¿Lo estás? ¿Lo estás mi bonito?

     —Si Yoonie estoy seguro, no me había sentido tan seguro nunca como ahora.

Yoongi se lo quedó mirando por unos instantes perdiéndose en las finas facciones de su novio. Era hermoso, Jimin era simplemente precioso.

     —Bien. —Añadió acariciando una de sus mejillas. —Si tú estás listo yo también lo estoy.

Jimin asintió acercándose a Yoongi y acabando con el poco espacio que los separaba. Ambos se fundieron en un cálido y muy hambriento beso que los hizo estremecerse y al mismo tiempo perderse entre caricias. La ávida y escurridiza lengua de Yogui se introdujo en su boca recorriendola por completo saboreando todo a su paso y arrancándole un  jadeo de excitación al castaño.

Con sumo cuidado hizo  que jimin se sentara a horcajadas sobre él y sus manos no perdieron tiempo para escurrirse entre su polera y buscar la piel de su cintura y su espalda para acariciarla a su antojo. Jimin comenzó un suave vaivén sobre el regazo de Yoongi haciendo al rubio estremecerse de a poco y despertar su primitiva necesidad lentamente.

Jimin podía sentir ya el bulto en los pantalones de Yoongi y jadeo de excitación recordando las palabras que una vez le había dicho. "No seré suave" además del gran tamaño de Yoongi.

Tembló por completo al imaginar su cuerpo siendo sacudido por Yoongi y no le asustó, al contrario más quería probar de aquello.

El beso aún no acababa y les estaba faltando el aire pero no querían romper con él porque se sentía demasiado bien pero debían para poder ponerse cómodos.  Jimin fue el primero en detenerse y entonces se levantó del regazo de su novio el cual le observaba con una mirada bastante penetrante y con sus pupilas dilatadas como un depredador a punto de lanzarse hacia su presa.

     —Ven. —Susurró Jimin tomando a Yoongi de la mano y juntos subieron hasta la habitación más grande. 

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