Yoongi había entrado a bañarse después de haber bajado los restos de la cena de Jimin y el castaño se había lavado los dientes y ya se encontraba metido entre las sábanas de aquella cómoda y gran cama.

Habían tenido una extenuante discusión sobre como iban a dormir.  Jimin insistía en que dormiría en el sofá o simplemente  otra habitación pero Yoongi se negaba rotundamente.

Al final decidieron que Jimin dormiría a su lado en su cama.

Yoongi salió del baño llevando un pantalón similar al de Jimin en color gris y un buzo negro con capucha, su cabello rubio mojado caía hermoso y rebelde en su rostro y sus mejillas.

Sus ojos café claro escanearon su habitación y sonrió al ver a Jimin ya metido entre las sábanas, no todos los días tenía la dicha de tener a su lindo novio ahí.

     —Jiminie, ten. —Yoongi le entregó a Jimin el medicamento para el dolor de la herida en su cabeza el cual ya debía tomar.

El castaño extendió una mano para agarrar la pequeña pastilla y se la llevó a sus labios y después le dió  un trago al vaso con agua que Yoongi le daba. 

     —Gracias por cuidarme  Yoonie. —Agradeció Jimin con sus mejillas abultadas.

     —No es nada bonito.

El peli rubio se metió a las sábanas al lado de Jimin y de inmediato lo rodeó con sus brazos, los ojos de Yoongi se perdieron en el mar de misterio que era Jimin y después con la yema de sus dedos acarició su mejilla y su cabello castaño.

     —Park Jimin. —Comenzó con un tono de voz un poco serio que Jimin jamás había escuchado en él excepto el día que se había confesado. 

     —¿Qué pasa Yoongi? —Preguntó el castaño algo nervioso.

     —¿Cómo caíste por esas escaleras?

Jimin abrió su boca sorprendido por la pregunta porque no pensó que Yoongi la haría. Estaba preparado para todo menos para eso.

Apretó sus labios desviando la mirada hacia abajo al cuello de Yoongi y jugó con la cinta de la capucha del buzo de su novio.

     —Amm Y-yo resbalé. —Respondió sin mirarlo.

Yoongi permaneció en silencio por un momento.

Sabía que Jimin mentía él no había caído así simplemente pero necesitaba que se lo dijera.

     —Dime la verdad bonito por favor, no necesito que mientas. No ahora que estamos comenzando una linda relación.

Jimin mordió su uña del dedo meñique sin poner aún su vista en Yoongi, se sentía avergonzado por haber mentido y a la vez ser descubierto, no era que hubiese mentido con toda la intención pero es que quería evitar más problemas con Suran y las Marry me o cualquier otro tipo de altercado.

     —Es que Yoongi no quiero que esto se haga más grande o se vuelva peor aún. —Respondió dejando de morder su uña y mirándole por fin.

El rubio se acomodó bien su cabello hacia atrás de la oreja y tomó la mano de Jimin para entrelazar sus dedos.

     —Eso me confirma lo que yo ya sabía.

Jimin se sorprendió ante lo que Yoongi dijo y le miró interesado.

     —¿Ya sabías? ¿Sabías que fue ella? ¿Suran?

Yoongi sonrió besando el dorso de la mano de Jimin.

     —No lo sabía tú me lo acabas de decir, bonito.

Jimin se sonrojó ante la obviamente metida de pata.

     —Entonces fue la estúpida esa. —Confirmó Yoongi pasando su barbilla entre los nudillos de la mano de Jimin mientras pensaba muy a sus adentros.

     —¿Entonces no lo sabias? Mentiroso. —Reprochó Jimin haciendo un adorable puchero que Yoongi no dudó en besar.

Las mejillas de Jimin se tornaron rojas.

     —No sabía a ciencia cierta que era ella pero lo suponía, Taehyung dijo que no habías vuelto a la última clase y anteriormente habías tenido encuentros con ella, toda la noticia de que en verdad estamos saliendo estaba regada por la Universidad y la vi furiosa conmigo lo que me llevaba a suponer que fue ella misma quien te estava esperando cuando volvías y te empujó en esas escaleras, cosa que también me pone furioso conmigo mismo porque te retrasé debí acompañarte hasta tu salón. Lo siento mucho por eso Jiminie por no estar más atento y bajar la guardia. No sabía hasta qué punto esa chica estaba desubicada y podía actuar. De verdad perdóname.

Yoongi soltó un suspiro lleno de pesar por lo culpable que se sentía por lo que había pasado con Jimin.  Si bien él no tenía la culpa directa se había confiado demasiado sabiendo lo toxicas que podían ser algunas de sus seguidoras.

Sintió las cálidas manos de Jimin sujetar con delicadeza ambos lados de su rostro para hacerlo mirarle fijamente.  Yoongi se dejó hacer por las suaves caricias de Jimin en sus mejillas.

     —No digas eso Yoonie no te culpes por favor no... fue un infortunio que me haya topado con ella después de verte a ti así que no es culpa tuya.

Yoongi estaba a punto de refutar pero los carnosos labios de Jimin se unieron juguetonamente a los de él impidiéndole hablar correctamente.

     —Jimwinne estgso esa segsrio. —Logró balbucear arrancando las carcajadas de Jimin.

     —Ya Yoonie olvídalo por hoy si, porfis. —Pidió poniendo ojitos de cachorro a los cuales definitivamente Yoongi no se iba a rendir así de fácil.

O eso creía.

     —Está bien. —Respiro rendido.

Jimin sonrió satisfecho porque comprobó que sus ojitos de cachorro funcionaban bien con Yoongi.  Entonces decidió hacer uso de su poder cute and sweet sobre él.

     —Yoonie, Jiminie quiere mimitos para poder dormir. 

     —Jiminnie  ¿Estás tratando de desviar el tema? —Preguntó elevando  una ceja.

Jimin negó escondiendo rápidamente su rostro en el cuello de Yoongi para que no lo descubriera.

     —¿Jiminie? ¿Bonito? Debemos hablar sobre ese tema, Suran  no puede salirse con la suya...

     —¿Hablamos de de ello mañana? —Volvió a responder haciendo otro puchero y jalando la cinta del buzo de Yoongi.

El mayor sonrió tomando la mano de Jimin y apartando la cinta que poco a poco se apretaba al rededor de la capucha de su buzo.

     —Está bien mi bonito hablaremos mañana de esto. ¿Prometido?

     —Si Yoonie eres mi prometido ¿recuerdas? —Jimin tomó la mano izquierda de Yoongi y la elevó al aire para señalar el anillo de Taehyung aún en su dedo.

De un momento a otro el cuerpo robusto y fuerte de Yoongi estaba sobre el delgado y pequeño de Jimin.

     —¿Con que muy gracioso mi bonito? —Lo analizó alzando una  ceja.

Ante el repentino movimiento de Yoongi y la demasiada cercanía y muy escaso espacio entre ellos las mejillas y orejas de Jimin se tornaron carmesí y su corazón comenzó a latir rápido, pasó saliva lentamente sintiendo su cuerpo temblar un poco ante los nervios.

Yoongi parecía darse cuenta del estado de Jimin,   de lo que causaba en él tanta cercanía y eso le gastaba,  amaba saber que con un solo acercamiento movía todo dentro de su  castaño de ojos bonitos.

Jimin pasó la punta de su lengua tentativamente sobre sus labios sin apartar la vista de Yoongi a pesar de sentirse tan nervioso y Yoongi hizo lo mismo pasando su lengua por sus labios que picaban y hormigueaban por fundirse una vez más con los rosados de Jimin. 

Así que fue una tregua silenciosa donde ambos fueron al encuentro del otro buscando los labios provocando aquellos besos que despertaban en su interior un remolino de fuego. Un beso lento y sin pausa para respirar porque,  carajo ¿A quién le importaba respirar teniéndose el uno al otro de aquella manera?

Sus propias bocas creaban sonidos y chasquidos curiosos con cada beso y a veces los dientes de Yoongi aprovechaban para morder los labios contrarios y  viceversa. Las manos del rubio se mantenían una en la cintura de Jimin y la otra en su mejilla acariciando tratando de volver  el beso más profundo. 

Sin querer Yoongi realizó un movimiento involuntario producto del intenso beso que ambos compartían y es que prácticamente se estaban comiendo la boca y sus caderas se impulsaron hacia adelante causando que en la fricción Jimin pudiera sentir la dureza de Yoongi y soltó un jadeo también involuntario que se escapó de sus labios.

Todo fue rápido, el fuego, el deseo y la pasión que los cuerpos destilaban los comenzaban a envolver.

Yoongi no supo como ni en qué momento Jimin se había incorporado y ahora estaba sobre su regazo sin la intención de terminar aquel beso, en esa posición ahora fue Yoongi quien pudo sentir a la perfección el duro miembro de Jimin producto de la excitacion y ahora eran las caderas del menor las que se movían con un ritmo lento y parsimonioso sobre la dureza del mayor quien embelesado sólo podrá observar y deleitar su vista de Jimin sobre él.

¿Cómo sería tenerlo sin nada de ropa ahí sobre él?

Un jadeo resonó de sus labios cuando sus pensamientos se comenzaron a nublar repeoduciendole muchas imágenes sucias de Jimin y él y Jimin que no dejaba de moverse sobre él restregandose y sintiendo sus penes bajo la ropa.

Jimin volvió a morder el labio de Yoongi y éste instintivamente lo tomó del  cabello para jalarlo un poco suave.

Cuando Jimin se separó un poco de él Yoongi por fin pudo hablar porque aún poseía un poco de lucidez.

     —Jiminie joder, tu me tienes tan duro, no dudaría en tomarte ahora mismo. —Susurró tomándolo por la nuca y pegando sus labios en la oreja de Jimin.

El menor jadeó mordiendo sus labios fuertemente, si era posible aún más excitado.

     —¿Pero? —Preguntó sabiendo que había un pero detrás de la ardiente confesión de Yoongi. 

     —Pequeño,  no te quiero lastimar el médico dijo que nada de actividades físicas fuertes, y créeme lo que haríamos no sería nada suave.

¡Santa María Auxiliadora!

A Jimin le falló por completo la respiración cuando Yoongi le dijo aquello sobre su cuello mordiendo ahí con su voz muy gruesa.

A pesar de que su rostro ardía de calor y vergüenza volvió a moverse sobre Yoongi.

     —Q-quizá no podemos p-pero nadie dijo nada de besarnos hasta perder el conocimiento ¿verdad? —Fue su respuesta sin detener sus movimiento.

Yoongi ladeo su sonrisa y lo atrajo nuevamente para besarlo sosteniendo fuerte su cintura y ayudándolo a moverse más, sus penes se chocaban entre sí bajo los pantalones de Chándal al hacerse fricción y Jimin callaba sus débiles jadeos en la boca de Yoongi. 

De un momento a otro los movimientos lentos de Jimin pasaron a ser más rápidos y menos ordenados porque una mano de Yoongi se había logrado deslizar debajo de la polera del menor y acariciaba los pezones duros.

     —Y-yoongi. —Gimió bajito mordiendo el labio de Yoongi con algo de fuerza.

El mayor Respondió al estímulo y comenzó también a mover sus caderas  al encuentro con las de Jimin chocado con más fuerza sus penes mientras el calor iba en aumento. Yoongi logró deslizar la polera que Jimin tenia por su torso y la arrojó a un lado de la cama y luego  buscó con su boca los rosados pezones del castaño. 

Aprovecho para morderlos y succinarlos hasta el cansancio mientras escuchaba los gemidos de su novio. Eran tan calientes como él.

Jimin sentía que no podía más, con cada falsa estocada sus nervios sensitivos ahí abajo en su intimidad temblaban advirtiendo que estaba casi por llegar a su liberación, así que  enderezando su postura dejó reposar sus manos sobre me firme pecho de Yoongi y comenzó a moverse más de prisa, sintió como el espeso líquido se  escapaba  y ensuciaba la ropa de dormir de Yoongi mientras ahogaba un grito de satisfacción mezclada con el nombre de Yoongi.

El mayor aún no acababa así que arrojó el debilitado cuerpo de Jimin sobre la cama dándole vuelta  y ahora fue su turno de comenzar a frotarse duro contra las nalgas del castaño fingiendo falsas embestidas aferrado a sus caderas.

     —Mmm—Jadeo — Jiminie solo imaginar que así estaré dentro de ti después. T-te imagino así bien apretado, eterrandome en ti. —Confesó con su voz ronca tomada por la excitacion.

     —S-si quiero eso Yoongi.  —Lloró Jiminie aun sensible  por las últimas sacudidas de su orgasmo.

Sintió como Yoongi se aferraba lo más que podía a sus caderas y escucho su jadeo ronco al correrse también entre sus pantalones.

Rendido cayó al lado de Jimin envolviéndolo fuerte entre sus brazos y con sus respiraciones agitadas lo besó en la frente.

     —Te quiero mi bonito.

     —También te quiero Yoonie.  —Susurró ya más dormido que despierto.

Ese había sido su primer encuentro intimo y al parecer no sería el último.

Yoongi se levantó también con el sueño invadiendo su ser y solo le dio tiempo a sacar dos pantalones limpios más y ropa interior y ambos se cambiaron antes de caer otra vez en la cama y abrazarse para así quedarse dormidos.