—¿Que observas Yoongi?

Una voz calmada habló detrás del nombrado. Una voz que ya se conocía, razón por la que el albino no se asustó en primera instancia, ya que él era bien precavido cuando se trataba de cuidar sus espaldas, sobre todo cuando merodeaba solo por el bosque. A pesar de haber escuchado la pregunta, el pequeño no dio la vuelta.

—¿Namjoon? ¿la luna siempre estará aquí para nosotros?

El adolescente se sentó junto al menor, y le rodeó con un brazo, mientras observaba la belleza de la luna. Una sonrisa se escapó de los labios de Namjoon. El pequeño era demasiado curioso pero cauteloso a su vez, sabia a la perfección lo que sucedía a su alrededor, comprendía hasta lo más complejo de la naturaleza en una edad tan temprana. Solía dar paseos solo en el atardecer, y se quedaba esperando a que la luna saliera de su escondite. Porque él amaba a la luna.

—Claro Yoonnie, siempre estará ahí, observándonos y cuidándonos—murmuró el mayor. Una sonrisa tranquila se asomó en los labios de Yoongi, aliviado ante sus dudas. ¿Que haría si la Luna un día desapareciera? Algo que ni siquiera el quería imaginarse—. ¿No tienes frio?

Mientras seguía contemplando al cielo, Yoongi negó. No tenía frio mientras observase a la Luna, y tampoco si su hermano le abrazaba. Todo era tan tranquilo en aquel momento.

—¿Seguro? De todas maneras, vine a buscarte—el albino lo observó ofendido, mientras hacia un puchero. ¡No quería irse! ¡Apenas la Luna estaba despertando! ¡El despertaba junto a ella! Se soltó del agarre de su hermano mayor y se cruzó de brazos, completamente obstinado. Namjoon rio ante la actitud de su hermanito—. ¡Vamos! ¡Hagamos una carrera hasta el campamento! Yoongi, yo sé que tú quieres...

Era difícil sostener su orgullo cuando su hermano le ofrecía una carrera.

—Bueno... ¡pero solo por esta vez! ¡a la próxima pasaré la noche aquí!

—¡Lo que tú digas Yoongi! ¡De todas maneras Jeohyun omma nunca te dejara!

La tranquilidad del bosque fue interrumpida por una serie de carcajadas y gritos de diversión, que fueron transformándose en pisadas apuradas, hasta ladridos y aullidos que iban resonando entre los árboles. El mayor —como siempre— iba llevando la delantera, pero a pesar de ser el más rápido y más ágil, era Yoongi el protagonista de la carrera por el simple hecho de su nuevo pelaje. Tan blanco como su cabello, un lobo que resaltaba entre la frondosidad de los árboles. El viento acariciaba gentilmente cada mechón de su cuerpo, dejando una ligereza al correr que le encantaba.

Todas las noches eran lo mismo. Un sinfín de aventuras y diversión para el joven Yoongi, quien siempre disfrutaba con una gran sonrisa la dicha de vivir en el bosque como un lobo, de estar cerca de la naturaleza, y de la Luna. Las estaciones nunca importaron para las actividades de Yoongi, amaba a cada una por igual.

Pero él amaba el invierno.

El bosque era un paraíso sin igual en el que podía correr y jugar.

Un día junto a Hoseok —mejor amigo y casi hermano— fueron a buscar aventuras al límite del bosque. Sin ninguna prisa fueron caminando por el bosque. No querían despertar ninguna sospecha a los adultos de la aldea, porque lo que harían ellos estaba prohibido para los niños. Aun así, quisieron ir.

—D...no estoy muy seguro, ¿y si hay un humano?—habló temeroso su amigo. Yoongi le lanzó una mirada desafiante y se dignó a seguir caminando. No soportaba la actitud cobarde de su amigo, ¿por qué no se dignaba a simplemente disfrutar cada detalle de la nueva aventura que tendrían? Esquivó algunas ramas, y removió otras con sus manos, procurando que estas no le pegaran a su amigo que iba detrás.

—Escucha Hoseok, si vemos un humano, hay que escondernos. Solamente hay que hacer eso, ¿por qué arriesgarnos? Además, no hay que andar en nuestra forma lobo, podría haber cazadores, y eso sí sería un problema. Ahora cierra tu hocico y ayúdame a pasar por aquí.

Hoseok asintió y ayudó a su amigo a pasar por debajo de los arbustos que dividían la aldea del mundo humano. Los humanos no podían pasar por aquella barrera ya que les temían a los animales salvajes que podrían haber, así que se conformaban con acampar o quedarse del otro lado. Yoongi se quedó entre las ramas, procurando de que no hubiese ningún humano cerca.

—¿Ves? No hay nad-

Un sonido tormentoso aturdió a ambos chicos, que no despegaron la mirada que tenían del otro lado. Un auto se acercaba a gran velocidad, deteniéndose un tanto más lejos de los arbustos. Los arbustos se encontraban en altura, así que el auto se veía un poco más pequeño, pero ambos tenían miedo por el ruido que producía aquel artefacto.

—¿Qué es eso? — susurró el castaño.

—¿Que voy a saber yo, tonto? —respondió ariscamente. Las puertas del auto se abrieron, dejando ver como un hombre ya adulto salía de este. Ambos chicos tenían los ojos bien abiertos, atentos, prestando atención hasta el más mínimo detalle. Su atención al hombre que desempacaba duro poco, ya que, de otra puerta del auto, saltó un niño. Un niño de su edad.

—Wow, luce igual que nosotros...pero parece niña.

—¡Cállate Hoseok!

—Perdón...

Yoongi observó como el niño, con un oso negro de peluche en sus brazos, miraba a sus alrededores con una gran sonrisa. Iba bien abrigado, y comenzó a reír mientras buscaba al adulto que le acompañaba. Que infantil, pensó Yoongi. El albino ya tenía trece años, por lo que el niño humano debería de tener la misma edad. Para el era muy importante el tema de la madurez, y ver que un chico se comportara como un bebe, era una aberración para sus ojos. Luego se acordó de que existía Hoseok, así que cambio de parecer.

—¡Ahjeossi! ¡Ahjeossi! ¿Estará bien que no llame a mamá? Debe de sentirse sola sin nuestra presencia...—El niño se encontraba mirando expectante al hombre que comenzaba a sacar unas mantas y una carpa para poder armar. Una risa se escuchó por parte de él.

—¡Ah Jiminnie! ¡No te preocupes! ¡Tu madre debe estar bien! No olvides que este es nuestro pequeño secreto, así que mamá no debe enterarse, ¿verdad? —Yoongi observo como el hombre se agachaba al lado del niño, y le pellizcaba una mejilla. Hablaron cosas en voz baja, cosas que los chicos no alcanzaban a escuchar, pero el albino veía el rostro avergonzado del niño, mientras que el adulto sonreía. El adulto se acercó al rostro del niño y le propinó un beso corto en los labios.

—¡Agh! ¡Qué asco! ¡Es como si Chungwoo hyung nos diera un beso! ¡Bleh!

—Que puto asco...

Se quedaron observando solo por curiosidad, pero Yoongi sabía que algo no iba bien. Tenía conocimiento que los humanos tenían otras costumbres, pero un niño seguía siendo un niño, y un adulto seguía siendo un adulto. Y un beso entre ellos era repulsivo y mal visto. Hoseok dio la vuelta y no quiso seguir observando, se quedó sentado mientras observaba como Yoongi miraba atento.

—¿No crees que deberíamos irnos D? Esta oscureciendo.

Ciertamente, el día había transcurrido rápidamente, y Yoongi había perdido la noción del tiempo. Pero no quería irse, tenía que saber qué es lo que estaba pasando ahí. Su instinto decía que algo iba mal y él tenía que averiguarlo.

—Solo un rato más Hope...

—¡Wow! Me llamaste por mi apodo, ¡genial D!

—Si, sí. Ahora calla...

La carpa estaba hecha, y ambos humanos estaban adentro, no percibía movimiento, solo escuchaba voces. Yoongi pensó que al final todo era una confusión, así que acomodó sus piernas para poder irse.

—Espera un momento Jiminnie, voy a buscar algo—Yoongi se detuvo de inmediato cuando escucho la voz del hombre. Volvió a fijar su mirada y observó como el hombre salía de la carpa, mirando a todos lados. Saco una soga del auto y unas cuantas cosas más que Yoongi no podía divisar bien. El hombre entro de nuevo a la carpa y se escuchó la voz del chico. No podía escuchar nada, pero el movimiento de la carpa fue inusual.

—¿Sucede algo D?

Yoongi no respondió, el movimiento había parado. Pero una risa rasposa se escuchó, seguida de sollozos. El albino no entendía nada de lo que pasaba, hasta que poco a poco los sollozos se transformaron en gritos, y las risas en sonidos que no comprendía. Hoseok estaba paralizado, sin deseos de mirar a través del arbusto, se dedicaba a mirar aterrorizado a su mejor amigo.

—Viejo, ¿qué sucede?

Un movimiento constante comenzó a surgir de la carpa, y cada vez más se escuchaban chillidos y sonidos extraños. Por un momento pensó que el hombre había asesinado al niño, pero no tenía sentido. Porque con una soga todo era rápido y sin movimiento.

—¡N-No! ¡Ahjeossi! ¡D-déjeme! ¡Eso duele! ¡P-por favor!

—D....eso no suena bien, ¿qué está pasando? Tengo miedo.

—¡Q-Quiero a mama! ¡suélteme! ¡ah! ¡a-ahh! ¡ahjeossi por favor suélteme! ¡ugh! —los ojos de Yoongi estaban abiertos como nunca, contemplando como el movimiento era cada vez más rápido.

—¡NO!

—¡¿Yoongi que sucede?! ¡¡DIME ALGO!!

Una mano apareció detrás de ellos, tomándoles por las nucas y arrastrándoles lejos de los arbustos. La figura de Namjoon era imponente y su mirada reflejaba furia.

—¿Se puede saber que hacen aquí ustedes dos? ¡Es de noche ya! ¡¿Acaso no les dijer-

Hoseok se arrodilló a un lado de Namjoon y le agarró de los pantalones sollozando mientras apuntaba a los arbustos. No fue capaz de pronunciar ninguna palabra, solo apuntaba y lloraba nervioso. Namjoon en un momento no entendió nada de lo que el chico le intentaba decir, pero una mirada al rostro pálido de Yoongi, y un poco de atención a lo que sucedía al otro lado le ayudo. Su rostro palideció al entender.

—¡NO! ¡SUELTEME! ¡AYUDA! ¡A-AH!

—¡N-Namjoon hyung! ¡hay que ayudar a ese niño! ¡Lo están asesinando! —la inocencia de Hoseok era sorprendente en aquel momento. Lo que Namjoon escuchaba del otro lado era horroroso, y sabía que tenía que sacar a su hermano y a su amigo de inmediato. Tomó a Hoseok en brazos y le dio la mano a Yoongi.

El albino estaba más pálido que de costumbre, tratando de procesar toda la información. Su amigo no había entendido lo que sucedía, pero el sí. Yoongi entendió lo que vio y escuchó, y eso lo horrorizaba. Unas lágrimas se escaparon de sus ojos y le dio una mirada asustada a su hermano, dándole entender que el sabía. Yoongi le dio la mano y se aferró a su hermano mayor, queriendo olvidar todo lo visto y escuchado. Salieron rápidamente de ahí, dejando de escuchar los gritos y gemidos del niño.

Cuando iban camino a la aldea, Hoseok se había quedado dormido ya.

Yoongi no habló nada en todo el camino, solo arrastraba sus pies por la nieve. Una mirada se escapó al cielo, divisando a su amada luna. Lloro nuevamente, pensando en el pobre niño que sufría en silencio en el bosque. Ni Hoseok, Namjoon, el propio Yoongi y La luna podían hacer algo en esta situación.

¿No que la Luna nos protegería, hyung?

☾

Bum, bomba.

El otro día soñé algo super cuatico, y de ahí salió esta historia. Con lujo detalle para que todo sea tan dramático como mi sueño del que desperté llorando lol

Se que es "Ajussi" pero cuando veo doramas en los subtitulos me aparece "Ahjeossi" o "Ahjussi". Asi que deje como a mi me parecia, ya que asi se toma en cuenta la pronunciacion y weas.

Para que el no sepa, "Ahjeossi/Ajussi" es "Señor".

Espero que les guste bros.

— Satán.