Epílogo
Yoongi al leer el ultimo mensaje le fue imposible de no llorar, su solecito se iría y no sabe a donde. Eso en verdad le ponía triste. Pero le ponía más triste que haya dicho eso, de que "los gatos grises" lo amaban más que él.
Rápidamente llamó a su ayudante, Lalisa Manoban. Aquella chica rubia del que había platicado Hoseok era una investigadora que lo ayudaba.
—Lisa, necesito de tu ayuda, "el gato gris" se llevará a Hoseok. Tal vez El mensaje ya esté completo
—Iré para allá.
[Dame tu mano.]
—¿Ya terminaste, lindo?—preguntó uno de los gatos grises. Hoseok asintió con la cabeza y le entregó el teléfono al gato y este se lo dio a su compañero.—Revisa que no haya puesto nada malo.
—No lo hago, gatito. Ustedes me demostraron que me aman más que a nadie... por ello no pienso decirle nada a Yoongi hyung..—el peligris sonrío cuadradamente y se arrodilló para quedar a la altura de su dulce presa para depositar un tierno beso en los labios de este.
—La presa tiene razón, no hay nada malo en los mensajes, Tae-tae.—dijo su compañero de lindas facciones y labios gruesos.
—Por eso me gustas tanto, lindo.—Tae comenzó acariciar la mejilla derecha de Hoseok con la palma de su mano.—¿Quieres jugar?
[Salvame.]
El peliazul se encontraba con la rubia en el comedor del apartamento que compartía con Hoseok. Ambos analizaban nuevamente los mensajes.
—¿Estos puntos que significan?—preguntó Yoongi.
—¡Yoongi! Eso es código morse..—la rubia empezó a traducir aquellos puntos y lineas hasta que lo consiguió.—Yoongi, encuentrame.. E-eso dice...—Lisa se sentía mal por que tal vez Hoseok la esté pasando muy mal.
—¡Mierda!—las ganas de llorar se hicieron presentes para Yoongi, tiene que encontrar a su felicidad de nuevo.—D-debe de estar mal.... ¡Pero eso no nos ayuda en nada!
—Ya veo...—habló lisa mientras miraba los mensajes de nuevo. Tenía que haber algo ahí, en los mensajes debía de haber algo oculto.—¡Aquí! Creo que lo tengo, solo hay una letra mayúscula en cada mensaje. Aquí hay punto y final pero no está en mayúscula ya que ya hay una letra. Quizás... ¡Yoongi! hay que formarlas en orden. Podría decir algo.
Dirigiéndose a su acompañante, Yoongi tomó su teléfono y miraba los mensajes.
—G, w, o, n.—comenzó a dictar las letras mientras que Lisa las ordenaba.—D, o, n, g...—paró. Recordaba algo.—Dowon dong dalseo-gu.
—¿E-eh?
—Dowon dong dalseo-gu, es donde trabajaba Hoseok, Hoseok antes hacia "favores" a cambio de dinero y... conocía a gente muy peligrosa. Allí es.
Yoongi no dijo nada más, tomó su largo abrigo junto a las llaves de su coche y salió de allí ignorando los gritos de la mujer. No necesita refuerzos, no necesita a la policía que no hizo nada. Él solo rescataría a Hoseok, si ya lo hizo una vez podrá hacerlo de nuevo. Lo rescató de los vicios, de la prostitución y la mafia, ¿cómo no podrá rescatarlo de unos simples gatos grises?
A la velocidad que iba era ilegal pero eso le chupaba un huevo ya que lo único importante en ese entonces, era encontrar con bien a Hoseok. No quería imaginar que cosas le han hecho, si la pasó mal o si ya se lo llevaron. No quería pensar en una vida sin él.
Llegó a ese lugar y miró a todos lados. Nada, ningún alma por allí. Comenzó a pensar en donde es que se podría encontrar y sólo pensó en el sótano del bar.
El bar estaba abandonado así que antes de entrar miró a todos lados para que nadie se enterara, entro allí y estaba casi que derrumbado aquel lugar. No llevaba arma ni nada pero eso no lo detuvo. Y cómo si alguien se lo hubiese dicho, al entrar al sótano logró ver algunas mantas y comida en el suelo. Ahí estaban.
Escuchó voces. Voces entre cortadas, gemidos y sonidos muy obcenos.
No podía estar pasando.
Con temor miró por encima y sí estaba pasando. El maldito gato gris estaba abusando de su novio. Apretó los puños y corrió hasta allí, empujó aquel tipo hacia un lado haciendo que este cayera, se arrodilló y miró a su novio. Frágil, con demasiados ematomas y flaco. Una corriente de odio corrió por sus venas, miró hacia un lado y ahí estaba ese maldito. Lo miró con odio, asco y desprecio pero esa maldita sonrisa le hizo enfurecer más.
—Me estaba divirtiendo, ¿sabes? ¿Por que no me dejas acabar en ese lindo culo?—habló con ironía.
—Bastardo de mierda.—se le tiró encima valiendole que estuviese desnudo. Comenzó a estampar su puño en el pómulo derecho de aquel tipo. Golpeó y golpeó hasta que sintió una enorme descarga eléctrica en su brazo. Le habían electrocutado.
Todo para Yoongi se tornó de color negro y cayó sobre el chico. No recordaba nada más, en su mente caía un vago recuerdo de él y Hoseok; específicamente cuando se conocieron.
"Harto de la misma rutina de siempre; levantarse, ir a la universidad, estudiar, cenar y dormir. Decició esta vez no hacer lo mismo de siempre y se fue a un parque en vez de ir a la universidad. Miraba a las parejas en las bancas besándose y siendo tan cursis que sintió ganas de vomitar. Se paró y colgó su mochila en uno de sus hombros para salir de allí, pero antes de que diera un paso más algo llamó su atención. Un perrito. El perrito se acercó a él y le empezó a lamer sus zapatos, se le hizo super tierno que no dudó en tomar al pequeño can en sus brazos. Su nariz era bonita, miró el collar y este tenía nombre; Holly. Se le hizo de lo más tierno, sentía que un coma diabético le iba a dar en cualquier momento. Pero, antes de que siguiera mimando al cachorro, alguien tocó su hombro.
—D-disculpe, le quité un rato la correa y se escapó.—Yoongi volteó hacia la voz que le había hablado. Ahí estaba, otro lindo cachorrito tierno. Bueno, bueno, este era humano pero no le quitaba lo tierno y lindo.
—No importa, me gustan los perros y este es demasiado lindo.—y a Yoongi le estaba dando un coma diabético, la sonrisa del pelirrojo era hermosa, demasiado hermosa. Yoongi dejó al perro en el suelo quedándose en cucliyas junto a él, Jung también tomó la postura de Yoongi pero esta fue para colocarle nuevamente el collar a su mascota.—Debería cuidarlo más.—dijó mientras se iba levantando de allí al igual que el dueño del cachorro.—No todos los días estaré para atraparlo.
—Eso es una lastima, sé que a él y a mi nos gustaría que así pasara. Soy Hoseok, por cierto.
—Yoongi.—ambos juntaron sus manos en un apretón sin romper el contacto visual y esas sonrisas que acompañaban su rostro.
Y así fue cómo Yoongi faltó una semana a la universidad para ir aquel parque a encontrarse con Holly... Mejor dicho, para encontrarse con el dueño de Holly."
[Necesitó de tú amor para no caer]
La visión de Yoongi volvió poco a poco, su cabeza dolía y eso estaba mal. Miró un poco por encima y estaba atado a una silla, un chico con mascara de gato no tan alto se encontraba alado de el con un bate de béisbol. Y enfrente suyo estaba Taehyung, oh, enserio que lo odiaba.
—Sueltame.—habló Yoongi amenazante a lo cual Tae rió burlón.—¡¡Que me sueltes, maldita sea!!
—No.
—¡¿Por que haces esto?! ¡¿Ah?!
—¿Que no es obvio?—dijo Tae.—Quiero que sufras, que sufras cómo yo lo hice.
—¡¿De que mierda hablas?!
—Mmm... ¿te refresco la memoria? ¿Te acuerdad de aquella vez que salvamos a los chicos de aquellos mafiosos? ¿te acuerdas del plan? ¡¿te acuerdan de quien no lo siguió?! ¡¡¿Te acuerdas de quien no sobrevivió?!!
—¡Jodido seas, Taehyung!
—Vas a sufrir lo que yo sufrí, no volverás a ver "al amor de tu vida", cómo lo estoy sufriendo yo.
—Le pones una mano encima ¡¡y te parto el culo, imbécil!!
El chico de alado tironeó de los cabellos azules del muchacho hacia atrás sacándole un gemido. Miró nuevamente al frente y ahí estaba Hoseok tirado en el suelo llorando. Nuevamente el corazón de Yoongi se rompió en mil pedazos, no sabía que hacer. Lágrimas cayeron por sus mejillas y vio cómo la mano del gato se alzaba para luego estamparla en el pomulo de su novio.
—¡A mi! Q-quieres cobrar venganza, hazlo conmigo. El no tiene nada que ver en esto.—negoció Yoongi.
—Oh Yoongi, Yoongi, Yoongi, Yoongi.—repitió.—Sí te quisiera a ti, desde un principio lo hubiera hecho. Lo quiero a él, Hoseok es la forma de pagar el hecho de que mataste a mi novio.
—¡¡Maldició!! ¡Jungkook no corrió!... E-el estaba junto a Jaebum-ah, ambos venían detrás de mi pero el asqueroso ese los tomó primero... Dejó a Jae pero a Jungkook no—suspiró.—Lo vi, maldita sea, vi cómo ese imbécil se cogía a Jungkook para luego asesinarlo. Fue lo peor, y me dolió cómo no tienes idea, pero... Pero era él o Hoseok. Tú hubieras hecho lo mismo que yo, Tae. Lo siento, lo siento.—
—¿Esto es por Jungkook?—pronunció aquel tipo con mascara de gato.
—Jimin, no es el momento.—dijo Tae.
—Oh claro, ¡estuve matando a tanta maldita gente por un muerto ya que mi novio no lo ha superado! ¡¡que imbécil que fui!!—tiró aquel bate al suelo cayendo a un lado de Hoseok.
—Jimin, calmate ahora.—amenazó el de ojos azules. El otro chico lanzó al aire la mascara y salió de allí.
Yoongi le hizo una señal a Hoseok que este rápidamente captó. Tomó aquel bate y cómo pudo se puso de pie pero no lo logró, volvió a caer al suelo. El ruido que ocacionó el bate al caer hizo entrar en razón a Kim, tomó aquel artefacto de metal y se fue acercando lentamente a Yoongi. Alzó alto el metal y después lo estalló en la costilla del mayor, volvió a repetir aquel acto pero antes de que estallara el bate en la costilla de Yoongi; se escuchó un estruendo y mucha sangre salpicó por el lugar.
—Ni pienses que te iba a dejar solo, Yoongi.—gracias Lisa.
La chica se acercó a Yoongi y lo desató, rápidamente rodeó el cuerpo muerto y ensangrentado de Kim para ir con Hobi, tomó con sus dos manos las mejillas de este y juntó sus frentes.
—Mi amor, mi amor, mi amor.—repetía Yoongi con lágrimas en sus ojos y algo de sangre en sus labios.—Te extrañé demasiado, mi amor. Nunca paré de buscarte, bebé, estoy demasiado feliz de que estés de nuevo en mis brazos.
—Yoongi.—canturreó.—Lo extrañé cómo no tiene idea.—Hoseok dejó un beso en la mejilla un tanto morada del mayor.
[Sólo los tontos hacen lo que yo.]
—Mi amor, deja de moverte, ¿sí?—habló mientras limpiaba un par de heridas de los brazos de Hosoek. Pusó las ultimas curitas para después depositar un tierno beso en el hombro de este.
—Debieron de haber ido a un hospital.—dijo Lisa.
—No, Yoongi y yo prometimos cuidarnos el uno al otro, no necesitamos a nadie más —dijo.—Pero aún así, gracias por lo de hoy.
—Bien, los dejaré solos chicos.—la rubia tomó su bolso y salió de allí.
Hoseok se recostó a un lado de su novio utilizando el brazo de este cómo almohada.—Yoongi... Gracias...
—Hoseok, no tienes nada que agradecer, yo..-
—No, gracias. Gracias por haber sostenido a mi perro aquella mañana para que no se escapase. Gracias por seguir a mi lado después de descubrir a que me dedicaba. Gracias por rescatarme aquella vez de esos mafiosos, de la depresión, drogas y alcoholismo. Gracias por rescatarme de esos gatos grises.—Hoseok se movió y ahora estaba sentado en las caderas del mayor —Gracias por ser Min Yoongi. Yoongi, gracias por encontrarme, sin ti no sé que sería de mi ahora.
Ambos se miraron con amor para después juntar sus labios en un tierno beso, un beso lleno de amor, deseo y cariño. En otras palabras, un beso donde reflejaba lo que ambos sentían por el contrario.
[Seamos felices.]
//Fin//
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro