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¿Tengo que parecerme a mi papá?

He visto fotos de mis papás cuando eran niños (de ésas bien chistosas de los setentas donde los colores se ven bien deslavados; ahora les dicen vintage) y la neta es que no me parezco mucho a uno ni a otro, soy como una combinación de ambos: el cabello en punta y hacia arriba de mi papá Shura pero como mi papá Aioria esta entre castaño y rubio más el tono oscuro de mi padre me dieron el marrón como color de cabello, los labios de mi papá Shura y los ojos de mi papá Aioria, un poco grandes como aniñados. Solo que mis papás ya desde entonces se notaban que iban a ser altos y yo desde que tengo 6 años siempre he sido de los más chaparros de mi salón (supongo que por herencia de mi abuelo Tenma, que califica en la categoría de los enanos).
Hay otra cosa en la que no nos parecemos tanto: cuando mi papá era niño ya era de buen cuerpo. Solo que se le empezó a notar ya de grande, y desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, cuando nací tenia unos brazotes (y los sigue teniendo). Debe ser porque siempre entrena y va a misiones. Y bueno, desde los 14 es musculoso.

En cambio, yo desde ahora a mis 12 años y medio soy de buen cuerpo. O sea, ya casi toda mi vida. Y la neta es que no se que haría sin que mi papá me mande a entrenar con Marin (claro...)
Tampoco tengo el pelo en rulos como él, como dije mi cabello es de punta hacia arriba. Cuando me crece como debajo de los hombros me lo corta porque dice que no me gusta ni siquiera desenredarme (y es cierto, ¡qué flojera!, como si no hubiera cosas más importantes que hacer en la vida). El caso es que él no lo tiene largo pero no tan corto como yo, a la altura del cuello.
Algo en lo que nos parecemos muchísimo es que a ambos nos encantan los chocolates en todas sus formas y presentaciones: en barra para masticarlos, en helado, en pastel (bueno, es cierto que así me gusta más a mí que a él), relleno, sin relleno... ¡Mmmmm! Y mejor ya no le sigo porque se me va a antojar tanto que voy a salir corriendo por uno.
El rollo es que mi papi no puede comerlos tan seguido como quisiera porque, como creo que ya dije y si no aquí va, siempre se esta cuidando de "no engordar". Y siempre se nota a kilómetros a la distancia que se le cae la baba cuando me ve disfrutarlos.
¡Uff! Ésa es una de las razones por las que no me gustaría ser adulto... O no tan pronto: parece que viven eternamente preocupados por algo. Cuando no es una cosa es otra, pero siempre algo les acongoja, como a mi pá.
Y ahí está otra cosa en la que no nos parecemos nada de nada: él es un preocupon de primera y yo me tomo las cosas mucho más a la ligera, por que YOLO, ¿a poco no?
No vayan a creer que esto quiere decir que todo me vale un pepino (o bueno, un pepino y medio para no exagerar), pero tampoco me angustio de más. Creo que lo que va a pasar pasará, y que no quiero vivir como si a la vuelta de la esquina me estuviera esperando una tragedia. O quizá exagere un poco (¡noooooooo!, ¿te cae Seiya?); tal vez no una tragedia pero si algo gacho. El caso es que mi pá, a lo mejor por que es papá, es súper preocupon: que

-"no salgas sin suéter porque qué tal si llueve y te mojas, y entonces de seguro te vas a enfermar"

Y tú volteas a ver el cielo y hay un solazo que casi te quema los ojos y piensas: "No exageres, papi".

O dice:

-"No te acerques a ese perro, no lo conoces y te puede morder"

Y tú ves al perrito y hasta te mueve la cola como pidiendote que lo acaricies. ¡Uffff! ¡Qué loco tanto estrés!
Obvio que no tengo bolita mágica para ver el futuro, pero espero que cuando crezca no me vuelva así. Ha de ser muy feo estarse preocupando por todo. ¡Imaginense que angustia!
El tema es que desde que era chiquito (bueno, y la neta a veces todavía) tooooodo el mundo se la pasa diciendo que mi papá y yo somos igualitos. Quizás como vivimos juntos nosotros ya no lo notamos, pero yo he observado que, por ejemplo, mi papá conforme pasan los años se parece más a mi abuelito. Él (mi pá) a veces dice que ya se le notan los años pero que no le preocupa porque (palabras textuales, no me crean que soy tan cursi)

-"Ha hecho de su vida todo lo que ha querido".

O luego dice que

-"Esta donde siempre quiso estar"

Y cosas así. Eso como que sí me late. Sentirse bien acerca de quien eres y cómo eres, no importa que ya tengas arrugas y que te pintes el pelo para taparte las canas, o que no te lo pintes, obvio. Yo me lo pintaría verde o azul eléctrico, o rosa mexicano o morado; como que se vería más chico.
Digo esto porque mi papá me ha hecho notar como muchos Omegas (en especial mujeres y también Alphas) que llegan a cierta edad se empiezan a deprimir un chorro. Los ves en la calle con una caras hasta el piso como si estuvieran tristes o enojados. Y entonces se hacen tratamientos y operaciones para evitar lo más posible que se les note que están envejeciendo. Pero de todos modos es un poco lo mismo: un no quererte como eres.
¡Ojo!, tampoco estoy diciendo que mejor descuidarse y ya ni siquiera preocuparse por un@ mism@, para nada.

Eso tampoco está nada padre. Solo creo que es un poco como me paso a mí cuando el "episodio de El Cid": me costó mucho aceptar que estaba dejando de ser un niño. Creo que porque cuando eres pequeño todo parece ir de lujo: te súper protegen, te hacen todo, te llevan de aquí y allá, puedes levantarte tardisimo los fines de semana y las vacaciones, y tu única obligación es ir a la escuela. Y cuando te das cuenta de que éstas creciendo, como que sientes que ya nada va a ser igual: vas a dejar de ser el niño que jugaba a ser Hércules y con juguetes, o que comía helados, chocolates y pastel sin preocuparse de los granitos o por engordar, y vas a tener más y más cosas de la cuales hacerte responsable, y ¡obvio!, eso ya no está nada chido.
Me cae que a veces hay que detenerse a pensar un poco: por ejemplo, ahora mi pá Aioria tiene obligaciones bastante estresantes, como ir a misiones y tener las cosas suficientes para mantenernos a él y a mi: que tengamos qué comer, un lugar donde vivir, ropa para vestirnos (aunque a veces no me compra la que me gusta sino una toda aniñada), y yo pueda ir a los entrenamientos pero también a estudiar y los dos al medico cuando nos enfermamos (oh, muy God! Que te alcance el dinero y la energía para todo eso, si ha de estar difícil); pero al mismo tiempo tiene la libertad de ir a donde él quiera, comprarse cosas, salir solo (o con amigos) de noche y no explicarle a nadie a donde va (bueno, yo termino enterándome de que sale porque me deja con los abuelos, aunque no se con quien va... Pero se entiende lo que quiero decir, ¿no?). Así que esa parte del asunto de crecer sí me late. Y en eso sí me quisiera parecer a mi papá.
Lo que no me gustaría es que mi vida se determine porque soy hijo de mi papá. ¡Ah, caray! ¡Te volaste la barda, Seiya! ¿Y eso qué quiere decir?
Paciencia, que soy lento, pero ahí voy. Quiero decir que no me gustaría nada que la gente esperara algo especifico de mí solo porque soy SU hijo, y no de otra persona. Y tampoco me gustaría que él mismo lo hiciera; o sea, como él es caballero dorado me obligara a esforzarme demasiado para ser un caballero dorado.
Y no porque no se me haga interesante, sino porque quiero tener chance de ver hasta donde puedo llegar por mi cuenta pero de poco a poquito, y no porque si mi papá lo eligió, y es muy bueno en ello, yo tenga que "seguir sus pasos", como a veces dicen los ruquitos.
Lo digo porque he visto muchos de eso casos así: que si el papá o la mamá son abogados, el hijo tiene que estudiar Derecho, aunque se éste muriendo por tocar en una banda de rock o convertirse en pintor. Todo eso me parece muy triste, y aunque apenas tengo 12 años y medio ya lo pienso muy seriamente... ¡Bajale, Seiya!
Bueno, exagere un poco: quizás no muy seriamente, pero sí lo pienso porque la neta a mi me gusta mucho dibujar, y si no obtengo una armadura pues, me puedo dedicar a ser pintor o diseñador pero creo que más o menos ira por ahí (aunque voy muy bien en los entrenamientos pero no quita que sea un buen pasatiempo).
El papá de mi papá, o sea mi abuelo paterno El Cid, a pesar de ser caballero dorado era pintor. Pintaba siempre que podía, incluso algunas obras se las compraban o las pedían para hacer películas o le pedían que los pintara como Kasei, Yaka, Natassia o Toki.
Cuando estaba en su casa, después de algún entrenamiento o misión, y los fines de semana, pintaba sus propios cuadros. Lo que él quería aparte de tener una espada afilada era pintar, no lo tenia que... Por ejemplo, paisajes de lugares que había visitado o que imaginaba (como uno en el que Phonos uno de los hijos de Eris, camina en un campo amarillo con un castillo al fondo) o retratos (sobre todo de mi abuela paterna, Phantasos, pero también de otras personas). Eso lo hacía feliz.
Yo no lo veo tan seguido, pero mi pá Aioria si, y dice que aunque su mirada era más afilada que la de mi papá Shura (¿a poco eso se puede?) y una cara seria, seria, era súper cariñoso, de vez en cuando bromeaba y siempre tranquilo. Yo creo que era porque hacia lo que a él más le gustaba. Si no, ¿por qué pintaba en sus tiempos libres?
Eso me gustaría mucho: descubrir lo que me gustaría y no dejar que nadie lo decida por mí. Si mi pá es feliz siendo caballero dorado, chido por él, pero yo prefiero descubrir hasta donde llega mi cosmos por mi mismo.
Y sí, ya sé que todavía falta mucho, pero ¿y qué? Me divierte cerrar los ojos e imaginarme con mi armadura súper chida y siendo respetado por todos, caminado por todos lados, cumpliendo misiones y pensando que soy feliz porque soy un gran caballero pero también teniendo un tiempo para mí haciendo lo que me gusta (todavía no estoy seguro de qué será, pero no importa).
¿A poco a ustedes no les gustaría ser felices?
Bueno, #yonomásdigo.

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