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Planes?

Silver abrió el refrigerador encontrándose con ya no sabía cuántas cosas dentro. Hacía una semana que había vuelto del hospital y su alfa insistía en llenarlo fuera lo mismo con cosas sanas que chucherías alegando que necesitaba recuperar las libras perdidas en el hospital y quizás un poco más. A esa altura no podía negar que se sentía bien tener a alguien que la mimara tanto como hacía él, además de estar atento a todo.

Aún no dormían en el mismo cuarto pues habían decidido ir despacio además él fue el primero en oponerse debido a que tenía miedo a ponerle las manos arriba cuando todavía estaba en recuperación. Bien, esa parte estaba bien, pero Silver deseaba que hubiera un poco más de avance entre ellos. La parte omega de ella estaba en su mejor momento después que parte de su sangre fuera limpiada a partir de las transfusiones por lo que estaba muy sensible. Y si le sumaba que toda la casa olía a él, con todas sus feromonas regadas por donde quiera, no es que pudiera quedarse muy tranquila.

Incluso los sucesos de aquella noche ya no los veía de la misma forma. Antes de la operación le tenía quizás no miedo, era algo extraño, pero no quería que la tocara. Tal vez se debía a que había sido una experiencia demasiado cruda para ella. Pero una vez que había abierto los ojos era como si todo estuviera en otra perspectiva. El miedo se había esfumado por completo y ahora era ella la que quería tenerlo debajo.

Pero el muy maldito no hacía absolutamente nada. Resopló terminando de agarrar una caja de jugo con la caja de seis donas que planeaba comerse completa. Su apetito realmente se había abierto debido a los medicamento de estabilización hormonal.

-¿Qué te preocupa?- La voz de Falcon llenó la estancia cuando salió del cuarto arreglándose el traje y guardando las llaves del auto en el bolsillo.

Se veía radiante, con una deslumbrante sonrisa. Se debía a que sus pronósticos no habían llegado ni al zapato de lo que realmente había ocurrido. El producto lanzado por su compañía había sido tal éxito que la demanda era demasiado alta, a tal punto que los preparados en los almacenes se habían acabado en menos de 10 horas teniendo que dejar todo en preventas. Las ganancias habían sido tal que Falcon ya estaba buscando un nuevo edificio para desplazar a todo el personal y financiar su propia industria para los productos venideros. Una inversión de la que sabía no se arrepentiría, y con todo eso le había quedado dinero.

Incluso a ella le habían dado su reconocimiento aunque no hubiera podido asistir a la ceremonia debido a su descanso. Por el momento tenía el celular apagado pues las notificaciones de proyectos para que ella trabajara eran demasiadas. Había decido escoger aquellas que no tenían un contrato de estancia fija en ninguna empresa. Estaba cómoda en su puesto de trabajo, y lo demás sería para un fondo por si acaso.

-¿Vas a la conferencia de prensa?- ella desvió el tema recostando la cadera a la meseta mientras masticaba una de las donas.

-Sí, tengo que salir antes pues Leo está como loco con la organización y si le pido algo más capaz que colapse- se acercó a ella.

-Me parece que tendrás que buscar una segunda mano derecha. El revuelo es grande- mordió otro trozo –Cuando regreses te quiero mostrar algo en lo que he estado trabajando, es un concepto para el próximo producto. Está enfocado específicamente en alfas y omegas, pero creo que a lo betas les interesara-

-Pues volveré lo antes posible, me interesa saber que tienes entre mano- agarró la mitad de la dona de su mano y le dio un beso en la mejilla –Me llamas cualquier cosa-

-Eh, eso es mío- le protestó ella pero al final cogió otra tras verlo sonreír- Iré más tarde al salón a que me arreglen un poco el cabello- se tocó las puntas, Erika estará allí y después saldremos a conversar un poco, ya sabes, de cosas de omegas- levantó los hombros quitándole interés.

Falcon sabía que ella estaba trabajando en aprender de su nueva vida y por suerte estaba Erika, aquella chica que se merodeaba con Zacarias, así cualquier chisme se quedaba en el círculo.

-¿Necesitas que llame un auto para que te mueva?-

-No, no te preocupes, quiero caminar un poco, lo haré suave- agregó rápidamente al ver es ceño fruncido por parte de él- El doctor dijo que no puedo hacer ejercicio excesivo, dígase correr, entrenar, agitarme mucho o tener sexo, pero necesito salir a caminar o perderé la forma-

Falcon besó su frente para limpiarla después de notar que le había dejado dos granos de azúcar.

-Ok, ya entendí- estaba siendo sobreprotector pero tenerla en una cama de hospital había sido demasiado para él –Ya sabes dónde está el dinero, si deseas puedes ir de comprar, estoy planificando unas pequeñas vacaciones a Hawái y sería bueno que te compraras ropa de verano, allá hace buen calor- le sugirió.

-Hawái, en serio- ella se emocionó –Por qué no me dijiste eso antes, claro que me voy de comprar-

-Estaba viendo cómo serían lo de las reservaciones y todo, pero estaban llenas todas las plazas del lugar al que te quería llevar, así que Zacarias tuvo que usar sus influencias-

-Oh, Zacarias- ella cruzó sus brazos sobre su pecho -¿Él irá?-

-Pues sí, le dejaban dos suites libres si hacía la reservación él-

-¿Y con quién va? O irá solo-

Falcon tomó un sorbo de su jugo.

-Pues no sé, él no es muy explícito cuando le da la gana- cerró la caja de jugo y se giró –Nos vemos entonces preciosa, voy corriendo a sino Leo me mata-

Silver le vio salir por la puerta y se percató que su alfa además de haberse tomado una parte de su jugo se había llevado otra dona, precisamente la que tenía su glaseado favorito. Sacó el teléfono, lo prendió silenciando las locas notificaciones y le tecleó que por eso le trajera una caja nueva. Agarró lo que quedaba de su desayuno y se sentó delante del nuevo televisor a ver otra de las películas que le había comprado. Si, le gustaba ser mimada, al menos hasta que empezara a trabajar donde de seguro estar ociosa no formaría parte de su rutina.

La omega se miró en el espejo y sonrió levemente ante el resultado. Le gustaba que su cabello estuviera corto aun si dejaba visible la marca sobre su cuello. Erika le había contado que con esto muchos alfas no se meterían con ella y la dejarían tranquila. Como hacía poco que estaba siendo ella naturalmente aun tenía que controlar un poco sus feromonas por lo que podría atraer uno que otro.

-¿Te gusta?- Erika dejó los utensilios en la mesa recogiendo los que estaban fuera de lugar.

-Tienes excelentes manos- el corte era preciso y le dejaba movimiento –Me encanta, creo que ya sé a dónde recurrir cada vez que esté en problemas-

Erika sonrió.

-Siempre que quieras, tu presencia es agradable-

-Eres bastante formal para ser tan joven- Silver se levantó y acomodó la ropa –Me haces sentir que soy una vieja.

La omega sonrió otra vez.

-Lo siento, es una costumbre-

-Lo que digas- Silver pagó en la caja el costo de los servicios recibiendo un descuento por ser conocida de una de las empleadas –Erika te espero afuera- la dijo y salió a la calle.

Había muchas personas esa tarde. Le costaría encontrar un lugar tranquilo para conversar. Sintió a Erika salir con su bolso y ambas comenzaron su recorrido.

-Erika, Zacarias te ha dicho algo de algún plan que tenga en mente en estos días- preguntó con el mayor tacto posible. Falcon le había explicado su complicada relación y no quería que ella se sintiera mal.

-Te refieres al viaje a Hawái- eso la tomó desprevenida –Si, me llamó ayer en la noche y me dijo que había hecho reservaciones para que fuera con él-

Wow, al menos un avance con al alfa terco. En serio que nunca sabía lo que estaba pasando por sus neuronas. Coqueteaba con cualquiera, incluyéndola pero a la hora de las cosas serias siempre buscaba a Erika. Era para patearle el culo. Silver la cogió de la mano.

-Oye ¿tienes ya el biquini y la ropa del viaje?- la vio negar –Pues entonces vámonos de compra, nunca lo he hecho con nadie pero suena divertido que ¿crees?-

-Mientras el biquini no sea muy revelador todo está bien, Zcarias puede ser muy celoso- ella le respondió tímidamente.

-Que se vaya al diablo ese alfa con sus celos. Tú y yo vamos a lucir como reinas, a ver qué cara ponen-

-Silver, realmente lo que acabas de decir no tiene nada que ver con tu carácter- Erika se rascó la sien.

-Eso es lo que ocurre cuando paso demasiado tiempo en la casa con un alfa que no me pone un solo dedo encima. Lo omega que tengo está a punto de colapsar. Así que Hawái es igual a comérmelo- declaró la omega con sus hormonas hablando por ella.

Erika se unió a su entusiasmo a pesar de que, aunque amaba a Zacarias no podía sentirse de la misma forma porque no tenían un lazo. Las dos se dirigieron al centro comercial con un plan en mente sin darse cuenta que estaban siendo observadas.

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