Padres?
Para cuando Falcon recibió a Zacarias dos meses después, en el aeropuerto, lo que se encontró fue a alguien completamente irreconocible. No tuvo más opción que correr hacia él y tomarlo de los hombros. Lo miró de arriba abajo.
El alfa que se había ido no era para nada igual al que tenía delante. El Zacarias de ahora había pedido peso, quizás no tanto como para alarmarse o perder masa muscular pero si preocupante para alguien que valoraba su figura. Su cabello había crecido rompiendo su habitual corte y estaba reseco, había sombra de una barba en su rostro. Pero ojalá eso fuera lo peor, era el rostro sin vida de este.
Tenía enormes ojeras bajo sus ojos que de por si apenas tenían brillo. Era como si nada de lo que estuviera a su alrededor lo estimulara.
-Zacarias- Falcon lo llamó.
Silver llegó un poco después y se puso a su lado poniendo una mano sobre el brazo del alfa. Entendía por lo que estaba sufriendo. A ella le tomó casi dos días levantarse y fue gracias a Falcon que le dio un empujón para recomponerse.
-Llévame al bar más cercano, llévame a tu casa, a la mía. No importa pero que haya alcohol, mucho alcohol. Necesito tomar y así olvidar todo o juro que me volveré loco- sonaba tan cansado que daba lástima.
Silver apretó sus labios y miró a su alfa asintiéndole con la cabeza este. El alfa agarró la maleta de su amigo y con la otra lo ayudo a guiarlo fuera del aeropuerto. No era que Zacarias necesitara ayuda para caminar pero sentía que si no lo ayudaba se desmoronaría en cualquier momento.
-Falcon llévalo a su casa y quédate con él- ella le besó la mejilla- Yo tomaré un taxi-
-¿Estás segura?- él la miró dubitativo.
Ella asintió.
-Zacarias necesita estar en un lugar donde se sienta seguro y con alguien que pueda escucharlo y consolarlo- le dio una última ojeada a Zacarias y tuvo que tragar en seco- No le des alcohol. Eso solo ahogará sus penas por un tiempo y solo se hará más daño-
Falcon le besó la frente y ayudó a Zacarias a montar en el auto mientras él lo hacía en el asiento del conductor. Silver esperó a que el auto desapareciera de su vista cuando se pasó la mano por el cabello y sus ojos se enrojecieron. La noticia de la muerte de Erika había sido un shock muy grande. La omega nunca se imaginaría cuán importante era en la vida de ellos.
Suspiró y alzó la mano para parar un taxi. Debía ir a la casa y preparar algo para la cena para después llevárselo a Zacarias. Se notaba que llevaba tiempo saltándose las comidas. Lo que no se esperó era encontrar a dos personas delante de la puerta del apartamento.
-¿Hola?- preguntó deteniéndose detrás de ellos.
Pero al momento supo quiénes eran. No había duda, los rasgos físicos de Falcon estaban divididos entre aquellas dos personas- ¿Ustedes son…?- un pudo terminar la frase pues fue interrumpida.
-Los padres de Falcon- los ojos de la mujer se entrecerraron examinando minuciosamente a Silver- ¿Dónde está él?-
Silver sonrió ligeramente. Vaya día estaban teniendo ambos y nadie ponía de su parte.
Falcon aparcó el auto y dejó caer la cabeza sobre el volante. Tener a Zacarias en ese estado no era algo a lo que uno se acostumbraba. Había vuelto a la casa para buscar un poco de ropa para él y comida para quedarse esa noche en su casa. No quería dejarlo mucho tiempo solo, no fuera a ser que hiciera una locura. Zacarias estaba muy inestable emocionalmente.
Bajó del auto y subió por el elevador. Acercándose a la puerta de su apartamento se detuvo y aspiró. Sus ojos se abrieron y rápidamente abrió la puerta encontrándose con sus padres sentados en el gran sofá y frente a ellos a Silver. Tan tranquila que no supo si asustarse o calmarse.
-Falcon, al fin te dignas a volver- Ofelia se levantó elegantemente y se acercó a su hijo- ¿No vas a darme un beso? Ya bastaste que te desaparezcas todo el tiempo que te da la gana y rompes el compromiso sin nuestro consentimiento-
Falcon se rascó la mejilla nervioso y miró a sus padre estudiando su reacción. Se sorprendió cuando el rostro de él estaba levemente sonriente.
-Ofe, no sofoques al cachorro- le dijo a la mujer con voz grave pero agradable para después tomar un sorbo de té de su taza- Además, que pensará su pareja si lo tratas así-
- Si, madre, ya soy un alfa y no necesito que alguien me dirija la vida- intentó ser lo más cortés posible- Y espero que respeten mi decisión pues Silver es mi pareja destina, mi omega y mi futura esposa- su tono era firma para cuando terminó.
Silver se quedó con la boca abierta. Nunca se imaginó que Falcon hubiera pensado en el matrimonio, al menos no en un tiempo cercano, ya que eso era cosa de los betas. Ellos tenían un lazo que los unía de por vida y pensaba que eso era suficiente. Su impresión se reflejó en su rostro.
-Falcon, deberías tener cuidado con lo que dices, hasta tomaste de sorpresa a tu omega- Reish, el alfa alto y rubio se levantó y caminó hacia su hijo, tomó de los hombros a su madre y la devolvió hacia el sofá.
Falcon suspiró y se sentó al lado de Silver agarrando su mano. EL rostro de su madre estaba congelado en una mueca extraña.
-Madre, sé que quieres lo mejor para mí, pero espero que respetes mi decisión-
Reish acarició la marca en la nuca de su mujer para calmarla.
-Cariño, el cachorro no puede ser todo el tiempo el niño de la casa, debes dejarlo correr por su propios medios- le susurró.
Ofelia apretó sus labios y enfocó a Silver de forma dura. La omega frente a ella sonrió ligeramente como lo había hecho antes y no se dejó intimidar.
-Si haces sufrir a mi hijo tendremos graves problemas de omega a omega-
Silver no se sintió abatida por la amanezca, en cambio tomó otro sorbo de té de su taza que se la pasó después a Falcon para que se aclarara la garganta.
-No se preocupe, no tengo intenciones de eso. Su hijo y yo funcionamos bien juntos, como ve ahora-
Ofelia entrecerró los ojos y se levantó de golpe. Normalmente, aunque era una omega, siempre había tenido a todos a sus pies dada su belleza y el poder de su familia, pero la mujer que su hijo había escogido no había cedido durante toda la hora en que la había formado a retroceder.
-Reish nos vamos- agarró su bolso y lo acomodó en su brazo- La semana que viene los quiero en mi casa para cenar. No falten- se dio media vuelta y caminó hacia la puerta en sus elegantes zapatos de tacón.
El nombrado se levantó y dejó caer los hombros.
-No le hagas mucho caso a tu madre, lleva mucho tiempo sin verte y cuando lo hace se da cuenta que te han puesto la correa- Reish se rio por lo bajo y estiró el brazo agarrando la mano de Silver- Fue un placer conocerla madam-
Falcon frunció el ceño ante el acto cortés pero para una omega para ella, enlazada y con su alfa a su lado podía ser un poco fuera de lugar. Reish bufó ante la reacción de su hijo y se enderezó.
-No te preocupes, no me la llevaré. Eres igual de posesivo que yo- le palmeó el hombro a su hijo- Y te recomiendo que vayas a la cena y que lleves ropa para quedarte una noche. Ella espera muchas explicaciones de porque no le dijiste sobre romper con Dulse y menos de que tu pareja destinada se había enlazado a ti. Ya la conoces-
-Padre, no faltaremos pero controla a madre. No quiero que Silver se sienta incómoda con ella- le dijo acompañándolo a la puerta- mi omega no puede alterarse mucho, no ha pasado mucho tiempo desde que salió del hospital debido a una sobrecarga en su corazón-
-No te preocupes, si tu madre no la hubiera aceptado crees que le permitiría entrar en la casa-
Falcon sacudió la cabeza.
-A veces me pregunto quién es el que manda en su relación-
Reish se acercó y le susurró a su oído para que su esposa, que estaba cerca no lo oyera.
-Yo, por supuesto, pero le hago creer que lo hace ella. Es mejor así-
Y Falcon no pudo evitar ocultar una gran sonrisa. Su padre podía ser estricto pero hoy se notaba que estaba de buen humor al encontrar que él acababa de enlazarse. De seguro pensaba en los nietos. Algo que tendría que esperar dado que Silver aún estaba en tratamiento de hormonas para nivelar su cuerpo.
Una vez Falcon cerró la puerta descansó la espalda sobre esta y se revolvió el cabello. Estaba agotado, lo menos que se esperaba era tener que lidiar con sus padres. Sintió las manos de Silver contra su pecho y la abrazó por la cintura atrayéndola hacia él y besándole los labios. Eso era el mejor reconforte que podía tener en ese día.
La omega le respondió y acarició el cuello del alfa donde había un nudo inmenso de tensión. Falcon dejó su frente contra la de ella recobrando la respiración una vez la liberó.
-Disculpa a mis padres. Ellos son particulares-
-Quitando la parte de que tu madre casi me fulminaba con la mirada en cada momento, no me molestaron para nada. Más bien, son interesantes- dijo sinceramente.
-¿Quieres ir a la cena que ella va a preparar? Si te incomoda puedo negarme-
-Creo que no le caigo de lo mejor a la suegra como para darme el lujo de rechazar su invitación-
Falcon estuvo dudoso pero no recalcó más el tema. Ahora su mente tenía prioridades.
-Debo volver con Zacarias, me quedaré la noche con él para verificar bien su estado-
Ella asintió.
-Prepararé algo rápido para que se lo lleves. Necesita seriamente comer o puede colapsar-
Él besó la punta de su nariz.
-Te lo encargo preciosa-
Las mejillas de Silver se sonrojaron ante de volver a hablar.
-Y cuando todo esté más tranquilo, estoy dispuesta a hablar sobre lo que dijiste- estudió la reacción de él- Lo del matrimonio-
Los ojos de Falcon brillaron.
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