-Nolan- la voz de Erika resonó detrás del alfa que se giró.

-Un momento- dijo al celular y enfocó a la omega- Cariño dame espacio que estoy hablando de negocios- le lanzó un beso girándose, dándole la espalda de nuevo a la omega.

Ella ni siquiera se inmutó. En cambio su mirada se fijó en el crucero que era visible del otro lado de los grandes ventanales de la estación. Una sonrisa se dibujó en sus labios antes de desaparecer  nuevamente. Nolan por fin colgó y la encaró.

-No te imaginas lo feliz que estoy de que en estos momentos estés al lado mío- acarició la mejilla de Erika- Esta vez vamos a ser realmente felices. Compré una casa nueva en las afueras de la cuidad donde no serás molestada.

Erika inclino la cabeza. Una casa nueva para tenerla como un ave en una jaula de cristal donde siempre lo esperaría cada tarde dispuesta. Con todos sus recuerdos intactos esa era la única conclusión que podía sacar.

-Cuando lleguemos te compraré un celular nuevo, así como ropa- miró la pequeña bolsa que tenía- Me alegra que te hayas deshecho de todo. Ahora comenzaremos nuevamente y en cuanto tengas tu celo te marcaré para que nadie pueda arrebatarte de mi lado-

Erika quiso reír pero se abstuvo. El alfa tenía todo planificado. Lástima que ella no tenía ganas de formar parte de ese futuro.

A lo lejos se escuchó la orden de abordar el crucero y él le puso la mano sobre su espalda baja. Erika sintió como sus feromonas la envolvían de forma dominante y pidiendo sumisión, como siempre él deseaba, esta vez cerró los ojos e intentó calmarse. No era momento de ser débil. Aun así se estremeció y Nolan sonrió ante su reacción.

-Así es como me gusta- la elogió complacido- Estoy tan agradecido que alguien tan sumisa como tú sea mi pareja destinada. Siempre me eres tan fiel- Agarró su mano con fuerza- Y esta vez no pienses que te voy a dejar escapar como aquella vez que huiste del hospital- le murmuró contra el oído- Ya sabes lo que pasará si eso ocurre-

Ella tragó en seco. Tenía razón, Nolan no había cambiado en nada. Se dejó arrastrar hasta el interior del crucero. El viaje sería de cinco días. Días que serían bien largos.

Falcon revisó los papeles que Leo le había dejado antes, sentado en el sofá de su apartamento. Esperaba que Zacarias lo llamara pronto, pues todavía faltaban algunos minutos para que descendiera del avión en otro país.

-¿has encontrado algo?- Silver se sentó al lado de él y le ofreció una taza de café. Estaba ansiosa por también tener respuestas. Erika era después de todo su amiga.

-No mucho realmente- suspiró y se tomó todo el líquido de un sorbo- pero creo que con esto se puede hacer algo. Nunca me imaginé que alguien podía estar tan hundido en la mierda-

Ella alzó una ceja.

-Es raro oírte decir algo tan vulgar-

Falcon bufó levemente y le besó la mejilla.

-Cuidaré mi vocabulario, pero ahora es lo que ameritaba decir- le enseñó uno de los papeles- ¿Ves esto? ¿Crees que alguien puede procesar tanto dinero en un solo día de una sola cuenta?-

Silver miró lo escrito en el papel y su ceño se frunció.

-Mi rama no es la economía, pero con mi poco conocimiento de transacciones, como que este asunto se ve bastante turbio-

-Si tú lo ves así como piensas que lo veo yo- se pasó la mano por el cabello rubio todo alborotado- Una empresa puede mover mucho dinero pero este siempre tiene un respaldo pero estas ganancias no tienen una fuente fija ni de destino, ni de procedencia.

-¿Puede ser droga?- ella sacó la conclusión más lógica.

Falcon negó con la cabeza.

-El mundo de la droga da bastante dinero pero es fácil que te atrapen. Al gente puede soltar la lengua- Buscó otro papel. A veces se preguntaba dónde demonios Leo se metía para conseguirle la información- Tráfico de omegas. Es ahora mismo el negocio más cotizado en el mercado negro. Los alfas y los betas ricos con cierto fetiche pagan muy bien por tener una buen espécimen y más si es menor de edad-

El semblante de Silver palideció y sus feromonas olieron amargas. Falcon le rodeó los hombros con el brazo y la atrajo hacia él. La envolvió con las suyas para tranquilizarlas.

-Acaso piensas que ese alfa le hará eso a Erika- nada más de pensarlo la rabia la inundó.

Falcon no era de dar conclusiones sin pruebas pero de nada varía ocultarlo.

-No sé si la meterá en el negocio o simplemente la desea para él. Ella dijo que es su pareja destinada y tú misma dijiste que notaste el lazo entre ellos. Tal vez eso la mantenga seguro por un tiempo. Pero dada la condición de ella de que puede tener el celo varias veces en un mes se volvería una pieza realmente cara para los que cotizan omegas- apretó sus puños molesto por eso. Los omegas eran pocos. Las parejas destinadas aún más escasas. No entendía como un idiota podía hacer algo como aquello- Lo único positivo de Erika por el momento es su embarazo, eso nos da tiempo para poder encontrarla antes que le ocurra algo-

Silver apretó los labios. La noticia del estado de la omega la había asombrado y más de como Zacarias se había puesto. Lo menos que se imaginaba era que el alfa asumiría toda la responsabilidad pero sí, siempre la vida daba sorpresas.

-Primero tengo que esperar que Zacarias me llame, para después contactar con quien se encargará de todo por el momento. Pero sé que lo que encontrará no le gustará para nada.

Silver asintió con la cabeza y se abrazó a él.

Habían pasado cuatro días desde que Erika había ingresado al crucero. Llegó a la conclusión de que debía haber estudiado actuación porque sus continuas escenas de malestar por estar navegando le habían quedado espectaculares. Gracias a eso Nolan no le había puesto un dedo encima. Si venía movimiento de su parte fingía una arcada y por supuesto, no podía faltar un poco de polvo tres tonos más claros que su tono de piel para dar el aspecto que estaba más pálida.

Pero el tiempo se estaba acabando, en menos de 24 horas llegarían a su destino y las posibilidades de que su plan funcionara, se estaban agotando.

-Sí, ya sé, no me jodas más con eso- Nolan salió del baño con solo una toalla en su cintura y hablando en el celular.

Erika fingió nuevamente dormir. Esperaba que él soltara la lengua de una vez por todas. Y conociéndolo bien, sabía que en algún momento bajaría la guardia.

-¿Qué más quieres que haga?- lo oyó gruñir- Tengo todos los papeles para usarlos en contra de ese tipo en el bolsillo oculto de mi maleta. Deja que llegue de una puta vez para que puedas sacarles las copias y puedas reclamar su dinero- se dejó caer sobre el sofá y esperó al parecer respuesta del otro lado.

El corazón de Erika latía. Al fin estaba hablando, después de cuatro oscuros días.

-Sí, lo sé. Son los únicos que están. Tuve que pagar mucho dinero para poder buscar lo que pudiera afectar. El expediente de ese imbécil casi es impecable. Lástima que acostumbra a acostarse con cualquiera. Gracias a eso podemos falsificar un examen de ADN para hacer pasar a alguien por su hijo y su supuesta pareja abandonada- se carcajeó- Quiero que se haga lo más publico posible, en todos los medios de prensa del mundo. Que su reputación de vaya por el suelo, entendiste- una sonrisa adornaba sus labios- te dejo, tengo cosa que hacer-

Se levantó dejando el celular sobre el sofá y se recostó satisfecho. Sus ojos se fijaron en la espalda quieta de su mujer en la cama.

-Mi hermosa Erika- una mirada lasciva brilló- En cuanto bajemos de esto, te haré gritar tanto que no te acordarás más de ese animal y serás completamente mía. Me darás aquel hijo que aquella vez perdiste cuando te caíste de la escalera. Sino hubieras sido imbécil mi padre no te hubiera tenido que empujar. Aunque te lo merecías-

Erika tenía los ojos muy abiertos mientras lo escuchaba. Intentaba controlar su respiración mientras los recuerdos cruzaban por su mente una y otra vez. La angustia de ese momento. El dolor que atravesó su cuerpo. La pérdida de la vida que se había creado en su interior.

Después de todo, a pesar de ser su pareja destinada, la familia de Nolan nunca la había aceptado y debido a que este la había encerrado en la casa en contra de la voluntad de sus padres. Era que el odio a su persona había aumentado. Y cuando tuvieron la oportunidad habían aprovechado la oportunidad para deshacerse de ella.

Quizás fue lo mejor. Después de todo, unos la odiaban y el otro la mantenía cautiva en una habitación todo el tiempo privándola de todo, incluso de su libertad.

Como cuando te dicen que nunca conoces a las personas hasta que vives con ellos. Nolan fue una cosa en los primeros meses de noviazgo mientras cada uno vivía por separado. Pero una vez que ella había puesto su pie en la casa a modo de supuesta visita, todo se había vuelto un infierno.