Silver se sintió más nerviosa mientras más se acercaba a las puertas del baño, pero era algo que debía hacer. Si, se estaban acercando más románticamente pero en cuanto a lo físico, había barreras, sobre todo de ella. Había momentos que si estaba sola no existían y se creía capaz de poder hacer lo que quisiera pero en cuanto tenía la figura de Falcon delante de ella comenzaban las inseguridades.

Se golpeó mentalmente tan fuerte que le dolió. Ella no era una niña y menos miedosa. Estaba con su pareja destinada, que su parte omega ansiaba al punto de desgarrarla desde adentro. Era verdad que su primera vez había sido intensa y debía superarlo. Falcon no le haría daño de nuevo, de eso estaba segura pero aun así no podía dejar de sentirse nerviosa cuando llegaban a un novel de intimidad más denso.

Falcon percibió la incomodidad de ella a pesar de lo que le había pedido y se detuvo delante de la ducha.

-No tienes que forzarte, ya te dije que esperaré todo el tiempo necesario, lo hice antes y no me molesta un poco más de tiempo mientras estés cómoda- le dijo de forma tranquilizadora, sus feromonas la rodearon sin presionarla, había notado que se había acostumbrado a su olor y la calmaba.

Efectivamente el cuerpo de la omega se volvió suave y menos tenso.

-Estoy bien- le dijo ella más tranquila- Quiero esto- decidió al final.

Falcon la miró por unos segundos y abrió la puerta del baño llevándola hacia la larga mesa de mármol de los lavamanos y tomándola de la cintura la sentó.

-Déjame preparar las condiciones- le tocó la punta de la nariz con el dedo.

El alfa se giró y abrió el grifo de agua caliente de la tina demasiado grande para una sola persona, perfecta para dos. Silver siempre se impresionaba con el baño central de ese apartamento, era casi del tamaño de la sala y esta no era pequeña en ningún sentido. Todo estaba decorado de mármol rosa y blanco, realizado seguro por algún diseñador especializado pues el trabajo era extremadamente fino. Había una tina, una ducha y un jacuzzi, el lavamanos donde ella estaba sentada, el juego de inodoros y algunos artilugios de buena calidad. A Falcon le gustaba usar varias marcas en cuanto a higiene se trataba.

El alfa palpó la temperatura del agua esperando que la tina se llenara y volvió hacia donde estaba ella.

-¿Quieres que te quite la ropa o lo harás tú?- le sonrió levemente.

Los dedos de Silver hormiguearon.

-Ayúdame- declaró sonriendo levemente de forma tentadora.

Ya él la había visto desnuda antes y le había hecho literal de todo, así que otra vez no era para avergonzarse, pero no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran ligeramente. Abrió sus piernas y dejó que él se acercara un poco a su cuerpo. Al principio tragó un poco pero después la escena no le resultó desagradable. Su parte omega ronroneaba y no pudo evitar humedecer sus labios con la punta de su lengua.

Acción que fue seguido por los verdes ojos del alfa que se deleitó con aquello. Falcon parecía divertido de cierta forma con aquello y llevó sus dedos a la blusa con más seguridad y desabrochando uno por uno de los botones. Lentamente, para no alarmarla. La respiración de Silver se volvió algo rápida y su pecho subía y bajaba sobre todo cuando su pareja rozaba su piel a conciencia. Le gustaban las reacciones de su pareja y de cómo ahora evitaba mirarlo.

-¿Me estás provocando?- ella alzó una ceja enfrentándolo.

-No fui yo quien inició- se inclinó y le besó la frente- Puedo besarte-

Ella frunció el ceño.

-Se siente realmente raro que me lo pidas cuando siempre has hecho lo que te ha venido en ganas-

Falcon sonrió contra su mejilla.

-Lo más significativo de ti es que siempre tienes una respuesta para todo- se burló.

Silver inclinó un poco la cabeza.

-Al parecer Erika tenía razón- pensó en voz alta y Falcon se enderezó intrigado.

-¿Ustedes estuvieron hablando sobre mí?-

-De una cosa saltamos a la otra. Ella me contaba como algunos alfas tratan a sus parejas, que los dejan encerrados en sus casas y que apenas tienen voluntad de hacer algo-

El alfa frunció el ceño levemente al escuchar aquello y resopló dejando caer la cabeza hacia adelante, hasta ese momento se aguantaba del borde de la mesa de mármol.

-Digamos que es más común de los que crees. Mi madre me contó que incluso ella pasó por ese proceso a pesar de ser una omega de alta clase. Mi padre tiene un carácter bastante- se detuvo para pensar –complicado, por lo que la trató como si ella fuera débil, delicada hasta que casi se vuelve loca y el como que cedió. Ella después me contó en secreto que lo fingió todo pero no sé hasta dónde es real esa parte. Yo presencié parte de esa tortura con mi madre y me juré que nunca haría sufrir a la persona que llevara mi marca-

-Oh- Silver estaba impresionada procesando los nuevos descubrimientos de la vida de su alfa- Con razón eres tan considerado y me tratas tan bien- ella le sonrió –También si me encerraras te patearía el trasero hasta que me dejaras libre-

Falcon la miró con cierto brillo y se acercó para dejarle un casto beso en sus labios sin que ella retrocediera.

-Lo sé- volvió a besarla- créeme el día que te encierre puedes cortarme la cabeza-

-Eso me gusta- Silver se sintió sumamente relajada con la conversación por lo que no pudo evitar rodear el cuello del alfa con sus brazos y atraerlo hacia él

Sus labios se encontraron nuevamente de forma más demandante aunque Falcon no quiso presionar. Dejaba que fuera ella la que diera el primer paso, que lo estudiara, que se deleitara todo lo que quisiera a pesar de ser una total tortura para él pues solo quería bajarle los pantalones allí mismo y enterrarse completo en ella. Pero debía controlarse. La prepararía para el momento y una vez que ella lo aceptara por completo dejaría explotar la bestia dentro de él.

Silver abrió sus labios como invitación a que él profundizara el beso todo lo que quisiera y él por supuesto que no se negó. Las manos de él se cerraron en torno a su cintura por debajo de la tela buscando el calor de su piel, estremeciéndola. La besó suavemente a pesar de enredar de forma posesiva su lengua.

Sus dedos terminaron, a ciegas, el trabajo de desabrochar la camisa sabiendo que el último botón casi lo había arrancado y bajó la prensa quitándola completamente. Su omega estaba tan absorta en el beso que apenas se percató de esto. Sus manos acariciaron la delgada espalda trazando cada fragmento de esta memorizándolo. SI había tenido sexo con ella pero no recordaba nada de lo ocurrido y eso lo mataba. Adoraba el cuerpo de la omega y lo que siempre había deseado era tenerla desnuda debajo de él.

Sus dedos tantearon el cierre del sujetador y soltó sus labios desplazándolos por el cuello de Silver dejando suaves besos y lamiendo la piel que subía de temperatura. Oyó un débil gemido por su parte y casi pierde el control. Sus dedos no pudieron detenerse más y abrieron el cierre dejando que la prenda fuera fácilmente retirada.

Sintió entonces que el cuerpo de ella se tensó y la respiración se detuvo. Falcon se apartó dándole aire.

-Lo siento cariño- le pasó la mano por la cabeza al notar su expresión –Me sobrepasé un poco-

La omega se llevó los brazos hacia sus senos cubriéndolos con el ajustador mal puesto y tragó. Cerró los ojos intentando despejar el momento exacto que rondaba en su mente cuando él le había quitado esa misma prenda con los dientes y había mordido sus senos con bastante fuerza. Si, ella era fuerte, pero los recuerdos de esa noche todavía estaban bastante vigentes.

-Creo que es mejor que termines tú sola- él le sonrió de forma extraña y le besó la cabeza. Todavía había tiempo- No creo que ahora mismo sea una buena idea que yo esté cerca de ti, no en mi estado- a pesar de que todo el tiempo había intentado evitarlo todavía quedaban restos del aroma de otro sobre ella. Tal vez por eso había cedido al final.

El alfa se dio media vuelta y se encaminó hacia la puerta.

-Lo siento- la escuchó decir.

***

Erika se removió en la cama. Su cabeza dolía bastante y se sentía abrumada. Debajo de ella las sábanas suaves de seda se extendían y eso le hizo abrir los ojos de golpe encontrándose en una habitación de paredes blancas, con piso, cortinas e incluso la tela sobre ella de color negro. 

¿Dónde rayos estaba?