Zacarias bajó sus gafas de sol mirando el nombre de la pantalla descolgó su celular asegurándose que era el de él.

-Espero que tengas una buena razón para llamarme cuando hace apenas unas horas que nos vimos. Vinimos juntos pero no revueltos y además que sea rápido. Erika está durmiendo- él bostezó al terminar. Ambos se habían quedado rendidos en la tumbona, ella sobre él y entre sus piernas. El alfa tenía una mano sobre su nalga posesivamente y cuidado aquel que osara echarle el ojo.

-Zacarias- la respiración de otro lado del teléfono era algo alterada- Cállate de una puta vez-

Zacarias pestañeó pues era extraño que Falcon le soltara una palabrota como aquella, así que se alarmó.

-¿Qué pasa?- se removió pero se quedó quieto al momento recordando a la omega contra él.

-Es Silver, está entrando en celo-

-¿Solo es eso?- este dejó salir todo el aire de sus pulmones más calmado- No me asustes así-

Falcon se exasperó del otro lado de la línea.

-¿Cómo que solo eso? Está entrando en celo, precisamente ella-

Zacarias se acomodó las gafas nuevamente.

-No seas trágico, ya era hora que le ocurriera, los medicamentos que le estábamos proporcionando son muy fuertes, así que es norma que ya estén dando resultados. Además aunque sea su primer celo será más leve pues su sistema hormonal no se ha recuperado del todo, así que fóllatela y resuelves el problema-

-ZACARIASSSS-

-no me grites- tapó el oído de Erika con miedo que el sonido la despertara aunque era irónico pues llevaban rato en la piscina.

-Si no quieres que te grite dime que puedo hacer, sabes que no puedo tener sexo simplemente con ella, te recuerdo que desde aquella vez no he podido tocarla más de lo normal-

Zacarias suspiró.

-No puedo creer que esté hablando con otro alfa. Oye es una omega en celo, va a querer tener sexo contigo no importa lo que…- se quedó pensativo- No sé donde estés pero llévala al cuarto. Nosotros nos uniremos con ustedes en un momento- y colgó.

Dejó el celular a un lado y le sacudió con suavidad el hombro a la omega.

-Erika, chiquita, despierta-

Ella se removió y sacudió la cabeza contra el pecho musculoso como si fuera un gato. Él le acarició la cabeza para terminar sus dedos sobre su nuca.

-Hermosa, hay un pequeño asunto del que quiero que te encargues- se sentó con ella besándole el cuello- Silver está entrando en celo- eso hizo que la omega se desperezara y abriera los ojos a pesar de estar cansada después de todo había cierto alfa que había cumplido su promesa de no dejarla dormir.

-¿Ya está entrando en celo?- se restregó los ojos.

-Si Falcon sintió sus síntomas ahora quiere decir que está empezando así que le tomará unas horas en que se haga más fuerte, crees que puedas prepararla, sabes del pequeño gran problema que hay entre ambos-

Erika asintió con una sonrisa.

-Ya nosotras hablamos sobre eso, no será un problema, ya encontramos una solución, solo me sorprende que ella esté entrando en celo, quizás así las cosas sean más fáciles-

Zacarias le besó la mejilla con orgullo. Ella siempre un paso por delante pensando en todo.

-Y hablando del tema del celo, él tuyo debe estar cerca- le acarició el cuello con la punta de la nariz.

Erika se estremeció gimiendo silenciosamente pegándose más a su cuerpo. Nunca sabía cuándo le daba con exactitud, simplemente e alfa siempre estaba ahí en el momento indicado.

Falcon llevó a Silver hacia la habitación con paso apresurado, le preocupaba que alguien oliera las feromonas que emanaban de su cuerpo, aunque ella estaba muy tranquila al momento de dejarla en la cama. Por su parte el alfa caminaba de un lado a otro como una fiera enjaulada.

La habitación se llenaba de un delicioso aroma, las feromonas omegas estaban emanando de ella son control. Falcon tuvo que salir de la habitación hacia la terraza y cerrar la puerta de cristal detrás de su espalda bloqueando todo el olor. La ropa se le pegaba al cuerpo, estaba sudando y jadeando. Demonios era su omega la que estaba entrando en celo ahí mismo, a solo pasos de él. Podría tomarla todo el tiempo del celo sin problemas, hacerla sentir que el mundo se derritiera pero tenía miedo, y si ella se asustaba de nuevo. No quería ver el rechazo en sus ojos, otra vez.

Silver miró hacia la terraza y su pecho se apretó. El calor en su estómago cada vez era más fuerte, siendo incómodo, los pezones picaban contra la tela que lo contenía y estaba demasiado sensible. Podía lidiar con eso por el momento, no era tan terrible. Sabía que sus feromonas estaban por todos lados y cómo debía sentirse Falcon. La culpa pulsó dentro de ella.

Oyó unos toques en la puerta.

-Silver, soy yo, Erika, ábreme-

La omega casi saltó de la cama y abrió la puerta.

-Dios, este lugar es peligroso- Zacarias alzó una ceja- ya entiendo a Falcon- se restregó la nariz, se había equivocado con decir que el celo de la omega sería débil, las feromonas eran verdaderamente fuertes e incluso difíciles de tratar para un alfa como él.

-Chiquita, llévala la baño, yo sacaré a Falcon, me llamas cuando creas que sea necesario-

Erika asintió y agarró de la muñeca a Silver metiéndola en el enorme baño dejando el resto en manos de Zacarias. Falcon oyó como a puerta de la terraza se abría y abrió los ojos. El viento que refrescaba su cuerpo se vio interrumpido por el aroma que salió de la habitación incitándolo a entrar. En cambio el que estaba allí era su amigo.

-Tú y yo, nos vamos de aquí, las chicas tienen cosas que hacer primero y tú necesitas refrescar tu mente-

Falcon le gruñó. No le gustaba la idea de otro alfa cerca de su omega en celo aun cuando este era precisamente Zacarias.

-Eh, eh, los dientes que solo estoy ayudándote- se acercó y tiró de él del brazo hacia el interior y después pasando el brazo sobre sus hombros empujándolo.

Falcon tembló de ansiedad y miró hacia la puerta del baño donde el olor se hacía más fuerte pero Zacarias no dejó de empujarlo hasta que estuvieron fuera de la habitación. Lo arrastró hacia su propio cuarto y lo lanzó directo a la piscina.

-Quédate ahí hasta que refresques la mente. Yo te llamo cuando sea el momento adecuado- le protestó el alfa parado frente a él, en la orilla- Y no se te ocurra salir, no quiero tener que limpiar tu desastre y menos que Erika lo haga, le gusta la organización y la limpieza- se giró y dejó a Falcon dentro.

Respiró profundo y se sumergió hasta que el agua estuvo sobre él. Ni siquiera la tranquilidad del agua podía relajar sus músculos. Ansiaba estar con su omega, mimarla, abrazarla, derretirse contra ella, pero ahora estaba allí, separado de su cuerpo, una tortura total.

Erika sacó a Silver del baño después de ayudarla a secarse. Solo había pasado un momento pero sus manos temblaban. La dejó envuelta en una toalla y se fue a buscar en la maleta ciertas prendas.

-Están en la bolsa de atrás- Silver le indicó y Erika a encontró poco después llevándola de regreso.

-Creo que es buen momento que las uses- le sonrió- Estoy segura que le gustarán aunque no durarán mucho tiempo encima de ti- se burló sacándolas de la bolsa y poniéndoles sobre la cama.

-Erika, ¿cómo se siente el celo?- le preguntó Silver con un toque de preocupación, era totalmente nuevo para ella.

La omega se quedó pensativa y después le sonrió

-La palabra ideal para eso es COMPLICADO- se rascó la nuca- Es difícil de describir, no soy el mejor ejemplo pues en mi caso no tengo buena experiencia, y puede ser doloroso si lo pasas solo pero si estás con tu alfa, puedo asegurarte que es algo genial, lo querrás repetir aunque no tendrás muchas recuerdos después-

Silver se acarició el cabello corriéndolo hacia atrás.

-¿Crees que esté preparada para hacerlo con él? Digo, ya no le tengo tanto miedo como antes pero cuando me toca de más…-una cinta apareció delante de sus ojos-

-¿Quieres probar, al menos al principio?-

Silver se quedó inmersa en la cinta y al alzar los ojos lo hizo llena de confianza. No perdía nada con hacerlo.

Zacarias esperó recostado en la cama hasta que su celular sonó. Lo colgó y buscó a Falcon que estaba sentado en la tumbona de la terraza con los ojos cerrados. Aquellas dos mujeres se habían demorado tanto que hasta él se había impacientado. El atardecer estaba cayendo haciendo de la vista lo más bello de la ubicación, le hubiera gustado que Erika estuviera allí para verla, quizás todavía tenía tiempo.

-Mueve el culo, tu omega te espera-

Falcon giró la cabeza hacia él.

-¿Silver me espera?- no se lo creía.

-Si quieres voy yo aunque no lo necesito- soltó con ironía y ya Falcon caminaba hacia la puerta. Su ropa apenas se había secado después de salir de la piscina pero no le importó.

Encontró a Erika en la entrada revisando el celular y le sonrió al notar el olor exaltado del alfa.

-Está en celo pero sé suave con ella- la chica le tocó el hombro y se alejó de vuelta con su alfa. Falcon pudo percibir parte del olor del celo de Silver sobre ella. Esperaba que Zacarias no la tirara de cabeza en la cama, ella se veía tan delicada que parecía que podía quebrarse en cualquier momento.

Respiró profundo y agarró la manigueta de la puerta. Estaba tan ansioso que sus dedos estaban entumecidos. Pero no podía esperar más y simplemente abrió dejando que el mar de feromonas lo envolviera.