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Cap 87: El enfrentamiento

Continuando en la Ciudad de México, por mientras esperaban la operación, todo mundo se fue a pasear por las calles, mirando aquellas colonias pintas y enigmáticas y hasta pasaron justo frente a la presidencia de AMLO (Andrés Manuel López Obrador). José María estaba maravillado, quien respiraba el aire fresco, gozando del ambiente azteca y hasta se puso a correr como nunca antes... Nuevamente, fueron a dar a los canales de Xochimilco, en donde se pusieron a pasear por los canales.

José: Jajaja ¡hola, México! :D

Sam: Está mejor Oaxaca, Puebla, Querétaro, Guanajuato, Quintana Roo… que esta ciudad.

Chris: Algún día iremos a esos lugares...

Cristóbal: Sí... No puedo creer que me van a operar.

José: No te preocupes, no pasará nada.

Chris: Ni irás a sentir nada.

José: Vayamos a ver las pirámides esas, si es que aún existen.

Chris: Mmm.... Vamos a ver...

Duraron un buen rato haciendo el paseo en bote, canoa o lancha, o como se llame, el cual de por sí era relajante. Incluso daba algo de sueño; mirando y/o apreciando todo el canal hasta que entraron, a través de ahí, al pueblo de Xochimilco.

José: Ah, qué lindo es volver a este río jiji. A ver qué más vemos, que la otra vez no hemos visto mucho.

Chris: Busquemos esas pirámides.

José: De acuerdo jiji.

Después de que terminaron de hacer su paseo por los canales, fueron a dónde estaban los templos aztecas que estaban muy lejos de la urbanización... Literalmente, los templos aún no han muerto, ya que se adentraron en una zona rural y ahí vieron los templos, los cuales dejaron a José María un poco asombroso. Y no, no sólo él, sino también los demás.

José: Wow. Es increíblemente genial... Son muy grandes.

Sam: Mi orgullo se activó B)...

Cristóbal: Son bonitas, hasta ya siento que me estoy sumergiendo en el México antiguo....

Chris: Vaya...

José: ¿Y los indios?

Cristóbal: No lo sé, dímelo tú.

Sam: No son indios, son indígenas, racista. Están en las zonas rurales, wey.

José: Bue… iré a subir.

El lobito lindo se sube en una de los templos estando completamente feliz y sacando la lengua como si fuera un perrito; subió al templo, estando en la altura exacta y desde ahí se puso a mirar al rededor. Lo mismo hizo el papá de Cristóbal, quien lo decidió a los pocos segundos de quedar pensando, estando de lado de José María y apreciando desde arriba todo. También lo decidió el chico y se une con ellos, a excepción de Cristóbal quien se quedó ahí bien serio.

José: Cris ¿no quieres subir? La vista es bonita desde aquí arriba.

Cristóbal: No, estoy bien aquí...

Chris: Ven, hijo.

Aunque no quería, Cristóbal fue capaz de ir, pero caminando y de una forma seria... Cristóbal se sube a la pirámide, estando juntos a ellos apreciando la vista del bosque desde ahí. Posteriormente, se tomaron una foto: José María saca su celular al igual que el Chris y se tomaron fotos.

Se quedaron viendo los templos aztecas un momento, hasta que decidieran irse; y se van caminando por el bosque rumbo a de vuelta a la ciudad, pero, mientras más iban avanzando, se percataron que se habían perdido y eso que el bosque era muy frondoso. El chico caminaba con la mirada perdida, estando hundida en sus pensamientos, mientras que sostenía una mochila en sus manos; por lo tanto, esto hizo que se desviara del camino y perdiera de visita a José María, a Cristóbal y a Chris. Cuando menos pensó, se dio cuenta de ello, dándose el susto de su vida. Sin embargo, logró guardar la calma, y decidió caminar mientras buscaría el camino a casa. Caminó y caminó, pero nunca encontró nada.

Aún así, siguió guardando la calma y siguió buscando con la esperanza de solucionar el problema en el que estaba metido... Finalmente, la noche había caído, por lo que fue sacando de ahí una linterna de la mochila y, con ella, comenzó alumbrar.

Por otro lado, al llegar al hotel y al departamento José María se percata que el chico no estaba con ellos, lo que hizo que sus preocupaciones se comenzaran a despertar.

José: ¡A la virgen...! ¡El niño no está!

Cristóbal: ¿Qué...? ¿Cómo que no está?

José: Pues... No está por ningún lado.

Chris: Vaya... Se debió de haber desviado del camino.

José: ¡Y justo cuando van a operar al Cristóbal...! ¿Qué haré? ¡Tengo que hacer algo! Capaz de que le pasa algo allí; talvez se lo come... No sé...

Chris: Mmm... Pues yo voy por el niño y tú te quedas a cargo de Cristóbal. No, mejor vayamos los dos -agrega al cambiar de idea-.

José: ¿Y Cristóbal? ¿Quién cuida de él?

Chris: Mmmm...

José: ¡Ah, ya sé! :D

Al acordarse del perro Juan, aquel perro fornido, este saca su celular y se pone a llamarlo para que fuera acompañar al Cristóbal al hospital Juárez, mientras que estos estaba buscando al chico. Pasó un rato después, así que ya estuvieron en el hospital y allí pusieron al Cristóbal en una camilla.

Chris: Espero que mi niño esté bien...

José: Eso espero también.

Juan: Aquí estaré por el muchacho. Si quieren, pueden irse yendo.

José: Muchas gracias, Juan.

Chris: Te lo encargo muchísimo.

Juan: No te apures. Vayan con Dios...

Teniendo asegurado todo y pese a que eran las 12:00 de la noche, tanto el papá de Cristóbal como José María fueron a buscar al chico al bosque, con todo y linterna en mano. Se fueron corriendo al bosque, sabiendo un poco de la ciudad, y llegan ahí que estaba muy oscuro. Siendo así, caminaron por el bosque, el cual era iluminado por la luz de la luna que caía como un manto vaporoso...

En fin, ambos estuvieron buscando al chico durante horas, buscando por ahí, buscando por allá e incluso lo llamaban por su nombre.

Por otro lado, estando con el chico, este niño estuvo caminando y vagando por ahí, hasta que sus oídos persiben un sonido muy característico que no era de este mundo. Dio un poco de miedo, pero aún así el niño no se detuvo para nada, entonces guarda la calma y siguió con su camino. A medio camino, algo muy turbio o tétrico le fue a salir en el camino: era un ser brotesco, cuyo pecho y estómago estaban abiertos y carecía de una cabeza. ¡El Youaltepuztli!

D

e por sí era terrorífico; sin embargo, pese a eso, el chico guardo la calma, sacando de su mochila un cuchillo que ahí se tenía... Sin más opción, estando decidido y pa' no morir, se arma de valor y se enfrenta a la creatura, corriendo hacia ella. Aquella creatura, al ver al niño, se dispone atacarlo también.

El chico corrió hasta barrerse, pasando debajo de la creatura y le encaja el cuchillo en donde uno hace del "dos", a lo que el ser reacciona con un alarido como si fuera un dinosaurio y lo toma de los cabellos, lanzandolo hacia donde se encontraba un río. Sin embargo, el chico salió de ahí y, sin ninguna gota de cobardía y estando seguro de lo que hacía, siguió con su enfrentamiento...

No se supo cómo, pero el chico ahora estuvo a tres metros de la creatura a quien mira con firmeza, tomando un respiro profundo y se arma de más valor; entonces va corre a paso veloz —de lo que sus pies le permitían– y se encima en un brazo. Como pudo, el chico se dirigió a donde se le veía el corazón y, con el cuchillo en mano, se lo clava en dicha zona...

Una vez hecho eso, dicha creatura había caído pesadamente al suelo, lo que fue aprovechado por el chico para arrancarle el corazón y así fue lo que le da inicio a una venganza en Josier. Al darse cuenta de lo que había hecho, sintió algo de asco al tener un corazón espectral en su mano, así que lo tiró por el mismo río donde había sido lanzado.

Cabe destacar que, según la leyenda desde tiempos prehispánicos, este monstruo de la mitología azteca le daba lanzaba o insertaba espinas a tal persona que osara enfrentarlo. Sin embargo, como se trataba de alguna deidad del Mictlán que aparecerá más adelante, este vio que se trataba de un niño, por lo que solo se limitó al lanzarlo al río...

Volviendo con la historia, en ese instante, José María había encontrado al chico y al verlo se alegró tanto que alzó los abrazos, corrió hacia él y le da un abrazo muy fuerte, estando aliviado porque, finalmente, había encontrado al chico. Para cuando José María había llegado, el cadáver fantatasmal había desaparecido...

José: ¡Sam! ¡Al fin te he encontrado, mi niño! (ÙwÚ)

Sam: Ok, lobito lindo.

José: Te he dicho varias veces que no te separes de mí.

Sam: No me separé, me quedé pensando y así fue que me perdí.

Chris: Vaya, qué susto nos diste, niño.

José: Bueno, vamos a casa (ÙwÚ).

Una vez encontrado al chico, estos ahora siguieron su destino rumbo a la Ciudad de México, ya que ahora debían de estar del lado de Cristóbal; pero, mientras más avanzaban, se percataron que se habían perdido, aún así buscaron el camino para llegar. Duraron horas y horas caminando por todo el bosque, y ni pudieron encontrar el camino a casa. Para el colmo de males, una lluvia había empezado a caer por la zona y entonces empezaron a correr para refugiarse...

Unos segundos después, fueron por unos senderos los cuáles los llevaron hasta las faldas del Popocatepetl y justo ahí se encontraba una choza o una cabaña que era de madera y se dirigen ahí, llamaron a la puerta y en eso los atiende una mujer indígena de singular belleza que vestía un hipil, cuyo cabello era muy largo y tenía unos bellos atributos.

José: Disculpe ¿Puede ser tan amable de darnos refugio en su casa? Es que nos hemos perdido...

Mujer: Claro, pasen.

La mujer indígena los invitó a quedarse en su casa, donde estando dentro vieron a un hombre de cuerpo promedio, cabello largo y que también usaba un hipil; y también un furro jaguar cuyo físico era de guerrero, quien tenía en sus brazos a una linda niña de 3 años de vida. Aquella familia le dio refugio, sacando de ahí dos hamacas más para sus visitantes.

Jaguar: Hola :D

José: Hola.

Jaguar: Un gusto conocerlos, mi nombre es Ocelotl.

José: El gusto es mío.

Ocelotl: Jejeje

La niña, al ver a José María, se saca de los brazos del jugar y fue hacia el lobito lindo, estando parada le toca la cara sus manitas; a lo que José María le corresponde y le acaricia la cabecita...

José: O. Jejeje hola -le dice a la niña sonriendo-.

Ocelotl: Es una niña buena (^^).

José: Bien (ÙwÚ)

Estando ahí, les ofrecieron comida: tamales. Posteriormente, cada quien se acostó en su hamaca, y Ocelotl, al ver al niño y como era un jaguar muy lindo y alegre, había preguntado si podía tener al chico en brazos, a lo que estos dijeron que sí. Es entonces que el jaguar lo carga y lo acuesta con él, a lo que el chico se sintió muy cálido que hasta se durmió entre su cuerpo y su brazo a su izquierda.

Ocelotl: Jejejeje qué lindo es tenerlo en brazos (uwu).

José: Sí, lo mismo digo desde hace un año jeje.

Todo mundo había quedado dormido y el chico estaba soñando un sueño que daría inicio a una sentencia para Nube: en dicho sueño, estaba el chico estaba dentro de una gran carpa de campar (o eso parecía), el cual parecía un circo y ahí mismo también habitaba la oscuridad. En ese mismo lugar, un ser se había manifestado con una luz verde junto con un vapor del mismo color; se manifiesta una entidad que tenía la forma de un jaguar furry y estaba muy adornado al modo de los aztecas, una musculatura como si fuera un guerrero mexica y era alto; que de por sí no era aterrador y al verlo el chico sintió algo de ternura y ganas de darle un abrazo...

Sam: ¿Quién es usted?

Yáotl: Déjame presentarme, yo soy el gran dios Teztcatlipoca. Un gusto; hoy me manifiesto a ti para consederte deseos, ya que fuiste capaz de derrotarme.

Sam: ¿A usted? A usted no lo he visto...

Yáotl: Pues ¿recuerdas la creatura que habías vencido hace horas?

Sam: Simón.

Yáotl: Ah, pues, era yo mismo en esa forma.

Sam: a. Ok.

Yáotl: Quien me logra derrotar en esa forma, les doy el premio de concederles deseos y de los que sean.

Sam: ¿De verdad?

Yáotl: Por supuesto...

Sam: ¿Hay límites?

Yáotl: No.

Sam: ¿Puede ser lo que sea?

Yáotl: Ajá...

Sam: Pues deseo que el novio de José María salga bien de una operación y que seas mi esclavo :)

Yáotl: .... Ah, bueno, me lograste derrotar y sin esfuerzo, tus deseos serán consedidos, amo... -desaparece-

El chico había despertado estando ya solo en la hamaca, puesto a que los demás ya se habían levantado y se encontraban desayunado un pollo asado y carne asada, junto con elotes y más comida mexicana.

Ocelotl: El niño despertó :3

José: Hijo, ven a desayunar.

Ocelotl: Si quieren podemos ir al río que está por aquí cerca y nos podemos bañar.

José: Buenarda la idea (UwU).

Habían terminado de desayunar y luego se fueron yendo al río, en donde se encontraba una enorme cascada y que caía un montón de agua como tierra que caía de un cerro. Eso fue lo suficiente para bañarse, entonces Ocelotl se quitó el hipil de esos tipos que usan para cubrir el miembro masculino y eso fue lo que les dejó ver abiertamente a ellos, debido a una costumbre que tenía él con la familia indígena; el cual era de tamaño normal (de 16 por lo menos) y era como los que salen en el yiff. Al eso, quedaron sonrojados, un poco asqueados.

Ocelotl: Jejeje si se preguntan, aquí no hay problema si quieren desvestirse.

José: Ammm... ¿Enserio...? Bueno, que voy yo -tambien se desnuda estando con un leve sonrojo-.

Chris: Ya que... -se desviste también-

Sam: Hum... En México son bien vulgares, pues...

José: Venga, Samuel, quítate la ropa.

Sam: Bueno, si no hay de otra... -se quita la ropa-

Después de quitarse la ropa, los adultos se meterieron a las frías aguas, sintiendo mucho fresco al estar desnudos sobre todo por “ahí” que era una de las zonas más sensibles... Luego el chico se metió todo serio al agua y estuvo en el puro medio del lugar. Estando ahí, el chico no pudo creer de lo que estaba viendo, aunque vérsela a quien lo había adoptado no había problema, pero en caso de los otros dos: algo repugnante.

Sam: Me vale verga la vida \>:v/ -expresó al hecharse un chapuzón en el río-

José: Jejejeje se siente fresquito estando así, hasta ya me siento como si fuera una creatura de un bosque jejej -aulla-.

Ocelotl: Jejeje nada mejor que conectar con la naturaleza siendo animales ¿no?

Chris: See...

José: Aunque me siento incómodo...

Chris: Yo también.

Sam: .........................

Por otro lado, estando con Cristóbal: mientras José María y su papá estaban fuera, procedieron a hacerle la cirugía de corazón abierto, el cual duró mucho tiempo y estuvo encubado cuyos ojos estaban en blanco... De todos modos, Cristóbal salió bien de la operación… fue un trabajo de mucho esfuerzo pero le lograron salvar la vida. Pasó un rato más y Cristóbal ahora estaba en una habitación descansando, mientras que otro doctor Simi, de cabello castaño, estuvo hablando con Juan Carlos sobre la operación.

Simi 2: La operación ha sido todo un éxito; en una semana se lo podrán llevar.

Juan: Gracias, doctor. ¿Se puede ir a verlo?

Simi 2: Sí, pero con cuidado...

Juan: Gracias, doctor.

El perrito Juan fue a pasar a verlo para así hacerle compañía mientras su papá y su novio aún no llegaban. Ahí lo vio todo dormido y sin moverse.... Cuando el día había llegado, Cristóbal abrió los ojos, mirando que estaba acostado en cama y en eso vino a visitarlo Juan a traerle un obsequio, sustituyendo las presencias de Chris Soto y José María Cuesta Domínguez, y se sienta a su lado (en una silla estando frente a él).

Cristóbal: ¿Y mi papá dónde está?

Juan: Fueron a rescatar al nene, ya vendrán pronto. Por lo tanto, yo te cuidaré.

Cristóbal: Oh, vale -le olfatea el brazo izquierdo-. Perdón, es que mis instintos son fuertes.

Juan: Ammm... Jejeje no pasa nada...

Cristóbal: ¿Cómo se llamaba usted?

Juan: Juan Carlos...

Cristóbal: Mmm... ¿Qué piensa usted de los pedófilos?

Juan: Pues que son gente que está mal de la cabeza y que lo que hacen es algo muy grave...

Cristóbal: ¿Es pro-vida o pro-aborto?

Juan: Pro-vida. Los niños son un regalo de Dios que no hay que matar :3

Cristóbal: Yo soy pro-aborto.

Juan: o. Jajaja bien.

Cristóbal: Por cierto ¿es para mí? -dijo al ver el regalo-

Juan: Claro... Ábrelo si quieres.

Cristóbal abre el regalo y mira que le había traído un reloj y una camisa negra con rojo en las mangas que eran cortas y que, en el medio y por dónde estaría la parte del estómago, tenía un cohete espacial...

Cristóbal: Gracias.

Juan: De nada.

Cristóbal: Tengo hambre.

Juan: Pues dile al doctor que lo tienes.

Simi 2: -en la habitación- Bueno, la hora de la visita terminó.

Cristóbal: ¿Qué? ¿Tan rápido?

Juan: Ay, qué lástima me da dejarlo solito.

Simi 2: Descuide, cuidaremos de él.

Juan: De acuerdo...

Cristóbal: Tengo hambre.

Simi 2: Ya vamos.

Juan: ¿Más tarde puedo venir?

Simi 2: Seguro.

El perrito Juan se va del hospital pero vendría más tarde, mientras que Cristóbal estuvo en cama y luego se puso a ver videos de Minecraft un rato, para después irse a ver su Discord a ver un server de nombre "Fetiches Raros" y ahí se puso a ver mucho yiff...

Hasta aquí el capítulo. Bye.

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