Cap 73: Paseo
Sin más que decir, llegó la hora de llegar a la fase final de este historia, pero no tan pronto. La relación de estos lobos, sobre todo para Cristóbal, fue creciendo, a tal punto de que corazón aceptara a José María como si este fuera su padre. La vacaciones aún seguían en curso, y mientras duraron, tuvieron mucho amor entre ellos dos, aunque el chico les seguía el pequeño obstáculo.
O... ¿Eso sería todo? Bue, veamos. Estando en Donostia todo iba perfecto, ya sin ningún problema que los podía aquejar. Obviamente, debido a la noche que tuvieron, se levantaron tarde, siendo las 1:00 de la tarde en la península ibérica. Solamente comieron, merendaron y cenaron. En fin, durante el mediodía, se pusieron a hacer lo que se les pegó la gana. Entonces, en eso, al lobito lindo le pegaron las insoportables ganas de ir al baño, cuando de repente mira la tasa toda miada.
José: AAAAHHHHHHHH, SAMUEEEEEEL.
Sam: Uy... Mande presidente.
José: -le jala de la oreja llevándolo al baño- Mira que me encontré.
Sam: Ahí hay agua.
José: Son orines; dejaste el baño todo miado.
Sam: ¿Yo?
José: Sí tú. Tienes 10 años ¿y todavía sigues con eso?
Sam: Pudo ser el Cristóbal, él también hace lo mismo.
José: Mmm... Quizás, no lo dudo.
Sam: Lo malo es que no tienes a quien culpar y siempre buscas culpables.
José: Si te conozco, chaval, haces eso todos los putos días.
Sam: No siempre, eso ya es generalizar.
José: Bueno, sí... Entonces si no fuiste tú ¿quién fue?
Sam: Dile al Cristóbal.
José: Amor, ven aquí.
Cristóbal: -con ellos- Mande, amor.
José: ¿Quién hizo esto?
Cristóbal: Fui yo, lo siento, amor.
José: ... ¿Tú? Qué barbaridad...
Sam: Claro, échame la culpa....
José: Vaya, lo siento, hijo -lo abraza-.
Cristóbal: No te preocupes, lo iré a limpiar.
José: Está bien.
Por mientras el feo estaba limpiando su miadero, el lobito lindo estuvo con su hijo adoptivo en la sala y estando ahí se ponen a ver la televisión un rato. Precisamente, estaban viendo Netflix, y ahí estaban viendo una película que se llama "Mohana". La estuvieron viendo el tiempo que duró; a media película, el Cristóbal había terminado de limpiar.
Cristóbal: Listo, amor.
José: ¿Terminaste?
Cristóbal: Sí.
José: Iré a ver...
El lobito lindo pausa la película y va ver si Cristóbal había terminado de limpiar: efectivamente sí, había terminado de limpiar su mierda. Entonces el José se devuelve a la sala de su casa.
José: Vale, ya ví. ¿No quieres ver la película con nosotros?
Cristóbal: ¿De qué es?
José: La de Mohana de Disney.
Cristóbal: Oh, sí quiero.
José: Venga pues.
Cristóbal se les une a ver la película, poniéndose del lado izquierdo de José María. El chico se acuesta en su papi, quien le pone una mano como correspondencia, mientras que el Cristóbal se puso abraza su brazo izquierdo.
José: Jeje pareciera que soy su almohada.
Sam: Siendo un lobito tan lindo sí :3.
Cristóbal: Te amamos.
José: Ahora me doy cuenta que ando con dos Asperger Jejeje. Eso es lo lindo ☺️.
Cristóbal: ¿Tiene algo de malo que lo seamos?
José: No, no digo que sea malo, solamente digo. La gente con este síndrome son también tan lindos al parecer y me alegro de teneros porque sois tan cariñosos. Y yo hablando mal de eso...
Cristóbal: Ok, amor.
José: Entonces, como "ustedes", ya no podría juzgar tanto y podría verlo como algo normal.
Sam: Y tú comparándome con alguien diciendo «Ok, tiene Asperger, pero eso no justifica lo que estuvo mal. Tengo uno amigo que tiene Asperger y no es así» y, junto con el Luis, utilizas el síndrome para juzgar...
José: Ya, lo siento. En fin, acabo que era algo que me costaba entender. Perdón...
Sam: De todos modos te quiero -lo abraza-.
José: -Corresponde- Encima tan nobles... :3
Un rato después terminan de ver la película, entonces decidieron salir a pasear otro rato, siendo el atardecer sin importar si le salía la llorona o no. Estos salieron a pasear, apreciando la ciudad ciudad con ese toque rojo del atardecer en España. Caminaron por ahí pasando por el mar.
Cristóbal: Qué bonito es el atardecer...
José: See...
Sam: Las de Latinoamérica son una mierda.
José: -le da un coscorron en la cabeza- Corrige ese puto vocabulario, crío.
Sam: Jajaja si ya dijiste una mala palabra.
José: Los mayores sí podemos decirlo ¿o qué quieres que diga la gente? Van a decir "irá, ese niño es bien grosero". Si te cae mal la porquería de México, entonces empiezale por no decir groserías.
Sam: Si en España dicen groserías todo el tiempo. También son bien groseros.
José: Sí, pero tú no las digas, joder... O imagínate cuando estés grande, vas a una casa y andas diciendo palabrotas por error. Es obvio que irán a pensar mal de ti. Las groserías son malas.
Sam: Bueno...
José: No las dirás nunca ¿te queda claro?
Sam: Sí. Al cabo que puede tener ventajas, talvez no sea tan grosero como la porquería de gente que se cree mucho.
José: Sí -lo abraza-. No las digas ¿sí? -le da un besito en una mejilla-
Sam: Okey :3
Caminaron y caminaron hasta que ven una panadería y ahí mismo deciden ir a comprar pan, entran al lugar y se ponen a comprar... En ese preciso momento, se encontraron al Andrés, quien iba vestido con una camisa color tinta y un pantalón. Al verlo, de la poca impresión que su presencia generó, se pusieron a saludarlo.
José: Hola, Andrés.
Andrés: Holis ¿cómo estáis todos?
Cristóbal: Yo bien.
Sam: Bien.
José: Muy bien... ¿Qué cuentas?
Andrés: Nada, aún solo. Mi pequeña princesa no vuelve :(
José: Ay, qué mal.
Andrés: No sé, pero me siento solo como cuando mi madre estaba viva.
Cristóbal: Si quieres te damos compañía un momento.
Andrés: Mmm… no lo sé, sería una molestia.
José: Pues no, a parte que tenemos mucho tiempo sin visitar a alguien.
Andrés: Vale, muchas gracias.
Alicia: -con ellos- Eh, hola chicos. ¿Qué estáis haciendo?
José: Comprando pan.
Alicia: Anda, yo también :) -abraza al guapo-.
José: Jejejejeje ☺️ -Corresponde-.
Pese a que era tarde, junto con Alicia, los demás acompañan a Andrés a su casa y ahí se quedan un rato, ya que estaba solo y ellos le dieron esa compañía para ayudar al José catalán. Estando en casa, digamos que no era como una mansión: sino era como las que hay en los pueblos vascos, es decir, es una casita muy acogedora.
José: ¿Aquí es donde vives?
Andrés: Ajá.
Alicia: Es muy bonita.
Andrés: Gracias.
Cristóbal: Se siente muy a gusto.
Andrés: Tomad asiento y ponedse cómodos.
José: Eskerrik asko.
Andrés: ¿Eh? ¿Asco?
José: Osea, gracias.
Andrés: a. De nada jejeje. ¿Gustan tomar algo?
Sam: Quiero té.
Cristóbal: Pepsi.
Andrés: Ajá ¿y tú Alicia?
Alicia: Algo.
Andrés: ¿Cómo qué?
Alicia: Una bebida.
Andrés: ¿Y qué tipo de bebida?
Alicia: Mm... Refresco.
Andrés: Ya, ¿cómo qué tipo de refresco?
Alicia: Coca-Cola.
El Andrés va por las bebidas que le quisieron ellos a la cocina y se los da, estando en la sala medio rica, para después sentarse en una silla y tomarse su Coca sin azúcar.
Alicia: ¿A poco eres diabético?
Andrés: No, lo tomo solo por el momento por curiosidad.
Alicia: Ah, vale.
Como el chico era muy curioso, este se puso a explorar la casa del Andrés, entrando por la habitación donde duerme él y su esposa. Estando ahí, mira su cama y ahí estaban las banderas que José María, durante el efecto de las drogas, se había robado y escondido. ¿Cómo era posible que estuvieran ahí? Posteriormente, Andrés entra y mira al chico viendo las banderas.
Andrés: ¿Qué andas haciendo?
Sam: Nada, solo aquí estoy viendo. ¿Y estás banderas que son?
Andrés: Una es de Vascongadas y otra es la de Guipúzcoa. Banderas de mierda :)
José: ¿Eh? ¿Banderas? -el lobito lindo se aparece en el cuarto- Ahí va, si son las banderas. ¿Pero qué demonios haces con ellas? ¿Te las robaste tú, verdad?
Andrés: No, me las encontré enterradas por ahí, así que pensé en atraermelas.
José: Vale, entonces devolvamoslas en su lugar.
Andrés: No sé, se ven monas para tenerlas aquí. Además estas son de sobra para un país que es España.
José: Mmm... Ahora que lo pienso, creo que no estaría mal apreciarlas un rato.
Andrés: Me imagino que los pobres vascos no la habéis recuperado.
José: No.
Andrés: Para mí es una suerte tenerlas; es la primera vez que tengo algo como esto.
Dando un pequeño salteo, estos aún seguían en la casa de José Andrés, y mientras perdieron el tiempo viendo una serie española, mientras que el catalán estaba en su cuarto haciendo algo con las banderas: como la bandera de Euskadi era muy grande, con ella hizo ropa al "estilo" vasco, más bien hizo una camiseta de manga larga y lo mismo hizo con la bandera de Guipúzcoa.
Andrés: Oh... Perfecto 🙂👌
Sam: ¿Qué hiciste?
Andrés: Hice ropa a las banderas. Los vascos ya me perdonarán algún día.
Sam: No creo porque están traumados con la independencia. Si mi papá político ve esto se infarta.
Andrés: Jajajajqajqjqjqia a lo mejor.
Sam: Papi ven.
José: Ya voy -en el cuarto del Andrés-. ¿Pero diablos has hecho?
Andrés: Pese a que se veían cortas, hice ropa con ella.
José: Ahora no tendremos ninguna bandera.
Andrés: Tenéis la del país mismo, España. A ver, ponte la de Euskadi a ver como te queda.
José: No quiero.
Andrés: Vale, yo me pondré la de Guipúzcoa.
José: Bueno, me probaré una -se pone la del País Vasco-. Mmm... Nada mal, solo que pica un poco -se mira al espejo del baño-. Está lindo :) -mueve la colita feliz- jejeje.
Tiempo después, siendo ya muy tarde, todo mundo se va a dormir y José María se llevó la ropa al estilo vasco, la cual pensó en utilizarla. Cuando llegaron a casa, lo único que hicieron fue cenar y luego se acostaron, despertando a las 8 de la mañana. José había despertado con la camisa al estilo vasco, quien luego se levanta directo a bañarse, así como metió al chico también obligatoriamente a darse un baño. Después de bañarse, se cambian en el cuarto: el lobito lindo se puso una camisa azul fuerte y un pantalón negro cuya textura es como la de un short, mientras que el chico lo mismo de siempre.
Sam: Te quiero, papi -lo abraza para no soltarlo-.
José: -corresponde- Jejeje y yo a ti. Venga, a desayunar -intento moverse pero podía-. Jejeje a ver, guapo, suéltame para ir a la cocina.
Sam: No iré a soltar a este Lobito lindo nunca :3
José: O. Jiji qué lindo de tu parte, pero suéltame y, cuando terminemos de desayunar, luego me abrazas todo el día.
Sam: uwu -sin hacer caso-
José: Hijo, obedece.
Sam: ...
José: -suspirar- Este crío...
Terminando de bañarse y cambiarse, el lobito lindo se puso a caminar con el niño en brazos, quien no lo iría soltar nunca; y, al llegar a la sala, se encuentran con Cristóbal quien estaba muy serio...
José: Buenos días, querido...
Cristóbal: Hola...
José: ¿Aún pensando en eso, no?
Cristóbal: Un poco...
José: Bueno... A ver, Sam, ya suéltame.
Sam: Nah, tan lindo para hacerlo...
José: Tengo hambre y no puedes estar en la cocina conmigo. A ver, Cris, quítame al niño porfis.
Cristóbal intentó quitarle al chico de encima, pero el chico resiste, por lo que se dio un poco de esfuerzo para ello. Una vez logrando safarselo de encima, José María se va directo a la cocina, mientras que su hijo se queda viendo la tele viendo "Mujer, casos de la vida real".
Minutos después, se ponen a desayunar tortilla de patatas (:v) y luego de desayunar se ponen a hacer lo que quieran un ratito, y el chico volvió a ver la serie esa.
José María se puso a verla con él, siendo la primera vez que le deja ver aquel programa de Televisa, pero tampoco la última... Terminada la serie, se ponen a limpiar la casa; José puso al chico ordenar su cuarto, a lo que este obedece. Pero Cristóbal no estaría como lindo princeso, sino que también lo iría a ayudar: entonces fue puesto a lavar los platos, y también este lo hizo son ningún problema. José María Cuesta Domínguez, por lo tanto, estuvo lavando el carro de su papá el perro (:v). En fin, todos ayudaron en la casa y luego se pusieron a descansar un rato, otra vez.
José: Ahora sí, niño, abrázame -lo abraza-.
Sam: No te soltaré.
José: Como gustes. Jejeje... Y ya no veas ese programa, no es para niños.
Cristóbal: Terminé, amor.
José: Muy bien; gracias.
Cristóbal: ¿Ahora qué hacemos?
José: Mmm... No sé, no se me ocurre nada.
Otra vez volvieron a salir a la calle entre los tres, tras salir estuvieron caminando por la calle en otro día soleado, cuando el sol estaba "que arde". En ese momento, decidieron ir al centro comercial, en donde decidieron ir para disfrutar del día. Al estar dentro, estuvieron en un lugar que se llama "Ley" ahí es cuando se pusieron a comprar.
Recorrieron un pasillo y llegaron a la zona de carnicería, ahí mismo se encontraron al Andrés nuevamente. En ese preciso momento, Cristóbal decidió tener otro momento juntos a solas.
Cristóbal: Oye, amor, podemos tener otro día a solas.
José: Mmm... Pero si tenemos al niño.
Cristóbal: Se me ocurrió una idea, dejemos al niño con el Andrés y nos vamos tú y yo.
José: No, eso suena mal, no podemos dejarlo así nomás. Lo va a tomar como un abandono.
Cristóbal: Mmm... Sí, tienes razón.
José: Un padre no hace eso.
Andrés: Oh... Bueno, no os preocupéis, si queréis podéis dejármelo.
José: No sé, los hijos están primero luego la pareja. No me digas que tú te cae mal el chico.
Cristóbal: No, pero me agrada estar solo contigo. Anda, será la última.
José: Vale. Hijo, otra vez te cuida mi espejo catalán.
Sam: Bueno...
Otra vez dejaron al chico a cargo con el Andrés, pero el chico lo aceptó de todos modos, así tuvieron otra vez a solas los dos protagonistas.
Andrés: Bueno, me quedé a cargo de ti otra vez, crío lindo.
Sam: Sí, parece que solo le importa su novio y sus amigos. Parece vieja.
Andrés: Jejeje no te preocupes, te cuidaré yo.
Sam: Bueno... ¿Me compras chocolate?
Andrés: Claro ¿cuál quieres? -se va con el chico caminando por la tienda-
Hasta aquí el capítulo, lobitos lindos. Agur.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro