Al día siguiente, nos vamos ahora sí con José Dávila, un chico furro venezolano que era la pareja de José, a quien había conocido desde cuándo eran niños, cuando este había visitado España con tal de estar en un funeral ya que su primo había muerto asesinado en el país y no se le pudo salvar a tiempo. Talvez no haya sido el mejor momento para verse por primera vez, pero así fue.

Y José ahí estaba en la misma funeraria ya que había ido porque murió un maestro de ahí debido a un cáncer en el esófago. Pero este ni lloró, ya que casi nunca se fueron a entablar una amistad de verdad. Este último era muy hermoso, tanto que daban ganas de comerlo a besos. Él estaba en la cafetería del lugar comiendo la pantera rosa. En ese tiempo, no se volvieron a ver, ya que Dávila se regreso a su país de origen.

No obstante, al ser vacaciones de verano, sus padres habían decidido volver a España para vacacionar. Él y sus padres se estaban en la playa para divertirse y, mientras se estaba caminando por la arena, se lo topa a este quien estaba haciendo un castillo arena y el pendejo de Dávila se lo destruye sin querer.

Dávila: Oh, disculpa, no fue mi intención hacerlo. :u - había dicho este -

José: Bueno, no importa, acabo que ya me estaba aburriendo. Por cierto ¿No serás ese chico que había visto en la funeraria?

Dávila: Sí, soy yo. Qué milagro es volver a verte.

José: Lo mismo digo...

Dávila: ¿Jugamos a algo?

José: Claro... ¿A qué?

Dávila: Juguemos a las atrapadas...

José: Vale.

Juegan en la playa por un rato hasta que llegó la hora de irse. Dávila se despide de José y se marcha. En fin, ya cuando Dávila durante las vacaciones, se iban a visitarse de vez en cuando, jugaban, platicaban, etc. Después de las vacaciones, no se olvieron a ver otro tiempo y se habían enamorado. A escondidas de sus padres, entablaron un noviazgo. Pero el que más estuvo enamorado era José.

Terminado el tiempo de vacaciones, Dávila se tuvo que regresar a Venezuela. Por diez años hasta ahora que ya pudo estar menos ocupado. No podía ir a visitarle por razones de estudios y por complicaciones en el país a causa del dictador de Nicolás Maduro.

Al tener la libertad de elegir, se decidió para regresar a España, estando muy emocionado por verlo, además de tener el deseo de besarlo, acariciarlo, olerlo, violarlo, estar junto con él, salir juntos y darle mucho amor. Pero tuvo que demorarse un poco ya se le hacía difícil por la crisis en su país, los supermercados estaban vacíos y todavía no acompletaba el ahorrar suficiente por el momento, o no estaba seguro todavía.

Mientras tanto, José iba y Samuel iban caminando juntos, todo en la calle iba marchando bien. Hasta que de pronto, comienza el ataque de aquel demonio, quien había lanzado la cabeza de un monumento de mármol, el cual había caído a dos metros por donde estos estaban. La gente poco después comienza a correr gritando. Y se escuchaban los gritos de ira de aquel ser, por esa razón José mira arriba y mira que arriba estaba el demonio, cuyos ojos eran bolas de fuego y su cuerpo era algo esquelético. Ese demonio había desaparecido y aparecido del otro de los edificios de al frente.

En ese momento, José se percata que Samuel no estaba y solo estaba gente corriendo.

José: ¡Eh, niño! ¡Samuel! ¿Dónde estás? :u

La escena cambia cuando el demonio estaba de espaldas, viendo al frente. Mientras que a un metro estaba Samuel viéndolo, ya casi no había nadie en la zona, solo Samuel y la terrible creatura. En eso voltea el lobo lo mira. El niño lo miraba curioso... Luego el monstruo se le abalanza, por lo que el niño miraba con miedo, hasta que nota una espada que estaba tirado en el suelo, la utiliza y se abalanza también hacia él.

El monstruo mira que este tenía una espada, por lo que pensó también tener una también, ya que lo podría hacer pedazos ya que era semidemonio. Siendo así, seguía la batalla a espadazos.

Por lo tanto, José seguía buscándolo gritando su nombre, corría miraba para todos lados un poco asustado y preocupado...

José: ¡Niño! ¡No me asustes! Ay, ¿dónde coño se habrá metido? No lo puedo dejar, ya que es un niño y puede que luego ande solo y desamparado sin nadie ya. (TwT)

Ahora la escena cambia con que este estaba en la que ambas espaldas chocaban entre sí. Samuel le raja una costilla, por lo que el ser le intentó dar un espadazo, pero el chico lo esquiva saltando para atrás un metro. El ser le escupe una bola de fuego, el cual iba hacia a el chico; sin embargo, inteligentemente el chico la esquiva.

José entonces estaba en la estación de policía para buscar más fácil al chico.

José: Ah, disculpen, estoy buscando a un niño que se me he perdido...

La batalla aún seguía en pie por un momento; Samuel corre hacia, dándole duro con el mango de la espalda en el tórax, lo que hizo que la creatura tosiera y se cayera del dolor. Para finalizar, el chico le da una patada fuerte en la cabeza del demonio.

???: Vale, tú ganas, me rindo.

Sam: Ja, te gané, perrita 👁👄👁👌

???: Vale. -vuelve a su forma normal-

Sam: Espero que no sigas destrozando la ciudad. ¿Por qué lo haces?

José estaba caminando hasta que se encuentra a muy lejos al niño con el lobo rojo. Y entonces corre estando aliviado.

???: Esto.... Lo hice por venganza, ya que... Me trataron mal en un... Laboratorio...

Sam: Oh, ya veo...

José: ¡Eh, Samuel! :D -abraza al niño y lo levanta- ¡Qué bueno que estás bien! Creí haberte perdido para siempre (^^). Pensé que te había perdido para siempre.

???: ¿Ah...?

En eso José se percata de la presencia del lobo rojo quien estaba desnudo...

José: Te agradezco que hayas cuidado del niño. -nota que estaba desnudo- Ay, va, estás desnudo. -le tapa los ojos al niño-

???: Oigan, ¿no os gustaría ser mis amigos?

José: ¿Eh? ¿Tus amigos?

???: Es que... Me crié en un laboratorio, no tengo a dónde ir y...no sé mucho del mundo exterior. Puedo soportar todo esto de hambre, suciedad y estar sin hogar, pero...me siento muy solo.

José: Oh... Vale.

???: ¿Eh?

José: Si tú quieres que nosotros seamos tus amigos, está bien (^^).

???: ¿¿Enserio?? ¡Bien! ¡Ya tengo amigos! ¡Urra!

José: Jeje. Mmm... Supongo que no traes ropa. -Baja al niño, se quita la camisa de botones que tenía y se la da- Toma. Mmm... Lo lamento, pero no traigo pantalón para que te pongas.

???: No te preocupes.

José: ¿Cómo te llamas?

Shade: Shade... Shade Noir.

José: Un gusto, mi nombre es José María, pero puedes llamar José Mari.

Shade: Un gusto conoceros.

José: Vale. Venga, te llevaré a mi casa.

Shade: Vale.

Los tres se van a casa corriendo para que la gente no le viera la parte íntima a Shade. Ya en casa, Shade toma asiento y le pone un shorts de color verde.

Ya en la tarde en España, José estaba en su casa a gusto haciendo unos trabajos de la universidad que le quedaban hasta que, eventualmente, termina. Mientras que Samuel estaba viendo La Usurpadora con Shade.

Ya terminado el quehacer, se baja a la cocina y justo ese momento llaman a la puerta. Este va a atenderla y cuando abre la puerta, mira que estaban Cristóbal, Dilan y Alicia.

José: Vaya, chicos, qué sorpresa. Pasad. :D

Alicia: ¿Qué cuentas?

José: Nada, aquí acabado de terminar los trabajos que me dejaron hacer en la universidad.

Sam: Holis.

Alicia: ¿Qué miráis?

Sam: La parodia de La Usurpadora en Youtube.

Alicia, Shade y Samuel miran la parodia de La Usurpadora, mientras que Dilan, Cristóbal y José platicaban. Horas después, aún los plebes seguían en la casa de José, comiendo Sabritas, ganzito (producto Marinela), la pantera rosa, platicando hasta que cae la noche.

En la noche, se ponen a jugar verdad o reto. Y esa misma noche, al fin había llegado Dávila quien caminaba a oscuras con su maleta hasta llegar a la casa de José María.

Alicia: Te reto a que beses a Cristóbal -dice la morra a José María-

José Dávila había llegado a la casa y estaba apunto de tocar la puerta, pero escuchó la voz de Alicia y voltea hacia la izquierda, viendo que ahí estaba el patio. Entonces se va al patio, llegando a donde estaba la puerta de platico que dejaba ver todo desde afuera. Y lo vió...

Dávila miró que estaba besando a Cristóbal, cosa que le indignó muchísimo... Y José nota que Dávila los estaba observando...

Hasta aquí el capítulo, perros. Nos vemos.