Era obvio que estar metido en la terapia fue un poquito costoso, tenía que venir cada semana hasta que llegó el día en que Cristóbal se sintiera mejor. Este experimento el alivio, logrando superar todo el terrible momento que tuvo al encontrarse con la Caballona (Siguanaba), así fue que este estuvo más alegre. Y de ahí acordaron no tocar el tema. En fin, Cristóbal ya estaba feliz, muy feliz que, al mirar a su pareja, abrazaba con emoción a José María. Volvió a su vida normal, como si nada hubiera pasado: ahí estuvo en su casa viendo televisión, serio y tranquilo.

En cuanto al guapo de esta historia, este se encontraba en su casa comiendo lo más típico de toda España: la paella. Entonces el niño se acuesta en él, mientras que se encontraba mirando la televisión.

José: Hola, Celostín, ¿cómo estás? -le pone la mano derecha en su cabeza-

Sam: Bien, guapo.

José: Me alegro.

Sam: ¿Cómo está Cristóbal?

José: Ya mejor.

Sam: Qué bien.

José: Vale, me iré a dar un baño un rato.

Sam: Okey.

José María se mete a bañar, mientras que el chico se queda viendo Netflix, se quedó viendo la película de Bob Esponja que se había estrenado el año anterior. José María se baña por unos cincos minutos hasta que sale del baño, se seca, sale del baño, se va a su cuarto, se ventila bien y, posteriormente, se pone una camisa de color violeta y otro pantalón. En ese preciso momento, decide ir a visitar a su querida pareja a ver cómo estaba, entonces, junto al chico, sale de casa y se va al edificio militar.

José: Pórtate bien ¿vale? -llama a la puerta-

Sam: Okey, papi.

Cristóbal: ¿Quién es?

Sam: La vieja Inés.

Cristóbal: ¿Qué quería?

Sam: Un color.

Cristóbal: ¿Qué color?

Sam: Café como tu mierda.

José: En cuánto lleguemos a casa te quemaré la boca.

Cristóbal: -abre la puerta- Hola ¿cómo están?

José: Bien.

Sam: Hola, pen.

Cristóbal: ¿Hola, Pen?

Sam: ¡Hola, Pendejo! :v jajaja

José: ¿Por qué eres tan grosero?

Sam: ¿Costumbres?

Bueno, el caso es que ambos pasaron a la casa de Cristóbal, y se pusieron platicar un rato. Después de un rato de platicar, Cristóbal quiso a dar la vuelta por la ciudad, cosa que José María le cumplió esa petición; salen del departamento, comenzando a caminar por las calles de San Sebastián, estando Cristóbal súper feliz y super aliviado. Estos caminan hasta a un Burger King, ahí se ponen a comer hamburguesas, papas fritas y una Pepsi. Más tarde, se encuentran con Andrés, quien vestía una camisa blanca y un pans negro; y este los decide a acompañar, junto con su amada hija que había cumplido dos años.

Andrés: ¡Eh, chicos! ¿Cómo estáis?

José: Bien, aquí pasándola muy bien.

Andrés: Me alegro, y yo aquí con mi hija de dos años.

José: Aww, qué bien. ¿La puedo cargar?

Sam: 7n7

Andrés: Claro -le entrega la niña-.

José: Está algo pesadita -la carga-.

Andrés: Sí.

Sam: Quiero un helado.

Andrés: ¿Quieres un helado? Venga, te llevo yo.

Sam: Okey.

Andrés le compra el helado al chico y el feo estaba abrazado con el guapo, pues el amor seguía sin descanso, tanto así que lo mirara, como antes mencionado, como un padre con el cual mimarse, y cosas de niños chiquitos (al igual que el Celostín). Dos minutos más tarde, se pusieron a ver el mar Cantábrico, acordándose de ir otra vez a la playa para divertirse. Justo al día siguiente, pese a que era primavera, estos fueron a cumplir lo establecido: se fueron a bañar a la playa con todo y traje de baño. ¿Por qué no? Y todos "uy, sí, muy cools" y toda la cosa (pero bueno, es parte de la felicidad del ser vivo), a excepción del chico que venía tranquilo. Estos llegan a la playa, donde hacía calor, aunque daba un buen viento fresco. Llegando a la playa, se ponen a jugar en el mar como la otra vez, ahí Cristóbal se puso de lado del guapo para disfrutar mejor de su noviazgo.

Andrés: Jejeje qué bien es estar en la playa en primavera, ahora ya tengo estación favorito para ir a la playa.

Sam: Sí, igual yo. Juguemos a algo.

Andrés: Val ¿Cómo a qué?

Sam: A las atrapadas, ¿Te aparece?

Andrés: Sí.

Andrés y el Samuel se ponen a jugar por toda la playa, mientras que José y Cristóbal estaban a punto de entrar por el océano Cantábrico, estando bañados de cuerpo completo. El pendejo de Cristóbal se decide meter más a fondo, ahogándose porque el feo no sabía nadar. José María se dio cuenta adónde iba el pendejo, entonces lo sigue, porque sería capaz que le sucediera algo; y vio que este se fue hasta llegar a "pisar" lo profundo del mar, cayendo en lo más profundo del mar. El lobito lindo lo fue siguiendo, mirando que este se ahogaba, por lo que lo fue a rescatar. Al ser las 4:19 llega la hora de irse, los otros se dieron cuenta que no estaban, pero pensaron que se fueron a pasear por ahí y entonces Andrés tuvo que hacerse cargo, por el momento, del chico.

Andrés se lo fue a llevar a comer a un puesto de comida española y luego se lo fue a llevar a su casa, en donde lo cuidó hasta el tiempo que José María fuera a regresar, pues si se iba a la casa de José María, se vería como un mal esposo, un desgraciado o un mal ejemplo para su hija. Siendo así, Nathalia y Andrés lo criaron un tiempo, pero el chico no se portó tan mal como lo hace con José María, ni les hizo bromas, ni los insultó, ni nada. Más porque era una casa ajena; si se comportaba como tal cual es, lo más probable es que pudiera ser reprendido por Natalia.

Cristóbal se fue a lo más profundo del mar, y era tan profundo que José María se le acababa el aire, por lo que se comenzó desesperarse, sin poder resistir estar sin aire... Entonces es cuando permite que el agua entrara por todo la boca y la nariz, se suponía que iría a morir; sin embargo, un tritón muy fornido, pelirrojo y con barba, pasó por ahí, mirando a ambos, a quienes decide ayudar, metiéndolos a un palacio en donde al parecer reconcilian el aire al tener en la cabeza unos cascos de plástico.

¿A que no adivinan quién fue el personaje que les salvó la vida? ¿Aún no saben quién es? Bueno, el tal personaje es el que sale en Bob Toronja (Esponja) :v. ¿Todavía no saben? Bueno, él era el rey Neptuno.

José: ¿Eh? ¿Dónde estamos?

Cristóbal: No sé.

Neptuno: Oh, habéis despertado, eso es bueno.

José: ¿Quién es usted?

Neptuno: Bienvenidos a mi reino. Yo soy el rey Neptuno.

Cristóbal: Oh... ¡El rey Neptuno...!

José: No lo dudo.

El feo quedó asombrado al ver al rey Neptuno en persona, nunca imaginó ver a una deidad o un rey así en persona, que solo se veía en los retratos griegos, en el Vaticano y en Bob Toronja. Como era "chulito", el feo del Cristóbal se puso algo "deseoso", contemplando su belleza física. El tal rey los dejó estar ahí el tiempo que quisieran, quizá hasta el tiempo en que se aburran y fueran a cansarse; y no ocuparon ducharse.

Neptuno: ¿Qué fue lo que pasó como para que fuerais a estar debajo del mar?

José: Pues... Es una larga historia.

Neptuno: Está bien.

Carlitos, el tal duende español, estaba paseándose por la ciudad de Donostia. Mientras caminaba, el duende se percató de un grupo de pandilleros que buscaban hacer el mal, los cuales vieron al duende, utilizándolo como un objeto para lanzar. Utilizando una válvula, lo lanzan con dirección al mar Cantábrico, en donde lo disparan haciéndolo caer hasta el océano. Así es como había llegado al Reino de Neptuno, aterrizando dentro del trono real y marítimo de Neptuno, quien se encontraba sentado mientras gozaba de estar pensante.

Carlitos se asombra un poco, por lo que se le queda viendo, encontrando por donde tocar por curiosidad y atracción.

José: ¿Carlitos?

Carlitos: ¿Qué pasó, pendejo?

Cristóbal: Jajajajqajqjqjqia

José: Nada ¿y tú, imbécil?

Neptuno: Hola, bienvenido.

Carlitos tuvo de nuevo ese instinto sexual de querer manosear, aunque también sería capaz de chupar, lamer y coger. Entonces decidió saber qué se sentiría manosear alguien como el rey Neptuno, pero esta vez fue un poco paciente para ello. Ahora volviendo con el chico, este estaba ahora haciéndole lo mismo Andrés cómo se lo hacía a José María, estando en la sala de su casa que parecía de ricos.

Sam: Con ese color te ves más lindo y guapo.

Andrés: Jeje gràcies (^^). ¿Así es como tratas a mi versión vasca?

Sam: Sí :3 -lo abraza-

Andrés: Aww jejeje -lo abraza-. ¿Qué me cuentas, niño?

Sam: Pues nada, aquí en tu linda casa.

Hagamos un salto con que, después de dos días, el feo y el guapo se hartan de estar ahí, por lo que estos se deciden ir de vuelta a la tierra; entonces el dios Neptuno les da un Caracol como carroaje, que se supone que los llevaría de regreso a la tierra. Pero no fue así, puesto a que, al emprender un viaje sorprendentemente largo, fueron a parar a Veracruz.

Estando en Veracruz, se sorprendieron tanto, nunca pensaron que irían estar en donde vive Bob Esponja. Al estar en Veracruz, fueron a dar a una casa muy peculiar, que la habitaba una ardilla de nombre Arenita; se fueron a refugiar a ese lugar en donde había aire y pudieron estar muy a gusto respirando aire refresco.

José: Ammm... Gracias por darnos refugio, Arenita.

Cristóbal: Jiji

Arenita: De nada, lobos.

José: Vale, tenemos que regresar a la tierra ¿sabe cómo podemos llegar a la tierra?

Arenita: Sí sé cómo, pero me tomaría una semana en hacer un vuelo hasta la tierra.

Cristóbal: Nunca pensé que así se veía Veracruz.

José: Se llama Fondo de Bikini, pero bueno.

Arenita: Espero que estén cómodos.

José: Okey, Arenita.

Llega la noche y el feo y el guapo se quedaron a dormir ahí. El guapo se pone a ver la televisión, viendo puros pescados, hasta en las noticias había pescados como noticieros. Intentó buscar otra cosa que no fuera puro pescado, y lo único que pudo encontrar fue Nickelodeon que estaba pasando la serie de Bob Esponja. Luego se ponen a cenar lo típico de Veracruz: carnada asada. Al ser las doce, se ponen a dormir y al día siguiente, aún teniendo la casa de Arenita como refugio y con trajes como el de Arenita, se ponen a pasear por todo Veracruz, encontrando ahí un restaurante muy popular: Crustáceo Kascarudo.

Ahí se entraron, mirando que el lugar era súper igualito que en Bob Esponja, exploran casi todo el lugar y se encuentran con Calamargado y el Bob Toronja.

Bob: Oh, Arenita, haz vuelto :)

Arenita: Hola, Bob. Mira, he traído amigos nuevos; el lobo violeta se llama José y el Husky se llama Cristóbal.

José: Hola.

Cristóbal: Hello.

Bob: Ow, nuevos amigos jijiji.

Calamardo: Hola 😒.

José: Hola, es un gusto conoceros a todos vosotros.

Bob: Oh, más animales. Ahora tenemos a un lobo y a un perro.

Cristóbal: Soy un lobo.

Bob: Me vale verga -c ríe-.

Cristóbal: Vale. Tenemos hambre.

Piden cangreburgers para llevar, al costo de cien dólares x4. Después de recibir su pedido, se despiden amablemente del lugar, caminando por toda la ciudad, el cual era algo interesante y un poco inquietante porque había creaturas que no eran del agrado de ellos, como tiburones, langostas y medusas. Llegan a casa de Arenita y se ponen a comerse las hamburguesas, estando afuera de la casa de Arenita y sentados en una mesa de madera. Mientras tanto, Arenita se puso preparar el cohete para el feo y el guapo pudieran regresar a la tierra. En el último día de ida, Arenita los decide llevar al campo de medusas para que se divirtieran, dándoles redes de medusas y esta le pone lentes al guapo. Por los lentes se veía chistoso, lindo y muy adorable.

En fin, con un poco de miedo, se atreven a pescar, José María logra atrapar una, la medusa nunca le hizo nada. Cristóbal, en cambio, este atrapa una y la medusa le pica hasta acusarle ronchas feas por la espalda. Así se la pasaron hasta en la tarde; mientras que a José María nunca le picaron, a Cristóbal le picaron varias (hasta le picaron por "ahí abajo" 🍆), a tal punto de tener ronchas por todos lados. Por esa razón, Cristóbal llegó a casa todo lleno de ronchas, por lo que Arenita lo atiende poniéndole alcohol que ahí tenía.

José: Ay, amor... ¿Te duele?

Cristóbal: Arde como la varicela. Ráscame, lobito.

José: No, mejor no.

Cristóbal: Hasta me picaron "aquí" -le señala el pene-.

José: Auch... A mí nunca me picó ninguna. 🙂✌️

Hasta aquí el capítulo, furros lindos. Nos vemos.