Cap 5: El campamento
Eventualmente, el día del campamento había llegado. Todos habían llegado a México, precisamente al Splash Club, que se ubica casi saliendo de Culiacán, ciudad que se ubica en el noroeste del país. Llegando ahí, todos se bajan del auto bus, se bajan y se comodan en dos cabañas de tres. Una primera era para las mujeres, la segunda para los hombres y la tercera cabaña era para comer y hacer otras actividades.
Además de eso, había piscinas, toboganes, bañadores, dos baños destinados para distintos géneros (es decir, femenino y masculino) y, a la postre, un enorme zona de campo como cancha, en donde se harían las clases de educación física, jugar fútbol y boliball.
Al ver el lugar donde se realizaría el campamento, Cristóbal y los españoles se quedaron maravillados por la zona. Es una belleza, un lugar perfecto para disfrutar. En fin, Cristóbal se mete a la cabaña para dormir, obviamente al de los hombres, estableciéndose en la orilla de esta del lado derecho. Se había traído una almohada y una cobija, aunque talvez no fuera necesario por el tal reto que Cristóbal y José María se habrían propuesto semanas atrás. Al terminar de desempacar, Cristóbal empieza a apreciar el lugar, teniendo puesta la camisa roja puesta.
Y adivinen quien también había venido al campamento....
Se sumó a venir al campamento Balam y sus colegas. Sí, ellos también vinieron por obligación, pero al ver que también había venido Cristóbal, no fueron a renegar tanto, más porque el Splash es increíble. Aunque lo malo es que ellos no tendrían a su esclavo, ya que el esclavo no iba en el mismo que ellos ni en la de José.
Y bien, estando ya con José María y Cristóbal, estos estaban sentados en la cosa de piedra hablando sobre el lugar y el reto...
José: Vaya, si que este lugar es increíble, nunca he visto algo como esto. Creo que México también es mejor al igual que España.
Cristóbal: Sí...
En ese momento, de pronto alguien le habla a estos dos, y ese alguien era Dilan, quien también vino al campamento sorpresivamente. Este se les acerca alegre, saludándolos y abrazándolos de forma amistosa.
Dilan: ¡Ey! Hola, socios, ¿qué tal?
José: Vaya, Dilan, ¡Qué sorpresa!
Cristóbal: Sí... Pensé que no irías a venir.
Dilan: Se suponía, pero puede ir gracias a que el director de la escuela, que es amigo cercano y muy querido de mi papá, me invitó venir a mí y a mis padres. Entonces aceptamos y aquí me tenéis.
Cristóbal: Bien.
Poco después, aproximadamente un minuto y medio, el profesor de física, un perro muy ricachón, quién vestía una camisa roja, una gorra verde y un shorts de color beige, toca el silbato, indicando que la hora de hacer las actividades habría comenzado (en medio del pinche sol que estaba de la madre y te dejaría bien negro). En primer lugar, primero hicieron el calentamiento en círculo por cada equipo.
Posteriormente, el profesor de física indicó que cada quien debería estar cargando a un compañero hasta cuándo el profesor dijera cuándo irían soltar a x fursona. Todos tuvieron una pareja para cual hacer tal indicación, menos Cristóbal y Boris, aquel lobo negro colega de Balam y quien también le tocó estar en el equipo rojo. Joaquín no tuvo más remedio que aceptar, ya que no podría hacer berrinche como un niño pequeño, menos desobedecer ni rechazar; y entonces carga a Cristóbal, a quien sentía un poco pesado y este pone sus manos en los ricos pezones que Joaquín tenía, cosa que, sin duda, le pareció increíble y asombroso.
Cristóbal: Wow...
Joaquín: ¿Te gusta, eh?
Cristóbal: S...sí.
Después de 8 segundos, el profesor de física ordena que ya se soltaran. Y Cristóbal todavía pensaba en lo que sus manos habían tocado, mientras que se las veía y se preguntaba qué acaba de tocar.
En fin, luego aquel profesor ordena que todos estuvieran en el campo ya mencionado. Ahí mismo, el profesor indica que hicieran una fila por equipo y que el último de la fila se estuviera que meter por debajo hasta llegar a 3 metros y se tenían que sentar encima del globo con agua... Y así fue, tan bien que estos se divertían.
Luego de realizar tal actividad, se disponen a jugar el boliball, ya que justo en esa misma zona hay dos redes o esas chingaderas que se usan para jugar ese juego. Como eran equipos, se pusieron que un tenía que competir con el otro en sus puestos respectivos, cosa que así fue. Duraron jugando unos 20 minutos, hasta que gana le gana el equipo azul al rojo y, en la otra cancha del lado izquierdo, el equipo amarillo le gana al verde.
Luego estando en la cabaña de las actividades, se ponen a hacer esta mamada en la que tienes que poner en cartulina sobre las cosas del medioambiente, y por equipos claro. Al equipo rojo le tocó esto del cuidar al planeta, entonces lo anduvieron planificando unos minutos y hicieron esto de reciclar.... El equipo amarillo sobre los seres vivos, el azul lo de las ciudades y al verde lo del bullying. Cada equipo lo hizo a su manera, pero el que ganó, fue el rojo. Y todos festejando por eso, típico de las escuelas.
Más tarde, luego comienzan a avanzar hasta lo toboganes y piscinas, y los toboganes eran altos, tanto que a la primera vez que subes te cagas. Y para llegar ahí, tienes que subir un unas escaleras de semento rasposo. Estos se habían puesto los trajes de baño.

Cristóbal tenía puesto una camiseta de nada de color negro y manga larga y shorts de color anaranjado. El mentado José María lo tenía de color blanco y sus shorts eran rojos y Dilan solamente tenía el short de color verde limón. En fin... Cristóbal sube acompañado de José María hasta muy alto. Al llegar ahí, estos esperan hasta que fuera su turno, y al llegarles el turno se sube. Cristóbal se pone al frente y José María atrás.
Ya estando encima, estos se bajan por el tobogán que está de la verga. Y cómo era la primera vez ambos gritaban asustados y los ojos los tenían cerrados: una vergüenza total, más para el veinteañero de José, aunque no tanto para Cristóbal quien era un adolescente todavía. Otros minutos después, ya se fueron a las piscinas, en donde se pusieron a nadar, excepto Cristóbal quien no sabe nadar. Este solo se bañó... caminó... y ya.

Y para mandar la verga, la piscina era muy onda para él, por lo que caminaba muy despacio, y hasta casi se caía. Ay, no, estar ahí y sin saber nadar...un puto miedo que hacen apretarte las piernas a tal punto darte un estirón feísimo. Entonces José se le acerca nadando....
José: Oye ¿Por qué no nadas?
Cristóbal: Emm... Porque... Prefiero caminar y mojarme como Llorona (?).
José: ¿Cómo qué...?
Cristóbal: Nada, olvídalo.
José: ¿Te da miedo?
En eso Dilan sale del fondo de la piscina estando de lado de ellos.
Cristóbal: N-no sé nadar...
Dilan: Vaya...
José: Vale... Ahí sí no sé qué harás aquí.
Dilan: Fácil, solo se baña nada más. Pero no te preocupes, se te entiende, tío.
Y así dura Cristóbal bañándose media hora hasta que llega a la hora de salir e ir a los baños. Los baños eran oscuros y sucios, y lo único que iluminaba que era una ventana que estaba al frente. Ahg, un puto asco. (*Toser al estilo Harley Quinzel*)
Estaba bañándose cada uno, y estando ahí a Cristóbal le daba un poco de asco, más por el olor a perro mojado. (*Volver a toser al mismo estilo*) Con ganas de rajarse...
E incluso estaban metidos Balam y sus colegas, quienes se veían sensuales y atraían mucho, por lo que el niño se les queda viendo. En fin, este casi ni se bañó, digamos que se echó pura agua nomás ya que allá en su casa se podría bañar mejor.
Ya en la tarde, los maestros ponen a jugar a los alumnos fútbol, y duraron un largo rato jugando hasta el oscurecer. Nombre, se la pasaron genial, hasta José también le jugó. Excepto Cristóbal y el niño. El niño se encontraba comiendo en la tercera cabaña y el Cristóbal miraba parado como estos jugaban de la ostia.
José mira que Cristóbal no jugaba, entonces se le acerca.
José: Eh, ¿No juegas?
Cristóbal: Pues no soy de jugar fútbol.
José: Ya...
Después de 7 minutos de juego, todos se van a comer a la cabaña y les habían traído la carreta de tacos, nombre una delicia. Balam y sus colegas habían entrado primero, notando que ahí estaba el niño. Al verlo se le acerca y lo empiezan a mimar de gusto, ya que, pese a ser unos patanes, le gustaban los niños (aunque a Daniel más o menos).
Balam: Ay, pero que lindo niño :3
Boris: Hola :) -acaricia al niño de la cabeza-
Sam: Oh...
Balam: ¿Cómo te llamas?
Sam: Samuel. ¿Y ustedes?
Daniel: ¿Samuel? Lindo nombre. Yo soy Daniel, pero puedes llamarme Dani.
Boris: Yo soy Boris.
Balam: Y yo soy Balam.
José mira que el niño estaba con ellos, aunque dejó que estuviera con ellos ya que se mostraban cariñosos con el niño, y se sienta en otra mesa ubicado al noreste de la cabaña y frente a ellos.
Balam: No te preocupes, niño, no te haremos daños, lo juramos.
Sam: Okey. -touch Balam's pecs-
Balam: Jejeje (^^)
Comen de la comida y terminan un poco después. Después de comer, se ponen a estar en la fogata para platicar, contar historias y azar bombones. Y la primera en contar una historia fue Alicia.
Alicia: Dice mi abuelo que cuando estaba en el campo de Asturias, iba pasando por un río cuando era de madrugada, y ahí vio unas ancianas lavando ropa. Eran tres, y dicen que la segunda que estaba en el medio lo vio. Cuando la vieja lo vio, se encamina hacia a mi abuelo, quien empieza a correr y esta lo persigue. Dice que parecía bruja, tenía nariz puntiaguda y cara afilada. La vieja lo alcanza y con esos palos para lavar ropa lo golpea fuertemente hasta dejarlo inconsciente. Pero que no lo mató, lo dejó vivir. También me dijo que a esas les llaman "Les Llavanderes".
Sam: Ahora yo. Mi mamá me contó la historia de la llorona. Me dice que ella se casa con un español, y ese español se llamaba Nuño de Montes-Claros. La llorona se llamaba Luisa del Carmen. Resulta que su marido la engaña y por eso mató a sus hijos con una espada. Después de matarlos, la gente la somete a la hoguera y la queman. Y se dice que se le puede escuchar llorar por sus hijos por todo México.
Marcos: Oh, buenas historias.
Boris: La leyenda de la Llorona también se cuenta en Cataluña, y soy de allá. Allá dicen que ella ahogó a sus hijos en el mar de Barceloneta y luego es atropellada por un carro. De ahí se dice que se le escucha llorar por el mar.
Luego de la plática, se ponen a azar bombones. José se pone dos, al niño se le pone uno, y el profesor de física se pone 7. Y lo malo era que luego sentirían pegajoso la boca. Ah, otra puta molestia. Todos comen y luego se van a la barra de piedra a sentarse. El profesor indicó que irían buscar el tesoro, el cual estaba escondido en algún rincón. Para ello estaban linternas, ya que estaba un poco oscuro y se dividieron por equipos.
El equipo de Cristóbal, entonces, se ponen a buscar a oscuras el tesoro caminando por el puente que conducía a las piscinas. Pero, por desgracia, uno de los integrantes del equipo amarillo, que era un gato de color negro, encontró la caja por debajo del puente, asustando al equipo rojo.
???: ¡AH! ¡Lo encontré! Jajaja
Dilan: Mierda...
Entonces el equipo amarillo sale corriendo de vuelta hacia donde estaban los maestros, carcajeandose.
Equipo amarillo: ¡Profe, lo encontramos! Jajajajaja
Marcos: Vaya, qué bien, chicos.
Abren la caja y dentro de ahí había dulces, cosa que estos se comen. Posteriormente, ahora se van a una cuarta cabaña en donde se ponen a poner música y se ponen a bailar, poniendo música que son de las más sonadas en este país (México).





La última fue la que más bailaron. Todos cantaron, bailaron y se divirtieron. Y duraron así una hora. Luego de esa hora, por último se dedican a hacer lo que quieran. Ya hacía mucho frío; los que hombres y una pocas féminas se dedicaron a jugar fútbol.
Los pocos de los alumnos y los maestros se quedaron platicando por la tal cerca de piedras. Hasta que José y Cristóbal hacían lo del reto: no dormir toda la noche hasta que uno se rinda. Pero el que se rindió, fue José, quien se acostó en su cama cansado.
José: -bosteza largo- Bueno, chaval, me iré dormir, tú ganas.
Cristóbal: Vaya c:
Ya en los tres días que quedaban hicieron más actividades, pero de las clases de educación física y ya el tercer día se les dejó hacer que los alumnos hicieran lo que quisieran.
José y Cristóbal estaban sentados en la mesa de la cabaña, estando en el medio al fondo para ser exactos.
José: Bien, como tú eres el ganador... Dime ¿Qué premio quieres?
Cristóbal pensaba en un premio por unos minutos, hasta que se le mete hacer cosas pervertidas, pero luego se retiene en ese punto.
Cristóbal: Es complicado... No lo sé, aún no decido.
José: Vale... Se ocurrirá algo, lo sé. Jejeje (^^)
En la noche, mientras todos estaban dormidos, Cristóbal aún seguía despierto y mira a José quien estaba dormido de lado, el cual hacía verse su rostro con los ojos cerrados. Este de pronto le mira ahí, lo que le orilló a cometer el acto de tocársela. José se voltea espalda estando dormido, por lo este, aprovechando que todo el mundo andaba muy dormido, le toca el bulto al lobo. Qué suerte tuvo... Más porque este estaba profundamente dormido, solamente este reía feliz como un perro sin darse cuenta de lo que este hacía. Le manosea, a tal punto de tocársela dentro del pantalón de la pijama de rayas.
Al ser de día, José estaba otra vez de lado, con el miembro al descubierto, siendo visto por muchos incluido los maestros; algunos reían un poco y otros sorprendidos.
Marcos: ¿WTF?
Samantha: ¿Qué pedo...?
Danna: Wow... Linda verga.
José comienza a despertar, escuchando las risas y notando que estos lo miran. Al verse abajo, se moría de la vergüenzap3 por completo. No tenía palabras para explicarlo....
Hasta aquí el capítulo, cositas lindas. Nos vemos.
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