Cap 43: La Cegua del Coyolar, Nicaragua
Todo este tiempo, José María se puso muy feliz como un perro, teniendo carácter de perro: muy alegre, cariñoso, protector, fiel, leal y muy ansioso. Poco a poco, iba olvidándose de aquella tragedia, aunque luego pensó en un punto positivo del asunto. Era un amor, casi igual a su primo; aunque eso no quiere decir que dejaría de ser un coñazo. En fin, José María pensó mejor cancelar la ida a Fondo de Bikini (Veracruz), pensando mejor ir a El Coyolar. Tuvieron que pasar semanas para irse para allá, pero, mientras, se tuvo que esperar ya que estaba ocupado.
Un sábado, siendo la 1:00 del mediodía, este fue a un puesto de comida mexicana con el chico. Eran precisamente tacos. Pero el problema era que había un empleado que le gusta gastar bromas pesadas, y José María fue su siguiente "víctima": este había pedido un vaso de Coca-Cola, allí tal empleado, sin medir nada de nada, le pone una droga que te hace tonto, el cual dura aproximadamente 1 hora en la que su efecto se comenzara acabar. Lo que lo haría más alegre, ya que estuvo en un efecto en la que estuvo risueño, tenía los ojos de una forma Kawaii y sacaba la lengua como los perritos. Era hermoso, tan bello...
Este Lobito lindo así se fue caminando hasta llegar donde estaba el ayuntamiento, por donde se ubicaban las banderas de la provincia de Guipúzcoa, la bandera de Vasconia y, por su supuesto, la de España. En su profundo hechizo de drogadicción, ¿adivinen qué hizo al ver las banderas? Al verlas, este se pone a escalar por el edificio con tal tomarlas, quitando la del País Vasco y la de Guipúzcoa, dejando solamente la bandera española. Se las había robado jajaja. ¿Qué hizo con ellas? Sencillo: todavía en el efecto, se fue de la ciudad, estando a las afueras de la ciudad; ahí cavó un hoyo grande como si fuera un perro y, ahí mismo, las entierra en lo más profundo de la tierra. Después de eso, vuelven a casa, mientras que el chico se preguntaba: ¿qué sería de España solo estuviera la bandera de España? ¿Qué sería de España sin comunidades autónomas y fueran puras provincias como pasa con México?
Al día siguiente, todo el pueblo de San Sebastián se quedó cagado en sus calzones al ver que la bandera del Vasconia y Guipúzcoa había desaparecido, a excepción de la bandera española: un completo horror para los separatistas, independentistas y nacionalistas. Para aquél entonces, el lobo bello había despertado del efecto de las drogas. Ñeh, pero a él no le afectó en lo más mínimo, ya que era regionalista y ya quisiera saber qué sería de España sin una bandera automática y provincial. Sin embargo, decidió no ser como los pendejos de la tele y hizo vida normal.
En fin, este se puso hacer la tarea de su escuela, iba muy tranquilo hasta que vino el chico con hambre, y se le acerca hacia él haciéndole lo mismo de siempre.
Sam: ¡¡¡JOSEEEEEEEE!!!
José: (🙄) ¿QQUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?
Sam: ¡TENGO HAMBREEEEEEEEE!
José: Ya voy, pero no me grites COÑO.
Sam: Okey -lo abraza-.
José: -Suspira- Dame unos minutos ¿sí? Ya voy a acabar.
Sam: Okey, papi.
José: 😊
Después de terminar, se pone hacerle comida al niño y cuando termina le sirve en un plato. Era carne asada. Minutos más tarde, llaman a la puerta y José va atender: era Cristóbal, quien decidió visitarlo.
Cristóbal: Hola.
José: Cris, qué alegría verte.
Sam: Tan bien que estábamos... (7_7)
José: Pasa.
Sam: Hola, feo.
José: Samuel...
Sam: ¿Qué, guapo?
José: No le digas así a tu otro papi, celostín.
Sam: ¿Eh? ¿Mi papá? Asco... Yo estoy bien con el papi que tengo ahora.
Cristóbal: Oh, okey...
José: No te sientas mal, no le hagas caso -abraza a Cristóbal-.
Cristóbal: Nos vamos a casar en navidad.
Sam: No, no es cierto, estás loco... Primero muerto que estar con él, fíjate. Te hizo daño esa droga.
José: ¿Te cae mal?
Sam: Es que prefiero estar solo contigo que estar con otro más, a parte que no quiero estar en sus gases.
José: Te irás a acostumbrar, y mira, aquí te presento a tu hermanito menor.
Sam: NOOOOOOOOO >:'U
Enseguida, este había despertado en la cama estando en los brazos de José María quien lo estaba tranquilizando, aunque este casi ni se mueve, ni hablaba al dormir ni nada ya que es muy callado y tranquilo.
José: ¿Has tenido una pesadilla?
Sam: Sí, papi.
José: Vale, a mimir que aún no amanece -lo abraza-.
Al ser de día, José despierta y mira a su hijito quien dormía como un angelito. Aunque lo de las banderas no fue un sueño, pasó al día siguiente. Este se levanta de la cama siendo sábado y esta vez faltó al trabajo, lo que le proporcionó la oportunidad de pasar más tiempo para salir y divertirse. Sin embargo, decidió visitar El Coyolar de una vez, aprovechando que no tendría clases el lunes. Esta se llevaría a Cristóbal consigo, quien pudo ir porque su padre le otorgó el permiso, junto con Alicia. Se fueron para allá levantándose temprano, en donde tenía otro amigo para guiarlos.
Obviamente se fueron en avión, José estuvo como siempre al fondo del lado izquierda junto al chico, Alicia estuvo con Cristóbal y Shade y el duende se quedaron en casa. Aunque para Carlitos no era problema, ya que los cuidaba Andrés, el fiel amigo de José María. Como siempre, José María y el chico se pusieron a ver una película, siendo la de «Cuentos y leyendas de Honduras», una película hondureña que forma parte importante del folclore hondureño.
Para cuando el chico andaba en media película, José María había caído dormido al igual que los demás, siendo el único despierto en el avión, sin tener el mínimo miedo a la película. Ahí estaban dando tres cortometrajes sobre la leyenda de la Sucia, El Cadejo, la Taconuda y la Fiesta de las Ánimas. Pero el que más le llamó la atención fue la de la Sucia y el Cadejo. En fin, cuando se termina la película todavía no se duerme, escuchando el sonido del avión al navegar, estando entre el silencio y la oscuridad. José en eso se despierta, acomodándole una almohada para que se durmiera. Despiertan, llegando a El Coyolar en el atardecer.
Estos salen del lugar, siendo recibidos por un mapache de 1.51 metros de altura y un zorro de 1.77 metros de altura, el cual era de cuerpo normal.
Zorro: Joseeeé :D
José: Jonathan :) -lo abraza-
Zorro: ¿Qué tal, mi bonito amigo?
José: Bien, aquí de visita.
Jonathan: ¿Quiénes son ellos?
José: Ellos son Samuel, Alicia y Cristóbal. Saludad, chicos.
Sam: Hola.
Alicia: Holis.
Cristóbal: Hola.
Jonathan: Espero que se la pasen bien.
José: Gracias.
Jonathan: Por cierto, el mapache se llama Benito.
Caminaron por todo el barrio, el cual era muy pobre, pero a la vez lindo. Ahí conocieron muchas cosas, qué comen, cuáles son sus tradiciones, costumbres y su modo de hablar, hasta fueron a un museo el cual es bien pobre, con estatuas de cartón que representaban a las leyendas más famosas: La Cegua, el Cadejo, la Llorona, la «Tomá-tu-teta», la Mocuana, y la Carreta Nagua. La Cegua es la misma Ciguanaba, solo que allí la multiplican, es decir, ahí son varias al igual que en España. La Llorona no hace falta, mientras que la Toma-tu-teta era una mujer fantasma que por las noches le forzaba tomar una de sus tetas. La carreta Nagua es una carreta que se encarga de llevarse las almas de los difuntos, que en México sería la Carreta de la Muerte o la Carreta de San Pascual. En fin, luego de ahí se fueron a pasear, buscando algo interesante ya que es un pueblo bien pobre, que ahí eran muy buenos para beber güaro (una especie de licor o alcohol). También fueron a comer a una cantina, en donde había mucha putona, alcohólico, mujeriego y apostador. En ese mismo día, mientras estaban caminando había mucho joto haciendo la marcha LGTB. En esa misma marca, estaba el Damián Cervantes, el cual volvió a reutilizar el reto de tocar penes para su canal; iba tocándole el pene a uno por uno, humorística mente. Llega el turno de Cristóbal, Jonathan, el mapache y José María. El primero de todos fue José.
Damián: El reto consiste en que te tengo que agarrar la verga. ¿Te puedo agarrar la verga?
José: Mmmm... Sí.
Damián: -se la agarra- Se siente más o menos je.
José: Jeje -se excita-
Damián: ¿Te puedo agarrar la verga? -le dice al zorro-
Jonathan: Va.
Damián: -le agarra el pene- Uy, ¿Qué comiste? -dijo al sentirla espectacular-
Jonathan: Comida jaja
Damián: a. ¿Te puedo agarrar la verga? -le dice al mapache-
Benito: Obvio, karnal.
Damián: Tan enano y tan aventado jajaja -se la agarra-. No sé siente nada.
Jonathan: Uh, chale. No come jajaja.
Alicia: Los hombres y sus pendejadas.
Además, aprovechando la marcha, se pusieron a disfrutar del día uniéndose al festejo. Más tarde, al caer la noche tan rápido, se regresaron a la cantina para cenar. Duraron ahí hasta las 7:00 ya que a esa hora todo el mundo, por completo, se iban a refugiarse a sus casas, debido a que todos le temían a la Cegua del Coyolar, bajando a todos los santos y ángeles del cielo. Se decía que esta era una mujer mala que gustaba de asustar a la gente.
Hagamos una escena para ver cómo es esta versión de la Siguanaba, mejor conocida como la Segua (también llamada Cegua o Tzegua) en todo Nicaragua: en un maizal, casi afuera del pueblo, habían como 6 mujeres de distintos aspecto, una era de tez blanca y de cabello negro, otra era rubia, otra más era de tez morena, otra tenía el pelo anaranjado y era de tez pálida, otra era trigueña y de cabellos castaños y la otra mujer tenía el pelo rizado del mismo color que la primera. Unas iban de blanco, otras de negro y otras de rosa. Bien, la primera mujer hizo un pacto con el demonio, para luego hacer un ritual para vomitar el alma. La mujer se dio tres volantines para atrás y tres para adelante, echando el alma por la boca en el guacal grande y blanco al final del tercer salto delantero.
Después de vomitar el alma queda transformada en mujer joven. Su vestido es de hojas de guarumo; su cabellera, que le llega hasta la cintura, de cabuya y sus dientes están recubiertos de cáscara de plátano verde, de manera que cuando hablan se les oye la voz cavernosa y hueca; sus piernas se vuelven tan largas y robustas como las patas traseras de un caballo, sus pies se hacen más grandes y lo mismo ocurre con sus brazos, dándole a ella una gran fuerza física y velocidad, que le asegurarán no dejar escapar a su víctima. En cuanto al rostro esta la adquirió de caballo esquelético. Lo mismo hicieron las demás mujeres, uniéndose de una a otra. Así fue como las ceguas salieron asustar, llegando al pueblo. Aunque estás solo son una copia barata, ya que la verdadera Cegua es la que en algún momento casi mata a Dávila.
Hagamos escena con dos ancianos que, junto a su hijo, a estas horas estaban platicando sobre el pedo con la Cegua, estando en el silencio de la noche.
Anciana: Pancracio ¿no oíste la noche anterior las risas de las Ceguas?
Pancracio: Sí, lo oí con mis propios oídos, que aún no estoy sordo.
Anciana: Esas estúpidas nunca paran de andar aterrorizando. Ojalá que a Aniceto, mi hijo, no le salgan esas brujas entre tanta trasnochada que se da.
Pancracio: Esperemos que no. Ni quiera Dios. Ese se muere por lo miedoso y maricon que es. Y también sale el Cadejo, la Mocuana y la Llorona... Cómo este país es bien pobre, ellos creen que es un buen lugar para habitar. Ni ven que el mundo ya está muy jodido y esos mierpantos siguen jodiendo.
Anciana: El único espíritu bueno es el Cadejo Blanco, y creo yo que ese sería un fantasma ejemplar para los otros.
Pancracio: A parte, vos ya no le deberías dejarlo que ande. No permitás que salga, que fiesta y diversión ni que nada, pura bebedera se agarra.
Anciana: Pero si él ya es un mayor como que lo ande controlando y yo ya estoy vieja. Vos también pone de tu parte, ni lo pelás.
Pancracio: Sí, tenés razón.
Ahora volvemos con los demás, quienes ya se dirigían al departamento, mientras que José María estaba ayudando a Jonathan el cual estaba súper ebrio, tanto que la lujuria le vino en mente; y el mapache tomaba al chico le da mano y Cristóbal venía tomado de Alicia. Sin saber cómo y sin darse cuenta, José y Jonathan se habían perdido en medio de la oscuridad, estando en un ambiente pesado y silencioso. Ni un alma en la calle...
Jonathan: -hipo- C-cegua...
José: Cegua... 🤔
Jonathan: Cuidado porque… -hipo- nos salen las… -hipo- Ceguas del Coyolar -hipo-.
José: Ah, ya me acordé.... ¿A qué hora sale?
Jonathan: Hay veces que salen a las 8:00, otras a las 11:00, otras veces sale a las 12 y otras veces más a las dos. Cuidado porque son muy peligrosas.
José: Vale, guíame al hotel, si es tan amable. O bueno, déjame ayudarte estás muy tomado.
Todo transcurría muy callado, sintiendo pesadez en el pecho, y por lo tanto querían estar en el hotel... En eso el silencio es interrumpido por las risas de brujas que se escuchaban a los lejos: eran las ceguas, quienes se estaban dedicando a asustar a los hombres. Al verlo aquello, casi se cagan del susto, era muy abominable y monstruoso, por eso es que Jonathan huye dejando solo al pobre José con ellas, quien estaba muy asustado y ya sin los efectos del alcohol por el susto. Entonces no lo pensó más, corrió y corrió por su vida, mientras que era perseguido por las Seguas que aún seguían carcajeandose fuertemente.
José: AAAAAHHHH, A MÍ NO POR FAVOR. SI SOY BUEN LOBITOOOOOOOOOO...
Ceguas: JAJAJAJA, JAJAJAJQAJQJQJQIA
José: ¡AUXILIOOOOOOO, ME COMEN LAS VIEJAS ESTAAAASSSS!
Corrió y corrió hasta salir de la ciudad y llegar al campo y estando ahí se subió a un árbol de Guanacaste, siendo rodeado por todas ellas... Y lo jugaron. Al día siguiente, unas cuantas personas lo vieron encima del árbol, lo bajaron de ahí y se lo llevaron a que lo revisara el médico. Por fortuna, José María no pasó a mayores, solamente quedó pendejo un tiempo, con mucha calentura y diarrea, así como la otra vez que se encontró al espanto en España. Había quedado «jugado de Cegua». Sus amigos, junto a su hijo adoptivo, comenzaron a buscarlo por todas partes hasta que, al final, lo encontraron en caminando estando lastimado y jugado. Él solo quería acostarse y hizo fue, tardando en volver a España dos días después. Durante el tiempo que estuvo en cama, Cristóbal y el niño le dieron mucho amor, más porque estaba tonto.
Finalmente, José María pudo regresar en sí y comenzó a marearse al entrar en razón. Entonces tuvo que dormir otro día más y cagar otra vez hasta que, eventualmente, se puso mejor otra vez. Al fin de acabo que ya ni se quejó, pensando mejor que esas experiencias paranormales se las fuera contar alguien como entretenimiento o algo mejor. Al último día, José y Cristóbal fueron a un bar en donde comenzaron a tener relaciones amorosas, haciendo el Yaoi con amor; se dieron rico y eso le sirvió a José como para poder relajarse más. Al rato se regresaron a España, cancelando el viaje a Fondo de Bikini.
Hasta aquí el capítulo, furros lindos. Nos vemos.
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