Cap 27: El Coco (parte 1)
El segundo protagonista aún seguía buscando al niño por todas partes, por la calles, colonias, casas, por todo el centro de la ciudad y nada. Como tardó mucho en hayarlo, se comenzó a desesperar, a tal punto de querer ser adivina o algo que todo lo ve. Se comenzaría poner dramático, imaginando que a lo mejor lo mata o lo devora, cosa que no quería fuera a pasar. Lo pensó mucho: buscar más y, al encontrarlo, enfrentarse al Coco. También lo buscó con su primo; sin embargo, nunca dieron con él...
En cuanto al niño, el niño estaba bien con el Coco, quien lo cuidaba como su fuera su hijo. Platicaban ente los dos, estaban metidos en el lago de la gran cueva y el Coco tenía la forma de un dragón furro de color naranja y fuerte, cuyos ojos eran rojos que brillaban como rubíes.
Coco: ¿Así que no eres de aquí?
Sam: No, soy mexicano residenciado en España jajaja. Vivo con el que acabas de golpear a noche.
Coco: Ya... ¿Cómo es que te la pasas con él?
Sam: Pues ni bien ni mal, ya que es un perro hijo de la chingada y en otras veces todo lo contrario, es colérico, traicionero, cuando hay pleito hay está con eso de ayudar pero cuando no hay se esfuma y abandona. Le gusta basurear, mal hablar o estar detrás de Sammael050307, AndrewTiger y Jkrfurry, teniendo como cómplice a Fudanshi107. Chingue y chingue están con esas personas, parece que están enamorados de ellos. Siempre guarda resentimiento y se pone en tu contra, aunque lo trataras bien a partir de un día para otro te insulta de todos modos, hasta te quiere pegar. Se cree pro y un santito, pero luego insulta, se enoja fácil, te niega lo que siempre hizo. Por ejemplo, si le dices a alguien que tuvo sexo con fulanito de tal, te lo va querer negar, más si no tienes pruebas para demostrarlo. Está bien que se enoje, es normal y parte de un ser vivo, pero que en todo se enoje está kbron. Es igual que mi primo, él también tiene 21 años, nació en el 2000, tiene la misma estatura y es igual de mamón (esto sí es real). Es lindo, es obvio, te ayuda y defiende a quien fuera su amigo, aunque solo sería una careta pintada de blanco. Jaja y dicen que no hace corajes... Te quiere dar clases de moral cuando haces algo grave o algo indebido, pero dale vuelta a la tortilla... Es un hipócrita. Y ni hablar sobre él y el tema de ser diferente o ratito... A parte de que le dices esto, y no quiere creer, porque se niega a aceptarlo. Primero dice que está en contra del aborto y ahora resulta que ya le va al «pro-vida». Se cree muy pro al estar con un lince hablando mal de alguien, ni parece de 21. Hasta que no le pase algo, no va dejar de ser un estúpido. O sino me crees, pregúntale a la mujer que fue insultada por él mismo.
Coco: Oh... Lo bueno es que estás a salvo conmigo (uwu). Además es lobo y los lobos son salvajes, yo te aconsejo que te alejes de él, esas personas hacen daño. Esa gente inútil no vale la pena. Y sabrá quienes serán los otros... Es que es el tiempo, a ustedes les han cambiado y por eso existen este tipo de personas o seres vivos. Ni modo, así es uno, aunque para eso estoy yo, la Bruja Lavandeira y la Llorona para corregir estas mierdas.
Sam: Nah, pero me mantiene y con él hay diversión, ya que me llevó a México y Japón, además de que lo puedes molestar por lo anterior que te dije.
Coco: Vale. Además te pregunté cómo te la pasas con él, no cómo es. Aunque bueno, con lo que me dijiste, ya sé cómo te la pasas.
Sam: ¿Qué eres? ¿Un fantasma o un demonio?
Coco: Ambas cosas, es decir, soy una fantasma y demonio a la vez ya que fuí humano y fui a parar al infierno. Porque hice sopa a mi hijo porque estaba harto de que tratara mal, era un desobediente, hacía berrinche y batallaba mucho para que se durmiera, me mataron en la hoguera y fui al infierno, pero regresé al mundo a asustar a los niños como lo fue mi hijo y con tal de quitarme la culpa, la tristeza y ira de mí. Si supieras lo que sentí, imagínate que alguien te maltrate, te vuelva loco de mucho mal, matas, te das cuenta al fin que mataste, más por si es alguien de tu misma sangre; te entra la culpa llorando la muerte de alguien que quisiste en la vida desde que nació, ser quemado mientras tienes Remordimiento y lloras y, al último, las llamas siguen en el infierno. Ahora súmale con ser un alma en pena, sin descanso ni paz... Aunque prefiero quedarme aquí que estar con Satanás ahí de imbécil; lo bueno de hacerlo es que puedes asustar 😎👍.
Pero a tí no te haré daño, eres tan bello (uwu) y lastima que tienes a un salvaje como cuidador. Ahora creo voy a castigar a la gente como él, esos merecen una chinga u “hostia”.
Sam: Oh... Qué mal, Coquito -lo abraza-. Eso espero, dragoncito, aunque ñah él ya tiene a las mujeres fantasma jajaja. ¿Cómo es tu visión monstruo? ¿Te sientes bien así?
Coco: (uwu) -corresponde- Es brillosa, así como si fuese un efecto de edición para las fotos que se toma la gente de ahora. Y claro, me siento bien así, aunque antes no me gustaba, se sentía desesperante y temoroso. Pero con el tiempo te acostumbras y los aceptas.
Sam: a.
Coco: Hasta me dedican canciones. Soy el que en México dicen a los niños «duérmete, niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá». Y tengo varias formas, aquí en Portugal soy un dragón, en Brasil y Cataluña soy un hombre chico, en otras partes soy un coco con patas, y en Estados Unidos y Escocia soy el hombre del costal o Boogyman. También soy el Sacamantecas. Hasta también puedo ser mujer, allá en Grecia soy la Lamia y en Rusia la Yaba baga. En Alemania soy el Krampus...
Sam: Oh... Interesante. ¿Por qué comes niños?
Coco: Por furia. Pero ahora ya no estoy molesto, te tengo a mí que eres un encanto (uwu). Y sí me duele porque le hice algo muy asqueroso a alguien que era mi decencia. Aunque eso pasó en la época de la conquista, fue hace mucho, en el año de 1531.
Sam: Dicen también que el hombre del costal, Boogyman y el Sacamantecas son otros.
Coco: Nah, sí soy yo, lo que pasa es que me gusta adoptar muchas formas. El internet todo quiere asimilar o diferenciar.
Sam: No pos sí. ¿Sabes usted qué es el pro-vida, no?
Coco: Con muchísimo tiempo de andar vagando por el mundo, déjame decirte que sí. Y neta que le supero a la Llorona de andar por todos lados 😎.
Por mientras hablaban, José aún seguía buscando por todas partes con su contraparte beneficiosa que es el Dante. La policía también le cooperaba; sin embargo, los oficiales tampoco fueron a dar con el paradero del chico.
José: Ese Coco me pone de los nervios. ¿Dónde lo habrá puesto? A lo mejor sí lo mató o c lo comió. Si que los fantasmas me sudan. Primero c lo lleva la Llorona y ahora el Coco; una mujer c lo lleva y ahora c lo lleva un hombre.
Dante: Si el Coco no hubiese consentido mucho a vuestro hijo, de seguro no c lo hubiese llevado. Lo más probable es que c lo coma, porque en general el Coco c come a los niños.
José: Aunque ese solo me pegó, gracias a Dios que no me clavó las garras. Vale, le haré cara al Coco; ya estuvo bueno de tanta cobardía y tanto estar como idiota.
Alicia: Solo te dio golpe, y no te enfermaste. Los hombres fantasmas te aman jajajajqajqjqjqia.
Spikky: Qué lástima me da el niño, pobre. Yo también me sumo a tu búsqueda y enfrentamiento, José -dijo el británico quien tenía una sudadera igual a la de José, pero de color blanco-.
Dante: Por cierto, este wey c parece a ti.
José: Ya c. Solo que este es británico y yo soy español; sabe inglés y español, y yo me c lo que tú ya sabes.
Dante: a.
Spikky: Hehe, it's a great coincidence that there is a wolf that looks like me. (Es una genial coincidencia que haya un lobo parecido a mí.)
Dante: El inglés británico es muy hermoso, mejor que el de los gringos. Enséñame hablar inglés, guapo.
Spikky: Sería un placer jejeje.
Alicia: Y eso que los españoles somos muy torpes para el inglés. En vez de pronunciarlo como tal, lo habláis como tal se lee o se ve jajaja.
Dante: Espera, ¿Dijiste que te enfrentarás al Coco?
José: Obvio, pues ya es hora de tener valentía y los suficientes huevos como el lobo que soy.
Dante: No, pero aquí es un dragón. Si supieses lo poderoso que es... encima es un demonio o un espíritu maligno, proveniente del infierno.
José: Yo haría lo que fuese por ese niño, o si nadie hace nada ese espíritu lo mata. No podemos rendirnos. Ah, ya sé, vamos con una adivina para nos revele donde anda.
Dante: Buena idea.
En la tarde, ambos gemelos van con una adivina para que les revele de una vez donde el Coco tenía al niño. La bola esa les revela donde estaba: dentro de una cueva, con el Coco quien solamente platicaba con el chico, con el mismo traje que le marcaba y estaban sentados en el suelo.
José: ¡Ajá! Ahí estáis. Uff, lo bueno es que no lo mató y solo habla con el chico. En fin, de todos modos se lo iré a quitar.
Después de tres horas, eventualmente llegan a la cueva, en donde el Coco esconde al niño y sale a confrontarlos, estando ahora vestido como en la foto que está al principio de esta historia.
Coco: ¿Quiénes sois? ¿Qué queréis?
Dante: Ah, disculpe, señor, estamos buscando al Coco y a un niño perdido. ¿Os habéis visto?
José: Si él es el Coco, idiota.
Dante: Uy... Grosero. Yo que te ayudo...
José: Mire, señor Coco, si no nos devuelve al niño verá...
Coco: JAJAJA ¿Vosotros? ¿Qué me iréis a hacer? Mmm... Nada, porque yo os gano. Aquí no está el niño, me lo comí XD.
José: ??? No... D:
Coco: -rostro de dragón demoníaco- Zy... Era muy lindo que me lo comí, estaba muy delicioso...
Dante: Como siempre haciendo de las vuestras. Los demás niños no tienen la culpa de tus desgracias, maldito. No sé porqué eres tan malo, si eso fue hace mucho, idiota.
Coco: Si supierais mi pasado, ahí tendríais respuesta. Estoy motivado por la maldad. Ya, largaos de aquí, ya no está en este mundo.
Los toma de las orejas a ambos, llevándolos hasta un río y ahí los tira desde lo más alto en el cielo, provocando un pequeño tsunami (ingatu… jaja). Con todo y suéter jajajajqajqjqjqia.
José: No, no, no puede cierto. No murió, debe de estar vivo (😭👊).
José llega a casa llorando y Alicia se toda pendejita escuchando a Ariana Enorme.
Alicia: ¿Por qué lloras, Lobito? ¿Lo encontrasteis? (.3.)
José: Lo mató el Coco. ¡Lo sabía! Llegué demasiado tarde (T_T). ¿Por qué el Coco es tan malo? Cómo siempre uno jodiendose al que es bueno.
Dante: Me acordé que me dieron un libro viejo que tengo de parte de mi abuelo, lo iré a traer -trae el libro que era café y que decía "Fábulas, cuentos y leyendas", que ahí venía la leyenda del Coco; y c lo da-.
En ese libro venían las leyendas de Portugal y encuentra una versión del Coco, el cual era corta y allí se hayaba el origen de este ser, el cual es corta y se dice así:
La historia cuenta que, cuando Portugal se había fundado como país, nació un lindo niño de ojos azules y rubio de nombre Joao Duarte Afonso Almada, un niño que en aquel tiempo vivió bajo las dictaduras de su padre, quien quería lo mejor para él, por lo que siempre lo sometió a torturas de estructura que duró hasta los 16 años de edad. Al cumplir los 17 años, fue hechando de casa, quedando en la casa de un amigo que murió dos años después; y cuando su buen amigo fallece, Juan se queda con la casa. Así se las vio para seguir en vida dentro de la Creación de Dios y que es azotado por mil demonios...
Cuando Joao crece, este ya era un hombre guapo, rubio apuesto y de ojos azules, siendo uno de los más respetados en aquella época, deseado por muchas mujeres que querían estar en brazos fuertes con apariencia de gringo. Un 26 de mayo, cuando las campanas de la Casa de Dios cantaban en la mañana, se paseaba por ahí una bella mujer de cabellos negros con vestido celeste, de quien Joao se había enamorado de golpe. Se llamaba Catarina. Él fue el primero en iniciar la relación.
Al tener 25 años, ya había tenido un hijo con ella a quien adoraba y construyera en él en una fuente de felicidad. Catarina la madre era quien le aplicaba lo mismo cuando Joao Duarte fue sentenciado a la tortura de su padre, y este optó por dejar de tener ese tono tan duro como piedra. No obstante, la mujer dijo que era lo mejor para él, que así podría ser un buen hombre en un futuro, aunque claro el amor nunca fuera a faltar. Cuando perece Catarina, ahí es el paso para que empezara a existir el Coco. El hombre aún tenía la pena de la muerte de su amada esposa, a quien le había cautivado con su belleza griega y tanto le ha hecho soltar una bella sonrisa.
El hombre, entonces, crió a su hijo a su manera, puesto a que no quería ser otro padre igual a su padre, consintiendolo en todo, olvidándose de enseñarle la moral. Desde ahí el padre siempre soportaba las humillaciones, faltas de respeto, gritos, insultos o inclusive deseos asesinos hacia él. Él siempre mentalizó que aquello de ofender a un padre una edad muy chica es normal y, durante el crecimiento de su hijo, la cosa era otra... Las lenguas de personas que conocía su historia siempre aconsejaban darle alto a la lengua del diablo que aquel engendro descarado tenía; sin embargo, como amaba mucho a su hijo, este siempre tenía la decisión de seguir aguantando o confesaba que ni le dañaban en absoluto. Joao Duarte siempre lo soporto por dos años más, estando entre mucho estrés, dolor, tristezas y lloros. Aunque sí tenía deseos de levantarle la mano, pero nunca lo hizo, además de que podría ser peor hacerlo y/o no quería ser o verse un mal padre. Lo único que podía hacer era dar suspiros, de una manera que sentía el dolor en el corazón se le iba.
Cuando el hijo tuvo 14 noviembres, el infierno fue lo más doloroso que estar experimentando la misma muerte; el padre aún estaba más dolido por el maltrato que recibía de parte del engendro ingrato, encima de que siempre le dio todo y siempre luchó para dárselo. Quería llorar, pero no podía por las absurdas costumbres de la época, hasta soportaba lo más doloroso de las muertes. Su fornido cuerpo temblaba, se desaparecían las fuerzas, que ni los fuertes brazos podía mover; la sangre se le helo... Ay, pobres de ellos, que crecen tan inocentes, tan nobles, de corazón puro y son víctimas del mismísimo diablo...
Sin embargo, una noche de mayo de 1531, llegó el punto en que no pudo más, soltando tremendos espectáculos de gritos de cólera, que fueron a ser anunciados por la ciudad. Finalmente, había golpeado como un chango a su hijo; pobre de él que ni sufrió golpe alguno.
Joao: ¡Me tienes harto! Te he soportado todo y dado todo para que me trates así, maldito ingrato. Tan grandecito y tan imbécil -profeso en rabia y apretando los dientes de furia, propinándole un golpe tan duro que nunca le dio antes, marcando de por vida al infeliz del hijo-. Más respeto, qué soy tu padre.
Tanto fue su enojo y enorme dolor, que perdió la razón, se revolcaba en la cama, apretando sus pies en ella tan fuerte, como quisiera desaparecer. Poco a poco, su ira y rencor fue creciendo hasta pensar lo inimaginable...
Con los ojos inyectados de odio y teniendo el corazón envenenado, fue hacia el armario y viendo la daga que el mismo tenía como herencia de su estricto padre, la empuñó con sonrisa demente y con el odio de un animal rabioso, azotó el puñal repetidamente en el cuerpo de su propia sangre, el cual daba tremendos gritos de agonía que despertó a todos los vecinos del lugar, cuando llegaron al sitio y lograron amarrar al hombre terrible, quien yacía tragándose a su hijo en medio de un profundo ataque de ira. De ahí quedó como un psicópata.
¡Esto es cosa del diablo, que anda por la ciudad! -dijo el sacerdote de la iglesia que estaba en la Playa mayor-
Al tenerlo con las manos en la masa, y ver aquel macabro escenario, la gente se aterra y causa en ella mucha ira, siendo atado de las manos a rastras con un mecate por el suelo, arrastrándolo de los brazos por las calles obscuras lo llevaron presurosos ante el tribunal de la Santa Inquisición para aplicarle el castigo requerido en esos casos. Durante la noche el santo tribunal de justicia había tomado la sentencia unánime - Ejecución en el cadalso por hoguera -.
¡Maldito asesino!, ¡Maten a la maldita hiena! -decía la multitud enmudecido- ¡Maten al maldito brujo asesino! -cientos de murmullos brotaban y se escuchaba- ¡Muerte al desgraciado, quémenlo de una vez y que arda!
Mirando hacia donde había estado su casa, por fin se acordó de lo que había hecho con su hijo y creció en él un enorme sentimiento de culpa, queriendo ya no escuchar más a la multitud que aún estaba ladrando. Se quería volver a tirar, quería morir, no podía con la culpa, más porque imaginaba su escena sangrienta de su hijo muerto. Los verdugos lo sujetaron por el cuello y amarrando sus pies y manos, procedieron a encender la hoguera... Después de lo ocurrido aquella noche, los habitantes acordaron de no hablar más del tema. Pero la historia no acaba allí, sino que sus pecados, el remordimiento y el trauma fueron a acompañarlo a las llamas del otro mundo, un mundo bíblico muy conocido por todos: el hábitat de Satán. Ahí fue donde sus bellos ojos fuesen cuencas vacías que miedo daban, con las raíces colgando, su rostro fuese más putrefacto, sus uñas fuesen garras y sus dientes colmillos. No obstante, este tuvo la suerte de escapar de ese impactante lugar, quedando bajo la forma de un dragón, que de igual forma toma muchas formas...
Este infernal ser, que viste de rojo y porta consigo un saco, se le ve por todos lados, ya sea en América o Europa, siendo conocido con muchos nombres, desde «Coco» a «Mörkö», que busca venganza sentenciando a los niños como su hijo a un secuestro y ser su carnada, llevando aún consigo la tortura de su padre, el maltrato de su hijo, la causa de su muerte, la multitud enmudecida, el remordimiento, la muerte por fuego y, a la postre, las llamas del mismísimo infierno. Todo esto es lo que lo hace malicioso por no saber olvidar y por enojo, gracias a las generaciones antiguas, llevando a veces consigo el olor a muerte.
Fin de la historia.
José: Wow... Como que esta es la mejor historia del Coco. Se parece a la de la Llorona, pero un poco distinta.
Dante: Sí, ella y el Coco van por los niños. Aunque la diferencia está en el género, el Coco no llora y tiene muchas formas.
José: Ahora ya lo entiendo todo...
Alicia: A lo mejor lo hizo porque no pudo superar todo su pasado, pobrecito. Está enojado. Aunque eso le pasa por no ponerle límites al hijo.
José: Nah, aún así me voy a vengar de él. Me vale madre si es porque sufre. Lo importante es como vencerlo.
Dante: Al Coco no hay quien lo derrote como el demonio que es.
José: Mmmm... Está difícil, no es como su versión femenina. Vale, lo retare a una pelea, no me importa lo que cueste.
Dante: Ni siquiera sabes lo que dices.
Y con el Coco...
Coco: Jajaja c la creyeron, pobrecitos 😔👌
Sam: Sí.
Coco: Ahora estás a salvo de las garras de él. De hecho, ahora que me acuerdo, te parece un poco a mi hijo del rostro cuando él era chiquito -lo abraza fuerte- (uvu). ¿Cuántos años tienes?
Sam: 9.
Coco: a. T ves de 4 jeje. Ya ahora lo importante es educarte y criarte a ti. ¿Cómo le haré...? Ah, ya.
Hasta aquí el capítulo furros lindos. Nos vemos.
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