Se había buscado al chico por días, pero nunca llegó a aparecer, por lo que José estaba muy desesperado y decidió buscarlo por su propia cuenta. Una noche, se puso valiente y comenzó a buscarlo por toda la ciudad, gritando su nombre. Cristóbal, por ende, estaba tontamente en la playa en la tarde y encima del mar, con su suéter y pantalón de siempre. Y José lo mira pasando por ahí.

José: Este tío... A ver ¿Samuel o Cristóbal? Mmmm... Primero Cristóbal, que se ve fácil.

José va hacia donde está ahí el Cristóbal, quien otra vez se ensucia en el lodo del mar.

José: Otra vez...

José sin ninguna molestia lo lleva para su departamento, todo lleno de lodo. Cuando llegaron a la entrada y al abrir la puerta, Cristóbal le insertó un beso a José en aquellos tiernos labios...

José: -lo separa- Ya, ya, ya. Lo lamento, pero no puedo quedarme aquí, debido a un asunto de vida o muerte. Cuando me desocupe, le seguimos. Agur.

Una que lo deja en casa, se despide de él, bajando por el elevador. Ahora sí se dispone a buscar al chico. Lo buscaba por toda la ciudad, pero nunca lo pudo encontrar. Sin embargo, nunca paró de buscar al niño, capaz de que la Llorona lo mata.

En su búsqueda, todavía podía escuchar el lamento de la llorona, José seguía buscando sin huir o al menos se escondía por los botones de basura, callejones o, si la llegara toparse de frente, por lo menos, tenía en su pecho una cruz -aunque la Llorona realmente no es de esas entidades, cuya debilidad es la cruz-.

Mientras que en la escuela, hubo gente que empezaba a hablar sobre los niños desaparecidos.

Balam: ¿Ya se enteraron de que muchos niños desparecieron?

Boris: Sí, qué mal rollo, pobrecitos niños.

Danna: Ahora resulta que están desapareciendo varios críos llenos mocos.

Marcos: Sí, ¿Algo que quieras que te compremos pendeja?

Danna: Sí, quiero mi Spinner con luces, es rosado y de Hello Kitty.

Samantha: Escucha, Danna, no podemos darte el Spinner que tú quieres, pero sí podemos comprate unos de Walmart que están muy bonitos.

Danna: ¿Es que no entendéis que quiero mi spinner con luces?

Samantha: Pues yo me he comprado unos la semana y están bien cutes -dijo lo último como sin la pronunciación en inglés-. Hay de Yuya, La Divaza, Fernanfloo o hasta de WindyGirls.

Danna: Sois unos unos aburridos de mierda. Quiero mi spinner con luces, metérselo por la cabeza -c larga-.

Como aún el chico no aparecía por semanas y aún no había noticias sobre el chico de parte de la policía, decidió seguir buscando por su propia cuenta, sin importar el peligro y tomando el coraje para enfrentarse a la Llorona con una pistola, una mochila y un Machete.

De lo nunca supo al principio, es que la Llorona tenía escondidos a los niños en la montaña por donde siempre Cristóbal y José pasaban; en tal zona montañosa, por encima, se encontraba una iglesia muy abandonada. En dicha área, se encontraba dentro los niños que Martha había hurtado.

En fin, José ya había decidido buscar en aquel campo, preguntando en tales casas de ahí si había visto a un niño humano y nada. Sin pensarlo dos veces, se dispone a irse rumbo a la montaña, teniendo que caminar muuuy lejos.

Yéndonos con Cristóbal, este seguía como enamorado por José, pero luego pensó cómo le iría a hacer con sus padres que eran homófobos. Obvio que sintió miedo, un miedo haría soltar el "chorro"; aunque igual se acordó de que sus padres nunca tenían tiempo para él. Esto lo aprovechó seguir con su amorío, el cual, poco a poco, le hacía excitarse, más por sus pensamientos de placer en la cama con él.

Cristóbal: -suspirar- Cuánto lo amo... Cuando pienso en él, mi corazón palpita de felicidad, hasta quisiera tenerlo conmigo o, al menos, vivir en su casa 😍.

Chris: -llega a casa- Hola, hijo. Mira, justo hoy salí del trabajo temprano y luego pensé de... qué tal si esta vez hacemos algo juntos.

Cristóbal: Oh, me parece bien.

Chris: Cuéntame ¿Qué tal con ese mentado José?

Cristóbal: Bien, es un chico maravilloso.

Chris: ¿Qué más?

Cristóbal: Es joto, la tiene grande, me cuida muy bien, es como un segundo padre para mí, sabe hablar euskera o vasco, es adorable, lo persiguen las mujeres fantasmas como La Maldita (Siguanaba) y la Llorona, le gusta mucho salir, siempre lo golpean o le pasa algo. Es valiente, astuto, tiene una excelente imaginación, aunque es medio hipócrita, tiene problemas de ira, trata mal algunas fursonas, anda con una mujer humana, tuvo a un golpeador como novio, tiene tiene 21 años, a veces estar como no confiar en él, etc.

Chris: ¿Es joto? Oye ¿y tú cómo sabes que la tiene grande? ¿Se la viste o qué?

Cristóbal: Emm... Pues es que cuando estaba de campamento, me despertado de mañana y noté que su pene estaba al aire.

Chris: Oh...

Chris, padre de Cristóbal, al escuchar todo lo que este le descubría, tuvo la idea de vigilar a este por las cosas negativas que le había dicho. Pensó que, a lo mejor, no fue buena idea poner su hijo bajo el cuidado de José, aunque de igual forma entendía a aquel lobo. Decidió pedir permiso de faltar al trabajo hasta el mes siguiente.

Ahora volvemos con José, quien ya estaba encima de la montaña vasca. Cuando estaba a punto llegar, se resbala y se cae colina abajo, lastimandose más. Estar en lo más profundo del lugar, se levanta con un dolor intenso y al abrir los ojitos, mira frente a él una iglesia grande y abandonada.

Entra a la iglesia y caminaba dentro con polvo, lo que le hizo estornudar, más porque el poco de aire que tenía hizo que se le metiera tanto por la nariz como en los ojos. Debido a esto, se detiene porque los ojos le molestaban por el polvo y estornuda de una manera linda. Justo ahí, frente donde estaba parado, se encontraba un hoyo con cuadricular. Al caminar y sin darse cuenta, se cae del hoyo, el cual era de 8 metros de altura, cayendo desde muy alto estando en un sitio donde se depositaba a los difuntos en la antigüedad. Ese lugar era muy grande, casi oscuro.

Caminaba por un pasillo que estaba por ahí, y llega a donde había muchos niños acostados encima de pajas de gran. Al sentir que venía alguien, se esconde en una colina de paja y se pone a mirar.

Había llegado la Llorona en su forma humana, quien, con sus manos mágicas, duerme al chiquillo que estaba en el puro medio. La Llorona estaba muy distraída atendiendo a otros niños, cuando José tuvo la oportunidad de llevarse a Sam quien estaba mimido. Se da cuenta de que realmente los estaba cuidando, no los mataba.

José: Hijo, ya estoy aquí, me alegro de estés bien -le da un besito en la frente y lo carga en brazos-...

Estaba apunto de ir cuando, accidentalmente, pisa una rama que hizo ruido.

Al voltear José, mira que la Llorona tenía el pelo hacia frente, así como la niña del Aro/Anillo y en ese momento, muestra su horrilante cara y grita de ira, ya que José se iba a llevar al niño. Entonces José empieza a correr en su camino, mientras que la Llorona iba persiguiéndolo.

Y la perra corría y corría, hasta que la había perdido de vista, sin saber cómo. Ahora tuvo que planear cómo salir del lugar. En eso se acuerda de la pistola, objeto que saca como defensa. Se aparece la Llorona ante él y este la agarra a balazos, haciendo acordarse del francés quien, mientras estaba viva, le había visto un rifle por la casa y el Asedio que le tocó vivir. Se enoja más.

En efecto, la balas nunca le hicieron daño, más bien le traspasaban. José es tomado por la Llorona, quien le muestra sus garras y estuvo apunto de desgarrarlo. A no ser que el chico, una vez levantándose, toma el machete y le intentó destrozar la mitad del "puerco" a la Llorona. Pero obviamente no pudo; la Llorona lo sintió y voltea a ver al chico.

Sam: Suelta a ese Lobito, Llorona de mierda.

La Llorona tira al lobo contra el suelo, yendo hacia el chico, pero el lobo, aún con fuerzas, abraza a la Llorona por detrás como la otra vez.

José: Ese niño es mío. Mío, mío.

Ya estando harta de José María, la Llorona lo avienta y lo agita como si fuera un muñeco de las greñas. Todo parecía eterno, o perdido, pero resulta que se aparece Shade el cual había salido buscarlos. Al ver lo que estaba pasando, Shade se enfrenta también a la Llorona, creándose así una pelea demoníaca entre ellos dos. José abraza al chico estando recargado en una pared y en su rostro como si tuviera sueño, pero realmente era por los huamazos que le había metido el fantasma. El chico, por mientras, miraba la pelea.

El chiquillo toma la mochila y mira dentro de ella una cruz, es entonces que que, al llamar la atención a Shade, le lanza la cruz al lobo rojo. Teniendo la cruz en las manos, Shade le muestra la cruz en toda su cara y ella retrocede dando terribles alaridos, desapareciendo poco después...

Al día siguiente llevaron a José al hospital, en donde duró días debido a la gravedad las heridas y golpes.

Al salir del hospital, José estaba acostado en cama y recuperado al 98%, mientras Shade, Alicia y el chico estaban en el comedor desayunando.

Shade: Me gustó la pelea de aquella noche, ganamos dos round contra uno.

José: Jejeje see. No puede creer que me haya enfrentado a un demonio, para mí ya es cool. (^^)✌️

Alicia: Eres un lobito muy valiente y tan fuerte. Quisiera un novio así.

Sam: Y yo no puedo creer que haya visto a la Llorona en persona, y pensar que muchos dicen que no existe...

Pero esto no impidió que la Llorona se siguiera apareciendo, sino que continuó haciendo sus apariciones por Barceloneta (Cataluña), Durango (otra ciudad de Vasconia) y en Hispanoamerica en general. Siguiendo buscando a sus hijos y haciendo sus secuestros.

Desde aquel día, José andaba muy chingón, según el, porque se enfrentó a la Llorona y toda la escuela se fue a enterar. Muchos fueron lo que le alargaron, hasta los niños le preguntaban en cuanto el tema.

Popis: ¿Es cierto que se enfrentó a la Llorona?

José: Sí, claro, niña.

En la casa...

Sam: Adivina qué soñé ese día...

José: Mmm..... No lo sé, dímelo tú.

Sam: En ese sueño estabas en mi casa conmigo. Estaba contigo en mi habitación, acostados los dos en mi cama, estábamos platicando de algo, y ya nos dormimos. No sé, medías 1.55 de altura, tenía una cachucha negra puesta, tenías el cabello negro corto y como que vestías una camisa azul y shorts negro. Nos dormimos abrazados. Al día siguiente desperté y luego pensé "creo que este se había tirado pedo", refiriéndome en toda la noche en la que estuvimos dormidos. Ya de mañana, nos fuimos a la sala y nos pusimos a platicar como buenos amigos en un día nublado y eso fue todo.

José: Jajaja ay, amor, qué sueños tienes.

Shade: Alm... Y me pregunto cómo serás tú siendo humano.

José: Pues ns...

Sam: Yo te prefiero más siendo un furro que un humano (uwu).

José: Jejeje.

Hasta aquí el capítulo, lobitos bonitos. Nos vemos.