Cap 14: La oportunidad
Después de la huída de Dávila y gracias a la Siguanaba, Cristóbal Colón empieza a aprovechar ese momento para seguir con José y, posteriormente, declararse. ¿Pero cómo si la vida de José es Dávila? Tenía que haber una forma para que fuera su pareja.
Entonces busca por internet con tal de conseguírselo, decidido a seguir lo que el pie hasta la letra, iniciando con el primer paso: mantener el contacto visual para llamar su atención. Cristóbal sale de casa, caminando hasta llegar al campo, en donde efectivamente se encontraba José con aquel suéter de color negro y un pantalón de mezclilla, justo en donde Dávila se había encontrado a la Lavandera Nocturna; con el chico y la bebé. Suerte que era de mañana....
José de pronto voltea, mirando a Cristóbal, quien le empieza hablar estando a alegre.
José: Hola, Cris. ¿Qué tal?
Cristóbal: Bien ¿Y tú?
José: Bien, muy tranquilo. ¿Qué has hecho?
Cristóbal: Pues pasear, chatear y lo que yo quiera -decía mientras lo mira los ojos por tres segundos, para después desviar la mirada-.
José: Eso es bueno... Jejeje -sonríe algo nervioso-
Cristóbal: ¿Cómo vas con Dávila?
José: Emm... Bien. Aunque se de volvió a un país infernal, pero bien.
Cristóbal: ¿Se fue? ¿Se iba a quedar, no? -lo vuelve a hacer-
José: Sí, pero como dice que le salió una sayona, se devolvió con tal de verla.
Cristóbal: ¿Una sayona?
José: Sí, dice que tenía cara de vieja, qué le dio teta, lo juega y lo deja todo madreado. No dudo que ella exista por la expresión que puso y las heridas que tenía. Aunque talvez se haya topado con un ladrón, pero no. Ahora ya me dieron ganas de saber quién es, más tarde investigo.
Sam: Ahorita me acordé que en Chiapas de una mujer que tiene las mismas características...
Cristóbal: ¿Qué quieren hacer?
José: No sé, yo ya no quiero jugar al rol.
Cristóbal: No lo traje... -lo vuelve a mirar a los ojos otros tres segundos-
José: Vale.... Entonces vayamos a dar la vuelta.
Sam: Sí, podemos tomar una llanta, subir a la montaña, ponernos dentro de la llanta y rodar colina abajo jajaja
Cristóbal: Buena idea.
José: Nah, eso no.
Cristóbal le seguía mirando a los ojos, llegándole a extrañar un poco, ya que lo hizo tres veces.
José: (Me mira mucho a los ojos, qué extraño... ¿Qué tendrá o querrá? ¿O qué trama?) Bueno... Vamos a caminar por ahí ¿les parece?
Sam: ¿Cómo a dónde?
José: ¿A dónde quieren ir?
Sam: No lo sé, dímelo tú.
José: No pues, no sé tú.
En eso estaba con ellos Amparito, la chica que Dávila había visto antes, quien estaba vestida con una saya blanca.
Amparito: Hola ¿qué hacéis?
José: Hola, buenos días, señorita.
Amparito: Buenos días, guapo. Jiji
José: Jejeje. ¿Qué se le ofrece?
Amparito: Nada, es que os había visto aquí y pensé tener compañía -acaricia a José por la cabeza-.
José: Ah, bueno. Entonces no se preocupe en molestar. Jejeje (-u-) -pone al bebé en la canasta, abrazando a la que no es otra cosa que la Sucia-.
Cristóbal: ¿Y ésta chica de dónde salió?
José: No lo sé, pero eso es lo de menos.
Sam: Bueno ¿nos vamos?
José: Bueno, señorita, si quiere que ir con nosotros...
Amparito: Eso estaría muy bien.
Los cuatro caminaban por el campo hasta llegar a la ciudad, estando la mujer con un vestido blanco corto para salir a la calle y unos zapatos de tacón de color rojo, sin que estos se dieran cuenta. Y otra vez volvieron al mismo centro, mientras que Cristóbal estaba aún pensando sobre su otra estrategia para ganarse a José o, más bien, declararse.
En fin, mientras que este pensaba, llegan al Cinepolis, en donde se meten a elegir la película y eligen la que se llama “Coco 2” (sí, ya sé mamones, todavía no sale la película). Y justo en ese momento, a Cristóbal finalmente se le ocurre una idea. Recordó la estrategia del Cine, por lo que se tuvo que esperar más días para volver al cine con él.
Entran a la sala de cine, pero otra vez al niño se le ocurre la idea de ir a surrar al baño...
Sam: José...
José: Dime...
Sam: Tengo ganas de surrar.
José: ¿Eh? ¿Ahorita? Vale, venga, vamos.
José lo lleva al baño corriendo, saliendo de la fila en donde ya había muchas fursonas. Este corre rápido hasta llegar al baño.
José: Vamos, venga, date prisa.
El chico estaba apunto de entrar al baño, pero en eso se detiene el pequeño.
Sam: Uoh... Ah~~
José: ¿Qué te pasa, Sam?
Sam: Me ha escapado...
José: ¿Qué? No, no otra vez... Venga, no me hagas esto, que te mantengo (😥) -se sienta de rodillas al suelo y suspira-.
Sin más remedio, José lo vuelve a limpiar estando en la tabla esa donde limpian a los bebés en los baños públicos, riñando al chico un poco.
José: Chingada madre contigo, chaval. Ya van dos veces que me lo haces... Además estás grande, tienes 8 años, para que me digas las cosas y te limpie como bebé. Hay que educar esa panza. De ahora en adelante, antes de salir, harás en casa. ¿Entiendo?
Sam: Vale. A parte que ser baby no estaría mal jeje
José: -suspira- ¿Qué más da? Apenas eres un niño...
Al terminar, José se lleva corriendo al niño en brazos con si fuera un cuaderno hasta la sala de Cine... Llegando ahí, aún no comenzaba la película, por lo que se sientan a gusto. Termina la película y salen del cine maravillados.
Caminaban hasta llegar a un restaurante de comida china, en donde empezarían a comer a excepción de Amparo. Estaban en un restaurante de nombre Dim Sum'.
Se sientan en las mesas de ahí. Habían pedido un chow min de pollo, el cual comienzan a comer. Pero lo malo es que estaba bien malo, un poco asco, el arroz muy seco y lo único bueno era el té.
Sam: ¡Ah, qué malo está! ¡Asco! Pinchis chinos.
Cristóbal: No me gustó.
José: Bueno, entonces vámonos.
Amparito: Jiji lo bueno es que yo no pedí nada.
José: Bien por ti, mi amor.
Salen del negocio de comida china, caminando por las calles hasta ver un chico vendiendo helados. Y a él le compran para sacarse el sabor de la comida china.
José: Disculpe, cuatro helados por favor.
Amparito: Ah, yo no quiero.
José: ¿No quieres? Emm, bueno, entonces tres helados por favor.
El heladero les da tres conos, el José era de vainilla, el de Cristóbal era de fresa y el del chico era de chocolate. Seguido de eso, comienzan a caminar por el puerto, y Cristóbal aún seguía pensando en ganarse a José.
José: Mm... Yo creo que algún día deberíamos irnos a bañar a la playa...
Sam: Sí... Linda playa.
Cristóbal: Vayamos en Halloween.
Sam: Oye sí, buena idea. Y hay que irnos a buscar a la mujer que le salió a Dávila :v
José: Ey, no, nada de ir a buscar.
Rato después, comienzan a irse a sus casas, mientras que la mujer, mientras habían dicho que era hora de irse a casa, había desaparecido de golpe, sin que estos de dieran cuenta.
José: ¿Amparito? (.n.)
Sam: Mmm... Desapareció de golpe, a lo mejor es la chica que le salió a Dávila.
José: Nah, no creo.
Estando en casa, José se acuerda de lo que Dávila le había contado: la mujer que había visto; por lo que toma su laptop y escribe el segundo nombre que había dicho este... La Sucia.
Lo hizo más porque no tenía nada más qué hacer... Al buscar en Google, se encuentra, en primer lugar, con una página que contenía la leyenda de ésta, que según se origina en Honduras. En dicha página, cuenta que, en tiempos de la colonia en América en el siglo XVII, fue una mujer que se había enamorado de un hombre, el cual se había ido sin avisar, lo que le causó mucho daño por su ausencia y eso le generó odio. Al morir, el odio no lo dejó entrar al cielo, entonces regresa a la tierra para tomar venganza hacia los hombres que abandonan a sus mujeres.
Pero posteriormente, empieza a buscar más con el nombre que más le llamó la atención en aquella página: Siguanaba. Al buscar con ese nombre, se encuentra con un chingo de información, incluído de Wikipedia. Más abajo se encuentra con “Variaciones regionales”, y al picarle ahí se topa que la leyenda también se cuenta en España.
Jajaja, a los pobres en España también les sale, así que América no solo moriría a causa de ella... Pero al ver que solo le salía a los que andan en la mierda, no le preocupó ni en lo más mínimo.
José: Wow... En toda la península... Lo bueno es que no soy mujeriego, encima de que soy joto jajaja. Bueno, me salvé.
Sam: ¿Qué miras? -mira lo que este miraba-
José: Emmm... Nada, cariño -apaga la computadora-. (^^)
Sam: ¿Jugamos a algo?
José: Claro, ¿A qué?
Sam: A un juego que me enseñaron mi papá...
José: Vale...
En ese momento, se sientan en el sofá de la sala y al sentarse a la sala, el chico lo comienza descubrir el nepe y lo comienza a masturbar...
José: -Sonroja avergonzado- ¡Ey, no! Fhh~ Eso no lo hagas, lindo. -le quita las manos cubriendose ahí- ¿Eso es el juego?
Sam: Sí, es lo que me enseñó él.
José: Wow... Qué padres tan malos, lo bueno es que dejaron a cargo de tí. Ahora padre seré yo...
Sam: Ah, vale. C:
José se pone los ‘chones’ y el pantalón...
José: De acuerdo... Esas cosas solo lo hacen los mayores, y los niños no deben hacer eso.
Shade: ¿Qué hizo?
José: Emm... Nada, tú vete a ver qué puso la marrana.
Shade: Okey... -c va-
José: -suspirar- Estás muy chico para aprender esas cosas, pero cuando seas mayor ahí podrás hacerlo mientras no. No lo hagas, ¿sí?
Sam: Vale.
José: Juguemos otra cosa.
Sam: Bueno, juguemos a las adivinanzas.
José: Bueno.... Empieza tú.
Sam: Agua pasa por mi casa, cate de mi corazón... ¿Qué es?
José: Mmm.... Ah, "aguacate".
Sam: Sí.
Cristóbal, por lo tanto, aún pensaba en la fantasía de que José algún día le dijera: "Ay, Cris, claro que sí, encantado de ser tu novio (^^)". Cosa que pensó que a lo mejor sería imposible, talvez... Eso lo pensaba mientras se tomaba un vaso de té de Nestlé.
Cristóbal: Tiene que ser mío, y para mi suerte es que Dávila ya se fue del país jiji. Cómo que no es buena idea hacer lo del contacto visual, no me sale. Pero...¿Funcionó? ¿Qué habrá pensado?
Muchas dudas, tanto buenas como malas, comenzaban a rondar por su cabeza. Que si se habrá dado cuenta o no, que talvez hizo el ridículo... Además de eso, aún pensaba en aquello de ser su pareja, tener mucho amor de parte de él, salir a pasear juntos o, inclusive, tener relaciones. En esto último, pensaba en lo chido que sería, más por esa “cosota” que tiene. Hasta se pensaba la estrategia del cine, memorizandose el momento para que este se diera cuenta de que quiere ser su novio.
Hasta pensó una visión negativa del momento, de que a lo mejor se niega con la pendejada de “no, lo siento, mi vida es el Dávila”, pero aún así tenía fe en que podría tenerlo como novio.
Semanas después, otro sábado, invita a Jose al cine, en donde procedería a hacer la estrategia. Así lo hice: una vez que tuvo los boletos, se los da con la palabra “¿Quieres ser mi novio?”. No sin antes de preguntar qué película iban a ver, diciendo que “se me olvidó”; José así lo hace, quien mira la pregunta... Cabe destacar que la chica estaba espiandolos, invisiblemente. Al leer la pregunta, lo mira a la cara, mientras que Cristóbal estaba un poco nervioso o paralizado...
Cristóbal: (¿Qué irá a decir? ¿Aceptará? Espero que sí...)
José: Ahhh, ya sé... ¿Quieres que sea tu novio, no es así?
En ese momento, Cristóbal sintió el verdadero terror... Nombre, al escuchar esas palabras, queda paralizado, con sintiendo en la piernas como si había perdido sangre en ellas y con el corazón paltando junto un miedo que darían ganas de huir...
Cristóbal: Emmm... ¿Así se llama la película?
José: Jeje vamos, no me tengas miedo... Bueno....
José tenía novio, obviamente el jugado de cegua del Dávila, y aún lo amaba; sin embargo, sabiendo que este era noble, no quería lastimarlo por lo que no le quedó de otra más que aceptar, decir sí.
José: -suspira- .... Acepto.
Cristóbal: ¿Eh? ¿Aceptas?
José: Claro, creo que te has enamorado de mí por andarme mirando a los ojos la otra vez.
Cristóbal: Neta ¿me lo juras?
José: Sí, lo juro.
Cristóbal: SIIIII, AL FIN... Pensé que irías a decir que no. Bueno, yo sé que cada quien elige quien puede amar, pero haré lo mejor jeje. -lo abraza-
José: Jejeje ¿Ya entramos a ver la película? (Nah, pero si yo al que de verdad amo es Dávila, mi Lobito. Lo seguiré amando, a pesar de ser el “novio” de Cristóbal...)
En ese instante, la chica le había leído la mente a José, descubriendo que realmente su corazón era para Dávila y no para Cristóbal realmente, ganándose así otra víctima más para “jugarla”, pero de una forma distinta como se lo hace a los demás hombres. Entonces decide vigilarlo, a ver si no le es infiel y si ama a Cristóbal de verdad.
En fin, se ponen a ver la película por una hora y al terminar, salen del cine y se encontraban caminando por la calle, mientras que la chica los seguía sin que estos se dieran cuenta.
José: (Ahora soy el novio de este, no sé cómo me voy a safar de encima... En este caso, le seré infiel. Pero tampoco lo quiero lastimar, no soy malo...)
Cristóbal: Jeje ¿Te gustó la película, mi amor?
José: Sí, estuvo espectacular.
Cristóbal: No te arrepentirás de ser mío, ya lo verás.
José: Vale... (Bueno... talvez ser vuestro novio no sea malo, además de que es muy chistoso ahora que me acuerdo. A ver qué me puede acarrear.)
Cristóbal estaba dispuesto a hacer todo por él... Al fin tuvo esa oportunidad, cosa que nunca iría a desperdiciar; estando muy contento de por fin tener novio, un lobo muy lindo que valora con todo su corazón...
Hasta aquí el capítulo, perras. Ya sé, otra vez corto, pero no me se ocurren más ideas... Bye.
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