capítulo 23
Kakashi resoplaba bajo la copa de un árbol, esperando a que Hayami llegara. Había invocado a Pakkum hacia unas horas para que la vaya a buscar o le notifique que deseaba hablar con ella. Él debía enterarse de lo que la joven sabia acerca del asunto de su hija. Debía saber si aquello era un problema comparado a el de Orochimaru o solo uno transitorio. Suponía que la primera opción jamás podía ser, Orochimaru había provocado mucho revuelo en la aldea y para que un problema sea comparado con él, debía ser algo que atentara de alguna manera contra Konoha. No, lo de su hija no podía ser cercano a un problema como lo era Orochimaru, pero tampoco era algo que se podía tomar a la ligera. Todos eran ignorantes de aquel problema, las únicas eran Hikari y posiblemente Hayami, pero nada aseguraba que la ultima estuviera enterada de todo a lo referente con su hija.
Kakashi suspiro un poco malhumorado. Odiaba ser completamente ignorante de lo que le ocurra a Hikari, deseaba saberlo y resolver aquello lo antes posible. No le gustaba la idea de que su hija estuviera amenazada por algo, mas cuando él desconocía que era. Necesitaba ser consiente de que su hija estaba bien, bajo ningún peligro.
— ¿Quería hablar conmigo, Kakashi-sensei?.— dijo la joven Mikoshi interrumpiendo los pensamientos de Kakashi. El mayor miro hacia abajo, encontrándose a la joven observándole con una expresión tranquila. Al parecer la Mikoshi ya se encontraba mejor que el día anterior.
Kakashi cerro su libro y, guardándolo en la bolsa shinobi, bajo del árbol. Aterrizo al lado de Hayami, quien simplemente observó, esperando que él le dijera de que deseaba hablar. Hayami ya estaba suponiendo que era algo referente a Hikari, era lo mas lógico después de decirle que estaba enterada antes que él sobre lo de su hija. Aun así, Hayami esperaba que quisiera hablar de otra cosa, aun no estaba con suficientes ánimos para volver a hablar de Hikari.
— Si. Quería hacerte unas preguntas sobre Hikari.— Comentó Kakashi con una pequeña sonrisa debajo de su mascara.
Hayami por su parte intento no fruncir el ceño, no quería ni en broma volver a hablar de su amiga, aunque esa persona era el padre de ella. Pero no se negó, Kakashi debía de tener muchas preguntas y estaba en su derecho saberlo. Lo único que le quedaba era resignarse y responder lo mas detalladamente que pudiera a cada cosa que le preguntara.
— Oh, de acuerdo, pero no se muchas cosas.— Mencionó Hayami dudosa de lo que le preguntaría Kakashi. Todo lo que ella sabia de antemano, él ya lo sabia. ¿Entknces que era lo que quería saber?
— Bien… quería saber si Hikari te había comentado algo de lo ocurrido dentro del genjustu.
Hayami curvo una ceja confundida. ¿Lo que había ocurrido dentro del genjustu?¿Que genjustu? Hikari no le había comentado nada sobre eso, solo estaba enterada sobre le tema de su ojo. ¿Acaso era que todo eso estaba ligado a un problema mayor? Hayami suponía que era algo relacionado a la aldea natal de Hikari. No había otra suposición mas acertada que esa, Hikari era irreconocible en el mundo ninja para tener a shinobis peligrosos tras ella. Pero… aun existía la posibilidad que el problema venga a raíz de Kakashi. Quizás algún enemigo suyo estuviera yendo tras su hija para vengarse por quien sabe que razón.
— ¿Cómo?... Hikari jamás me hablo sobre eso. Cuando nos juntábamos, en algún momento hablábamos sobre lo de su ojo, pero jamás me comento de otro problema mas que ese.
—¿Entonces no sabes nada?— Preguntó Kakashi recibiendo una negación inmediata por parte de la joven. Kakashi suspiro, la única manera de enterarse sobre eso era mediante su hija, la cual no se sabia cuando iba a despertar.
Las demás preguntas no valían la pena decírselas, Hayami lo había dejado claro. Ella lo único que sabia directamente de Hikari era sobre el tema del ojo, su hija se había encargado de que sea tan ignorante como ellos. No entendía porque su hija no le había comentado a nadie sobre eso, si ya le había dicho a Hayami sobre el problema inicial. ¿pero que era lo que le habían mostrado para no decirle nada a nadie?
Le preocupaba que lo vivido en el genjustu haya traumado de sobremanera a Hikari. No deseaba que su hija cargara con otra cosa mas de la que ya tenia, las expectativa y la presión que ella misma se había impuesto, eran mas que suficientes.
— Aunque… Hikari me comento algo muy raro una vez que vino a mi casa.— Habló Hayami recordando una de las ultima veces que vio a su amiga. Kakashi salió de inmediato de sus pensamientos y le puso suma atención a Hayami.— Me dijo que el azul en su ojo se había trasladado hasta la mitad por la noche. Que le había dolido un poco mas de lo normal, pero que estaba bien. Yo le dije como siempre que debía ir al medio para que la revisaran, que no era normal tener un ojo medio azul. Ella no me hizo caso como las demás veces, pero no me dijo que no era necesario o que por eso podían sacarla de los exámenes. Me dijo que no podía ir al medico, no porque no quisiera, sino porque no podía ir y ya. Le pregunte la razón, pero no me la dijo, solo repitió que no podía.
Kakashi frunció el ceño. ¿Qué razón habría para que su hija no pudiera ir al medico? podría ser que no quisieran que se enteraran sobre lo de su ojo, pero desde un comienzo que era así. Hikari en esa circunstancia habría dicho que no quería o que la descalificarían, como le había dicho miles de veces a Hayami. No, había algo diferente en la razón del porque, tal como le suponía a Hayami también.
“¿Pero en que se habrá metido?”
Se preguntó Kakashi al no encontrar una razón por la que su hija se viera amenazada al ir al medico. Porque si, la única razón era que algo había en aquel lugar que amenazaba a Hikari.
—¿Eso es todo lo que te dijo ese día?.— Inquirió Kakashi, quizás había otra cosa que le diera un indicio de lo que le amenazaba a Hikari.
—Bueno, también me dijo que era adoptada y que la única explicación a lo que le ocurría a su ojo, se encontraba en su aldea natal. Pero es raro, habría algún libro sobre eso en Konoha, pero no hay ni uno.— Habló Hayami encogiéndose de hombros.
Hayami no le vio mucha relevancia a lo que dijo, aunque era todo lo contrario. Kakashi se encontraba atónito. ¿Cómo se había enterado de eso?¿Alguno de sus tíos se lo había dicho sin su consentimiento? No, ellos nunca harían eso y, aunque lo hicieran, no le dirían que no había nacido en Konoha. No había necesidad para hacerlo, porque desconocían en que lugar había nacido Hikari. Ella hubiera podido nacer en el país del fuego, como en el del agua.
—¿Pero como es que ella…
—¡KAKASHI!.— Le llamó una voz conocida, una que era imposible que olvide. Miro hacia uno de los costados, viendo una mata de polvo acercarse hacia él. Al detenerse frente suyo, se apoyo en sus rodillas e intento recuperar el aliento.
—¿Qué sucede Guy? Estoy ocupado ahora mismo, no tengo tiempo para competiciones.
—¡No, no es eso!.— Logro decir al recuperar un poco de aire.—¡Es Hikari!¡Acaba de despertar!
Al escuchar aquellas palabras, todo lo que le había dicho Hayami desapareció de su mente. En cambio, un alivio lleno su pecho. Por lo menos… había despertado.
Kakashi caminaba apurado por los pasillos, rumbo a la habitación de su hija. No podía creer que había despertado y él no había estado en ese momento. Desde lo ocurrido había sido puntual para estar desde el comienzo hasta el final del horario de visita, pero ese día había sido una excepción. ¿Quién diría que el único día que había sido impuntual, seria en el que su hija despertaría?
Al abrir la puerta, no pudo evitar sentir como una alegría inundaba todo su cuerpo, por fin podría hablar con su pequeña.
Al entrar a la habitación pudo ver como ella estaba recostada. Desde donde estaba, no sabia si se encontraba despierta o no. Pero al acercarse pudo ver como ella tenia los ojos cerrados. ¿Guy le había mentido o solo estaba dormida? No creía que sea lo primero, su amigo no era tan mala persona para hacer ese tipo de bromas de mal gusto. Era mas, su amigo no hacia bromas de mal gusto. Pero para su gran sorpresa, su hija movió la cabeza para donde se encontraba y abrió los ojos.
En ese momento, a kakashi le entro unas ganas terribles de llorar. Su pequeña estaba ahí, enfrente suyo, despierta. Pero se tuvo que contener, ese no era momento para llorar. Hikari debía estar cansada y no tardaría en dormirse, era mejor que aprovechará ahora y no perder el tiempo llorando.
— Hola, bebe. Lamento llegar tarde, estaba haciendo un par de cosas importantes. ¿Como te sientes?¿Te duele algo?— Habló Kakashi sentándose en una silla al lado de la cama. Acaricio la mejilla de su hija, mientras ella hacia un esfuerzo para no dormirse.
Ella negó con la cabeza, antes de hablar.
— N-No.— Fue lo único que pudo decir. Kakashi al no saber cual de las preguntas estaba respondiendo, supuso que era la segunda.
— Bien, entonces sigue durmiendo un poco mas, te hará bien. Yo me quedare aquí para cuando despiertes.— Comentó sonriente Kakashi, de verdad le alegraba ver despierta a Hikari.
Ella no dijo nada, simplemente cerro los ojos y se durmió.
Hikari volví a despertar horas después, cuando su padre ya no estaba y la noche había caído en la aldea. La luz de la luna entraba por la ventana, iluminando un poco de la habitación. Solo podía ver las maquinas que tenia conectadas y un poco de las paredes, pero nada mas. Los veía un poco borroso, pero eso debía de ser por lo cansado que tenia los ojos.
Hikari se pregunto una vez mas porque se encontraba allí. El hokage podía dejarla morir y se desharía de ella, el problema. Pero no lo hizo. También se preguntaba la razón por la cual su padre había venido a verla.
“Parecía un poco triste”
Pensó Hikari volviendo a cerrar los ojos. No despertaría hasta el día siguiente.
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