Capitulo 22
— ¡¿Eh?!¡¿Cómo que hikari está en el hospital?!¿pero qué fue lo que le paso?¿está bien?¿saldrá pronto?¿es algo grave
— No lo sé, Yuki-sensei no quiso decírmelo. Solo me dijo que aún no había despertado y, como esta en terapia intensiva y solo los familiares pueden ir a verla, no pude saber cómo estaba.— hablo Hayami hamacándose un poco pero sin llegar a despegar los pies del suelo.
— Así que está mal.— siguió hablando Naoki con las comisuras de sus ojos con lágrimas.
Él había estado varios días deprimido por lo sucedido en los exámenes, no le gustaba ser el único de su grupo en no pasar las preliminares. Se había mantenido encerrado en su habitación pensando en que había hecho mal para perder de aquella forma, en la razón por la vual Hayami si había podido ganarle a su oponente tan fácil. Sin embargo, no consiguió nada, no descubrió porque él había perdido y su compañera había ganado. Lo único que pudo fue que esa mañana se había levantado para de estar todo el día en el mismo lugar. Él seguía pensando en su batalla, pero ya no quería estar encerrado. De esa forma, esa mañana, salió de su casa rumbó a buscar a sus compañeras.
Desde un comenzó le había parecido raro que ni hikari ni Kakashi estuvieran en su casa por la mañana, pero Naoki había pensado que habían ido a un campo a entrenar o a desayunar a algún restaurante. Él jamás había pensado que su amiga había estado internada por casi una semana y que encima no podría verla hasta que saliera de terapia intensiva. Aquello le deprimió más de lo que estaba, de verdad que quería ver a du amiga y enterarse de eso tan de repente, le dolía.
— Por ahora sí, pero... ella despertara, tardé o temprano.— hablo Hayami con una pequeña sonrisa.
— Lo se.— suspiro Naoki.
— Y todo volverá a la normalidad.
— Es verdad.
— Sin cosas raras.
— Sí.
Hayami miro a Naoki de reojo, todo lo que le estaba diciendo era más para sí misma que para él. Ella era completamente consiente que después de que aquello pasara, nada iba a volver a der como antes. No sentía que esa situación les vaya a cambiar por completó sus vidas, pero sí que nada iba a ser igual que antes. Eso era algo que Hayami no deseaba, no sabía cómo serían sus vidas después y la sola idea le aterraba.
Hayami no se imaginaba lo peor, hacer eso jamás trae nada bueno, pero tampoco veía un futuro de color de rosas. Sabía que algo malo traería aquello, quizás no a ella, pero a Hikari sí. Temía que aquello fuera algo físico que lastimara o le impidiera hacer ciertas cosas a su amiga, siendo la ceguera el mayor temor de Hayami. Sin embargo, no podía asegurar nada y solo le tocaba pensar que todo iba a salir bien, solo para su propio consuelo.
— Yo creía que todo estaba yendo normal, no que hubiera pasado algo como esto.— comentó Naoki moviéndose un poco con la hamaca. Hayami lo observó por unos segundos, pero no dijo nada.
Ambos estaban peleando a su manera con aquel problema y con las decisiones erróneas que habían tomado. Naoki no estaba inverso en todo ese asunto como Hayami, pero se estaba arrepintiendo de haberse encerrado en su cuarto. Él hubiera podido hablar con Hikari antes de que terminara internada por la razón que fuera. Hayami, por su parte, hubiera podido hacer más que solo repetirle a su amiga que fuera al hospital o cerrar su boca, porque hikari le había pedido que no se lo dijera a nadie.
Ella hubiera podido detener eso, porque era la única que sabía del ojo de Hikari y era la única consiente del problema que podría llegar a serle. Pero no, ella había decidido seguir los caprichos e ignorancias de su amiga, solo porque hikari deseaba convertirse en Chunnin. Ambas eran conscientes de que podía serlo en otro momento y que podían posponer su ascenso a chunnin, pero hikari
Estaba decidida que ese era el momento y Hayami solo había callado y echo caso a su amiga.
"Pude haber evitado esto... si solo le hubiera dicho a Yuki-sensei o Kakashi-sensei lo que pasaba, hikari no estaría ahora así. Solo tenía que hablar. ¿por qué me calle?¿por qué le hice caso? Sabía que esto no iba a terminar bien, ¿entonces porque no dije nada? Solo tenía que abrir la boca, algo tan simple como hablar, pero no lo hice. Lo único que hice fue mirar y no hacer nada, solo deje que pasara aun cuando sabía que terminaría mal. Es mi culpa, pude haber hecho algo... tuve tantas oportunidades, tantas y no hice nada"
Hayami se paró de repente del columpio, sobresaltando a Naoki, quien no esperaba esa acción de ella.
—¿H-Hayami?.— pregunto nervioso Naoki al ver el ceño fruncido de la de cabellos violetas.
Ella no dijo nada, solo apretó levemente sus puños y comenzó a caminar, dejando solo a Naoki. Él no hizo nada, no la detuvo, la dejo irse sin más, porque no había ninguna razón por la que los dos estén juntos en ese momento. Naoki deseaba estar solo para desahogarse un poco y Hayami, bueno él no lo sabía, pero suponía que también deseaba estar sola.
Hayami caminaba por las calles buscando a una persona en especificó, pero no lograba encontrarla por ningún lado. Ya había ido a su casa, pero nadie se encontraba en esta, como bien ella había supuesto. Pero tampoco lo estaba encontrando por ningún lado y ya llevaba dos horas desde que había comenzado. Aun así no se iba a rendir, necesitaba decírselo y sacarse ese malestar de encima.
Tomo rumbo a los campos de entrenamiento, creyendo que se podría encontrar en ese lugar. Camino por vario tiempo, buscandolo por todas partes, pero no consiguió nada. Suspiro un poco fastidiada, ¿desde cuándo era tan difícil buscar a una persona? Siguió en aquel campo un buen rato más, buscándolo por segunda vez por esa zona por seguridad de que no lo haya visto. No, en definitiva no estaba en aquel lugar.
"¡¿Pero a donde mierda se metió?!"
Se quejó la Mikoshi regresando a las calles de Konoha para volverlo a buscarlo por aquella zona. Camino un buen tiempo y repaso las zonas en donde ya lo había buscado, pero parecía que el destino no quería unirlos. También lo busco por partes en donde jamás lo había hecho, pero no estaba por ninguna parte.
Hayami se sentó en una de las bancas de Konoha, exhausta de haberse caminado toda la aldea completa. Suspiro frustrada y cansada de todo aquello, mirando como el sol se escondía por el monte de los Hokages. Se preguntó en donde se encontraba aquella persona como si no supiera a donde estaba. Era más que obvio, si no estaba en ninguna parte de la aldea, debía de estar en el hospital visitando a su hija.
Hayami se preguntó si era buena idea quedarse ahí hasta que el horario de visita terminara. No faltaba mucho, apenas eran un par de horas, pero sus padres se enojarían si no sabían en donde se encontraba. Pero tampoco podía dejar las cosas así, debía decirle que sabía lo que le sucedía a hikari antes de que todo eso ocurra y que lamentaba no haber dicho nada. También necesitaba saber si ella estaba bien, si estaba mejorando, si había despertado, si había hablado, ella necesitaba saber si había sucedido algo. Ya no toleraba aquella ignorancia que tenia del estado de su amiga, necesitaba información. Tampoco estaba pidiendo verla, sabía que solo se lo permitían a los familiares, pero quería por lo menos saber algo más, no solamente que estaba internada en terapia intensiva.
— Tendré que esperar bastante.— suspiro Hayami.
Se recostó en el resonando de la banca y dejo que su espalda resbalar hasta que ya no pudo más. Iba a estar en ese lugar mucho tiempo y era mejor ponerse cómoda, aún faltaban un par de horas para que pudiera hablar con él.
Las horas pasaron lentamente para la Mikoshi, cosa que en algunos momentos le exasperaba. Se había preguntado muchas veces si no era mejor posponer el asunto para mañana, pero ella se conocía muy bien para saber que eso no era buena idea. Aquel problema lo único que haría seria torturarla. Lo único que haría que aquello no sucediera, sería hacerle frente al problema tal y como lo estaba haciendo en ese momento. Solo hablando con el padre de Hikari, lograría que aquel problema no la torture tanto y le dejaría dormir los días que esa voz no aparecía.
— Ya se va a hacer la hora, será mejor que vaya yendo para allá. — se comentó a si misma al incorporarse del banco. Suspiro de alivio al estirarse, no había notado cuanto el dolía su parte trasera por haber estado tantas horas ahí sentadas.
Camino para la casa de su amiga, era el único lugar en donde había 100 % de posibilidades de encontrarse con él tarde o temprano a esas horas. La casa no estaba muy lejos de donde se encontraba antes, a unos 10 minutos caminando aproximadamente. Aun así, Hayami sabía que llegaría con varios minutos de anticipación y que le tocaría esperar un ratito más, pero no le molestaba. Ella ya había esperado por varias horas, unos minutos mas no eran nada a comparación de eso. Sin embargo, para quizás desgraciar a Hayami, comenzó a caer un diluvio en Konoha. No fue algo que comenzó de a poco, sino de un momento a otro, agarrando desprevenidos a todos los habitantes de la aldea.
Hayami suspiro al ver como se comenzaba a empapar de pies a cabeza, y se preguntó si el destino quería meterla en una mala película de drama. Pero intento ignorar la lluvia que caía en la aldea y siguió caminando a la casa de los Hatake, la cual ya podía ver a lo lejos. No apresuro el paso en ningún momento, sabía perfectamente que no había ningún lugar para resguardarse de la lluvia. Lo único que le tocaría hacer seria aguantar que la lluvia le empapada más de lo que estas y despues, quizas, un resfriado.
Al llegar por fin a la casa de los Hatake, apoyó su espalda contra una de las paredes y se quedó ahí a esperar a Kakashi. Maldijo varias veces en su mente a la maldita lluvia y se abrazó a si misma al sentir como sus prendas empapadas enfriaban su cuerno.
"¿Es que justo todo lo malo tiene que pasar este día? Primero decirle a Naoki lo que le paso a Hikari, después pasar todo el día buscando a Kakashi-sensei y ahora esto"
Pensó Hayami suspirando al no ver por ningún lado a Kakashi. Quizás él iba a tardar más de lo que ella se esperaba.
Kakashi caminaba deprisa por las calles de Konoha rumbó a su casa. Jamás se había imaginado que al salir del hospital estaría lloviendo de esa manera, literalmente solo le había tomado un minuto a la tormenta para empaparlo de pies a cabeza. Ahora lo único que le preocupaba a Kakashi, además de Hikari, era agarrar un refriado y no poder visitar a su hija al hospital por varios días. Así que lo único que podía hacer era apresurarse a llegar a su casa para no mojarse más de lo que estaba.
Le tomo pocos minutos llegar a la calle en donde estaba su casa y cuándo estaba a pocos metros de esta, pudo divisar una silueta esperándolo en la puerta. Kakashi curbo una ceja confundido, ¿Quién se le ocurriría en su sano juicio esperarlo con aquella lluvia? Él siguió caminando, preguntandose quien y porque razón se encontraba esperándolo en la puerta de su casa. No era algo muy común, menos cuando un diluvio como ese estaba cayendo y no había ningún ligar para resguardarse.
—¿Hayami?.— pregunto sorprendido al verla ahí empapada de pies a cabeza.
— Ah, al fin llega, Kakashi-sensei.
— ¿Pero qué haces aquí? Tus padres deben estar muy preocupados buscándote, mas con la lluvia que esta cayendo.
— Necesitaba decirle algo. — murmuró la Mikoshi apartando la mirada del mayor.
La presencia de Kakashi no le hacía sentir muy bien, solamente aglomeraba todo lo que le había estado torturando esos días. Ella no había hecho nada aun cuando sabía el problema de Hikari y ahora ella estaba internada. Lo único que podía hacer en ese momento era dejar todo a la luz y que los demás, en especial Kakashi, se enteraran de lo que habían estado pasando.
— ¿No crees que es muy tarde para eso? Puedes decírmelo...
—¡No!.— grito de repente sobresaltando un poco a Kakashi.— Es sobre Hikari... quería decirle algo se ella.
—¿De Hikari?.— preguntó Kakashi ya sintiéndose un poco tonto al solo saber hacer preguntas. Hayami asintió aun cabizbaja, pero se notaba que estaba segura de aquello. Kakashi suspiro.— de acuerdo, hablemos dentro.
Kakashi se acercó a la puerta y la abrió, dejando pasar primero a la joven kunoichi. Hayami miro el lugar por encima, tampoco quería centrarse en cómo estaba la casa de su amiga. Camino a la sala, alegrándose un poco al ya no sentir como se mojaba cada vez mas, en serio esa tormenta la había agarrado desprevenida. Kakashi la seguía de cerca con su típica mirada somnolienta, aunque Hayami podía notar que no era la misma que antes de lo ocurrido con hikari.
Hayami reparo en lo que iba a decir en su mente, intentando no olvidarse de nada e imaginando una manera de controlar sus emociones. Se sentía mal, pero tampoco quería llorar frente a alguien, aquello no era algo que a ella le gustaba mucho hacer. Jugo con sus dedos un poco, sintiéndose torpe por esta misma acción, aunque también podía ser porque Kakashi no dejaba de mirarla. Sabía que él estaba esperando a que ella le diga lo que había venido a decirle, pero al parecer le estaba siendo más difícil de lo que creía.
Un nudo se posó en su garganta y su estómago se removió, dándole unas fuertes nauseas. Trago saliva, intentando que esa sensación se fuera de su cuerpo, nada bueno venia cada vez que sentía aquello. Sin embargo, empeoro al sentir una gran molestia en su pecho, no era que le apretaba, sino una especie de hormigueo incomodo que deseaba que se esfumara.
—¿ Y bien?¿qué me querías decir de Hikari?.— hablo Kakashi después de un largo silencio. Hayami miro el suelo y después a Kakashi, volviendo a tragar saliva, de versad aquello le estaba costando más de lo que deseaba.
— Etto...Bueno...yo...
Hayami callo de repente y sin saber muy bien que hacer, se arrodillo y poso su frente en el suelo, haciendo una reverencia. Kakashi dio un pequeño saltito al no esperar esta acción y miro extrañado a la joven que tenia frente a él.
— ¡Yo, lo siento!.— exclamo por fin la Mikoshi.
—¿Eh?
—... Lo de Hikari, es mi culpa. Yo sabía lo de su ojo y no hice nada, solo deje que Hikari hiciera lo que quisiera. Es mi culpa lo que le sucedió. S-si hubiera dicho algo, ella ahora estaría bien y ni usted ni los demás estarían sufriendo por esto. Pude haber hecho otra cosa que callarme porque hikari me lo pidió. Yo soy su amiga y-y a-aun así...— Hayami callo por unos segundos, intentando mantener las lágrimas que apoco se le iban cayendo de los ojos.— no hice nada aun cuando hikari ignoraba lo riesgoso que era. I-intente varias veces convencerla de que vaya al hospital, ¿pero tuve que llevarla a la fuerza, no? Eso es lo que haría una buena amiga, ¿verdad? No solo quedarse mirando...
— Hayami.— hablo Kakashi en un intento de que la joven se incorporara.
—L-lo siento. De ver-dad lo siento, usted la está pasando mal porque yo no hice nada. ¡De verdad lo lamento, Kakashi-sensei!.— dijo Hayami dejando que las lágrimas cayeran a su placer, provocando que tartamudeara más seguido. Apretó sus puños y se mordió el labio en un intento de contener un sollozo. Ella de verdad no quería llorar en esa situación.
De repente sintió como una mano la tomaba de su brazo y turaba de ella para que se incorporara, lo cual hizo. Miro al suelo al no poder levantar la mirada y fijarse en él. Se secó las lágrimas que aun seguían cayendo, pero sabía que aquello no iba a detener que más lagrimas se salieran de sus ojos.
.— Tranquila, está bien. No fue bueno que no dijeras nada, pero lo que le sucedió no fue culpa tuya...
— Pude haberlo evitado.
— No lo creo.— Kakashi hizo una pausa para pensar y después suspiró.— lo de Hikari, hubiera sucedido de todas formas, aunque ella haya ido al médico o tu hubieras dicho algo. No tienes por qué culparte de esto. Por lo menos intentaste hacer que hikari vaya al médico, aunque mi hija sea tan terca y orgullosa para negarse a ir.
— Pero pude haberla llevado a la fuerza. Eso es lo que haría una buena amiga.— menciono Hayami volviéndose a secar las lágrimas que una vez más estaban cayendo por sus mejillas.
Kakashi observó a la joven que estaba al frente suyo. No se sentía enojado porque Hayami hubiera ocultado aquella información, conocía muy bien a su hija para saber que le hubiera pedido mantener la boca cerrada. ¡Por dios, ella misma le había ocultado todo aun cuando él sabía que algo pasaba! No le sorprendía nada que le hubiera pedido aquello a la joven que estaba frente a él, hikari era muy terca e inconsciente cuando deseaba obtener la aprobación de las personas. Muchas veces le había reprochado ese comportamiento, no por el hecho de que le importe la opinión de los demás, sino porque al querer obtenerla terminaba lastimándose de una manera que afectaba su salud. No quería ni recordar las veces que, de pequeña, él hubiese tenido que ir a buscarla a los campos por haberse quedado inconsciente al entrenar o al punto de no poder levantarse. Las innumerables veces que ella se había encerrado en su cuarto, porque los aldeanos adulaban al uchiha y la criticaban a ella. Las veces que volvía de una misión y ella no había comido en dos días por estar entrenando, obligándolo a él a tener que ponerla bajo el cuidado de alguno de sus amigos aunque tuviera edad para cuidarse sola.
Kakashi era consciente de que su hija se sentía insegura consigo misma, aun cuando frente a él y los demás demostrara lo contrario. Había intentado en varias ocasiones ayudar a su hija a mejorar su seguridad, pero jamás daba resultando. Jamás veía un cambio en el comportamiento de hikari, ni de su deseo de complacer las expectativas de los demás. Kakashi admitía que no sabía cómo ayudarla, porque tampoco su hija se abría lo suficiente a él para mostrar aquella parte. No sabía porque nunca lo había hecho, aun cuando él era su padre, pero lo ocurrido hace unos días le había dejado claro que aquello jamás pasaría.
Kakashi negó con la cabeza varias veces, no creía que Hayami fuera una mala amiga para su hija.
— Hiciste lo que pudiste. Conozco muy bien a Hikari pasa saber que es alguien muy inconsciente en estas cosas y me alegro que tú seas su amiga y le digas las cosas, aunque al final no las haga.— comentó Kakashi von una vos apacible, podía ver que Hayami estaba bastante trastornada con todo lo que había ocurrido.
— ¿Ella está bien?.— se atrevió a preguntar Hayami, al tener esa pregunta atorada en su garganta desde hacía días.
— Aun no despertó, pero mejoro desde lo ocurrido. Él tampoco podía decir que su hija se encontraba bien, porque no lo sabía del todo. Lo único que él podía decirle en ese momento a Hayami era lo que ya había dicho.
—¿P-peto despertara, verdad?
— No lo sé, pero espero que si lo haga.
— Ah, s-si... lo lamento, fue una pregunta estúpida.— intento justificarse Hayami. De verdad que había sido una pregunta estúpida, Kakashi no sabría eso aun cuando se trataba de su hija. Aquélla pregunta era más para una doctora o doctor, no para el padre de la internada, aun cuando Hayami deseaba saberlo.
— ¿Ya estas mejor?.— se aventuró a preguntar Kakashi, tampoco quería que a raíz de esa pregunta la joven rompiera en llanto nuevamente. Hayami asintió sorbiéndose la nariz aun un poco avergonzada por llorar en frente del Hatake. Kakashi sonrió.— bueno, creo que es un poco tarde.
— Ah, sí. Mis padres deben estar preocupados, porque aún no regrese a casa. Sera mejor que me vaya yendo, Kakashi-sensei.— comentó Hayami dirigiéndose a la puerta. Ella era completamente consciente de que sus padres le darían una buena regañada por llegar casi a la hora de la cena, ni siquiera sabía si llegaría para antes de eso.
— Te acompaño.— soltó de repente el mayor dejando perpleja a la joven, ¿Qué razón había de acompañarla a su casa? Si, ella era amiga de su hija, pero no había ninguna necesidad de que la compañarla a su casa.
—¿Por qué?.— fue lo primero que soltó su boca al escuchar las palabras de Kakashi. Él la miro confundido, como si creyera que ella savia la razón.
— Bueno, esperaste a fuera de la casa a que llegara, aun cuando estaba lloviendo, para venir a pedirme disculpas. No sería bueno que llegaras después de esto y que te regañaran, por lo menos si apareces conmigo tus padres creerán que fue mi culpa.
Hayami al escuchar las palabras del mayor, se las quedo pensando. De verdad no deseaba que sus padres la regañaran y lo que le había ducho Kakashi era muy cierto. Si ella parecía con él, la culpa recaería en Kakashi, no en ella. ¿Pero estaba bien con eso? Kakashi tampoco tenía la culpa de que ella se hubiera quedado esperándolo. Pero por otra parte, ¿sus padres le reprocharían algo a Kakashi? No, no le dirían nada. Sus padres se habían enterado por ella misma lo que le había ocurrido a Hikari y conociéndolos, sentirían lastima y no le dirían ni una sola palabra. En realidad seria todo lo contrario, le restarían importancia y hasta podrían invitarlo a cenar.
—Está bien.— dijo Hayami y ambos salieron de la casa.
Los padres de Hayami abrieron la puerta bastante exaltados, estando decididos a regañar a su hija por esa falta de irresponsabilidad de su parte.¡¿pero cómo se atrevía a llegar a esas horas sin dar aviso antes?! Sin embargo, al ver que estaba acompañada por Kakashi, su semblante se relajó. Tenían pena por él, estaba pasando por una muy mala situación que ellos deseaban jamás vivir.
— Ah, lamento que Hayami llegara a estas horas. Necesitaba hablar un par de cosas con ella y se prolongó más de lo que deseaba.— se excusó Kakashi siendo obserbado por los tres Mikoshi. Los padres para saber porque estaba con su hija y Hayami para descubrir lo que Kakashi tenía planeado decirles.
— ¿Qué cosas?.— se atrevió a preguntar el padre recibiendo un codazo en las costillas poco después por parte de su esposa. No era relevante preguntar aquello, ella sabía muy bien que se trataba de lo que le había ocurrido a su hija.
— Ya veo. Estaba preocupada de que le hubiera pasado algo a Hayami, pero me tranquiliza saber que andaba con usted.— menciono la mujer con un aire más tranquila, mostrando que su preocupación por su hija se había disipado.— ah, está lloviendo mucho y estábamos esperando a Hayami para cenar, ¿desea quedarse y acompañarnos?
— Ah, no, estoy bien. Tengo un par de trabajos pendientes por terminar y entregar mañana, pero agradezco su oferta.
— Vaya, es una pena. Pero está invitado cualquier día que pueda. — hablo la madre de Hayami dejando abierta la invitación a cenar. Aun cuando sus hijas formaban parte del mismo equipo y eran amigas desde la infancia, ellos se conocían muy poco, más de parte de Kakashi. Ellos sabían bastante de la vida de aquel hombre al ser uno de los shinobis más reconocidos a nivel mundial, pero él no sabía nada de ellos, quizás solo que eran la prestigiosa familia que podía dominar los muñecos en el clan Mikoshi.
De esta forma Kakashi se despidió de la familia Mikoshi y partió nuevamente hacia su casa, repasando en su mente todo lo que le había dicho Hayami. Lo único nuevo que sabía era que Hayami estaba informada de lo del ojo de Hikari mucho antes que ellos, seguramente porque su hija se lo hubiera dicho. Sin embargó, no sabía cuánto era el conocimiento de Hayami sobre aquel problema, quizás sabia más que solo lo del ojo. Quizás Hayami hasta supiera lo que hikari había vivido en el genjutsu y otros acontecimientos que pudieron ocurrir que él era completamente ignorante.
Él hubiera deseado tener una charla más exhaustiva con la joven Mikoshi, pero su estado emocional ni el momento eran apropiados para eso. Por lo menos pudo lograr que no regañaran a Hayami o eso esperaba.
Quizás, dentro de unos días cite a Hayami para tener esa charla e informarse de todo de lo que estaba involucrada su hija.
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