capitulo 20
Yuki caminaba por las calles sin rumbo alguno. Ahora que Hikari estaba internada en el hospital, tenía todo su día libre al no tener que estar siguiéndola de aquí para haya. No sabía qué hacer con todo ese tiempo libre que tenia de repente, esos días se había acostumbrado a estar escuchando las conversaciones que Kakashi tenía con su hija o por lo contrario, tener una que otra platica con él. Además, andaba bastante preocupado por Hikari, no sabía cómo se encontraba desde la última vez hacía ya tres días. Tampoco había visto a Kakashi en eso días para preguntarle sobre su estado, cosa que no le sorprendía. Por lo que sabía estaba entrenando a Sasuke, así que o estaba con él o en el hospital visitando a Hikari, después se encerraría en un casa o haría cualquier otra cosa que él desconocía. De todas formas, lo único que le preocupaban en ese momento eran dos cosas, el asuntó de Orochimaru y la internación de Hikari. Después de aquellos dos enormes problemas no había nada mas o eso esperaba. No quería enterarse de que otro de sus alumnos estaba metido en algún asunto peligroso.
—Yuki-sensei.— le hablo alguien al lado suyo provocando que diera un pequeño saltito por la sorpresa. Al parecer él se encontraba demasiado sumergido en su mente y no había visto que alguien se le acercaba.
—¡Haya-chan, que sorpresa!¡Hace muchos días que no te veía, tenía la esperanza de que me pidieras que te entrene!.— expresó Yuki al ver que esa persona no era más ni menos que una de sus alumnas.
— No. Se lo pedí a mi padre, es mejor que usted para que me entrene con los muñecos.
—Oh...ya veo...no soy un buen sensei.—mencionó decaído Yuki, esas palabras si que le habían golpeado bajo.
— Cambiando de tema... Estoy buscando a Hikari,¿sabe donde esta? Tenia entendido que ella estaba entrenando con usted a estas hora.
Yuki se callo, se había olvidado que Hayami y Naoki no sabían de lo ocurrido. Tampoco era que lo sabia muchas personas, apenas Hakashi y él o eso suponía, desconocía si los demás sabían de lo ocurrido. Sin embargo, dé algo estaba seguro, ningún gennin de la generación de Hikari lo sabía. Primero pensó que era mejor que se enteraran cuando Hikari estuviera despierta, pero la descarto se inmediato, ¿ qué diferencia había si se enteraban antes o después? Nada, no había diferencia, porque iba a general lo mismo y estarían en la misma situación. Aunque Hikari despertara, deberían de esperar bastante tiempo más para poder verla, lo mismo era si estaba aun inconsciente. Pero ahora venía otra duda a su cabeza, ¿cómo explicárselo a Hayami? Él la tenía a ahí enfrente, no podía no decirle de lo ocurrido, pero tampoco sabía cómo explicárselo. Al final, respiro un poco de aire, se agachó a la altura de Hayami y dejo que la explicación saliera por sí sola, no debía porque forzarla.
—Hace unos días sufrió, lo que podría decirse, una perdida repentina de chacra. Ahora mismo se encuentra internada en el hospital, en la zona de pacientes primordiales.— Le explicó de forma sencilla Yuki, tampoco quería entrar el muchos detalles.
Hayami lo miro sorprendida y aterrorizada al mismo tiempo, estando completamente muda. Agacho su cabeza y miro hacia el suelo atónita, al parecer sin saber que hacer o en busca de organizar sus pensamientos. Él solo espero, el algún momento Hayami diría algo o nomas se iría, como a veces solía hacer. De todas formas, cualquiera que tomara, sería la correcta.
—¿C-como esta?¡¿está bien, verdad?!.Estaba preocupada, como cualquiera lo estaría en esa situación, pero parcia estar más exaltada de lo que él esperaría. Hayami era calmada, no se dejaba llevar por sus sentimientos, era más, jamás solía mostrarlos muy seguido. Sin embargo, en ese momento los estaba mostrando de una forma muy pura, lo cual calmo un poco a Yuki. Él tenía la loca idea de que Hayami podía ser como una copia de Kakashi en su día, pero un poco menos gruñona.
— No lo sé. No dejan que la visite nadie que no sea familiar suyo.
—¿Entonces no la podre ver?
— Lamentablemente no. A nosotros solo nos toca esperar a que mejore. Lo único que te puedo decir, si quieres saber cómo esta, es que le preguntes a Kakashi o a alguno de los otros profesores.— le dijo Yuki como medio de consuelo.
—...¿Por qué le sucedió eso?.— pregunto decaída Hayami aun sabiendo la respuesta. Debía de ser culpa de su ojo, no había otra razón para que eso sucediera.
— No lo saben. Fue algo que solo sucedió.
— Pero todo tiene un porque.
— Hmhm, pero a veces se tarda más en averiguarlo. Como te dije, solo nos toca esperar, aunque nos duela.
— Lo se.— suspiro Hayami volviendo a ver al suelo, intentando poner el orden su cerebro.
— Hikari se pondrá bien, no te preocupes. Dentro de un tiempo, todo volverá a como era antes.— intento consolarla Yuki al verla decaída, cosa que no era de sorprender.
— Lo se...Es solo que...yo quería...
—¿Hmhm?¿qué querías?.— pregunto tiempo después Yuki al de repente callarse Yuki.
— Nada, es algo mío y de Hikari... Mejor, me voy a mi casa.
Ella se dio la media vuelta y se fue por el camino en el cual había llegado a ese lugar. Yuki solo la observó irse entristecido,. No le gustaba dar mala noticias a las personas, aquello solo las ponía tristes y eso era lo que Yuki mas detestaba. Le disgustaba de sobremanera ver a la gente deprimida, por eso siempre intentaba animar a las personas con puras tonterías que se le venían a la cabeza.
Hayami tenía una mescla de sentimientos, por un lado estaba triste y preocupada, por el otro estaba furiosa. Ella le había dicho, le había insistido, casi rogado, que fuera al hospital y no le había hecho ni un mínimo de caso. ¿Y qué fue lo que había pasado por no escucharla?, se había quedado internada en el hospital con vaya a saber que daños severos. Le enojaba eso, porque ella hubiera podido hacer más que solo insistirle y aceptar sus caprichos. Ella hubiera podido detenerla, llevarla arrastrando al hospital, decirle a alguien sobre lo que le estaba pasando, pero no lo había hecho. Hayami lo único que hizo fue dejarla hacer lo que quería, sabiendo en el fondo que aquel asunto era serio y que no se debía tonar a la ligera. Lo único que había hecho era dejar que aquello pasara como si nada.
—Maldición.—Gruño Hayami dejándose caer en su cama.
Era su culpa, aquello era su culpa. Ella hubiera podido hacer más, muchísimo más, pero no lo hizo. Sabia como era su aliga, lo terca y testaruda que podía ser con un problema tan serio, pero nomas la había dejado ser. Ella era su amiga y a veces, las amigas, debían hacer cosas que la otra persona no quieren que hagas, solo por su propio bien. Hayami no había hecho eso, no había hecho nada. Eso días lo único que hizo fue leer centenares de libros, hasta había ignorado a Hikari la última vez que la había visto. En ese momento tuvo que decirle algo, decirle que ya estaba, que ya era demasiado tiempo y que debía ir al hospital. Hacerle dar cuenta que tequia su ojo a la mitad y que no era normal, que era peligroso, que no debía mantenerlo por más tiempo de esa manera. Pero Hayami no había hecho nada más que mantenerse callada y eso era lo que había conseguido, que su amiga terminara internada.
Hayami desconocía si Yuki sabia del tema de su ojo, pero no dudaba que el padre de Hikari ya sabía sobre él. Los médicos debieron de haberlo notado y notificárselo a Kakashi junto con los otros resultados. Ya no había necesidad de ocultarlo, de fingir que no sabía nada. Hikari no deseaba que se enteraran para seguir participando en los exámenes, pero ella ya no podría hacerlo. No había más razón para seguir ocultando que ella desconocía lo que le ocurría a su amiga. Ella solo debía decirse a su sensei o al padre de Hikari y disculparse, porque ella dejó que Hikari haga lo que quisiese y que terminara de esa forma. Lo que le había ocurrido era tanto culpa de Hikari como suya, por eso se debía de disculpar, porque por su culpa Yuki y Kakashi estaban pasando por un terrible momento.
Ella se movió mirando hacia la pared, intentando ignorar sus pensamientos. No deseaba llorar, no tenia ganas de hacerlo, pero su mente la obligaba. Ella la odiaba, odiaba que su mente la torturara constantemente con asuntos irrelevantes. Odiaba esa manía de analizar cada comentario que hacían las personas, en busca de un segundo significado. Odiaba que todo le afectara tanto. Odiaba repetir lo que había sucedido en el día, en busca de algún error que ella había cometido, de algún comentario estúpido o fuera de lugar. Odiaba darle tanta importancia a fallos suyos que las demás personas observaban como normal o lo ignoraban por completó. No, no le gustaba su mente. No le gustaba ser tan sensible. No le gustaba esas manías quisquillosas que tenia. No le gustaba desconfiar de las personas, aunque solo fuera a veces, porque no había razón para eso. Hayami no tenía una razón para hacer aquello, solo lo hacía desde que tenía conciencia y ya. Aquello era algo con lo que al parecer había nacido. Así que, después de que su mente la torturará con sus miles de errores esos días, incluyendo los de años atrás, Hayami por fin acepto el llanto. Lloro en su almohada hasta que no pudo más, hasta que las lágrimas dejaron de caer, hasta que ella se durmió.
El lugar quedo en un completó silencio, después de dos horas de llanto.
— Yami-san... Yami-san...Yami-san.— repetía una voz desconocida en su oído, como siempre sucedía cuándo se dormía. Lo único que podía distinguir era que pertenecía a un niño— Yami-san... quiero jugar. Quiero jugar, Yami-san... vamos al campo a jugar, Yami-san... despierte, Yami-san, quiero jugar.
Hayami se removió entre las sabanas, incómoda por escuchar esa voz. Intentaba ignorarla y volver a reconciliar el sueño, se sentía bastante cansada y lo único que quería era dormir. No quería que su mente la torturara, ni ir a entrenar, ni escuchar la voz de ese niño, solo quería dormir.
—Vamos, Yami-san, despierte. Quiero ir a jugar... Yami-san...Hayami-san...¡DESPIERTE!.— Hayami saltó de la cama espantada al escuchar aquel grito. Miro a todas partes pero nada se encontraba alrededor suyo, ni siquiera a quien pertenecía la voz.
—HIKARI-CHAN.— grito un lloroso Guy al abrir la puerta de la habitación del Hospital. Kakashi dio un saltito en su asiento al no esperarse esa entrada.— ¡mi pequeña, ¿pero qué fue lo que te paso?!.— añadió mientras sus lágrimas caían a borbotones.
— Guy, no grites, estamos en un hospital.— le regaño kakashi.
— Es que hikari-chan...no, no debo pensar así. ¡Hikari-chan es joven, tiene la fuerza de la juventud ardiendo en su interior, lograra salir de esto!.
— hmjm.— menciono Kakashi ignorando por completó lo que le decía su amigo.
— ¡No me ignores, Kakashi!¡lo digo en serio!.
— Si, lo se.— respondió Kakashi con una sonrisa, aparentando que lo estaba escuchando desde el primer momento. Guy lo miro con mala cara, sabía que no había escuchado ni una palabra de lo que había dicho.
Guy suspiro, las cosas en la aldea no estaban mejorando. El asunto de Orochimaru aún no se había resuelto y, aunque no quisieran, los exámenes chunnin debían continuar. Tenten, por suerte, había sido dada de alta hacía ya una semana, pero no podía decir lo mismo de Lee. Él estaba en terapia intensiva y los médicos ya le habían dado las terribles noticias, no iba a poder seguir siendo shinobi. Ahora, por si todo eso fuera poco, su sobrina estaba también internada en terapia intensiva.
— Así que, su ojo esta azul.— comento Guy en un intento de comenzar aquella conversación.
— Hmhm. Creemos que eso fue lo que ocasionó la alteración en su chacra, pero los médico no lo pueden verificar hasta que Hikari se recupere.— respondió Kakashi acomodándole la almohada a su Hija.
— Entonces tendremos que esperar.— Suspiro Guy recibiendo un asentimiento por parte de Kakashi.
— Es lo único que nos toca. Pero por ahora, lo único que me preocupa es que Hikari empeore o que le vuelva a ocurrir eso.— comento Kakashi mirando como su hija descansaba. Su palidez había casi desaparecido, siendo suplantada por su tono natural. Sus labios también estaban tomando el tono que solían tener y dejaban de estar tan secos. Le alegraba a Kakashi ver un cambio en ella, así sabía que estaba mejorando aunque fuera de a poco.
— No se ve tan mal. Por cómo me la describió Yuki, creía que estaba en peor forma.— comento Guy.
— Hace unos días se veía peor.
— Ya veo...
Un ambiente de silencio se creó entre ellos dos. Guy ya no estaba de humor para andar gritando o retando a Kakashi a cualquier tipo de competencia. Kakashi, solo estaba atento a cualquier cosa que diera un mínimo de indicio que su hija despertaría. Lo único que termino con ese silencio fue unos golpes en la puerta.
— Pase.— ordeno Kakashi.
— ¿Cómo está?.— fue lo primero que preguntó Kurenai al entrar por la puerta. Se acercó a Hikari y la observó de pies a cabeza, tenía un mejor aspecto de lo que se esperaba.
— Bien, supongo.— le respondió Guy.
— Creía que se vería peor.— aclaro Asuma.
— Si, yo creía lo mismo.— concordó Kurenai.— pero se ve bastante bien, pareciera que solo está durmiendo.
— Es verdad.— le dii la razón Guy.—¿tú que dices, Kakashi?
— Eso no me interesa. Solo quiero que despierte – gruño Kakashi,no le estaba gustando que sus amigos anduvieran aclarando todo el tiempo que se veía mejor de lo que creían.
— No sabía que un doujustu se podía activar en un solo ojo.— comentó asuma cambiando al tema que él y Kurenai querían abordar desde el primer memento.
— No, no se pude. Debieron ponérselo en algún momento.— aclaro Kakashi.
— Ya veo. Supongo que Hikari no debió de comentarte nada de esto.— Kakashi negó.— Ay, esta niña.— suspiro Kurenai. Amaba a Hikari, pero podía decir a todo pulmón que si sobrina a veces era una total estúpida.— ¿Aun no saben nada de él, verdad?
Kakashi negó con la cabeza. El ambiente se quedó en un total silencio. Ya no había nada más para hablar, sus amigos desconocían el asunto en que estaba envuelta su hija y no se los iba a comentar en ese momento. No tenía ganas, estaba cansado mentalmente para tener que dar una explicación detallada de lo que él no sabía. Porque esa era la verdad, sabía que su hija estaba envuelta en algo, pero desconocía todo lo que eso involucraba. De lo único que tenía conocimiento, era de su ojo y el estado en que se encontraba en ese momento.
"Solo espero que sea algo que pueda manejar"
Pensó Kakashi imaginándose los posibles problemas que estaría enredada su hija.
Yuki guardo el último libro sobre doujustus en su lugar. Había ido a la biblioteca en busca de información, pero no había encontrado nada relacionado al ojo que tenía su alumna. Se había visto e informado de varios doujustu's, tanto los que todavía había usuarios como los extintos. Pero no, no había ninguno que se pareciera al de Hikari. Era verdad que había visto uno o dos azules, pero eran muy diferentes a los de Hikari. El de ella era azul con un enorme circulo rodeando su pupila, pero no había ninguno similar a ese en los libros. Aquello lo deprimía un poco, quería encontrar una explicación a todo eso. Quería encontrar que era lo que hacia aquel doujustu y si por lo posible era peligroso... bueno, más de lo que ya era. También quería saber a qué clan pertenecía, de esa forma podría buscar a alguien perteneciente a ese clan y sacarle información. Pero no, nada de nada, ni siquiera una mísera pista.
"¿Por qué no fue el sharingan o el byakugan? Si tuviera uno de esos dos, me estaría ahorrando toda esta búsqueda sin salida"
Se quejó Yuki saliendo de la biblioteca y encontrándose cara a cara con Kakashi. Él no pudo evitar sorprenderse.
—¡Yo, Kakashi, que sorpresa!¡no esperaba verte a estas horas!¡creía que estarías entrenando a Sasuke! — mencionó alegre Yuki.
— Esta vez el entrenamiento termino antes...¿encontraste algo?.— dijo Kakashi yendo directo al punto. Yuki negó.
— Nada, no hay nada. Hasta lo busque en los que ya estaban extintos, pero nada!...ah, no lo sé, hombre, quizás eso no sea un doujustu. Puede que se otra cosa.— murmuro al final Yuki ya un poco decaído, en esos días nada le estaba yendo bien.
— No lo creo. Ya vi a Hikari con mi sharingan, su cuerpo está llevando chacra a su ojo, en definitiva es un doujutsu.
— Pero jamás había visto uno de esa forma. Sé que existen doujustu's azules, pero son muy pocos y no se asemejan para nada al de Hikari.— manifestó Yuki. Kakashi miro la biblioteca por un momento, pensando en lo que le había dicho el castaño. En definitiva lo que tenía Hikari eta un doujustu.
— Aquí se encuentran los doujustu's que tiene conocimiento Konoha, es posible que el de Hikari sea uno del que jamás hemos estudiamos. A menos que el Hokage tenga algo en su biblioteca privada— se atrevió a decir Kakashi. Todos sabían que el Hokage tenía conocimientos que aún no podían revelarle a toda la aldea. Así que él podría de tener lo que Kakashi y Yuki estaban buscando.
—No me digas que estás pensando en colarte a la biblioteca del Hokage.
— Si ahí puedo encontrar algo relacionado a lo que le ocurre a mi hija, pues claro.
— ¿Kakashi te das cuenta de lo que dices?, que pueden arrestarte si te encuentran.
— Tranquiló, ya lo he hecho.
—¡Peor aún!¡si descubren que ya lo has hecho te tomaran como un posible traidor!
— Eso no sucederá si no nos descubren.
— ¿Nos?... Yo no iré contigo, Kakashi, ni loco.
— Ah, y yo que pensaba que eras mi amigo. Bueno, tendré que pedírselo a un amigo de verdad.— comento Kakashi bajando las escaleras de la biblioteca.
— ¡Espera, Kakashi, yo si soy tu amigo!¡Lo hare, pero no me remplaces, hombre!¡Que soy tu amigo!.— grito al salir corriendo para alcanzar a Kakashi.
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