capitulo 14
Ambos Hatakes se encontraban a solas en aquel lugar, pero aun la menor aun temblaba involuntariamente. Orochimaru ya no se encontraba en el lugar, pero el terror permanecía en el cuerpo de Hikari como si él estuviera al lado suyo. Por suerte su padre estaba cerca de ella, eso la reconfortaba un poco, con él a su lado no estaba tan aterrada.
— ¿Estás bien?— volvió a preguntar Kakashi poco después de que Yuki haya desaparecido del lugar.
— Ya te he dicho que sí.
— Aun sigues temblando— detalló Kakashi al ver la negativa de su hija.
En efecto su hija se encontraba bien físicamente, pero aún seguía temblando por su encuentro con Orochimaru. Esto no le sorprendía, él mismo término temblando cuando aquel hombre desapareció del lugar.
— Eso no significa que me encuentre mal— contradijo la de ojos sepias.
— Que terca eres... la verdad no sé a quién saliste— dijo en un suspiro el de cabellos plateados poco antes de abrazar a Hikari.
Su hija correspondió su abrazo y no tardo mucho tiempo en dejar de temblar. Aun así, cuando iba a romper el abrazo, Hikari no se soltó de él. Aquella acción confundió a Kakashi, su hija no solía ser tan cariñosa, pero comprendió que quizás aún seguía teniendo miedo y no la culpaba. Orochimaru era un hombre temible y ella era aún una simple gennin que no conocía el aterrador mundo shinobi. Ver a alguien de ese calibre daba miedo, aun para un shinobi experimentado.
— Tranquila, ya todo está bien— le susurró como consuelo volviendo a rodearla con sus brazos.
— Ya lo sé, no me lo tienes que decir papa— comentó fastidiada Hikari y solo consiguió que su padre se riera. Ella estaba intentando hacerse la valiente aun cuando seguía teniendo miedo, era algo muy infantil de su parte y eso enternecía a Kakashi, pocas veces veía ese lado de la azabache.
— Tenemos que volver, no creo que quieras perderte los demás combates—habló nuevamente Kakashi.
— Un rato más, no creo que me interese mucho el combate que estén pasando ahora.
— De acuerdo— dijo Kakashi mientras sonreía, estaba disfrutando de ese momento. Después de todo lo que había sucedido de verdad se alegraba de tener a su hija ahí con él. No la había visto en 5 días y la casa se sentía bastante sola sin ella, había esperado bastante para tener ese momento a solas y ahora de verdad lo estaba disfrutando.
Kakashi y Hikari aparecieron de repente en el lugar donde se llevaban los combates, justo detrás del equipo 7.
— Kakashi-sensei— dijo la de cabellos rosados al ver la aparición tan repentina del enmascarado.
— ¡Yo!.— saludó el Hatake
— Nada de yo, ¿Qué sucedió con sasuke-kun? ¿se encuentra bien?— mencionó Sakura.
— Sí. Esta dormido en el hospital en este momento— mencionó relajado, Yuki se había de haber hecho cargo de llevar a sasuke al hospital y él ya se encontraba ahí.
— Menos mal.
Hikari ignoro los comentarios acerca del asunto de Sasuke y simplemente fue a juntarse con su equipo. Hayami la observó por unos segundos y eso le hizo saber que debía hablar con ella más tarde. Hikari no creía que Hayami pasara como si nada que aparezca de repente con su padre, cuándo desde un principio se había ido con Yuki-sensei. No solo era eso, Yuki había llegado antes que ellos dos y no debió de dar explicaciones al respecto, lo cual era bastante sospechoso cuando se trataba de un asunto importante. Pero Hikari no podía hablarle sobre lo de Orochimaru. Pocos sabían sobre aquel problema, lo que la llevo a la conclusión de que no se les había informado a quienes no sean jounins o anbu. No era algo de sorprenderse, un sannin de Konoha había amenazado con un golpe de estado. Sí aquella información era filtrada habría un caos total en toda la aldea. Por eso debía mantenerlo en secreto, no podía permitir que Hayami se enterara aun cuando era su amiga. Ella debía encontrar una excusa creíble para ocultarle todo aquel asunto.
Su padre y ella habían llegado justo cuando el combate de Shino había terminado. Ahora le tocaba a un tal Kankurou de la aldea de la arena. Aquella aldea le había atraído gran curiosidad, especialmente por aquél grupo de gennin. Por eso estaba decidida a prestarle suma atención a aquel combate.
La pelea de ese tal Kankurou fue rápida, no debió de durar más de 5 minutos. Había vencido a su contrincante con un solo movimiento, lo cual sorprendió bastante a Hikari por el intelecto de este. En algún momento, antes o durante la batalla, aquel gennin de la arena había cambiado puesto con su marioneta. Su contrincante lo logro inmovilizar y él tomo partido de esto, logrando cambiar la jugada. Kankurou apreso con su marioneta al gennin y la utilizo para partirle los huesos hasta dejarlo inconsciente. Era algo sorprendente, más por ser la primera vez que Hikari veía una batalla donde algún shinobi usara marionetas.
La pantalla volvió a moverse una vez más, dando los nombres de los que se enfrentarían a continuación. Le tocaba a Mishoshi Hayami y a una tal Akiyama Ai, el nombre de la última le provocó un poco de gracia a Naoki por su rareza. Hayami frunció el ceño, ahora era su turno. Ella debía darlo todo para poder pasar a la tercera etapa.
— Suerte— dijo Hikari un poco simple, no encontraba otras palabras más para decirle en aquella ocasión.
— ¡Pártele la cara igual que Hikari hizo con ese rubio idiota!— la animó Naoki con su típica energía característica. Hayami asintió a lo dicho por sus amigos y bajo al lugar de combate.
— ¡Tú puede Hayami! — gritó naruto desde arriba, cosa que le sorprendió a Hayami. Por lo que recordaba, no habían tenido mucha relación en la academia. Hayami ni siquiera recordaba si alguna vez intercambiaron palabras con aquel chico, pero le alegro que le diera ánimos alguien más que no fueran los integrantes de su equipo.
El combate dio inicio cuando Genko dio la orden. Hayami se mantuvo en su lugar y espero el ataque de su contrincante que no tardó en llegar. Moviéndose con agilidad y cautela, la de cabello violeta fue analizando cada movimiento de Ai. Ella había comenzado a atacarla con taijustu, algo común en los combates que se estaban realizando ese día. Ella se movía un poco lento y con movimientos torpes, así que Hayami dedujo que no le iba muy bien el taijustu.
Hayami se alejó de la joven lo suficiente para poder esquivar cualquiera de sus ataques con anticipación. Cuando Hayami se detuvo aprovechó para ordenarle a Ryuk que baje de su cabeza le era inservible tenerlo en ese lugar.
— ¿Qué sucede? ¿Acaso tienes miedo?—le provocó Ai al ver como la Mikoshi mantenía sus distancias.
— Alejarse para analizar la situación es algo que todo shinobi debe hacer, no creo que a eso se le pueda considerar miedo— devolvió Hayami con una voz relajante, como si estuviera cansada o apenas se hubiera levantado.
La chica chisto su lengua al escuchar tal respuesta,¿ por qué tenía que venir ella a decirle lo que un shinobi debe hacer en combate?, eso le molestaba. Ai se abalanzo nuevamente hacia Hayami sin que esta tenga intenciones de moverse. La chica sonrió victoriosa al creer que la golpearía, pero Hayami la esquivo a último segundo. El puño de Ai fue directo al suelo, provocando que este se rompa. Hayami se quedó perpleja, quizás se había equivocado al deducir que no era buena en el taijustu.
"debo tener cuidado. Si logra darme un golpe sería un enorme problema"
Pensó Hayami observando aun minuciosamente a la kunoichi. Debía evaluar la situación y ver sus ventajas, después de aquello podría idear un plan para poder ganarle a aquella chica.
Ella volvió a esquivar los ataques de Ai, viendo que su velocidad no había cambiado en nada. Le era fácil esquivarla, había entrenado varias veces con Naoki y Hikari que eran aún más veloces que ella. La velocidad de Ai a comparación de la de sus compañeros era muy baja y se le haría difícil lograr golpearla.
— ¡¿Qué estás haciendo, Hayami?!¡Atácala tú también dattebayo!— escuchó gritar al rubio imperativo.
"no seas idiota naruto, las batallas no solo se ganan golpeando a tu enemigo"
Pensó Hayami a modo de respuesta para el Uzumaki. Una vez más esquivo el ataque de la kunoichi y tomo su espacio entre ambas, era mejor mantenerla lo más lejos posible.
Una vez más ya joven Ai fue a atacarla con su fuerza sobre humana y, como las anteriores veces, Hayami la esquivo. Empezó a intentar golpearla sucesivas veces, cada vez con más velocidad, pero no llegaba a igualar a la Mikoshi. Por otro lado, cada vez que Hayami esquivaba los ataques, unos hilos trasparentes y muy difíciles de detectar caían al suelo. Poco a poco fueron rodeándolas, siendo muy pocos de los espectadores quienes se dieron cuenta de esto. Cada vez que Hayami esquivaba o se movía, más y más de esos hilos iban llenando la sala. Los que se habían dado cuenta de esto se preguntaban qué era lo que estaba planeando aquella joven, no había explicación lógica para tirar así sin más aquellos hilos trasparentes.
Hayami ya con su respiración entrecortada por tanto esquivar, se detuvo justo antes de tocar una de las paredes. Se encontraba debajo de donde estaba alguno de los espectadores, así que un grupo reducido podía observarla. Por otra parte Ai no parecía estar muy contenta, aquella chica había estado jugando con ella al solo esquivarla como si no fuera nada. Aun no le había encestado ningún golpe, pero no dudaba que cuando lo hiciera, aquella extraña chica con el peluche caería inconsciente a la primera.
— Fue un buen ejercicio esquivarte, pero esto se acaba aquí— comentó Hayami al momento que sacaba un pergamino de su bolsa shinobi. Mordiéndose el dedo, desplego toda su sangre por el interior del pergamino haciendo que varios de sus peluches hicieran aparición. Los peluches pertenecientes a Hayami se abalanzaron contra Ai y antes de que pudiera siquiera moverse, Ryuk elevo todos los hilos trasparentes para aprisionarla en su lugar.
Ai quedo aprisionada por los hilos de Hayami y antes de que se pudiera dar cuenta, 5 mandíbulas de metal se clavaron en su cuerpo. Grito del dolor justo antes de ver como la de cabellos violetas le impactaba un puñetazo directo en el rostro que no tardo en dejarla inconsciente.
— ¡Eso fue sorprendente, Hayami!— gritó Naoki al momento en que Hayami se dirigía con ellos.
— ¡No esperaba menos de mi alumna! ¡Bien echo! – le felicitó su sensei con una sonrisa de oreja a oreja, Hayami no pudo hacer más que devolvérsela. Por lo que concernía a Hikari, con solo verla sabía lo que le diría así que no intercambiaron palabras entre sí.
"eso fue sorprendente, Hayami-chan. De seguro todos se mueren de envidia por ser tu sensei"
Pensó Yuki con gracia viendo con un aire de arrogancia a los demás jounins. Los demás lo vieron sin mostrarle signos de molestia ante esto, pero en su mente sí que elogiaban las habilidades analíticas de la Mikoshi. Muchos de los jounins presentes en el lugar sabían que no iba a ser una contrincante fácil para sus pupilos, ellos debían de tener cuidado con ella.
La pantalla volvió a moverse dando pie comenzado la batalla entre sakura e Ino. Esta fue bastante lenta y Hikari no le prestó atención como debería, para ella era innecesario saber el cómo acababa aquella batalla. Cualquiera que ganara, Hikari la derrotaría fácilmente. Para su sorpresa ninguna de las dos gano, el encuentro había terminado en un penoso empate.
"qué vergüenza"
Fue lo primero que paso por su mente, cuando su padre y tío depositaban a ambas kunoichis contra la pared. Sin embargo no dijo nada, hasta ella sabía que en algunos momentos era mejor ahorrarse sus comentarios.
La siguiente batalla fue entre Tenten y una tal Temari de la aldea de la arena. La batalla había sido interesante para Hikari, cada vez aquellos shinobis atraían más su atención, pero no le agradó mucho que le diera una golpiza a su amiga.
Una vez más la pantalla se movió para dejar ver quiénes eran los que lucharía, esta vez le tocaba a Naoki con un tal Akeyama Akemi. Hikari supuso de inmediato que se trataba de algún pariente de la chica con quien lucho Hayami. Pero Naoki tenía suerte de que no le haya tocado con la tal Temari. Al Tenten y él dedicarse al kenjustu, un individuo que pudiera bloquear todas sus armas era muy problemático y Temari era una de ellas. Tenten tuvo su batalla con ella, por desgracia, pero Naoki podía tener algo diferente y poder ganar el combate.
Ambos jóvenes se posicionaron uno enfrente del otro, esperando a que Genko diera la orden para que comiencen. Aquella orden no tardo mucho y Naoki lo primero que pensó fue abalanzarse contra su oponente, del otro lado fue igual. Ambos gennins se acercaron entre sí, uno con dos kunai en mano y el otro con sus palmas libres de cualquier artefacto. Naoki prosiguió a intentar cortar a Akemi, pero este lo esquivo con facilidad. No tardo mucho para que el de cabellos rojizos salga volando por una patada de aquel chico.
Naoki impactó con fuerza con una de las paredes, logrando que una parte se rompa. Él se levantó con bastante dificultad, aquel golpe no había sido algo normar, su fuerza había sido excesivamente poderosa. Se limpió la sangre que había escupido al recibir el golpe, sintiendo de inmediato lo caliente de esta.
Akemi sonrió y antes de que Naoki pudiera darse cuenta, ya lo tenía al frente suyo. Bloqueo con sus brazos el golpe de su contrincante, pero de nada sirvió, termino volando por los aires hasta caer a metros de él. Naoki se levantó sintiendo de inmediato la falta de movilidad en uno de sus brazos. El golpe que le había dado aquel chico había logrado romperle uno de sus brazos.
"su fuerza es igual a la de la chica que peleo con Hayami-chan. Ella mantuvo la distancia para poder prevenir sus ataques, si yo hago lo mismo..."
Naoki tiro un puñado de shurikens al momento que pensaba aquello. Mantener la distancia, eso era lo que debía hacer, pero eso sonaba más fácil de lo que se aparentaba. Aquel chico no era igual que Ai. No le sirvió de nada mantener las distancias con aquel chico, era mucho más rápido que él, apenas y podía lanzarle un par de shurikens que siempre lograba esquivar. Jamás le pudo encestar algún golpe, Naoki había terminado igual que Tenten, derrotado apenas la batalla había comenzado.
— ¡Naoki!— gritaron sus amigas junto con algunos ex compañeros de academia cuando Naoki cayó al suelo inconsciente.
Los equipos médicos no tardaron en llegar para socorrer al Yagane, sacándolo de ahí inmediatamente. Sus compañeras solo pudieron ver como se lo llevaban, sintiendo una gran preocupación por él en su interior. Había recibido bastante daño en su batalla.
"Espero que esté bien"
Pensó la Hatake viendo que el siguiente en luchar era Shikamaru contra una kunoichi del sonido. La batalla fue ingeniosa y entretenida, pero Hikari tenía otros problemas en mente como para mostrarle demasiada atención. Yuki se dio cuenta de esto, algo que le estaba yendo bastante bien desde el problema de Hikari. Jamad había sido de las personas que identifican de inmediato cuando alguien tenía un inconveniente o problema, solía darse cuenta cuándo alguien más se lo decía. Era cierto que Naoki se lo había dicho, pero ahora podía percibir que no era un problema menor. No sabía de lo que se trataba, pero estaba seguro que no debía de dejar a Hikari sola. Y eso era lo que iba a hacer, se mantendría lo más posible cerca de su alumna, así se aseguraría que ella estuviera bien y que su problema se solucioné rápido.
Sobre la conversación que tuvieron, Yuki sabía que la tendría que retomar en algún momento. Pero se encontraba más calmado, ahora sabía que Orochimaru no estaba involucrado en lo que le sucedía a Hikari. Aquello le daba un poco más de relajación, no deseaba que alguno de sus alumnos este en la mira del sennin.
Las batallas siguieron du curso establecido, pero a Hikari ninguna le pareció lo bastante interesante para llamar su atención. Habían sido entretenidas, le ayudaba a dejar de pensar por algunos momentos, pero no algo que pueda alagar o envidiar. Aunque debía de admitir que los que habían pasado a la tercera etapa eran bastante integrante, sin incluir al Uzumaki. Hikari aún no podía creer que ese idiota le haya ganado a Kiba tirándose un gas, era la técnica más estúpida que había visto en lo poco que llevaba de vida.
Todos los gennin se formaron frente al Hokage, antes de que esté comenzara con su discursó. Era uno bastante simple y había dado más información que otra cosa. Ahora Hikari sabía que podía convertirse en chunnin sin ganar los exámenes, simplemente tenía que sorprender a todos con sus habilidades. También que poseían un mes entero para poder entrenar, pero era más para hacer los preparativos que para otra cosa. Sin embargo, ella lo usaría para entrenar y descansar un poco, aún estaba un poco cansada de la 2 etapa.
"podría pedirle a papa que me entrene"
Pensó poco después Hikari, mirando de reojo a su padre desde su lugar. Sabía que sus alumnos también se lo pedirían, sería muy estúpido de su parte no hacerlo. Pero ella era su hija, tenía muchas más posibilidades de que su padre le diga que sí.
Hikari se había tomado el resto del día para descansar, los últimos 5 días habían sido muy estresantes para ella y deseaba que su mente se relajara un rato. Había curado la herida de su pecho, que no era más que una herida provocada por el chacra de su contrincante. Aquello no era nada que no pudiera manejar, con uno o dos días de reposo bastaba para que se curara. Así que los aprovecharía para despejarse del problema de su ojo y distraerse con algo divertido, como leer un libro o sacar fotografías de la aldea. Por suerte esa tarde su padre había ido a visitar a Sasuke al hospital, así que se encontraba sola para poder hacer lo que se le plazca. Pero no acaba mucho provechó de esto como otras chicas de su edad harían, con una taza de té, una manta y un libro estaba más que satisfecha. Esa era su idea de descansó ideal, sola con su libro y sin ninguna molestia alrededor. Pero algo así era demasiado perfecto para ser verdad o eso a vista de Hikari. La Hatake, antes de que pudiera percibir los movimientos fuera de su vivienda, fue cayendo poco a poco en un sueño profundo.
Hikari apareció en un lugar repleto de obscuridad, lo único que sus ojos llegaba a ver era su mismo cuerpo.. Se encontraba un poco exaltada pero sabía que se encontraba en un genjutsu. Eso era lo más lógico para explicar por qué se encontraba en aquel lugar, pero eso no significaba que le gustara estar ahí. No sabía quien la había metido, ni qué cosas estaría haciendo con su cuerpo ahora mismo, pero de algo estaba segura, aquella persona debía tener algo que ver con lo que le sucedía a su cuerpo. Quizás era la misma persona que la estaba observando en la segunda etapa de los exámenes y que en ese momento se estaba habiendo presente. Pero para su sorpresa, ninguna persona apareció al frente suyo, en cambio, el lugar se transformó en lo que sería una habitación infantil.
—Pero que extraño, ¿qué clase de genjutsu es este?— se habló a si misma antes de escuchar lo que serían unos pequeños ronquidos
Hacia uno de sus lados Hikari pudo ver lo que era una cuna. Al acercarse, se dio cuenta que eran dos bebes los que provocaban los pequeños ronquidos al dormir. Hikari no tardo ni dos segundos en darse cuenta de que uno de esos bebés era ella, si tío Guy se había encargado de mostrarle milésimas de veces las fotos que poseía de ella de bebe. Sin embargo, algo de ahí no cuadraba en lo absoluto, ¿Quién era el otro bebe?. Por lo que podía ver era notorio que el otro bebe era un varón, pero no podía identificar quien era para nada. Se parecía mucho a ella, su piel morena, cabello obscuro y desordenado, lo único que los diferenciaba era que poseía peca.
Dudosa y con un poco de curiosidad, Hikari intento tocar al bebe, pero su mano lo traspaso como la ilusión que era. No entendía muy bien porque aquella persona le mostraba eso, pero algo debía de traer entre manos. Ella debía permanecer alerta a todo, quizás en algún momento la intentarían atacar.
Miró hacia todas las partes de la habitación en busca de otra perdona, pero solo se encontraba ella con los bebes. Pero antes de que se pudiera siquiera preguntar del porque le estaban mostrando unos bebes, una mujer y un hombre entraron en la habitación con un sigilo sospechoso.
La mujer era más alta que ella, aparentaba unos 17 años como mucho. Poseía una complexión delgada y suave, pero se podía notar un poco sus músculos. Tenía el cabello laceo hasta la cintura de un color negro. Su piel era del mismo tono que Hikari, morena y tenía los ojos celestes.
El hombre no era muy diferente a la mujer, quizás se trataba de las características de su clan. Aparentaba unos 20 años. Al igual que la mujer poseía el cabello negro, pero a diferencia que él lo tenía con un par de ondas. Su piel estaba un poco tostada y sus ojos eran de un negro profundo.
Hikari observó cómo se acercaban aquellas dos personas. Caminaban con cautela, como si no quisieran que nadie los descubriera estando allí. Pero tampoco parecían tener intenciones de atacarla, así que no sabía muy bien para que se encontraran en aquel lugar.
— ¿Tiene que ser justo hoy, mi lady?— habló el hombre en voz baja.
— No, no es exactamente hoy, pero no me sirve criarla en este lugar. Tenemos que irnos lejos para que no nos encuentres, y cuando Leiko sea más grande para resistirlo, seguiremos con el plan— respondió la mujer entre susurros mientras que con cuidado alzaba en sus brazos a la Hikari bebe.
La mujer con la bebe en brazos junto al hombre, abandonaron el lugar en poco tiempo, antes fe que el lugar cambiara de escenario. Hikari apareció de repente en lo profundo de un bosque, donde la mujer y el hombre no se encontraban tan alejados de ella. La Hatake aun confundida, miro como la oreja huían de sus perseguidores que aún eran desconocidos para ella.
El hombre y la mujer no parecía tener intenciones de huir rápido, lo único que hacían era caminar rápido por aqueo bosque. Desde su punto de vista la pareja podía comenzar a saltar por las ramas para escapar con más rapidez y dejar atrás a sus perseguidores, pero no lo hacían. Podía ser que no querían despertar a la bebe, pero aun cuando saltaran por las ramas, Hikari no creía que la bebe se despertaría.
Ellos dos no hablaban mucho, de vez en cuando intercambiaban uno que otro comentario, pero no le daba la suficiente información a Hikari para saber lo que sucedía. El resto de tiempo que paso Hikari no pufo enterarse de nada, lo único que había cambiado era que había comenzado a llover. Sin embargo, antes de que ella se diera cuenta, los perseguidores de la pareja comenzaron a pisarle los talones. Por ende las dos personas empezaron a saltar por las ramas de los árboles. Hikari ni se movía, todos los obstáculos la traspasaban como si nada, así que no se le dificultaba ver lo que sucedía con aquella pareja.
Ambas personas estuvieron un tiempo saltando por las ramas, hasta que nuevamente sus perseguidores comenzaron a pisarle los talones. En ese momento aterrizaron en lo que en algún momento fue tierra, pero ahora solo era un enorme charco de barro. El hombre y la mujer se adentraron más en el bosque, mientras Hikari miraba a su alrededor para orientarse. Ellos no se encontraban muy lejos de Konoha, quizás estaban a 1 o 2 km de distancia.
— Se están acercando — avisó el hombre.
— ¿Hay alguna forma de mantenerlos alejados sin tener que separarnos?
— Podría dejar un clon, pero solo nos daría unos cuantos metros más de ventaja.
— ¿Solo uno? —Preguntó la mujer un poco exaltada, al parecer no le gustaba escuchar aquello.
— He gastado demasiado chacra protegiéndola, lady. Un clon es lo único que puedo darle —Contestó el de tez morena.
"¿protegiéndola? ¿De qué? Jamás estuvieron en una pelea"
Pensó Hikari, dándose cuenta en ese instante el estado en que se encontraba el hombre. No le había prestado mucha atención, especialmente porque solo estaban huyendo, pero él se encontraba bastante herido. Ella jamás los había visto pelear, así que el causante del genjutsu no deseaba mostrarle esa parte de la historia. Sin embargo, no le parecía necesario saberlo, con saber que había luchado era suficiente.
— No tardarán en alcanzarnos —Comentó la mujer.
— No creo que haya de otra más que escondernos, mi lady
— Sabes que tarde o temprano nos terminaran encontrado, lo único que podemos hacer es proseguir con el plan B —Cuestionó la mujer de cabello laceó.
— Por eso mismo le digo que lo mejor es escondernos, mi lady.— contestó el hombre con una sonrisa tallada en el rostro
Ambas perdonas se escondieron en lo que parecía una curva creada por las raíces de dos enormes árboles. No era muy conveniente esconderse en ese lugar, o eso pensaba Hikari, hubieran podido encontrar uno mucho mejor con solo buscar un poco más.
Hikari presto atención a la escena, pero no le causaba el menor interés. No entendía porque querían mostrarle aquello, ¿Qué ganaban con todo eso?¿ que se enojara por saber que no era hija biológica de su padre?, pues no lo estaban logrando. Le dolía un poco saber que no era su hija biológicamente, pero no veía que cambiaría eso su relación. Los lasos que tenía con su padre no eran algo que se romperían solo sabiendo aquello, pero le daba curiosidad saber cómo había terminado con él. Además, quería averiguar en qué consistía el plan B.
— Ya sabes que hacer— dijo la mujer con una voz monótona.
El hombre asintió sin darle complicaciones y Hikari se acercó más a ellos para ver mejor la escena. Ella no pudo evitar retroceder cuando aquel hombre se arrancó de un tirón el ojo, jamás se hubiera imaginado que hiciera eso tan de repente. Él no mostraba signos de dolor o arrepentimientos, sino que parecía estar realmente feliz, lo que espantaba a Hikari. No savia porque lo había hecho, ni su razón de estar tan feliz en ese momento, pero ella savia que cada bueno saldría de eso. ¿Acaso se sacaría algo bueno cuando una persona se arrancaba el ojo de esa manera?
La mujer hizo barias poses de manos antes de que ella tocara el parpado izquierdo de la bebe. Fue en ese momento que el ojo de Hikari hizo reacción o eso le parecía a ella. En ese mismo momento su ojo le comenzó a doler y a palpitar, como si en cualquier momento fuese a explotar. Era mucho más potente que las veces anteriores, tanto que le costaba un poco mantenerse en pie. Sin embargo, a diferencia de las otras veces, el dolor se disipo con rapidez hasta no dejar ni rastro de que alguna vez lo sintió. Fue un poco raro para ella, casi siempre su ojo le quedaba doliendo por un tiempo, aunque solo sea un dolor muy tenue.
Al estar en mejor estado, Hikari volvió a prestarle atención a la escena. No se había perdido de lucho, el dolor solo había durado unos pocos segundos. Pero fue en el momento precisó donde la mujer le arrancaba el ojo derecho a su yo bebe. Hikari no tuvo otra reacción que tocar su ojo para ver si estaba ahí, obviamente lo seguía teniendo. En su rostro podía sentir como su mano temblaba, aquella escena sí que la hacía perturbado. Lo del hombre era una cosa, pero que aquella mujer le arrancará el ojo cuando ella solo era una bebe era otra cosa. El hecho de pensar de que su ojo derecho no le pertenecía, le aterraba. No era el que le estaba atrayendo problemas, pero el hecho de no saber para que lo tuviera le daba más miedo aun. Su llanto ensordecedor no le ayudaba mucho, solo la alteraba aún más.
Como si fuera un flash, una imagen paso por su mente. Se trataba de una mano de mujer que se le acercaba lentamente, como si tuviera intenciones de tomarla y jamás soltarla. Hikari negó con la cabeza para sacarse aquella imagen, al parecer se había olvidado de aquello como el paso del tiempo.
Volvió a prestarle atención a la escena, intentando no recordar lo que había visto segundos antes, pero la escena no la ayudaba. La mujer le estaba trasplantando el ojo del hombre por alguna razón. Aquello le daba a entender algunas cosas, como por qué solo uno de sus ojos le dolía, pero no entendía para que esa mujer quisiera el suyo.
"Solo me queda seguir mirando, por desgracia"
Pensó Hikari como respuesta a la pregunta que estaba en su mente. Con el hecho de ver esa escena, las ganas de seguir mirando se le esfumaron. Sin embargó tenía unas preguntas que deseaba que sean contestadas, además de que preveía que no podría salir de aquel genjutsu. Aun no lo había intentado, pero algo dentro de ella le decía que no lo iba a lograr. Así qué Hikari jamás lo intentó hasta el momento y tampoco lo tenía en mente, solo le tocaba esperar y "disfrutar" de lo que le estaban contando.
Cuando la mujer le había terminado de trasplantarle el ojo a la Hikari bebe, desapareció del lugar con suma velocidad. El lugar quedo rodeado de nuevo de un enorme y obscuro básico, tanto que sentía que el aire era pesado. Esta vez estaba durando más que los anteriores y eso no le gustaba. Su vista solo llegaba hasta unos pasos adelante que ella y lo que restaba lo llenaba el vacío absoluto. En ese lugar no sabía si la iban a atacar o a mantenerla encerrada, pero ninguna de las dos opciones le gustaba. Para su suerte, unos segundos después de lo usual, el lugar cambio nuevamente.
Hikari se encontraba parada enfrente de su casa bajo una fuerte lluvia. No tardo mucho tiempo en aparecer la mujer con ella en brazos y dejarla acostada frente a la puerta. Ella toco tres veces la puerta y desapareció del lugar lo más rápido que pudo. Hikari se quedó mirando en la dirección donde la mujer se había ido, pero la desvió al escuchar la puerta abrirse. Ahí, delante de ella, se encontraba su padre con casi su misma edad. No había visto muchas fotos de él de niño, así que le sorprendió verlo de esa manera.
Su padre la tomo en brazos y la entro con él a la casa, dejando a Hikari afuera abajo la fuerte lluvia. El lugar cambio de nuevo, pero esta vez no estuvo ni un segundo en aquel lugar vacío, había aparecido directamente dentro de su casa. La casa también estaba un poco cambiada, pero seguía siendo reconocible. Su padre se encontraba sentado en la mesa, observándola como dormía en el sillón. Al parecer se encontraba pensando y no le sorprendía, le habían dejado una bebe en la puerta. Hikari siguió observando, pero nada de lo que sucedió le sorprendió, no hasta el día siguiente.
Su padre se despertó por lo que ella creía su culpa, su yo bebe intentaba mantenerse parada y lo único que tenía para levantarse era a su padre. Él no pareció molestarle en lo absoluto, todo lo contrario, se rio al ver como ella caía de trasero al futoon. Fue en ese momento que su padre aprovechó oara levantarse y alistarse por alguna razón, pero no tardo en descubrir porque poco después.
— Bien, te llevare con el Hokage— dijo su padre mientras la alzaba en brazos. Fue en ese momento que Hikari volvió al lugar vacío y obscuro que poco a poco comenzaba a detestar, noble gustaba a lo que estaba yendo todo eso.
"todo esto es un truco, no debería tomármelo tan a pecho"
Pensó Hikari para engañarse a ella misma. Sabía que todo o la mayoría que estaba viendo era verdad, porque solo uno de sus ojos estaba cambiando de color, el mismo ojo que no había sido trasplantado.
Hikari apareció en la oficina del Hokage, poco después de que su padre y ella entraran. El Hokage miraba a su padre sorprendido, pero aún no parecía tener intenciones de hablar.
— ¿Te la dejaron como a las 4 de la mañana, verdad?—preguntó el Hokage después de expulsar el humo de la pipa.
— Si... ¿Cómo supo?
— Fue por esa hora que se detectó a un intruso entrar en la aldea, es mucha coincidencia que aparezcas hoy con esa bebe. No creo que haya venido solo para eso, ¿Quién en su sano juicio entraría a una aldea shinobi solo para abandonar a una bebe?...
— ¿Qué está tratando de decir, Hokage-sama?—habló su padre interrumpiendo al Hokage.
— Que esa bebe la dejaron en tu puerta por alguna razón, una razón que podría poner en riesgo la aldea. Ella podría tener algo que en un futuro dejara ver y que puede ser bastante peligroso. Sé que esto es un poco loco, por la edad que tienes, pero necesitó que la cuides hasta que de indicios de que posee algo peligroso— habló el Hokage.
— Pero... yo solo vine para que se haga cargo de ella, no estará bien conmigo...
— Te estoy encargando esto como una misión, solo debes vigilarla y cuidarla un poco, no es algo muy complicado. Si ella crece te vera como un padre, así que no dudara en nada de lo que le digas... creo que no te debo decir que está completamente prohibido que le digas algo de esto, ¿verdad?
— Sí, no diré nada...
Hikari abrió los ojos con la respiración entrecortada. Lo primero que vio fue a su padre frente a ella, al parecer la había sacado del genjutsu. Sin embargo, un sentimiento amargo se estaba manifestando en todo su cuerpo, el dolor de ser traicionada por la persona que más fianza y amor tenía en el mundo. Los recuerdos que ella tenía con él parecían ser borrosos y cubiertos de falsedad, igual que su vida. Su vida solo era una farsa, una mentira creada para mantenerla vigilada para que no sea un peligro para la aldea. Lo único que la mantenía a salvo era que su padre aún no se había dado cuenta lo de su ojo, sino no sabía lo que el Hokage y él le harían.
"Eso puede ser solo una mentira. Te metieron en un genjutsu, Hikari, solo te estaba engañando para que no confíes en papa...pero acertaron con lo de mi ojo. Además, yo no me parezco en nada a papa, es más que obvio que soy adoptaba"
Pensó Hikari, aun con su mente batallando en si creé aquello o no. Se encontraba confundida por la última escena, ahora no sabía si aquello era verdad o no, así que su mente discutía para encontrar una solución al enigma.
— Hikari, ¿te encuentras bien?— le habló su padre acercándose a ella, en ningún momento noto que había ido hacia la ventana.
Hikari solo lo observó, intentando retener las lágrimas por lo lastimada que se sentía. No podía dejar que se entere que lo sabía, aun cuando quizás todo aquello era una mentira para confundirla. No sabía cuál de las dos era la verdad, si solo era una misión para su padre o si era su hija, pero no se arriesgaría a averiguarlo.
— ¿Princesa?
— Sí, solo estoy un poco cansada. Me iré a mi cuarto— dijo Hikari para poder alejarse de él, pero su padre apoyo al mano en su hombro para que se quedara.
— Descansa aquí. No hay ninguna persona en los alrededores, así que el causante del genjutsu debió irse, pero tampoco estoy muy seguro. Me preocupa que caigas en otro más y aquí podre vigilarte todo el tiempo— dijo su padre sin saber lo que aquellas palabras provocarían en Hikari.
La palabra vigilar resonó en sus tímpanos como si fuese un eco y le provocó un enorme desagrado. No le gustaba la idea de quedarse en la sala, quería estar en su cuarto, pero entendía que lo más sensato en esa situación era fingir. Fingir que aquellas palabras le provocaban seguridad y que no tenía ningún problema con dormir ahí. Así que aso lo hizo, asintió la dicho por su padre y fingió dormir en el sofá, bajo la vigilancia de él.
Okey es un poco largo, osea es el mas largo hasta la fecha y tiene el doble de palabras que yo suelo escribir en un capitulo. es decir tiene 6000 cuando suelo hacer de 3000 o 4000 palabras como mucho, pero no podía cortar la parte del genjustu en dos capítulos porque siento que no seria lo mismo.
Cambiando un poco de tema y hablando del capitulo,¡pero que intensidad! hayami paso a la tercera etapa junto a hikari, pero el pobre de Naoki termino perdiendo. Yuki se esta dando cuenta de que algo bastante grabe le ocurre a Hikari y no tardara en involucrarse para averiguar lo que sucede.
Yendo a lo mas importante, el genjustu. por fin podemos saber un poquito de lo que paso antes de que abandonaran a Hikari y ¿tiene un hermano mellizo? el cliché mas usado se hizo presente,¡si! ademas de que Hikari cree o esta en duda de que ella es solo una minios para Kakashi. ya veremos como se las ingeniara mas adelante para resolver este asunto.
Ya no hay mucho que decir, ademas de la escena padre e hija del comienzo, así que me despido hasta el próximo capitulo. bye, bye.
PD: Puede que haya uno que otro nombre sin mayúsculas, así que les agradecería si me lo dicen así los puedo corregir.
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