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Capitulo 10

El equipo 3 se encontraba nuevamente movilizándose entre las enormes ramas de los arboles. No habían tenido ningún enfrentamiento hasta el momento, mucho menos visto a un equipó en las lejanías. Esto le extrañaban al equipo tres, ellos eran novato y un fácil objetivo para los gennin con mas experiencia.

— ¿Estas 100 % segura de que no estamos en un genjutsu, Hayami? —Repitió par milésima vez Naoki. Hayami, al cansarse de escuchar esa pregunta otra vez le dijo:

— ¡Ya te dije que si!—Gruñó deteniéndose en la siguiente enorme rama, mas tarde, hicieron lo mismo Hikari y Naoki.

— ¿Sucede algo? —Consultó Hikari notando el entrecejo fruncido de la de ojos violetas.

El lugar quedo en silencio al Hayami mantenerse con los ojos cerrados. Naoki y Hikari se miraron entre si un poco confundidos, pero creían saber lo que ocurría. Hayami se los había explicado unas horas antes:

—Desplazare mis muñecos por un radió de 1 km, será mas fácil encontrar a un equipo vulnerable. Todo lo que ocurra con ellos se trasladara directamente a mi mente, de esta manera, sabremos cuando se encuentren con alguien —Explicó Hayami invocando de su pergamino a los dos mismos muñecos, un conejo y un oso. Ellos y Ryuk formaron un equipo especializado en localización.

—Como un clon de sombra —Comparó Hikari.

—Exacto, como un clon de sombra —Suspiró Hayami dándole la razón a su amiga, no sabia para que se tomaba el tiempo de explicar, si después se lo resumían de la forma mas simple.

Hayami, con aquel semblante serio, seguía sin decir una palabra. Sus dos compañeros se encontraban preocupados, desde hacia 5 minutos que estaba de la misma forma. Naoki miro preocupado a Hikari, ella se mantenía tranquila y seria, pero no sabia que en sus adentros intentaba mantener la compostura. Los dos sabían que nada bueno sucedía si su amiga se encontraba de esa forma.

—Creo que un equipo viene hacia aquí —Habló por fin Hayami abriendo sus ojos.

— ¿Que sucedió? —Preguntó Hikari con un cambio notorio en su voz por culpa de la preocupación.

—Mis muñecos fueron atacados y la recepción hacia mi cerebro desapareció. Ellos deben encontrarse en muy mal estado y, por la dirección en la que estaban, es casi seguro que sus atacantes vengan por nosotros. No estaban tan lejos, tardaran menos de 20 minutos en llegar. Sera mejor que nos preparemos —Comentó Hayami.

El grupo de gennin, después de haber puesto trampas que avisaran la llegada de sus enemigos, se encontraba parado en una rama de un árbol. Permanecían callados y alerta a cualquier tipo de ruido a su alrededor, debían estar listos cuando ellos llegaran.

El sonido de dos troncos chocar provocó que el grupo de novatos se incorporará con rapidez. Tres personas adultas se hicieron presentes ante los preadolescentes. Como todo equipo de gennin, consistía en tres personas, dos eran completamente iguales, altos y esbeltos, con un cabello castaño mezclado con unas cuantas canas y una barba un poco larga. El otro era todo lo contrarió, petizo y un poco regordete, con cabello rubio y sin ninguna cana.

—Al parecer nos sacamos la lotería —Manifestó con gracia el de menor de estatura del equipo.

Los gennin mantuvieron la distancia con sus atacantes mientras se armaban con un kunai en mano. Hikari elevo su brazo hasta que su mano estuviera a la altura de su pecho, para así tener mayor guardia en una de las partes más vulnerables del cuerpo. Por el contrario, sus compañeros mantenían el arma a la altura de su barriga.

Los gemelos se movieron con rapidez para atacar a Hayami y Naoki, el rubio por otra parte ataco a la azabache. Hikari esquivo el ataque de su adversario moviendo su cuerpo aun lado, antes de lanzarle una patada que el hombre logro detener. Se alejo de su contrincante, al él intentar golpear su mejilla. Moviendo sus dedos con soltura y agilidad, dijo:

— ¡Katon: Gokyaku no jutsu! —Gritó inflando sus pulmones hasta mas no poder, soltándolo segundos después en una enorme bola de fuego.

El gennin adulto retrocedió de inmediato, a su vez que protegía su rostro con sus brazos. La bola de fuego quemo las mangas y la parte del brazo del gennin. Hikari pudo escuchar como un grito de desahogo salía de la boca del gennin adulto.

Hikari aterrizo en una rama mas alta que el gennin, quien estaba distraído intentando quitarse su sudadera. La de cabellos sepia no perdió su oportunidad y prosiguió a lanzarle tres kunais, que cortaron el aire hasta llegara su objetivo. Se clavaron en el brazo del viejo gennin, al este ponerlo como un escudo a último momento. De su boca salió un pequeño quejido que Hikari tuvo la suerte de escuchar.

— ¡Hikari, cuidado! —Gritó Naoki desde unas dos ramas mas atrás que ella. Antes de darse cuenta un puñado de shurikens volaban hacia su dirección. Hikari hoyo como las armas cortaban el aire y, en un auto reflejó, se dejo caer de esa rama.

Cuando se encontraba en la caída, con su espalda dándole la cara al suelo, pudo sentir un fuerte ardor en su ojo izquierdo. Era un dolor fuerte y penetrante, que le quitaba el aliento. Sentía como si su ojo se quemaba por dentro, algo que ni tenia mucha lógica en la mente de Hikari.

Su espalda dio un golpe seco contra el suelo, quitándole la respiración que apenas tenia. Hikari se llevo la mano a su ojo para verificas que no estuviera sangrando, pero no sentía ningún liquido caliente.

"¿Que le está sucediendo? ¿Acaso esas shurikens tenían algo?,¿se me habrá metido en el ojo?"

Pensó Hikari antes de escuchar como dos metales golpeaban entre si. Levanto la vista encontrándose la espalda de su compañera frente a ella y un par de kunais en el suelo.

— ¿Estas bien? —Preguntó Hayami volteando a ver a la de cabellos sepia. Ella asintió un poco dudosa al incorporarse. El dolor en su ojo se había echo un poco mas tenue, pero seguía estando presente.

Hayami miro a su amiga de reojo, estudiando cada detalle de su aspecto para sesionarse de que se encontraba en buen estando. Repaso su cuerpo de pies a cabeza unas tres veces pero no había nada fuera de lo usual en ella, no tenía ninguna herida superficial que ella pudiera notar.

— ¿Algún plan? —Preguntó Hikari posicionándose al lado de la de cabellos violetas. Ella volvió a mirarla una vez más, pero esta vez sin intenciones de estudiar su bien estar.

— Mas o menos —Respondió al repasar en su mente el plan incompleto que había creado —Los gemelos son rápidos, pero sus ataques son poco precisos. El rubio con el que estabas luchando es un poco más lento, pero sus ataques son mas precisos —Resumió Hayami todo lo que había logrado analizar.

—Ya veo...Entonces debemos luchar con el que mayor ventaja tengamos en combate...Nosotras dos somos mas precisas a la hora de luchar, pero nuestras velocidad son muy disparejas. Naoki, por otra parte, suele ser menos precisó, pero nuestra velocidad es casi la misma —murmuró Hikari al estar pensando en voz alta. Hayami al escucharla hizo un ruido con la boca en concordancia.

—Eso es lo que aun no tengo claro. Pensando racionalmente, tu y Naoki serian mas aptos para los gemelos. Yo me encargare del anciano rubio —Comentó la de cabellos violetas después de meditarlo unos segundos. Hikari asintió a lo dicho y en pocos segundos, vio como su compañera volvía a la batalla.

Ella se mantuvo en su lugar un poco dudosa, no sabía si era buena idea volver a luchar. Desconocía la razón de aquel dolor repentino en su ojo y le preocupaba que fuera grabe, ¿y si se quedaba siega de un ojo en el medio de la batalla? Muchas cosas podían suceder, pero Hikari sabia que ganarle a esos tipos era importante. Ellos podían tener el pergamino que necesitaban y si lo obtenían, podían pasar a la tercera etapa de los exámenes.

"Vamos Hikari, tu puedes. Esto es importante, luego habrá tiempo de sobra para preocuparse"

Se animó mentalmente antes de lanzarse a la batalla. Sus pies se movieron con rapidez y ligereza, antes de que tres shurikens se escaparan de sus dedos en dirección a su objetivo. Uno de los gemelos, que se encontraba en esos momentos luchando contra Naoki, salto a un lado esquivando las armas que al final se clavaron en el suelo.

Él se había distraído solo por un segundo, pero fue el suficiente tiempo para tener a Hikari al lado. Volvió a hacerse aun lado para esquivar el ataque con la kunai de la azabache. Girando sobre si misma, intento atacar una vez más a su contrincante.

El choque de los dos metales se escuchó débilmente en aquel campo y, la colisión de estos, provocó la creación de chispas que desaparecieron antes de llegar al suelo. Ambos contrincantes ejercían fuerza en su respectiva arma, intentando que al otro se le debilite la resistencia.

Los kunais resbalaron entre si por la fuerza ejercida entre ambos individuos, volviendo a chocar con casi la misma fuerza segundos después. Se escuchaban los golpes metálicos constantes de ambas armas. En el aire se podía sentir la presión que los gennin's sentían en ese momento, la presión de ganar para poder pasar a la siguiente etapa.

En otra parte del lugar, Naoki logro darle una patada penetrante en el pecho de su contrincante. Por la fuerza el gennin no pudo evitar retroceder y sentir que el aire se había escapado de su cuerpo. Él intento retomar el oxigeno, viendo a su vez a Naoki acercarse con dos kunais en mano. Esquivo el ataque del preadolescente y aprovecho para golpearlo en el estomago elevándolo del suelo, segundos después lo pateo en el rostro arrastrándolo a metros de él.

Naoki callo al suelo, raspándose los brazos y un poco su rostro. Un par de raspones comenzaron a sangrar apenas se haya levantado y, dejando de lado aquellas pequeñas heridas, se lanzo nuevamente a su contrincante. Un choque metálico pudieron escuchar ambos gennin segundos sucesivamente de otros mas. Ambos esquivaban y brequeaban los ataques del kunai de su contrincante, recibiendo una que otra cortada por alguna parte de su cuerpo.

Naoki movió su pie cambiando rápido de dirección y le propino un fuerte golpe en la barbilla del castaño. Sintiendo un fuerte malestar, el gennin mayor retrocedió tocándose la barbilla, sabia que se le hincharía mas tarde. Aun con su mano en la barbilla, esquivó los ataques del de cabellos rojizos. Sus movimientos poco a poco se hacían mas lentos, debido al cansancio y Naoki lo notaba.

El castaño retrocedía debido a los ataques progresivos del de cabellos rojizos. Lo único que podía hacer era bloquear los asaltos del joven y, de vez en cuando, esquivarlos. Su velocidad le había jugado una mala pasada, él confiaba que su rapidez lograría vencer a sus contrincantes, pero se había equivocado. La energía que poseía se había consumido con rapidez debido a mantener una velocidad contante. Lo único que había logrado era enjaularse entre un árbol y el joven novato que tenia enfrente.

"¡ya lo tengo!"

Pensó Naoki sonriendo confiado. Se lanzo una vez mas a su enemigo, veía la batalla ya ganada. Sin embargo, el castaño aun no había perdido sus ganas de luchar. Él esquivo el golpe del Yagane, moviéndose a uno de los lados. Ambos gennin quedaron frente a frente por unos segundos, mirándose y estudiándose el uno al otro.

El castaño trago saliva nervioso, no le alegraba nada aquella situación. Podía ver la desventaja que tenia respecto al novato y no era solo él, sus compañeros se encontraban en su misma situación. Aquellos novatos tenían algo dentro, no eran iguales a los de siempre. El castaño lo sabía muy bien, lo sabia desde qué aquel chico rubio grito en la primera etapa.

Peleando con ellos, sentía que su experiencia no iba con su nivel en batalla. Comenzaba a preguntarse si había subestimado a los novatos. Sus compañero también pensaban lo mismo, Hikari y Hayami le estaban provocando varias dificultades. Ellos también podían notarlo, aquellos novatos no eran normales.

Esquivando un ataque improvisado por su contrincante, Hayami hizo los sellos necesarios. Una niebla repentina rodeo el cuerpo de la Mikoshi y, en cuestión de segundos, el rubio callo dormido al suelo. Caminó con tranquilidad y cautela hacia el gennin mayor, escuchando de fondo los ruidos de las batallas de sus compañeros. Rebuscó ente el contenido de la bolsa shinobi del rubio en busca del pergamino.

Uno de los castaños, notando lo que hacia, intento correr hacia Hayami para apartarla de su compañero, pero fue detenido por la azabache.

Sintiendo una vez más aquel dolor en su ojo, ataco a la persona enfrente suyo. Intentaba ignorar lo mas posible aquel dolor, pero en ocasiones era imposible. Su contrincante aprovechaba esos momentos de dolor para herirla lo más posible, aunque ella no tardaba en recuperarse.

El castaño esquivó su ataque y con unos pocos sellos, creo unas bolas de barro que escaparon de sus labios. Hikari noto de inmediato que le costaría esquivar el ataque y como una solución rápida, utilizo el jutsu de sustitución para aparecer a unos metros.

Atacando a su contrincante por la espalda, Hikari creo dos replicas idénticas a ella. Aquel jutsu no era como el de su padre o el de Naruto, simplemente eran ilusiones que servían como distracción. El castaño esquivó la patada que Hikari le proponía dar, encontrándose poco segundos después con las replicas de la joven. La Hatake, mezclándose entre sus clones, volvió a atacar a su enemigo. Él intentaba encontrar a la azabache original, pero no podía diferenciar una Hikari de otra. El primer golpe fue esquivado por el castaño, desapareciendo la azabache poco después, solo era un simple clon. Bloqueo el siguiente ataque, pero la joven lo traspaso y desapareció como la primera.

El gennin adulto miro al frente, ante él se encontraba la que debería der la verdadera Hikari. Sonrió de lado viendo como la joven se dirigía a él para atacarlo. Se hizo a un lado para esquivar el puñetazo de la novata. Grande fue su sorpresa al ver como aquella joven desaparecía antes sus ojos. Miro hacia los lados nervioso y confundido, intentando encontrar a la joven.

"¡¿Donde esta?!"

Pensó volviendo a mirar hacia todas partes.

— ¿y cuando despertaran? —Preguntó Naoki viendo a su contrincante en el suelo.

— ¿Acaso importa?, logramos vencerlos, eso es lo importante —Habló Hikari en el momento que desaparecían sus dos clones.

Había sido algo muy repentino, ni ellos esperaban que Hayami hiciera tal cosa. Ella, justó cuando Hikari había creado los clones, aprovechó para sumir a los gemelos en un genjutsu. Fue algo repentino, ellos mismo se quedaron sorprendidos a tal acción.

—Por cierto, Hayami—Volvió a hablar Hikari— ¿El tipo rubio tenía el pergamino?, nosotros revisamos a los gemelos pero no lo llevaban — Añadió apuntando con su pulgar a su amigo, quien se encontraba golpeando la mejilla de uno de esos hombres. Naoki intentaba ver si se despertaba.

—Espera un minuto —Le dijo la de ojos violetas haciendo un ademan con la mano —Naoki no hagas eso. El genjutsu no es tan fuerte, lo despertaras —Le regaño de forma tranquilas, aunque su mirada daba un poco de miedo.

—L-lo siento —Se disculpo rascándose la nuca de forma nerviosa. No le gustaba ver esa mirada en su amiga, le daba miedo. Hayami y Hikari no pudieron más que suspirar ante aquello, ya se habían acostumbrado a ese lado tonto de su amigo.

—Ven a escuchar Naoki, esto es algo importante —Le dijo Hayami y él asintió antes de juntarse con ellas —Estamos de suerte, tenían exactamente el del cielo...

— ¡Entonces aprobamos!¡si, yuhuu! —Se emocionó Naoki comenzando a saltar en su lugar, como una forma de quitarse toda aquella energía que tenia de golpe en su cuerpo.

—Naoki tranquilízate, aun tenemos que llegar a la mitad del campo. Además, seguro que tu quieres ir a por los peluches —Comentó Hikari hablando con Hayami a lo ultimo, quien solo asintió.

—...Cierto... ¿Pero que no habías perdido contacto con ellos? —Preguntó Naoki.

—Así es, pero se el lugar exacto en donde se encuentran. Ellos no están muy lejos, ¿recuerdas que dije que estarían a un kilometro de nosotros?, nos tomara menos de una hora encontrarlos. Además, por la posición del sol, no faltan muchas horas antes de que anochezca. Y si no me equivoco, estamos a mas de 5 kilómetros del centro, aproximadamente tardaremos 3 horas o mas en ir a buscarlos y llegar al punto de reunión. Para hoy estaremos allá, te lo aseguro —Explicó la de cabellos violetas siendo escuchada con mucha atención por el Yagane. 

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