Hikari se encontraba sentada bajo un árbol, esperando a que las clases comiencen. Su padre, ya se había ido hace unos minutos y solo le tocaba esperar sola a que el timbre sonara.
Los demás niños, corrían y gritaban por todas partes, aun cuando no se conocían. Desde la distancia se podía notar la felicidad que ellos emanaban, a excepción de la hatake, ella preferida si molemente estar sola.

“ que molestos”

Se quejo en su mente, mientras abría un libro para comenzar a leer.

A una cierta distancia de la hatake, un chico de cabellos rojos la observaba, mientras se aferraba a la falda de su madre. Esta, ignorando al niño, conversaba amigablemente con otro padre.

.— mama, ¿puedo ir a jugar con los otros niños?.— le pregunto tirando de su falda para llamar su atención.

.— claro, mi amor, pero vuelve cuando suene el timbre, quiero despedirme de ti.— le informo su madre por lo que el niño simplemente asintió, no tardando mucho tiempo en salir corriendo.

Se detuvo al lado de ella, quien no levanto la mirada al sentir su presencia. El niño previendo   que no iba a prestarle atención, se inclino para que su rostro quedara a la vista de la niña. Hiciera, levanto un poco la mirada después de la acción del de cabellos rojos. Ella al verlo, hizo una mueca de disgusto para segundos después ignorarlo y prestarle nuevamente  atención al libro que leía.

El de cabellos rojos notando que la niña lo había ignorado por completo, se sentó al lado de ella, no iba a rendirse tan fácilmente.

.— me llamo naoki.— le hablo con amabilidad, intentando que la niña dejara el libro y le prestara un poco de atención.

.— hikari.— dijo con un notorio fastidiar en su voz, no entendía porque ese niño quería hablar con ella.

.— ¡¿quieres jugar?!.— le pregunto entusiasmado de que la niña al fin le dirigiera la palabra. Desde lejos se podía ver los brillos de ilusión que se encontraban en sus ojos.

.— no.— sentencio reseca la hikari , sin siquiera tomarse el tiempo de mirarlo. El entusiasmo de naoki se fue por los suelos al escuchar la negativa, pero no logro hacer que se fuera de aquel lugar, ni sus intenciones de hablar con esa solitaria niña.

.— etto… ¿ es divertido el libro?.— pregunto recibiendo un asentimiento de parte de la azabache como respuesta.— ¿ de que se trata?.— añadió segundos después,  con eso definitivamente iba a lograr que hikari le hablara.

Hikari, viendo lo que quería lograr el niño, lo volteo a ver con mala cara. Naoki por inercia, se asusto, pensando que había echo algo malo. Sin embargo, él no dijo nada, solo espero a que la azabache le hablara.

.— ¿Qué quieres?, me estas molestando.— se atrevió a por fin decirle hikari. Él simplemente parpadeo confundido, pero no tardo en  caer en la cuenta de que era lo que le molestaba.

.— lo siento. Siempre estas sola, así que pensé que te constaba hacer amigos.— le hablo naoki bajando su vista al suelo, para no sentir tanto la mirada penetrante de la azabache.

.— no me cuesta, solo no quiero hacer amigos.— le dijo aun molesta, volviendo su mirada al libro.
Naoki frunció el entre cejo al ver que volvería a ignorarlo. No importaba si esa niña no quería tener amigos, él estaba decidido a crear una amistad con ella, así que no se rendiría.

.— no respondiste a mi pregunta, ¿de que trata el libro?.—  insistió naoki, recargando un poco su cuerpo en el de la azabache. Ella, frunció el ceño al sentir el peso extra que tenia que aguantar. Además de la cercanía  de aquel niño, el cual, consideraba altamente molesto.

.— de un  niño y su abuelo que intentan descifrar el enigma, de porque todo el pueblo le tiene miedo a un tal pampinoplas.— le resumió hikari, lo mas posible.

.— ah…¿es divertido?.— volvió a preguntar naoki, dándose cuenta de que era la única manera de hacer que hikari hablara. Ella, al ver que no necesitaba responder con palabras, simplemente hizo un gesto de asentimiento.

.—… ¿Por qué no quieres tener amigos?.—  hablo naoki, dejando de apoyar su peso en ella.

.— todos son molestos, gritones y nunca se quieren mantener quietos.— respondió con una notoria molestia.
Él se quedo callado, pensando un poco lo dicho por la azabache. Ella no era como las otras niñas, eso lo podía notar todo el mundo, pero naoki no entendía el porque. Si, le había dicho las razones por las cuales no le interesaba tener una amistad con los otros niños, pero eso no decía que las entendía. En si, para la vista de naoki y los otros niños, hikari era rara.

.— que rara eres.— le dijo naoki.
Hikari, frunció el ceño y cerro su libro con fuerza, para que el niño de cabellos rojos escuchara el sonido. Sin decirle nada,  se levanto y se fue de ahí,  dejando a naoki muy confundido.

Hikari, se encontraba sentada en los últimos asientos, junto con la única niña que no era ni gritona, ni molesta. No hablaba con ella, solamente porque no le interesaba hacerlo, pero si sabia que su nombre era Hinata, gracias a que el sensei pasaba asistencia.  Al otro lado de donde se dentaba ella, no había nadie, solamente la pared de madera.
El timbre  sonó, dándole a entender a los alumnos que el receso había comenzado. Hikari, sin muchos apuros en comparación de sus compañeros, abrió su mochila y saco una cajita que contenía su almuerzo. Con eso en mano, salió del salón, siendo la ultima de la clase en hacerlo. No tardo mucho en ir al patio de la academia y sentarse en el mismo lugar de siempre, debajo del mas alto árbol que había en el lugar.

Abrió la cajita y se dispuso a comer lo que le había echo si padre. La caja, contenía arroz con verduras siendo la mas proveniente el zapallo; unas salchichas cortadas en pequeños pedazos; sushi y  un mediano separador solamente con zapallo, que siempre dejaba para lo ultimo.

Hikari comenzó a comer sin mucho apuro, viendo como los demás niños corrían de un lado para el otro, entre ellos el niño que había conocido esa mañana. Él parecía  estar divirtiéndose, mientras los demás niños huían cuando se les acercaba, seguramente estaban jugando a la mancha.  Desde donde estaba, podía escuchar las sonoras carcajadas de sus compañeros, juntos con sus pisadas.

En otra parte del patio, se encontraba un grupo de niñas, pero no estaban jugando, mas bien estaban tratando de llamar la atención de un solo niño, Sasuke. Él, por otra parte,   intentaba huir de ellas a cualquier costo. Hikari, podía notar ese notorio fastidio que tenia aquel niño, el mejor de la clase.

La atención de la azabache volvió a los niños jugando frente a ella. Hacían mas ruido de lo que a ella le gustaría, pero no había ningún lugar que no los tuviera, así que solo le tocaba aguantarlo.

Hikari vio como naoki se alejaba del niño que era la mancha en ese momento, deteniéndose al lado de otro infante. Mientras tanto, la mancha perseguía a otro infante, pero no tarde mucho tiempo en rendirse y fijar su mirada en naoki. Él, corrió hacia el de cabellos rojizos, quien se dio la vuelta para huir del niño, calendo al suelo sin siquiera dar un paso. La azabache, frunció el ceño, mientras oía las carcajadas de los infantes dirigida a naoki. A hikari, eso no le parecía nada gracioso.

Él, sin darse cuenta de conque se había tropezado, se sentó en el suelo. Se sentía adolorido por la caída, en especial en las rodillas y brazos, que en estos últimos podía ver los notorios raspones. Se levanto del suelo, doliéndole aun mas las rodillas, con lagrimas en las comisuras de sus ojos.

.— ¡mancha!.— grito el niño de cabello castaño. Naoki simplemente lo miro y prosiguió a decir:

.— no quiero jugar mas.— sentencio el de cabellos rojizos y sin esperar una respuesta, se alejo del grupo de niños hacia uno de los arboles, para así sentarse.

.— ¡¿Qué?, pero si solo te caíste!.¡anda naoki, no seas una niñita, ven a jugar!.— grito uno de sus amigos, pero naoki simplemente lo ignoro.

Por otra parte, hikari solo lo observaba como se sentaba bajo la sobra de un árbol, a unos pocos metros de ella. Los niños, seguían gritando que vaya a jugar y que, por alguna razón que no entendía hikari, no sea una niñita. Naoki, por su parte, solo negaba o ignoraba las peticiones de sus amigos. Le dolían  mucho las rodillas y brazos, él no tenia ganas de correr en ese momento. Sus amigos,  al ver que no vendría a jugar con ellos, se rindieron y prosiguieron a lo que estaban jugando.

La azabache, cerro la cajita ya vacía, dispuesta a acercarse al de cabellos rojizos. Camino hacia él y se sentó a su lado, notando por primera vez que el infante intentaba no llorar. Ella, volvió a fruncir el ceño, mirando a uno de los niños que hace segundos jugaba con naoki.

.—¿estas bien?.— le pregunto, viendo como sus brazos tenían algunos raspones y en algunas partes comenzaba a sangrar. Naoki no le respondió, no tenia muchas ganas de estar con alguien en ese momento.— te sangra el brazo, mejor ve con Iruka-sensei.— añadió, apuntando a las partes sangrantes de su brazo.

.— no me duele.—  le dijo, mientras que su labio inferior temblaba débilmente. Hikari, dándose cuenta lo que intentaba hacer naoki, arrugo el entrecejo. El ambiente entre ellos se mantuvo en silencio, uno incomodo para hikari, lo cual en ella era extremadamente raro.
La azabache, miro a los niños jugando, mientras ignoraban el estado de naoki y eso a hikari no le gustaba. Ella no tenia amigos, no le interesaba tenerlos, pero solía preguntar si estaban bien, aun cuando solo los conociera de nombre, he ahí la razón del porque estaba en ese momento con naoki.

.— ese niño te puso el pie, ¿lo sabes, no?.— le dijo, apuntando a un niño con cabello azulado. Naoki, miro a la dirección en que apuntaba la azabache y levanto levemente sus labios, en una mueca de disgusto.— ve con Iruka-sensei, eso se va a infectar.— volvió a decirle, pero esta vez de forma mas autoritaria.

.—no.— se negó, de la misma forma que ella lo había echo horas antes. Hikari, por obvias razones, le degusto la respuesta de naoki, así ir sin decirle nada, lo tomo de la muñeca y lo obligo a levantarse.— ¡oye, no quiero!.— añadió con un tono caprichoso.

.— no recuerdo habértelo preguntado.— sentencio hikari, arrastrándolo hasta la entrada de la academia, en donde se encontraba su sensei.

Naoki, intentaba zafarse del agarre de hikari, pero ella lo tenia muy bien agarrado. Al parecer, esa niña tenia mas fuerza de la que él creía. Al final, naoki se dio cuenta de que no podría impedir lo que hikari quería, así que solamente se dejo llevar por la niña.  En su rostro, al pensarlo mejor, apareció una pequeña sonrisa, a diferencia de sus amigos ella se había preocupado por su bien estar. No eran amigos, apenas se habían conocido esa mañana y al final ella se había enojado con él, pero ahí estaba,  llevándolo con Iruka-sensei aun cuando él no quería.

.— Iruka-sensei.— lo llamo para que así  les prestara atención, al estar a espaldas de ellos hablando con otro profesor. El nombrado se dio la vuelta, notando de inmediato la suciedad y heridas que tenia el niño.

.— ¡¿ pero que te paso?!.— pregunto alarmado dirigiéndose solamente a naoki.

.— un niño le puso el pie y se callo.— le respondió hikari, cruzándose de brazos. Naoki, frunció el ceño disgustado al hikari responder con la verdad. Ahora, todos sus amigos lo tacharían  de botón.

.— ¿ y quien fue?.— volvió a preguntar el adulto, par lo cual hikari levanto los hombros, al no saber el nombre de aquel niño. Y sin esperar un segundo, hikari e Iruka fijaron su mirada en naoki, esperando a que diga el nombre de aquel niño.

.— akemi.— le dijo naoki, sabiendo de que no servía de nada ocultar el nombre de aquel niño.

.— bien. gracias hikari por decirme. Naoki, ven conmigo, te llevare a la enfermería— le dijo y ambos entraron a la academia, perdiéndose de la vista de la azabache.

Naoki, entro en el aula, atrayendo la atención de todos sus compañeros y sensei, quien simplemente le sonrió. Miro todo el lugar, notando de inmediato que sus amigos se habían cambiado de asiento, lejos de él y se notaba de lejos su enojo por el de cabellos rojizos. Hikari, también se había cambiado, pero ella se encontraba sentada junto al asiento de él, lo cual agradeció.
Naoki, ignorando las miradas fulminantes de sus amigos, seguramente regañados por Iruka, se sentó en su respectivo asintiendo y miro de reojo a la niña de cabello azabache.

.— ten, me sobro tiempo y te copie lo que Iruka-sensei escribió en el pizarrón.— le dijo hikari, devolviéndole su cuaderno con las anotaciones que ella le había echo.

.— gracias.— le dijo sonriendo de oreja a oreja, quizás si podría hacer una amistad con esa niña, una mucho mejor que las que tenia ahora o tuvo.

  El timbre que daba por finalizado las clases sonó. Hikari, previniendo un evento que sucedería  finalizadas las clases, miro a los que serian los amigos de naoki y los fulmino con la mirada. Ellos ni se inmutaron y simplemente se quedaron en su lugar, esperando.

.— ¿ salimos juntos, hikari?.—le pregunto naoki, haciendo que ella devuelva su mirada a él y asintió.
Ambos se levantaron de sus asientos y salieron del aula, seguidos por detrás del grupo de amigos de naoki. Hikari, estando alerta a los sonidos detrás de ella, intentaba mantener un poco de su atención a lo que le estaba diciendo el de cabellos rojizos.

Los pasos detrás de ellos se apresuraron, por lo que hikari hizo lo mismo, obligando a naoki a hacerlo también. Sin embargo, eso no funciono. De un momento a otro, los pasos se hicieron aun mas veloces y una mano tiro de su cabello con fuerza. Para naoki no fue diferente, excepto que a él lo habían tomado del cuello de su buzo.

Hikari se mantuvo en su lugar, mientras que aquel niño tiraba de su cabello. Eso era lo malo de tenerlo tan largo, no podía darse la vuelta y golpear a ese maldito niño. Sin embargo, ella no era tan tonta, sabia como salir de esa situación, así que no tardo mucho para que le propinara un fuerte pisotón en el pie al niño, obligándole a soltarla. Se dio media  vuelta y le dio un puñetazo en el rostro, provocando que él callera al suelo. Y, sin darle tiempo a levantarse,  se sentó arriba de él para  comenzar a golpearlo, pero el niño cubría su rostro con sus brazos. Sin embargo, la ventaja de la azabache no duro mucho, otro de los  infantes no había tardado mucho en agarrarla por la espalda y separarla de aquel chico.
Mientras tanto, naoki golpeaba en el rostro a akemi, el niño que le había puesto el pie cuando jugaban. Pero él no estaba solo, también había otro chico, el cual había logrado golpearlo en la mejilla.

El infante de cabellos rojizos, esquivo a duras penas una patada proviniendo del otro niño. Sin embargo, en el transcurso de este, sus piernas se enredaron entre si y callo de trasero al suelo, levantándose de inmediato segundos después. En ese momento, akemi se abalanzó sobre él, tirando a ambos al piso y dejándolo a él encima del de cabellos rojizos.
Naoki viendo en la situación en la que se encontraba, intento sacárselo de encima empujándolo o tirándole del cabello, pero fue en vanó nada de eso funcionaba. En cambio, le resultaba mas fácil a akemi golpearlo en el rostro, al tenerlo sin ninguna defensa.

Mientras las dos peleas se llevaban a cabo, unos gritos se escucharon de trasfondo, segundos antes de que los 6 niños sean separados por dos sensei, uno de ellos Iruka. Los 6, se encontraban separados en dos grupos, hikari y dos amigos de akemi por un lado, y naoki, akemi y su amigo por el otro. Todos ellos, se encontraban con el labio o la nariz sangrado, junto con uno o dos moretones en el rostro.

.— ¡¿me pueden decir a que demonios se debe esta pelea?!.— pregunto enfadado Iruka, mientras era observado por 6 niños con miradas arrepentidas, siendo solamente dos las que realmente lo estaban.

.— nosotros estábamos saliendo y ellos nos atacaron sin ninguna razón.

.— les delato hikari apuntando al líder de aquel grupo.

.— es cierto, le tiraron del cabello a hikari— le ayudo naoki.

.— ¡están mintiendo, ellos nos atacaron, nosotros no hicimos nada!

.— se defendió akemi, apuntando a hikari, al tenerla al frente suyo.

.— ¡ es verdad!.— le siguieron sus amigos, siendo escuchados por ambos profesores.

Iruka, miro a todos sus alumnos, ninguno de ellos era de meterse en problemas, en especial hikari, quien le sorprendía encontrarla metida en esa pelea. Sin embargo ahí estaban, los 6 niños con sus rostros magullados por la pelea frente a él. Lo único bueno de la situación, era que todos los padres se encontraban esperándolos afuera, así que no debía tomarse el tiempo de llamarlos uno por uno.

.— no puedo creer que te hayas metido en una pelea.— le dijo su padre con el ceño fruncido, mientras iban camino a casa.

.— ellos nos atacaron, yo solo me defendía.— se justifico hikari aun enojada por el problema.

.— aun así...—menciono kakashi en un suspiro. Hikari tenia sus razones muy bien justificadas, pero eso no quería decir que a kakashi le gustara saber que su hija había estado involucrada en una pelea.  mucho menos ver su cara con sangre y moretones; y su cabello todo despeinado.

.— hice un amigo.— le comento hikari, un poco indiferente al problema.

.— si, eso bueno, pero intenta no meterte en peleas de ahora en adelante, ¿de acuerdo?.— le dijo por lo que su hija asintió. Kakashi le sonrió, al final algo bueno había salido de todo aquel problema y le alegraba saber que  su hija tenga por fin un amigo.

                            ¡Hello!
¡Estoy de vuelta, pero esta vez con el primer capitulo ya editado!.

Para los que ya lo leyeron, sabrán que cambie todo. No se, noto que esta vez es mucho mas realista y el anterior no era así. Además, me lo puse a pensar y me di cuenta de que, por la manera de ser de hikari, no querría o no le interesaría hacer amigos, lo que no sucedía en la versión anterior. Incluyendo también, que hice a los personajes demasiado maduros para su edad, cuando la madura solamente era hikari.
Bueno, eso es todo, tampoco me quiero alargar. Espero que les haya gustado y nos vemos:
Bye,bye