•Tres
Había perdido la cuenta de cuantos vasos con agua había bebido ya. Pero finalmente el ardor se detuvo y suspire agotado.
--- Mierda... ---suspire cansado.
--- Quizás debas irte ya, el próximo Viernes podemos seguir ---Interrumpe Alina, mirándome preocupada.
--- Si... creo... creo que eso estaría bien. ---murmuró entrecortado.
Ambos regresamos a la sala para poder tomar mi cuaderno viejo y luego finalmente irme.
Alina se recargo en el marco de la puerta, para luego ser su horrendo perro el que se asomara. No sé porque sentía que había disfrutado de verme así.
--- Nos vemos el Lunes ---dice Alina despidiéndose.
Como desearía que no fuese así.
--- Claro ---respondo con una falsa sonrisa.
Caminaba rápidamente hasta el auto, tratando de hablar mucho con ella y solamente huir despavorido.
Finalmente estaba dentro del auto, en la comodidad y protección de mi cómodo y costoso auto. Ya podía relajarme.
Le hice una seña con la mano a Alina, moviendola de un lado a otro, mientras arrancaba el auto.
--- Eso sí que fue incómodo ---digo para mi mismo.
Revisé mi teléfono al momento en el que vibró. Habían varios mensajes sin leer y dos llamadas pérdidas.
Todos y cada uno de ellos eran de Chloe, seguramente estaba ansiosa por verme al igual que yo a ella.
No dude en llamarla y sonreír como bobo.
--- Hola preciosura ---digo al momento en el que responde.
--- Jos, ¿Donde carajos estás? Sabes que hoy es nuestro día ---dice, seguramente estaba haciendo pucheros. Sonreí al escucharla.
--- Lo siento linda, tuve que resolver algunos asuntos está tarde ---comenté recordando como Alina trataba de enseñarme.--- Prepárate, llegaré a tu departamento en 10 minutos ---digo mordiendo mi labio.
--- Te veo pronto, Jossi ---responde para después colgar.
Estaba algo cansado, hoy fue una tarde algo loca y muy pesada. Pero la mejor forma de relajarme y pasar un buen rato, siempre es teniendo sexo, y quien mejor para eso que Chloe.
Aparque el auto en el estacionamiento privado del edificio en el que Chloe vivía. Tome un par de condones de la guantera y me mire en el retrovisor.
--- Muy bien Jos, deja paralitica a Chloe ---me dije mirándome y reí al escucharme.
Acomode mi cabello de tal forma en que me mirará realmente sexy. Desabotone unos cuantos botones de mi camisa, dejando ver un poco más de mi pecho.
Salí del auto, caminando en dirección a la entrada principal del edificio, un hombre de baja estatura y trajeado me abrió la puerta con una agradable sonrisa.
--- Joven Canela, la señorita Chloe la espera ---avisa la chica rubia de recepción.
Siempre era así, llegaba y la chica rubia y de pechos lindos me daba la bienvenida, sin duda ella sabía que sólo venía por una buena ronda de sexo.
Entre a el ascensor una vez que las puertas metálicas se abrieron de par en par. Oprimi el botón 7 y el ascensor comenzó a subir.
Jugaba con mi cabello desesperado, en verdad necesitaba esto, era como una adicción, adicción a el sexo.
Pero había algo que no me dejaba pensar bien, aún había algo en mi mente que me abrumaba y me confundía.
No sabía bien si ese algo eran los muchos temas que Alina me había enseñado esta tarde o... ¿Alina?
Quizás simplemente estoy cansado, yo jamás pensaría en alguien como Alina, nunca.
El pitido del ascensor al abrirse las puertas logró sacarme de mi transe y regresarme a lo su había venido.
Busque con la mirada la habitación número 714, ahí estaba, al final del pasillo, como siempre, caminé hasta ella y toque el timbre.
Escuchaba los ágiles y ligeros pasos de Chloe detrás de la puerta, corría en mi dirección, o al menos eso lograba escuchar.
La puerta se abrió, y Chloe, quien portaba un camisón de seda transparente que apenas cubría sus atributos, se asomó mientras se recostaba en el marco de la puerta.
--- Hola, guapo ---dice mordiendo su labio.
--- Te ves muy bien, linda ---digo coqueto mirándola de pies a cabeza.
--- ¿Quieres ver lo que hay debajo de esto? ---preguntó señalando su camisón.
Sus pechos se apegaron a el mio, senti su calor con el mio, mi erección sólo crecía más y más.
Una hora después me encontraba extasiado, acostado a la par de Chloe, con mi pecho ascendiendo y descendiendo, mi rostro estaba cubierto por algunas gotas de sudor y mi cabello estaba alborotado.
Si, una vez más, lo había dado todo.
Chloe dormía plácidamente en mi pecho, y pensé en hacer lo mismo.
Luego la imagen del perro de Alina llegó a mi mente casi por arte de magia, simplemente su intensa mirada apareció en mi mente de la nada.
--- Ese maldito perro... ---susurre recordando como me había hecho caer directo a los arbustos.
Por eso y muchas otras más razones pensaba que mi vida no era buena, que más bien era una basura, cosas malas me pasaban todo el tiempo, cosas malas que los amigos y el dinero no podían remediar.
Quería dejar de pensar, sólo descansar por primera vez en mucho tiempo, dormir relajado.
Así que traté de alejar mis extraños pensamientos y cerré mis ojos.
Mañana podría ser diferente.
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