Seguían caminando juntos en silencio, alejándose cada vez más de la cancha de baloncesto donde sus amigos se habían presentado oficialmente gracias a sus habilidades para crear situaciones románticas.

No necesitaban hablar; solo se hacían guiños discretos con una sonrisa cómplice, causando sonrojos en el otro.

El aire estaba cargado de una dulce electricidad que los hacía sentir vivos y conectados a la vez...

¿Lo más extraño?

Se acaban de conocer...

—Entonces... ¿tienes novia?—se animó a preguntar SeokJin despues de un largo rato en silencio.

—A-ah, no.—respondió, llamando la atención de SeokJin—. ¿Qué hay de ti?

—Nop. Yo estoy felizmente soltero—admitió con gusto, provocando una carcajada en el más alto.

—¿Entonces no tienes ningún inconveniente en estar soltero?

—No, aunque si alguien llega a cambiarlo...—poco a poco detuvo su paso dejando en suspenso la frase. NamJoon se detuvo a su lado, para después quedar frente a él, curioso por la frase que no era capaz de completarse.

Para SeokJin fue imposible no dirigir su mirada a los labios contrario e imaginarse el sabor de estos, asustandole por unos segundos ante sus pensamientos. Por otro lado, NamJoon podía sentir la tensión. Se sentía deseado por aquella mirada intensa dirigida hacia él.

Y eso le gustó.

El castaño desvío su mirada, al tiempo que mordía su labio inferior con nerviosismo y fingía que nada había pasado.

—No me quejo.—alzó sus hombros, restándole importancia. Ignorando aquella tensión que había nacido entre ellos hace un momento. Dejando a un NamJoon en un pequeño trance.

—A-ah...—balbuceó el más alto, para después desviar su mirada hace el reloj de su muñeca, decepcionandose  al ver la hora. Inconscientemente soltó un suspiro desánimado, mismo qué llamó la atención de SeokJin.

—¿Sucede algo?

—Mi hora de comer terminó—dijo, con una expresión perezosa—. Me hubiera gustado quedarme más tiempo contigo...—dmitió, provocando un sonrojo en SeokJin, el cual se dedicó a ocultar rápidamente.

—Eh...—aclaró su garganta y después expresó su idea—. ¿Por qué no... vamos a la disco juntos?—aquello emocionó tanto al más alto que se quedó sin palabras, lo cual alarmó a SeokJin—. D-digo, no tiene que ser juntos, juntos, puedes llevar a un amigo o... no lo sé... —balbuceó avergonzado. Después de aquello, bajó su mirada, golpeandose mentalmente al haber dicho eso.

Pero lo que no se esperaba, era que NamJoon lo abrazará de repente como forma de despedida.

—¡Bien, nos vemos en la noche!

—S-sí... —tartamuedeó, golpeandose internamente por segunda ocasión.

—¡Nos vemos!—se despidió con su mano, mientras comenzaba a caminar hacia la tienda de discos.

SeokJin quería acompañarlo, vaya que quería, pero sus pies no se movían y su cuerpo no reaccionaba. ¡Le había dado un abrazo! ¡Un abrazo!

Eso era señal de que quería casarse con él, ¿verdad? Seguramente sí.

Se sentía atontado con aquel aroma tan varonil que desprendía NamJoon y que gracias al cielo, había quedado levemente en su ropa al momento de abrazarlo. De ningúna manera volvería a lavar aquella camisa.

Comenzó a caminar unos pasos y de pronto cayó en la realidad.

¡Se estaba ilusionando muy pronto, con un simple abrazo! ¿Qué seguía? ¿Qué se emocionara con un simple cumplido de amigos?

Era horrible ilusionarse de alguien así de rápido. No era la primera vez que le pasaba y esperaba que esta fuera la última, porque su pobre corazón ya no podía soportar otra desilusión y menos una de tal magnitud.

Por qué sí, al parecer NamJoon era el hombre perfecto, cumplía absolutamente todos los requisitos para ser su esposo y si este llega a ilusionarlo y luego a tratarlo como un simple amigo -otra vez- dejaría de creer en el amor definitivamente.

He aquí una de las razones por las cuales juró ser heterosexual (aunque no fuera así), las chicas se acercaban naturalmente a él al verlo como un chico mundialmente guapo. Sin embargo, con los hombres no era igual, él tenía que buscarlos y cuando por fin le ponían atención, estos en ocasiones llegaban a ilusionarlo y a después categorizarlo como un simple amigo más.

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—¡No te creo!

—Te lo digo en serio. ¡Tengo que cambiarme antes de ir a la disco!

—No es eso, es que no creí que te animarías a invitarlo.

—Se estaba llendo y pensé en que esa sería mi última oportunidad.

—¡Qué estupendo! ¡Te felicito, amigo! Espera a que se lo contemos a Suga.

—¡Ni se te ocurra! Comenzará a burlarse de mí y de mi heterosexualidad.

—Ja, ja, la cual no existe.

—¿Tú también?—entrecerró sus ojos, provocando una carcajada de su amigo pelirrojo.

—Lo siento, es sólo que me parece gracioso que digas que eres heterosexual cuando no es la primera vez que te ilusionas por un chico.

—Cállate, Hoseok. No tienes por qué recordarme que me he ilusionado antes.—se cruzó de brazos, con ligera molestia.

—Bien, lo siento, amigo. No quise hacerlo, en realidad estoy muy feliz porque ese chico se ve que es buena persona. Sólo que no quisiera que volvieras a salir lastimado porque él se ve muy… ya sabes, hetero.

—Sí, lo sé, yo tampoco quiero salir lastimado esta vez, es por eso que esta noche iré en plan de amigos… Así que pensé en invitarte para que me acompañes y así no malinterprete las buenas intenciones de NamJoon.

—¡Me encantaría! ¡También pude venir Suga y Taehyung!

—¡Sí!

—¿Qué esperamos? ¡Vamos a mi casa! Te puedo prestar un traje—exclamó el pelirrojo con entusiasmo.

—Pero tendrías que cerrar tu cafetería y a ti no te gusta cerrarla antes.

—Está bien si sólo es por hoy. Además ya me hace falta un descanso.

—¡Bien! Ahora sólo necesitamos encontrar a Suga y a Tae, para poder invitarlos.

—Tae debe de estar en alguna de sus tiendas de helados y Suga en la cancha de básquet.

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—

Te ves genial, SeokJin.

—Sigo preguntándome para quien te arreglaste tan bien. ¿Acaso irá el chico que trabaja con JiMin?

—Eso no te incumbe.—respindió SeokJin.

—Sólo preguntaba—alzó sus manos en señal de rendición.

—¿Qué hay de ti, Tae? ¿Jungkookie aceptó venir?—preguntó SeokJin a aquel que se encontraba poniéndose una corbata como toque final para su traje de cuerpo completo color verde.

—Sí.—asintió, inconscientemente esbozó una radiante sonrisa en sus labios al recordar la bella imagen de el menor.

—¿Quién es Jungkookie?—preguntó Suga, con curiosidad.

—Es el novio de Taehyung—bromeó Hoseok, recibiendo un puñetazo amigable por parte de Tae.

—Aún no lo es, pero lo será—dijo orgulloso, mientras luchaba por esconder su sonrisa.

—¡¿Qué acaso seré el único soltero de esta noche?!—exclamó Hoseok, para después cruzarse de brazos mientras hacía un puchero con sus labios.

—Ja, ja, no es verdad. Yo iré en plan de amigos…—le recordó SeokJin, cosa que Hoseok para nada creyó.

—Sí, ajá—rodó sus ojos junto a una sonrisa, para después dirigirse hacia el espejo y revisar su look. Aquella camisa roja y esos pantalones acampanados combinaban perfectamente bien.

—Ya casi son las diez. Hay que irnos, no quiero que los chicos se desesperen y se vayan.—opinó Suga.

—¡Todos al auto!—gritó SeokJin con emoción, sin embargo tanto Suga, como Taehyung se voltearon a ver, pues los dos tenían auto y no sabían en cuál irse.

—¿Iremos en un sólo auto?—preguntó Suga con curiosidad—. Yo opino que es mejor que cada quien se vaya en su auto, podríamos no sé… tener una cita después de la disco…—admitió,  tratando de ocultar el sonrojo de sus mejillas.

—Que bien por ustedes, porque el señor soltero regresará solo a casa.—volvió a bromear Hoseok, pero fingiendo molestia.

—Tranquilo, Ho, ¿Cómo estás tan seguro de que regresarás solo?—le animó Suga, a lo que Hoseok asintió, dándole la razón.

—Bien, ¿entonces cada quien irá en sus autos?

—Alguien tendrá que llevarme porque yo no tengo auto.— les recordó SeokJin con gracia.

—Yo tampoco tengo auto, acabo de venderlo para comprar mi tocadiscos.—comentó Hoseok.

—Entonces vengan en mi auto.—ofreció Taehyung, a lo que SeokJin y Hoseok asintieron con entusiasmo—.  ¿Entonces que esperamos?—TaeHyung preguntó con emoción, para después salir de la habitación de Hoseok, siendo seguido por sus amigos.

Los tres amigos subieron al Cadillac de Taehyung, mientras que Suga subió a su Mustang del año, para después seguir al automóvil de su amigo Taehyung.

La disco no quedaba muy lejos de la casa de Hoseok, es por eso que no tuvieron que manejar por mucho tiempo para poder llegar a su destino. Una vez que estacionaron sus automóviles, las miradas curiosas y los alagos no se hicieron esperar. Después de unos segundos, cuatro chicos muy bien vestidos bajaron de los automóviles, ganándose miradas de envidia y coquetería por parte de los que estaban afuera del edificio recién inaugurado.

Los cuatro amigos se reunieron frente a los automóviles, para poder ponerse de acuerdo sobre la salida. Suga se disculpó, ya que había encontrado a JiMin en el interior de la disco y planeaba llevarlo a su casa después. Taehyung mentiría si dijera que él no quería hacer lo mismo, sin embargo, tenía que llevar a sus amigos a casa.

—Ey, ¿no es ese tu galán?—le codeó Hoseok discretamente a su amigo SeokJin, para que volteara hacia donde se encontraba NamJoon.

NamJoon se encontraba en el interior de la disco, conviviendo con JiMin, el cual lo había abandonado apenas se reencontró con Suga. Fue entonces que al momento de levantar su vista se encontró con el castaño de ojos bonitos, quien estaba en la entrada con dos amigos más. Sin poder evitarlo, sus piernas comenzaron a avanzar por instinto en dirección a SeokJin, el cual se encontraba nervioso y comenzaba a pensar que huir no parecía tan mala idea…

—Ey…—saludó NamJoon con una sonrisa radiante una vez que se encontró frente a SeokJin. Sus hoyuelos se asomaron al momento de sonreír, provocando que SeokJin sintiera

—Ey…—respondió SeokJin, sonriendo radiante,  al mismo tiempo que jugaba con nerviosismo con sus dedos.

Ambos sentían las mariposas revolotear en sus estómagos con el simple hecho de mirarse, justo como había sucedido desde el primer momento en que se habían visto…