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Yo Te Quiero Libre

Debía dejarlo ir...

Rin amaba a Haru

Amaba ese mar profundo en el que se perdía al ver sus ojos.
Amaba su voz calmada como brisa costera.
Amaba su nado.
Amaba esa paz que parecía emanar

Lo amaba todo de él

Pero...

>>Haru debe ser libre<< le repetía su conciencia una y otra vez.

Se sentía el ser más egoísta de todos, desde pequeño siempre había querido permanecer a su lado, esa necesidad de nadar con él, el sentir que sus almas se conectaban a traves del agua.

Aún ahora esa sombra de su infancia perecía estar persiguiendo a Haru...

Si lo pensaba, parecía haber forzado a Haru a estar a su lado...lo ataba a él

.
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Cuando Rin lo conocío, el chico actuó como un imán para él, se veía tan...libre
Incluso fuera del agua cada cosa que hacía parecía estar rodeada de este sentimiento.

Le encantaba, en esos tiempos de su infancia Rin podía asegurar que Haru le "gustaba"

Sin embargo, nadar con él fué el detonante que hizo florecer esos sentimientos en su corazón.

Para pasar del gustar al amar.

Podían llamarlo cursi o incluso loco, pero estaba seguro que en el momento en que sus cuerpos tocaron el agua...

Vió el alma de Haru

La sintió envolverlo, acunarlo dulcemente

Era...mucho más clara que el agua en qu nadaban, mucho más hermosa.
Gentilmente saciaba su sed, dejandolo solo con esa sensación de paz que nunca antes había experimentado.

Era así, el pudo sentirlo...

Haru era libertad

Y no había mejor manera de comprobarlo que verlo nadar, con cada movimiento su espíritu danzaba,
¡Cantaba!, haciendose uno con el agua.

(...)

Esos recuerdos estaban grabados a flor de piel en la mente del pelirrojo, junto con un descomunal sentimiento de culpa.

Haru debió haber permanecido en libertad

Él, Rin Matsuoka, había llegado para encadenarlo a las competencias, los tiempos y el entrenamiento constante y agotador.

Todo para mantenerlo junto de si...

No, el no tenía derecho a arrebatarle ese batir de alas entre las aguas.

De todas formas,
¿Quién era él para robarle su libre sueño y sustituirlo por el suyo?

Haru debía tomar su propio camino, pero en su egoísmo Rin lo quería todo de él.

Pero debía recordar que él no era su dueño, apenas y era su amigo, y sin duda un amigo mucho menos importante que Makoto, persona que parecía indispensable para el azabache.

Haru no dependía de Rin, y este debía comprenderlo y meterselo en la cabeza cuanto antes.

>>Si lo amas, dejalo ir<<

Esa frase nunca fué más dolorosa.

Rin deseaba que Haru volviera a ser libre

¡¡Verdaderamente Libre!!

Libre...como el mismo sueño de la libertad

Rin debía dejar ir a su corazón
Debía dejar ir a Haru

-¿A dondé vas?- le preguntó el ojiazul al pelirrojo

-Vuelvo...a Australia, esta vez para siempre- la voz de Rin se quebraba, en ese instante estaba soltando las cadenas de lo que más amaba

-¿Te vas para...siempre?- Haru repetía las palabras lentamente, como si tratara de asimilar lo que el chico le decía.

El silencio reinó entre los dos, el "si" que Rin pretendía decir se había quedado atorado en su garganta

Dolía...de verdad dolía, pero era para que Haru fuera libre de nuevo, era por la felicidad de quien amaba

Una felicidad que de seguro Haru encontraría lejos de él

-Lo siento, Haru- solo alcanzó a decir eso para luego salir corriendo

Era un cobarde, lo sabía, un cobarde que no podía encarar esos ojos azules porque estaba consciente de que si los veía no soportaría más y terminaría por quebrarse en ese mismo instante.

Haru salió corriendo tras él,
¿Cómo que se iba para siempre?
¿Por qué se disculpaba?

¿Por qué la persona que amaba lo abandonaba de nuevo?

-¡Rin!- el nombre del pelirrojo resonaba en la voz de Haru mientras alcanzaba a sujetar uno de los brazos del contrario.

Rin solo se detuvo, perdiendo las fuerzas de golpe y negandose a mirarlo.

-Rin- ahora Haru sonaba molesto- ¡¡No te hagas el héroe trágico y dime de una maldita vez que te pasa!!
¿¡Por qué quieres abandonarme de nuevo?!

- Yo... yo te quiero libre, Haru- el chico volteó lentamente su mirada borrosa por las lágrimas hasta encontrarse con esos ojos que también parecían retener un mar, y al igual que él parecía hacer esfuerzos para no dejarlo salir- Es mi culpa, soy demasiado egoísta...te amo Haru, te amo tanto que quiero tenerte siempre a mi lado, tu no mereces algo así, Haru, tú deseas ser libre ¿no?

El aludido solo asintió levemente, realamente sin saber que otra cosa hacer y siendo guiado por sus impulsos.

- Te parecera una locura, pero apenas te conocí sentí esa libertad que tenías y deseas tener, pero ahora, ahora compites, ya no eres libre y... yo soy el culpable de eso, no mereces a alguien que te quite la libertad. ¿Sabes? por eso nunca me declare, sabía que si te decía lo que sentía posiblemente te alejaras y...conociendome iría tras de tí hasta atarte completamente a alguien que no quie-....

Algo lo interrumpió, un repentino y dulce contacto entre ambos labios.
Un beso dado con ternura, con nostalgia y un montón de sentimientos más que ambos no alcanzaban a comprender

-Yo te amo, Rin- las mejillas le ardían, tenía el pulso acelerado y unas pequeñas lágrimas se deslizaban desde sus ojos aguamarina y no lograba saber si esas lágrimas eran más de alegría por al fin tener el valor de decirselo o más de tristeza por todas esas palabras que le estaban estrujando el pecho.

El corazón alterado del tiburón se detuvo por unos micro-segundos

Haru...lo amaba

El chico por quien nunca creyó ser aceptado sentía lo mismo por él.

No pudo evitar sentir un nudo desatarse en su estómago, sentir cierto alivio

Pero...

"estúpido pero"-pensó

Aún así, eso no lo convertía en el dueño de Haru, no lo convertía en nada

-Tú...¿Por qué haces esto más difícil?- unas lágrimas traicioneras abandonaron sus ojos, el solo ver el rostro lloroso de Haru le provocaban ganas de llorar a él- Solo terminaré haciendote daño. terminaré...encadenandoté, siempre te encadeno...¡¡Quiero que seas libre como antes!! ¿¡Es qué no lo entiendes?! ¡¡Quiero liberarte de mí!!

Lo había dicho, y el decirlo era infinitamente más real que repetirselo en su mente.

-Tú eres el que no lo comprende- las lágrimas seguían saliendo silenciosamente, pero su voz sonaba firme, seria pero con un toque casi invisible de tristeza-Rin, tú tienes un sueño, ese sueño...me ayudó a encontrar el mío, no estás encadenando a nadie, al contrario, Rin tú eres... tú eres...- le costaba admitirlo, de todas formas siempre fué malo para expresar sus sentimientos- ¡¡ERES MI LIBERTAD!!, tú, eres tú el que me hace sentir libre, eres el único que provoca todos estos sentimientos en mí

...

Dicen que unas simples palabras pueden doler más que mil golpes, bueno, en esta ocasión ocurrió algo similar, solo que en semejante situación las palabras en vez de dañar, sanaron

Rin no podía dejar de llorar, las lágrimas se. negaban rotundamente a detenerse a pesar de todos sus esfuerzos por limpiarselas"¡¡Eres mi libertad" esas 3 palabras habían logrado más que sanar esa grieta de inseguridad escondida en su corazón.
Un sentimiento de paz lo llenó, no era nuevo...
Era lo que siempre sentía al nadar con Haru...

Volteó a ver el inmenso mar que desprendía la mirada de Haru...

Entoncés la vió...

Esos ojos reflejaban su alma, tan clara como la recordaba, volvía a encontrar después de tanto tiempo esa tranquilidad que transmitía, lo volvía a acogerlo entre sus brazos; Pero esta vez no solo era el sentimiento de protección que aquello tan hermoso le hacía sentir.
No solo se imaginaba a Haru mirandolo con cariño, lo tenía ahí delante y solo se preguntaba ¿Por qué no abrazarlo?

Parecío no ser el único que lo pensó, pues el chico delfín se le adelantó, no solo abrazandolo, si no que uniendo nuevamente esos labios tan suaves como la seda a los suyos.

Aunque no lo dijeran, sabían que estarían juntos depués de eso

Aunque no lo dijeran, ambos sabían que eso no era un sueño y realmente eran correspondidos

Aunque no lo dijeran, los dos querían que el que amaban fuera libre...

Y sin decir nada ellos estaban seguros de que habían encontrado algo más que amor en sus corazones sincronizados, en ese intercambio de miradas, y en sus almas conectadas

Ellos... juntos eran libertad








Fin~


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